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  • Alejandro Miller

    [ROL PRIVADO]

    Finalmente había terminado su jornada laboral, por suerte ese día no tenía que trabajar en la cafetería por lo cual decidió ir a comer algo en la calle. Llevaba unos días desde que su bebé le pedia comer fideos de pasta de frijoles negros. Caminó por unas cuantas cuadras hasta llegar al restaurante, pidió su comida, esperó unos cuantos minutos y cuando finalmente estuvo lista fue que empezó a caminar con dirección hacia su hotel. Se sentía muy emocionado de poder comer sus fideos, estaba que moría de hambre pues ahora se encontraba comiendo para dos. Estando a unas cuadras de llegar hacia su hotel, sintió como le jalaban de la camisa, arrastrandolo hacia el interior de un callejón donde le pusieron contra la pared. El cielo estaba oscureciendo pero aun asi habia logrado ver la cara de los responsables, aquellos rostro de los que nunca se olvidaría. Eran de los tantos matones que en el pasado le cobraban el dinero que debía, los que lo golpeaban y destruian su hogar en busca de “cobrarse” lo que les debía. Su rostro mostraba un enorme miedo y confusión, no entendía porqué es que habían vuelto a buscarle. Tenia entendido que su ex-pareja le había hecho el favor de pagar sus deudas para que no les volvieran a molestar pero…que era lo que querían ahora?

    -Q…Que es lo que están haciendo?? Qué más quieren de mi?? - Intentó removerse, queriendo que le soltaran pues empezaba a asustarse. En el pasado posiblemente les hubiera peleado, pero ahora que esperaba un bebé, en lo único que podía pensar era en que nada le fuera a pasar.

    X: Queremos saber cómo es que conseguiste todo ese dinero para pagar, estabas que te ahogabas en deudas y de la nada pudiste pagarlo todo? Acaso te ganaste la lotería? O te conseguiste una minita de oro?

    -Que?! No es así…tuve que pedir un préstamo a alguien más, justo como ustedes lo dijeron…yo solo, no hubiera podido pagar todo. Ya les dije lo que querían, ahora déjenme ir!!

    Forcejeo un poco y pronto se encontraba en el suelo, inmediatamente se colocó en posición fetal, asegurándose de proteger a toda costa su vientre. Esperaba ser golpeado pero no fue así. En cambio, sintió como un líquido caliente empezaba a quemar sus piernas y brazos. El olor a la salsa de pasta de frijoles negros se exparcia por todo el lugar y el rubio no pudo evitar quejarse un poco, con sus manos intentaba sacar la salsa de sus prendas para evitar que le siguiera quemando.

    X: Esta es una advertencia…queremos que nos entregues 7 millones de wones al final de esta semana, ya sabes que pasara si no lo haces. No puedes huir de nosotros, siempre terminaremos encontrandote Kim Eun-woo

    Aquellos hombres solo se dedicaron a escupirle y se largaron del lugar. Se levantó con mucho cuidado del suelo, su mano posicionada sobre su vientre. Empezaba a sentir alivio en su piel cuando la brisa chocaba contra su cuerpo, enfriando aquella salsa que había sido lanzada sobre él. Miro al suelo por unos segundos, las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se preguntaba qué era lo que haría ahora. No tenía a nadie que pudiera hacerle ese préstamo y la única persona que se cruzó por su mente había sido Miller. Empezó a caminar perdido en sus pensamientos, su mente se quedó en blanco por un buen rato y cuando menos se dio cuenta, se encontraba en frente del edificio en el que una vez vivió junto a su pareja. Pensó en subir para poder hablar con él y pedirle aquel favor más recordó a la pequeña Eli, de quien no se había despedido estando ella consciente. Sabía perfectamente que si se aparecia ahí y ella le veía, las cosas no se pondrían para nada bonitas. Soltó un suspiro pesado y caminó hacia el teléfono público más cercano. Metió unas cuantas monedas y con mucho nerviosismo empezó a teclear el número del mayor. Sus manos temblaban con fuerza, temía que fuera a equivocarse o que el mayor no fuera a contestarle. Odiaba tener que volver a aparecer en su vida a agregarle más sal a la herida, pero no sabía que más hacer para mantener al bebé que llevaba en su vientre a salvo. Esperó unos segundos mientras el timbre del teléfono sonaba, pensó que nadie contestaría pero luego escuchó esa voz que tanto había extrañado y un nudo se le formó en la garganta.

