• -Se paseaba impune con su apariencia en decadencia y solo cubierto por una capucha negra para disimular ante las miradas horrorizadas de los transeúntes; Para cuando tomo asiento en una banca el parque había quedado completamente vacío, los niños lloraban y los adultos huían de su presencia tan horrenda, mas allá de su apariencia, huían por el aura negruzca que lo acompañaba, un aura de muerte lo rodeaba y se extendía a todo aquel que se le acerque, pero... ¿Realmente alguien moriria por sentarse a su lado? claro que no, solo es su estado mas puro, sin mascaras.

    Recto en su asiento se dispuso a sacar una cigarrera metalica lisa y una vez abierta saco un cigarrillo armado, le dio una revisada rapida como si estuviese analizando su propio trabajo y orgulloso del mismo se dispuso a fumarlo al acomodarlo entre sus dientes, el cigarro se encendio completamente solo, no tuvo que mover las manos ni decir nada (Un truco bastante común de hecho)-

    Es una hermosa noche y nadie la esta aprovechando, puedo imaginar que es por el olor que viene de las alcantarillas o tal vez sea el ruido de la construcción, eso suele ser aterrador realmente

    -Claro que lo menciona en voz alta, no tiene nada mas que su voz para presentarse como un ser consciente y no solo como un saco de carne y huesos. Como pudo dio una calada larga mientras el humo se le escapaba por algunos espacios vacios de su rostro; Su mirada se vio perdida en la nada, como si estuviese esperando a que algo suceda, y es que el aburrimiento lo estaba consumiendo a tal punto que salir fue su mejor opción y sin importar lo que puedan decir, allí se planto, para esperar a algún interesado en compartir una agradable charla nocturna-
    -Se paseaba impune con su apariencia en decadencia y solo cubierto por una capucha negra para disimular ante las miradas horrorizadas de los transeúntes; Para cuando tomo asiento en una banca el parque había quedado completamente vacío, los niños lloraban y los adultos huían de su presencia tan horrenda, mas allá de su apariencia, huían por el aura negruzca que lo acompañaba, un aura de muerte lo rodeaba y se extendía a todo aquel que se le acerque, pero... ¿Realmente alguien moriria por sentarse a su lado? claro que no, solo es su estado mas puro, sin mascaras. Recto en su asiento se dispuso a sacar una cigarrera metalica lisa y una vez abierta saco un cigarrillo armado, le dio una revisada rapida como si estuviese analizando su propio trabajo y orgulloso del mismo se dispuso a fumarlo al acomodarlo entre sus dientes, el cigarro se encendio completamente solo, no tuvo que mover las manos ni decir nada (Un truco bastante común de hecho)- Es una hermosa noche y nadie la esta aprovechando, puedo imaginar que es por el olor que viene de las alcantarillas o tal vez sea el ruido de la construcción, eso suele ser aterrador realmente -Claro que lo menciona en voz alta, no tiene nada mas que su voz para presentarse como un ser consciente y no solo como un saco de carne y huesos. Como pudo dio una calada larga mientras el humo se le escapaba por algunos espacios vacios de su rostro; Su mirada se vio perdida en la nada, como si estuviese esperando a que algo suceda, y es que el aburrimiento lo estaba consumiendo a tal punto que salir fue su mejor opción y sin importar lo que puedan decir, allí se planto, para esperar a algún interesado en compartir una agradable charla nocturna-
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  • -habie dl cambiado el orfanato y mi territorio no podía quedarme atrás con mia apariencia- se rió un poco cubriéndose la boca -primera vez que me aventuró con el cabello bicolor, que piensan ustedes?-
    -habie dl cambiado el orfanato y mi territorio no podía quedarme atrás con mia apariencia- se rió un poco cubriéndose la boca -primera vez que me aventuró con el cabello bicolor, que piensan ustedes?-
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  • Que noche la de anoche.

    -Habia tenido una reunión importante con un mafioso rumano, jamás imagino que fuesen tan simpáticos, o quizá quería agradarle a ella, no estaba del todo segura, pero quedaron de reunirse nuevamente pronto, no fue algo concreto, solo palabras al aire, aún así bebió demasiado, mas de lo normal, así que su apariencia al levantarse no era la mejor-

    ...no quiero hacer nada hoy...

