Sólo toma un segundo.
El hogar que por generaciones perdura.
La confianza que durante años se construye.
La felicidad que mediante sacrificios se obtiene.
Sólo toma un segundo, un instante, un parpadeo.
Un error. Un error, y todo se ha ido.
...
¿Por qué no corrió? ¿Por qué había extraído el arma, por qué se congeló cuando el carmesí pintó la nieve?
¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que terminar con el calor del rojo sobre lo helado del blanco?
—¿Por qué?
Preguntó, pero no hubo respuesta. El frío inmisericorde parecía esperar la oportunidad para colarse en su garganta, quemarla, recordarle algo importante.
Sólo toma un segundo.
...
—No sé... No sé cómo alguien pudo enterarse...
De vuelta en su habitación de hotel con ℂ𝐡𝐥𝐨𝑒 ⁖⁖ y el pequeño zorro, el ocre del ocaso pintando todo. Todo, incluído el afiche sobre la mesa.
"Se busca, viva o muerta".
Más terminología criminal que le resulta abrumadora. Y, las letras más gruesas, más acusatorias:
"Asesina".
—Ellos creen que yo... ¿Por qué? Pero yo nunca... creí que...
Sólo toma un segundo. Su garganta colapsa, el mundo implosiona en un punto dentro de su pecho. Las lágrimas no salen, como si el caos las confundiera, la sequedad de sus mejillas heladas siendo más acordes al momento.
Y el recuento llega, expuesto para Chloe.
Esa noche de invierno hace tres años. La terrible ventisca siberiana, el carruaje en la penumbra, el sinuoso camino rural que al pobre caballo le sirvió de tumba... los gritos de auxilio que llamaron la atención de Irura. ¿Viajeros, a esa hora, en esa temporada? Un buen motivo debían tener. O ninguno. La y el lugar para quien no tenía rumbo y uno desesperadamente buscaba.
Un rumbo, o un final.
"¿Por qué?"
Eso preguntó ella al llegar a la escena. Una garganta colapsa, las gárgaras de sangre reemplazas sus palabras. ¿Quién lo hizo? ¿Acaso importa?
Sólo toma un segundo. Sólo es un error.
Retiró el arma del cuello del hombre, a sabiendas de que ya nada había para él en este plano. De que el cruel y frío acero sólo prolongaba su suplicio. Sólo toma un segundo, un acto de fatídica, quizás torpe compasión.
Un error.
—Yo no lo hice, cuando... cuando yo llegué, él ya estaba... él ya había...
Hiperventilaba, sus palabras arrastrando a través de la nieve que de rojo se pintó aquella noche.
"Asesina". Sólo toma un segundo convertirse en una.
El hogar que por generaciones perdura.
La confianza que durante años se construye.
La felicidad que mediante sacrificios se obtiene.
Sólo toma un segundo, un instante, un parpadeo.
Un error. Un error, y todo se ha ido.
...
¿Por qué no corrió? ¿Por qué había extraído el arma, por qué se congeló cuando el carmesí pintó la nieve?
¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que terminar con el calor del rojo sobre lo helado del blanco?
—¿Por qué?
Preguntó, pero no hubo respuesta. El frío inmisericorde parecía esperar la oportunidad para colarse en su garganta, quemarla, recordarle algo importante.
Sólo toma un segundo.
...
—No sé... No sé cómo alguien pudo enterarse...
De vuelta en su habitación de hotel con ℂ𝐡𝐥𝐨𝑒 ⁖⁖ y el pequeño zorro, el ocre del ocaso pintando todo. Todo, incluído el afiche sobre la mesa.
"Se busca, viva o muerta".
Más terminología criminal que le resulta abrumadora. Y, las letras más gruesas, más acusatorias:
"Asesina".
—Ellos creen que yo... ¿Por qué? Pero yo nunca... creí que...
Sólo toma un segundo. Su garganta colapsa, el mundo implosiona en un punto dentro de su pecho. Las lágrimas no salen, como si el caos las confundiera, la sequedad de sus mejillas heladas siendo más acordes al momento.