    -Miller…soy…soy Eun-woo , lamento que vuelvas a oir de mi de esta forma pero…necesito de tu ayuda, solo por esta vez…lo prometo.


    [tidal_olive_bison_944] [ROL PRIVADO] Finalmente había terminado su jornada laboral, por suerte ese día no tenía que trabajar en la cafetería por lo cual decidió ir a comer algo en la calle. Llevaba unos días desde que su bebé le pedia comer fideos de pasta de frijoles negros. Caminó por unas cuantas cuadras hasta llegar al restaurante, pidió su comida, esperó unos cuantos minutos y cuando finalmente estuvo lista fue que empezó a caminar con dirección hacia su hotel. Se sentía muy emocionado de poder comer sus fideos, estaba que moría de hambre pues ahora se encontraba comiendo para dos. Estando a unas cuadras de llegar hacia su hotel, sintió como le jalaban de la camisa, arrastrandolo hacia el interior de un callejón donde le pusieron contra la pared. El cielo estaba oscureciendo pero aun asi habia logrado ver la cara de los responsables, aquellos rostro de los que nunca se olvidaría. Eran de los tantos matones que en el pasado le cobraban el dinero que debía, los que lo golpeaban y destruian su hogar en busca de “cobrarse” lo que les debía. Su rostro mostraba un enorme miedo y confusión, no entendía porqué es que habían vuelto a buscarle. Tenia entendido que su ex-pareja le había hecho el favor de pagar sus deudas para que no les volvieran a molestar pero…que era lo que querían ahora? -Q…Que es lo que están haciendo?? Qué más quieren de mi?? - Intentó removerse, queriendo que le soltaran pues empezaba a asustarse. En el pasado posiblemente les hubiera peleado, pero ahora que esperaba un bebé, en lo único que podía pensar era en que nada le fuera a pasar. X: Queremos saber cómo es que conseguiste todo ese dinero para pagar, estabas que te ahogabas en deudas y de la nada pudiste pagarlo todo? Acaso te ganaste la lotería? O te conseguiste una minita de oro? -Que?! No es así…tuve que pedir un préstamo a alguien más, justo como ustedes lo dijeron…yo solo, no hubiera podido pagar todo. Ya les dije lo que querían, ahora déjenme ir!! Forcejeo un poco y pronto se encontraba en el suelo, inmediatamente se colocó en posición fetal, asegurándose de proteger a toda costa su vientre. Esperaba ser golpeado pero no fue así. En cambio, sintió como un líquido caliente empezaba a quemar sus piernas y brazos. El olor a la salsa de pasta de frijoles negros se exparcia por todo el lugar y el rubio no pudo evitar quejarse un poco, con sus manos intentaba sacar la salsa de sus prendas para evitar que le siguiera quemando. X: Esta es una advertencia…queremos que nos entregues 7 millones de wones al final de esta semana, ya sabes que pasara si no lo haces. No puedes huir de nosotros, siempre terminaremos encontrandote Kim Eun-woo Aquellos hombres solo se dedicaron a escupirle y se largaron del lugar. Se levantó con mucho cuidado del suelo, su mano posicionada sobre su vientre. Empezaba a sentir alivio en su piel cuando la brisa chocaba contra su cuerpo, enfriando aquella salsa que había sido lanzada sobre él. Miro al suelo por unos segundos, las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras se preguntaba qué era lo que haría ahora. No tenía a nadie que pudiera hacerle ese préstamo y la única persona que se cruzó por su mente había sido Miller. Empezó a caminar perdido en sus pensamientos, su mente se quedó en blanco por un buen rato y cuando menos se dio cuenta, se encontraba en frente del edificio en el que una vez vivió junto a su pareja. Pensó en subir para poder hablar con él y pedirle aquel favor más recordó a la pequeña Eli, de quien no se había despedido estando ella consciente. Sabía perfectamente que si se aparecia ahí y ella le veía, las cosas no se pondrían para nada bonitas. Soltó un suspiro pesado y caminó hacia el teléfono público más cercano. Metió unas cuantas monedas y con mucho nerviosismo empezó a teclear el número del mayor. Sus manos temblaban con fuerza, temía que fuera a equivocarse o que el mayor no fuera a contestarle. Odiaba tener que volver a aparecer en su vida a agregarle más sal a la herida, pero no sabía que más hacer para mantener al bebé que llevaba en su vientre a salvo. Esperó unos segundos mientras el timbre del teléfono sonaba, pensó que nadie contestaría pero luego escuchó esa voz que tanto había extrañado y un nudo se le formó en la garganta. -Miller…soy…soy Eun-woo , lamento que vuelvas a oir de mi de esta forma pero…necesito de tu ayuda, solo por esta vez…lo prometo.
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  • Shoko entró a la habitación con pasos silenciosos, asegurándose de que no hubiera nadie cerca. La cama de Geto estaba impecablemente ordenada, como siempre.