    -Después de haberse mirado en el espejo y decir eso en un susurro se tiró a la cama de nuevo boca abajo y cerró sus ojos-
    Que noche la de anoche. -Habia tenido una reunión importante con un mafioso rumano, jamás imagino que fuesen tan simpáticos, o quizá quería agradarle a ella, no estaba del todo segura, pero quedaron de reunirse nuevamente pronto, no fue algo concreto, solo palabras al aire, aún así bebió demasiado, mas de lo normal, así que su apariencia al levantarse no era la mejor- ...no quiero hacer nada hoy... -Después de haberse mirado en el espejo y decir eso en un susurro se tiró a la cama de nuevo boca abajo y cerró sus ojos-
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  • Me siento en el borde de la bañera, la fría cerámica presionando contra mis muslos mientras sostengo la rasuradora con una mano. La hoja, recién cambiada, brilla tenuemente bajo la luz del baño. El sonido del agua corriendo en el lavabo cercano es mi único acompañante. Paso la cuchilla con cuidado sobre la piel de mi pierna, observando cómo desaparecen los vellos como si fueran borrados por una goma. Hay algo casi hipnótico en este acto, una rutina que repito sin pensar, pero que hoy parece llenarme de pensamientos dispersos.

    El jabón que apliqué antes de comenzar deja una espuma ligera en mi piel, haciendo que el proceso sea más suave. Con cada pasada, noto la diferencia: un área lisa y limpia emergiendo de la espuma, en contraste con la piel más áspera que queda sin tocar. Mi otra mano descansa sobre mi rodilla, firme, sosteniéndome en equilibrio. Me detengo un momento, inspeccionando mi trabajo con ojo crítico.

    Mientras continúo, mi mente se pierde en una maraña de pensamientos. «¿Por qué nunca se reconoce el valor de la limpieza, del esfuerzo y delicadeza con la que cada una mantenemos la belleza de esta piel que muchos adoran? Si bien, crecen muy rápido y parecen cesped puntiagudo cuando no nos afeitamos, ¿Porqué jamás nos reconocen el logro de esta belleza hermosa que causamos con este tiempo que perdemos lenta y detenidamente con esta acción de limpieza femenina?» La rasuradora se desliza una vez más, su movimiento preciso y deliberado, pero mi cabeza está lejos de aquí. Pienso en las expectativas, en las apariencias, en las normas que seguimos casi por instinto. «Me pregunto si esta es una de esas cosas que hacemos solo porque nos han dicho que debemos hacerlo, o es porque realmente nos hace sentir sexys o limpias...»

    El aroma fresco del jabón me reconecta con el presente. Respiro hondo, sacudiendo las ideas. —Un paso a la vez —me digo. Limpio la cuchilla bajo el chorro de agua, observando cómo los restos de espuma y vellos desaparecen, arrastrados por la corriente. Hay algo irónicamente liberador en este momento tan mundano. Es un pequeño ritual, una pausa, un instante de quietud en el caos del día. Sigo afeitándome, mi reflejo observándome desde el espejo empañado. Y por un momento, todo está en calma.