Y el recuento llega, expuesto para Chloe.
Esa noche de invierno hace tres años. La terrible ventisca siberiana, el carruaje en la penumbra, el sinuoso camino rural que al pobre caballo le sirvió de tumba... los gritos de auxilio que llamaron la atención de Irura. ¿Viajeros, a esa hora, en esa temporada? Un buen motivo debían tener. O ninguno. La y el lugar para quien no tenía rumbo y uno desesperadamente buscaba.
Un rumbo, o un final.
"¿Por qué?"
Eso preguntó ella al llegar a la escena. Una garganta colapsa, las gárgaras de sangre reemplazas sus palabras. ¿Quién lo hizo? ¿Acaso importa?
Sólo toma un segundo. Sólo es un error.
Retiró el arma del cuello del hombre, a sabiendas de que ya nada había para él en este plano. De que el cruel y frío acero sólo prolongaba su suplicio. Sólo toma un segundo, un acto de fatídica, quizás torpe compasión.
Un error.
—Yo no lo hice, cuando... cuando yo llegué, él ya estaba... él ya había...
Hiperventilaba, sus palabras arrastrando a través de la nieve que de rojo se pintó aquella noche.
"Asesina". Sólo toma un segundo convertirse en una.
Sólo toma un segundo.
El hogar que por generaciones perdura.
La confianza que durante años se construye.
La felicidad que mediante sacrificios se obtiene.
Sólo toma un segundo, un instante, un parpadeo.
Un error. Un error, y todo se ha ido.
...
¿Por qué no corrió? ¿Por qué había extraído el arma, por qué se congeló cuando el carmesí pintó la nieve?
¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que terminar con el calor del rojo sobre lo helado del blanco?
—¿Por qué?
Preguntó, pero no hubo respuesta. El frío inmisericorde parecía esperar la oportunidad para colarse en su garganta, quemarla, recordarle algo importante.
Sólo toma un segundo.
...
—No sé... No sé cómo alguien pudo enterarse...
De vuelta en su habitación de hotel con [Pandemonium.ft] y el pequeño zorro, el ocre del ocaso pintando todo. Todo, incluído el afiche sobre la mesa.
"Se busca, viva o muerta".
Más terminología criminal que le resulta abrumadora. Y, las letras más gruesas, más acusatorias:
"Asesina".
—Ellos creen que yo... ¿Por qué? Pero yo nunca... creí que...
Sólo toma un segundo. Su garganta colapsa, el mundo implosiona en un punto dentro de su pecho. Las lágrimas no salen, como si el caos las confundiera, la sequedad de sus mejillas heladas siendo más acordes al momento.
Y el recuento llega, expuesto para Chloe.
Esa noche de invierno hace tres años. La terrible ventisca siberiana, el carruaje en la penumbra, el sinuoso camino rural que al pobre caballo le sirvió de tumba... los gritos de auxilio que llamaron la atención de Irura. ¿Viajeros, a esa hora, en esa temporada? Un buen motivo debían tener. O ninguno. La y el lugar para quien no tenía rumbo y uno desesperadamente buscaba.
Un rumbo, o un final.
"¿Por qué?"
Eso preguntó ella al llegar a la escena. Una garganta colapsa, las gárgaras de sangre reemplazas sus palabras. ¿Quién lo hizo? ¿Acaso importa?
Sólo toma un segundo. Sólo es un error.
Retiró el arma del cuello del hombre, a sabiendas de que ya nada había para él en este plano. De que el cruel y frío acero sólo prolongaba su suplicio. Sólo toma un segundo, un acto de fatídica, quizás torpe compasión.
Un error.
—Yo no lo hice, cuando... cuando yo llegué, él ya estaba... él ya había...
Hiperventilaba, sus palabras arrastrando a través de la nieve que de rojo se pintó aquella noche.
"Asesina". Sólo toma un segundo convertirse en una.