    Sacó un pequeño encendedor de su bolsillo y lo dejó sobre la almohada. Junto a él, deslizó un trozo de papel doblado con un mensaje corto:

    "Por si algún día decides volverte un desastre como yo. Feliz cumpleaños."

    No esperaba una gran reacción de su parte. Quizás se reiría al leerlo o simplemente lo guardaría sin decir nada. A fin de cuentas, nunca habían sido de gestos exagerados.

    Con una última mirada a la habitación en penumbra, salió sin hacer ruido.
    Shoko entró a la habitación con pasos silenciosos, asegurándose de que no hubiera nadie cerca. La cama de Geto estaba impecablemente ordenada, como siempre. Sacó un pequeño encendedor de su bolsillo y lo dejó sobre la almohada. Junto a él, deslizó un trozo de papel doblado con un mensaje corto: "Por si algún día decides volverte un desastre como yo. Feliz cumpleaños." No esperaba una gran reacción de su parte. Quizás se reiría al leerlo o simplemente lo guardaría sin decir nada. A fin de cuentas, nunca habían sido de gestos exagerados. Con una última mirada a la habitación en penumbra, salió sin hacer ruido.
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  • ❝ 𝐵𝑎𝑑 𝐿𝑖𝑓𝑒 𝐶𝑜𝑛𝑠𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛𝑐𝑒𝑠. ❞

    ──── Podría tener una vida buena y ser feliz. . . Si tan solo el User idiota que me maneja me la daría. Si algún día salgo de aquí, juro matarlo por todo lo que me hizo pasar. ──── [?]

    ||• Dato curioso : Desde ya hace 5 años que empecé en el mundo del rol, Santi fue mi primer y único personaje que manejé hasta el dia de hoy. Nunca me hice otra cuenta para otro personaje ¿Porque esto? Porque Santi para mí es único, muestra una faceta mía de vez en cuándo y así mismo puedo expresarla mediante el rol. Así estaré con él hasta el día que me retire del rol. [♡]
    ❝ 𝐵𝑎𝑑 𝐿𝑖𝑓𝑒 𝐶𝑜𝑛𝑠𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛𝑐𝑒𝑠. ❞ ──── Podría tener una vida buena y ser feliz. . . Si tan solo el User idiota que me maneja me la daría. Si algún día salgo de aquí, juro matarlo por todo lo que me hizo pasar. ──── [?] ||• Dato curioso : Desde ya hace 5 años que empecé en el mundo del rol, Santi fue mi primer y único personaje que manejé hasta el dia de hoy. Nunca me hice otra cuenta para otro personaje ¿Porque esto? Porque Santi para mí es único, muestra una faceta mía de vez en cuándo y así mismo puedo expresarla mediante el rol. Así estaré con él hasta el día que me retire del rol. [♡]
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  • El sonido seco de la puerta cediendo ante su patada resonó en el pasillo. Con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, el detective Joon cruzó el umbral con su maletín en una mano y la otra lista para cualquier imprevisto. Su compañero le seguía de cerca, con el sudor perlando su frente ante la energía implacable del otro.

    ⸻ Si sigues entrando así a los lugares, un día te van a mandar la cuenta de las reparaciones ⸻bufó con burla una voz que podiasacwrle canas tan temprano.

    Joon entrecerró los ojos al ver la figura despreocupada de su compañero recargado contra la pared, con los brazos cruzados y una media sonrisa. Ese maldito siempre parecía divertirse viéndolo actuar.

    ⸻ Si no me hicieras perder el tiempo con pistas a medias, no tendría que estar aquí ahora ⸻respondió con voz seca, avanzando hacia él. El hombre ladeó la cabeza, la luz del ventanal perfilando su rostro con un aire casi perezoso.⸻ Les dije que tenía una orden. Pero claro, siempre quieren hacer esto por las malas ⸻Suspiró, acomodando la carpeta de evidencias bajo el brazo mientras echaba un vistazo a la puerta que acababa de empujar. Estaba bien, por suerte.