    Me siento en el borde de la bañera, la fría cerámica presionando contra mis muslos mientras sostengo la rasuradora con una mano. La hoja, recién cambiada, brilla tenuemente bajo la luz del baño. El sonido del agua corriendo en el lavabo cercano es mi único acompañante. Paso la cuchilla con cuidado sobre la piel de mi pierna, observando cómo desaparecen los vellos como si fueran borrados por una goma. Hay algo casi hipnótico en este acto, una rutina que repito sin pensar, pero que hoy parece llenarme de pensamientos dispersos. El jabón que apliqué antes de comenzar deja una espuma ligera en mi piel, haciendo que el proceso sea más suave. Con cada pasada, noto la diferencia: un área lisa y limpia emergiendo de la espuma, en contraste con la piel más áspera que queda sin tocar. Mi otra mano descansa sobre mi rodilla, firme, sosteniéndome en equilibrio. Me detengo un momento, inspeccionando mi trabajo con ojo crítico. Mientras continúo, mi mente se pierde en una maraña de pensamientos. «¿Por qué nunca se reconoce el valor de la limpieza, del esfuerzo y delicadeza con la que cada una mantenemos la belleza de esta piel que muchos adoran? Si bien, crecen muy rápido y parecen cesped puntiagudo cuando no nos afeitamos, ¿Porqué jamás nos reconocen el logro de esta belleza hermosa que causamos con este tiempo que perdemos lenta y detenidamente con esta acción de limpieza femenina?» La rasuradora se desliza una vez más, su movimiento preciso y deliberado, pero mi cabeza está lejos de aquí. Pienso en las expectativas, en las apariencias, en las normas que seguimos casi por instinto. «Me pregunto si esta es una de esas cosas que hacemos solo porque nos han dicho que debemos hacerlo, o es porque realmente nos hace sentir sexys o limpias...» El aroma fresco del jabón me reconecta con el presente. Respiro hondo, sacudiendo las ideas. —Un paso a la vez —me digo. Limpio la cuchilla bajo el chorro de agua, observando cómo los restos de espuma y vellos desaparecen, arrastrados por la corriente. Hay algo irónicamente liberador en este momento tan mundano. Es un pequeño ritual, una pausa, un instante de quietud en el caos del día. Sigo afeitándome, mi reflejo observándome desde el espejo empañado. Y por un momento, todo está en calma.
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  • .
    La noche era perfecta, al menos en apariencia. El Teatro de Bronce vibraba con el murmullo de una multitud ansiosa. Charlotte "Lottie" Sinclair aguardaba entre bastidores, ajustando las correas de su traje mecánico. Los engranajes de su corsé brillaban bajo la tenue luz del camerino, mientras Eloise le daba los últimos toques al diseño.

    —Es una obra maestra, como siempre —dijo Eloise con una sonrisa confiada.

    Lottie asintió, aunque su mirada estaba fija en el arnés suspendido sobre ella. Esa noche, "El Vuelo de la Alondra" incluiría un nuevo mecanismo diseñado por Gideon, una serie de alas mecánicas que debían desplegarse en pleno vuelo, iluminadas con un intrincado sistema de luces de vapor.

    —Todo saldrá bien, Lottie —dijo Gideon, ajustando el micrófono de relojería en su cuello. Su tono era calmado, pero el leve temblor de sus manos traicionaba su nerviosismo.

    —Más te vale, Thorne —respondió ella con una sonrisa, tratando de aligerar el ambiente—. Si algo falla, improvisaré. Como siempre.

    Momentos después, las luces del teatro se apagaron, y un silencio reverente llenó la sala. Cuando el telón se alzó, una tenue niebla de vapor envolvió el escenario. La música comenzó, y Lottie emergió entre la bruma, suspendida en el aire por cables apenas visibles.

    El espectáculo avanzaba sin problemas hasta el clímax, cuando las alas mecánicas debían desplegarse en todo su esplendor. Lottie cantaba una nota alta, su voz resonando con fuerza, mientras giraba en el aire con movimientos calculados. Pero en el momento crucial, un chasquido metálico resonó por encima de la música.

    Las alas no se desplegaron.

    Un murmullo recorrió al público, pero Lottie no titubeó. Su experiencia y talento tomaron el control. A medida que descendía en un elegante giro, comenzó a usar su cuerpo y el movimiento de los cables para simular el aleteo que las alas habrían realizado. Sus manos se alzaron en movimientos fluidos, como si estuviera guiando la luz misma que la rodeaba.

    La audiencia, ajena al fallo técnico, quedó cautivada. La música siguió su curso, y Lottie cantó con una intensidad renovada, llenando el teatro con una energía tan abrumadora que nadie notó la ausencia del mecanismo. Cuando terminó la última nota, un estruendoso aplauso llenó el lugar.

    El telón cayó, y Lottie se dejó caer en el arnés con un suspiro profundo. Sus piernas temblaban por el esfuerzo, y el sudor perlaba su frente.

    —¡Lottie! —La voz de Gideon se escuchó antes de que él apareciera corriendo desde los bastidores.

    Él trepó rápidamente a la plataforma donde ella estaba suspendida y, sin dudarlo, comenzó a soltar los mecanismos que la mantenían en el aire.

    —¡Dime que estás bien! —dijo, revisando cada hebilla y engranaje mientras su rostro reflejaba una mezcla de pánico y culpa.

    Lottie dejó escapar una risa cansada.

    —Estoy bien, Gideon. Solo fue... un poco más intenso de lo esperado.

    —El sistema falló. Las alas... No sé cómo no se dieron cuenta.