    ⸻ ¿Te hice perder el tiempo? ¿O solo querías otra excusa para verme? ⸻El silencio que siguió fue tenso, pero no de amenaza… sino de algo más. Algo que Joon prefería no reconocer.

    ⸻ Dime lo que sabes. Ahora.

    El otro sonrió, despacio, como un gato que sabe que la presa no tiene escapatoria.⸻ Depende… ¿qué tan bien me lo pides? ⸻apretó la mandíbula, sintiendo el calor treparle por la nuca. Ese maldito sabía exactamente cómo exasperarlo. Su paciencia ya estaba al límite, pero ceder a ese juego era lo peor que podía hacer.

    ⸻ No tengo tiempo para tus malditos rodeos ⸻gruñó, acercándose hasta quedar a escasos centímetros de él. Podía sentir su aliento, la burla en sus ojos, la tensión en el aire volviéndose insoportable.

    ⸻ ¿Seguro? ⸻susurró el otro, inclinándose apenas. Sus labios casi rozaron la línea de su mandíbula. Joon sintió un escalofrío recorrerle la espalda, pero no se echó atrás. No podía. No debía.

    ⸻ Última oportunidad ⸻dijo con la voz grave, apenas un murmullo. Pero antes de que el otro pudiera responder, un ruido en la habitación contigua los alertó. Alguien más estaba ahí, no estaban solos. Seguramente sería su jefe o alguien más, y dando un paso hacia atrás, dio por terminada su conversación.
    El sonido seco de la puerta cediendo ante su patada resonó en el pasillo. Con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, el detective Joon cruzó el umbral con su maletín en una mano y la otra lista para cualquier imprevisto. Su compañero le seguía de cerca, con el sudor perlando su frente ante la energía implacable del otro. ⸻ Si sigues entrando así a los lugares, un día te van a mandar la cuenta de las reparaciones ⸻bufó con burla una voz que podiasacwrle canas tan temprano. Joon entrecerró los ojos al ver la figura despreocupada de su compañero recargado contra la pared, con los brazos cruzados y una media sonrisa. Ese maldito siempre parecía divertirse viéndolo actuar. ⸻ Si no me hicieras perder el tiempo con pistas a medias, no tendría que estar aquí ahora ⸻respondió con voz seca, avanzando hacia él. El hombre ladeó la cabeza, la luz del ventanal perfilando su rostro con un aire casi perezoso.⸻ Les dije que tenía una orden. Pero claro, siempre quieren hacer esto por las malas ⸻Suspiró, acomodando la carpeta de evidencias bajo el brazo mientras echaba un vistazo a la puerta que acababa de empujar. Estaba bien, por suerte. ⸻ ¿Te hice perder el tiempo? ¿O solo querías otra excusa para verme? ⸻El silencio que siguió fue tenso, pero no de amenaza… sino de algo más. Algo que Joon prefería no reconocer. ⸻ Dime lo que sabes. Ahora. El otro sonrió, despacio, como un gato que sabe que la presa no tiene escapatoria.⸻ Depende… ¿qué tan bien me lo pides? ⸻apretó la mandíbula, sintiendo el calor treparle por la nuca. Ese maldito sabía exactamente cómo exasperarlo. Su paciencia ya estaba al límite, pero ceder a ese juego era lo peor que podía hacer. ⸻ No tengo tiempo para tus malditos rodeos ⸻gruñó, acercándose hasta quedar a escasos centímetros de él. Podía sentir su aliento, la burla en sus ojos, la tensión en el aire volviéndose insoportable. ⸻ ¿Seguro? ⸻susurró el otro, inclinándose apenas. Sus labios casi rozaron la línea de su mandíbula. Joon sintió un escalofrío recorrerle la espalda, pero no se echó atrás. No podía. No debía. ⸻ Última oportunidad ⸻dijo con la voz grave, apenas un murmullo. Pero antes de que el otro pudiera responder, un ruido en la habitación contigua los alertó. Alguien más estaba ahí, no estaban solos. Seguramente sería su jefe o alguien más, y dando un paso hacia atrás, dio por terminada su conversación.
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  • Este es nuestro tiempo; el tiempo de hacer algo, de cambiar, de dejar nuestra marca en la historia. Pese lo difícil que pueda ser y los obstáculos que se presenten en nuestro camino por la vida, depende de nosotros como afrontarlos y nuestra actitud ante los mismos. Yo creo que hay que sacarle lo positivo de todo, al final de cuentas tenemos la fortuna de poder contemplar la belleza de éste mundo... El mismo que todo nos brinda para que justamente tengamos ésta oportunidad de vivir. Así que no solo existas... Vive!
    Este es nuestro tiempo; el tiempo de hacer algo, de cambiar, de dejar nuestra marca en la historia. Pese lo difícil que pueda ser y los obstáculos que se presenten en nuestro camino por la vida, depende de nosotros como afrontarlos y nuestra actitud ante los mismos. Yo creo que hay que sacarle lo positivo de todo, al final de cuentas tenemos la fortuna de poder contemplar la belleza de éste mundo... El mismo que todo nos brinda para que justamente tengamos ésta oportunidad de vivir. Así que no solo existas... Vive!
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  • - Que cosa tan rara, me he dado cuenta que las pelirosas y pelirojas son bastantes bonitas pero... Hay que tener cuidado con ellas, yo solo paso la inf. (?????
    - Que cosa tan rara, me he dado cuenta que las pelirosas y pelirojas son bastantes bonitas pero... Hay que tener cuidado con ellas, yo solo paso la inf. (?????
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  • Son pocas las cosas o detalles que dejan salir de la mascara el lado mas siniestro del coronel. Sus propios hermanos de armas cuentan lo terrorifico que puede ser mirarlo, de pie... con la puerta abierta del refrigerador de la barraca apilando rebanas de queso amarillo entre un par de hogazas de pan. De verdad, espeluznante.
    Son pocas las cosas o detalles que dejan salir de la mascara el lado mas siniestro del coronel. Sus propios hermanos de armas cuentan lo terrorifico que puede ser mirarlo, de pie... con la puerta abierta del refrigerador de la barraca apilando rebanas de queso amarillo entre un par de hogazas de pan. De verdad, espeluznante.
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  • - AUXILIO!!! -

    De esta manera, König se dio cuenta de que el gatito callejero que decidio robar, cof cof! Digo... adoptar... no era tan comun, despues de todo.
    - AUXILIO!!! - De esta manera, König se dio cuenta de que el gatito callejero que decidio robar, cof cof! Digo... adoptar... no era tan comun, despues de todo.
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  • — ¡Perfecto! Esa fue la última. Hemos terminado por hoy, gracias a todos por su arduo trabajo. Lev, si quieres puedes ir a descansar.

    Thanya era la más emocionada cuando las sesiones de fotografía eran rápidas, cuando las veces que debían detenerse para algo eran pocas y, sobretodo, cuando los demás del grupo eran tan comprensibles con su muchacho. La gran mayoría evitaba hablarle con cosas largas, preferían centrarse en el punto y hacer preguntas concretas que se pudieran responder con tres opciones: Sí, no o no lo sé. Quizás esa era una de las cualidades que Nikolay más apreciaba en ella, pero también era una de las que más aborrecía. No podía hablar, era claro a los ojos de todos, pero tampoco era tan idiota como para no saber escribir en su teléfono para emplear un traductor o mostrar la pantalla con la respuesta.

    Nikolay dio un sorbo a su bebida y levantó el pulgar de la otra mano para confirmarle a su manager que el trabajo había sido excelente. El sabor de la bebida no era malo, resultaba dulce y refrescante para su paladar, pero no era una bebida que pudiera recomendar ampliamente porque, en realidad, no le gustaban tanto las naranjas como Thanya pensaba. Si sacaba la cuenta, ese debía ser su quinto comercial con productos de esa fruta: Jugos, dulces, medicamentos y hasta velas aromáticas para relajarse. O a Thanya le gustaban hasta morir o se aseguraba de mantenerlo lleno de vitamina C.