    —Porque improvisé. —Ella le dedicó una sonrisa ladeada mientras él la ayudaba a bajar al suelo—. Eso es lo que hago.

    Él la miró por un momento, sus manos todavía apoyadas en su cintura para estabilizarla.

    —Siempre dices eso, pero no debería ser así. No debería depender de ti salvarlo todo.

    Lottie tocó su hombro con suavidad.

    —Confío en ti, Gideon. Esta vez no salió como planeamos, pero lo lograremos. Siempre lo hacemos.

    Gideon asintió, aunque su expresión seguía tensa. Mientras ella se alejaba hacia su camerino, acompañada de aplausos que aún resonaban desde el otro lado del telón, él se quedó allí, prometiéndose a sí mismo que jamás volvería a fallar.

    Y aunque la noche no fue perfecta, para Lottie, el espectáculo había cumplido su propósito: conmover al público y recordarles la belleza de lo inesperado.

    . La noche era perfecta, al menos en apariencia. El Teatro de Bronce vibraba con el murmullo de una multitud ansiosa. Charlotte "Lottie" Sinclair aguardaba entre bastidores, ajustando las correas de su traje mecánico. Los engranajes de su corsé brillaban bajo la tenue luz del camerino, mientras Eloise le daba los últimos toques al diseño. —Es una obra maestra, como siempre —dijo Eloise con una sonrisa confiada. Lottie asintió, aunque su mirada estaba fija en el arnés suspendido sobre ella. Esa noche, "El Vuelo de la Alondra" incluiría un nuevo mecanismo diseñado por Gideon, una serie de alas mecánicas que debían desplegarse en pleno vuelo, iluminadas con un intrincado sistema de luces de vapor. —Todo saldrá bien, Lottie —dijo Gideon, ajustando el micrófono de relojería en su cuello. Su tono era calmado, pero el leve temblor de sus manos traicionaba su nerviosismo. —Más te vale, Thorne —respondió ella con una sonrisa, tratando de aligerar el ambiente—. Si algo falla, improvisaré. Como siempre. Momentos después, las luces del teatro se apagaron, y un silencio reverente llenó la sala. Cuando el telón se alzó, una tenue niebla de vapor envolvió el escenario. La música comenzó, y Lottie emergió entre la bruma, suspendida en el aire por cables apenas visibles. El espectáculo avanzaba sin problemas hasta el clímax, cuando las alas mecánicas debían desplegarse en todo su esplendor. Lottie cantaba una nota alta, su voz resonando con fuerza, mientras giraba en el aire con movimientos calculados. Pero en el momento crucial, un chasquido metálico resonó por encima de la música. Las alas no se desplegaron. Un murmullo recorrió al público, pero Lottie no titubeó. Su experiencia y talento tomaron el control. A medida que descendía en un elegante giro, comenzó a usar su cuerpo y el movimiento de los cables para simular el aleteo que las alas habrían realizado. Sus manos se alzaron en movimientos fluidos, como si estuviera guiando la luz misma que la rodeaba. La audiencia, ajena al fallo técnico, quedó cautivada. La música siguió su curso, y Lottie cantó con una intensidad renovada, llenando el teatro con una energía tan abrumadora que nadie notó la ausencia del mecanismo. Cuando terminó la última nota, un estruendoso aplauso llenó el lugar. El telón cayó, y Lottie se dejó caer en el arnés con un suspiro profundo. Sus piernas temblaban por el esfuerzo, y el sudor perlaba su frente. —¡Lottie! —La voz de Gideon se escuchó antes de que él apareciera corriendo desde los bastidores. Él trepó rápidamente a la plataforma donde ella estaba suspendida y, sin dudarlo, comenzó a soltar los mecanismos que la mantenían en el aire. —¡Dime que estás bien! —dijo, revisando cada hebilla y engranaje mientras su rostro reflejaba una mezcla de pánico y culpa. Lottie dejó escapar una risa cansada. —Estoy bien, Gideon. Solo fue... un poco más intenso de lo esperado. —El sistema falló. Las alas... No sé cómo no se dieron cuenta. —Porque improvisé. —Ella le dedicó una sonrisa ladeada mientras él la ayudaba a bajar al suelo—. Eso es lo que hago. Él la miró por un momento, sus manos todavía apoyadas en su cintura para estabilizarla. —Siempre dices eso, pero no debería ser así. No debería depender de ti salvarlo todo. Lottie tocó su hombro con suavidad. —Confío en ti, Gideon. Esta vez no salió como planeamos, pero lo lograremos. Siempre lo hacemos. Gideon asintió, aunque su expresión seguía tensa. Mientras ella se alejaba hacia su camerino, acompañada de aplausos que aún resonaban desde el otro lado del telón, él se quedó allí, prometiéndose a sí mismo que jamás volvería a fallar. Y aunque la noche no fue perfecta, para Lottie, el espectáculo había cumplido su propósito: conmover al público y recordarles la belleza de lo inesperado.
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  • Pecado de la lujuria modo defensivo activado, reiniciando proto..... Colo....