    « Si ya terminamos por hoy, ¿puedo irme? Quedé con unos amigos de la secundaria que nos veríamos esta tarde. Al parecer vieron nuestro último anuncio y se volvieron locos. » Nikolay no lo entendía. Nunca había sido bueno con sus compañeros, tampoco con las chicas, siempre había odiado esas relaciones que lo fastidiaban por ser diferente y por creer, tontamente, que necesitaba de su lastima para sobrevivir la secundaria. Ante el asentir de Thanya, Nikolay dio un último sorbo a su bebida y le dejó el vaso de plástico en la mano a la mujer. « Por favor, ya no elijas más productos de este tipo. Comienzo a odiar las naranjas, busca otra fruta si quieres, pero ya me cansé de esta. ¿O estás esperando que mi piel tome esa tonalidad? »

    Thanya se rió, lo hizo de una manera escandalosa en la que captó la atención de los demás en el set, incluso de transeúntes que iban por allí al ser una sesión al aire libre.

    — No, sería incapaz de algo así. Pero deberíamos probar las fresas, ya sabes, pronto será San Valentin y habrá muchos anuncios románticos, quizá ganes más contratos si tienes la piel roja como el amor, así no gastarán en pintura corporal.

    « Te mataré si te atreves a aceptar algo así. Pero si son anuncios de chocolate, acepta todos. Me gustan los dulces gratis. » Thanya volvió a reír, Nikolay también lo hizo en ese ruido nasal que le era imposible ocultar. Podía ser que si garganta no emitiera sonidos agradables o entendibles, pero a nadie parecía importarle que se riera de una manera caótica o casi porcina. Al final, la lastima era más grande para reprenderlo por tan pésimos modales.
    — ¡Perfecto! Esa fue la última. Hemos terminado por hoy, gracias a todos por su arduo trabajo. Lev, si quieres puedes ir a descansar. Thanya era la más emocionada cuando las sesiones de fotografía eran rápidas, cuando las veces que debían detenerse para algo eran pocas y, sobretodo, cuando los demás del grupo eran tan comprensibles con su muchacho. La gran mayoría evitaba hablarle con cosas largas, preferían centrarse en el punto y hacer preguntas concretas que se pudieran responder con tres opciones: Sí, no o no lo sé. Quizás esa era una de las cualidades que Nikolay más apreciaba en ella, pero también era una de las que más aborrecía. No podía hablar, era claro a los ojos de todos, pero tampoco era tan idiota como para no saber escribir en su teléfono para emplear un traductor o mostrar la pantalla con la respuesta. Nikolay dio un sorbo a su bebida y levantó el pulgar de la otra mano para confirmarle a su manager que el trabajo había sido excelente. El sabor de la bebida no era malo, resultaba dulce y refrescante para su paladar, pero no era una bebida que pudiera recomendar ampliamente porque, en realidad, no le gustaban tanto las naranjas como Thanya pensaba. Si sacaba la cuenta, ese debía ser su quinto comercial con productos de esa fruta: Jugos, dulces, medicamentos y hasta velas aromáticas para relajarse. O a Thanya le gustaban hasta morir o se aseguraba de mantenerlo lleno de vitamina C. « Si ya terminamos por hoy, ¿puedo irme? Quedé con unos amigos de la secundaria que nos veríamos esta tarde. Al parecer vieron nuestro último anuncio y se volvieron locos. » Nikolay no lo entendía. Nunca había sido bueno con sus compañeros, tampoco con las chicas, siempre había odiado esas relaciones que lo fastidiaban por ser diferente y por creer, tontamente, que necesitaba de su lastima para sobrevivir la secundaria. Ante el asentir de Thanya, Nikolay dio un último sorbo a su bebida y le dejó el vaso de plástico en la mano a la mujer. « Por favor, ya no elijas más productos de este tipo. Comienzo a odiar las naranjas, busca otra fruta si quieres, pero ya me cansé de esta. ¿O estás esperando que mi piel tome esa tonalidad? » Thanya se rió, lo hizo de una manera escandalosa en la que captó la atención de los demás en el set, incluso de transeúntes que iban por allí al ser una sesión al aire libre. — No, sería incapaz de algo así. Pero deberíamos probar las fresas, ya sabes, pronto será San Valentin y habrá muchos anuncios románticos, quizá ganes más contratos si tienes la piel roja como el amor, así no gastarán en pintura corporal. « Te mataré si te atreves a aceptar algo así. Pero si son anuncios de chocolate, acepta todos. Me gustan los dulces gratis. » Thanya volvió a reír, Nikolay también lo hizo en ese ruido nasal que le era imposible ocultar. Podía ser que si garganta no emitiera sonidos agradables o entendibles, pero a nadie parecía importarle que se riera de una manera caótica o casi porcina. Al final, la lastima era más grande para reprenderlo por tan pésimos modales.
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