    -ahora que hicieron esas dos pequeñas cosas con su apariencia ? Chasqueo la lengua molesto ¿No podían tomar una apariencia masculina ? Se vio de reojo en el espejo bueno al menos sigue igual de hermosa -

    Pecado de la lujuria modo defensivo activado, reiniciando proto..... Colo.... -ahora que hicieron esas dos pequeñas cosas con su apariencia ? Chasqueo la lengua molesto ¿No podían tomar una apariencia masculina ? Se vio de reojo en el espejo bueno al menos sigue igual de hermosa -
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  • -como auto defensa de la lujuria en las palmas de sus manos se separaron dos gemas que portaban una apariencia propia, al danzar juntas se fusionaron dando paso a la forma defensiva del pecado de la lujuria -
    -como auto defensa de la lujuria en las palmas de sus manos se separaron dos gemas que portaban una apariencia propia, al danzar juntas se fusionaron dando paso a la forma defensiva del pecado de la lujuria -
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  • Traigan al hijo de puta de Buxiang le voy a destrozar la gema. Solo tenía una cosa que hacer una sola cosa y era proteger la estúpida gema que nos mantiene con vida. Esperen a que lo agarre le voy a destrozar personalmente esa miserable gema

    -perdio el control sobre los pecados que protege como consecuencia su propia gema como auto defensa le hizo tomar una apariencia ala "pura" afectando a su paso a Jaken, su leal sirviente o mejor dicho ¿Su leal perla ?-
    Traigan al hijo de puta de Buxiang le voy a destrozar la gema. Solo tenía una cosa que hacer una sola cosa y era proteger la estúpida gema que nos mantiene con vida. Esperen a que lo agarre le voy a destrozar personalmente esa miserable gema -perdio el control sobre los pecados que protege como consecuencia su propia gema como auto defensa le hizo tomar una apariencia ala "pura" afectando a su paso a Jaken, su leal sirviente o mejor dicho ¿Su leal perla ?-
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  • -pecado de la gula apagado, auto defensa encendida "tomar su apariencia pura" para protegerse del inminente peligro...
    Bajo la mirada a la dona en su mano tiro el látigo y se fue feliz a comerse la dona olvidando que tenía que defenderse del peligro -
    -pecado de la gula apagado, auto defensa encendida "tomar su apariencia pura" para protegerse del inminente peligro... Bajo la mirada a la dona en su mano tiro el látigo y se fue feliz a comerse la dona olvidando que tenía que defenderse del peligro -
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  • -pecado del orgullo apagado. Modo auto defensivo activado tomando su "apariencia real" como último recurso de protección pero ahora es más vulnerable que nunca. Aquel diamante blanco aunque sea el más grande de todos los pecados no es el más poderoso para cuidarse solo.... Suspiro sentándose detrás del trono que surgió a sus espaldas observando a la nada -

    //Nota . Cuando los pecados toman su forma pura no recuerdan absolutamente nada de sus vidas incluso podrían llegar a actuar como niños que se maravillan con cualquier cosa
    -pecado del orgullo apagado. Modo auto defensivo activado tomando su "apariencia real" como último recurso de protección pero ahora es más vulnerable que nunca. Aquel diamante blanco aunque sea el más grande de todos los pecados no es el más poderoso para cuidarse solo.... Suspiro sentándose detrás del trono que surgió a sus espaldas observando a la nada - //Nota . Cuando los pecados toman su forma pura no recuerdan absolutamente nada de sus vidas incluso podrían llegar a actuar como niños que se maravillan con cualquier cosa
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