• La creatura despierta
    Fandom Ocs
    Categoría Acción
    -El asesino intentó arrastrarse entre el lodo, los brazos temblando como ramas quebradas, Bondrewd lo observaba desde arriba, respirando lento, profundo demasiado sereno para alguien cubierto de sangre, su sombra lo engullía por completo y el sonido de esas pesadas botas golpeando aquel mojado suelo resonaba con más fuerza, parecía que formaba ecos que se escuchaban por el bosque-

    Pensaste que podías huir......Que eras un depredador!?

    -Lo tomó del pie y lo arrastró hacia él, el cuerpo raspando la tierra húmeda mientras el hombre gritaba y dejaba un rastro oscuro detrás, Bondrewd se inclinó, obligándolo a verlo-

    Mírame!

    -aquella voz que siempre parecía ser tranquila y serena se había vuelto grave, más alta como la de un general dando órdenes, al escucharlo aquel asesino obedeció, mientras miraba aquellas mejillas mojadas por el llanto....Fue entonces cuando algo dentro de Bondrewd se movió, Una pulsación profunda, como un latido que no pertenecía a un cuerpo humano, Algo que se abría paso desde dentro de sus huesos, reptando por su columna, aferrándose a sus nervios-

    -La criatura, Bondrewd apretó los dientes, después de años ya no estaba solo en su piel, Una voz áspera, hecha de hambre y furia retumbó en su mente-

    (Más, No basta, No así, !!Rómpelo!!)

    -Su respiración cambió, más pesada, más animal.
    El asesino lo notó, retrocedió como pudo, pero aquel detective lo atrapó del pecho con una sola mano y lo levantó del suelo. Sus dedos se hundieron entre sus huesos y carne-

    Tú tomaste vidas sin mirar.....como un mero cobarde....pero sabes que..Yo no lo haré así

    -El hombre gritó cuando el agarre se cerró aún más, costillas cediendo con un crujido brutal, después lo dejó caer solo para clavarle la rodilla en el estómago con una fuerza que lo dejó sin aire-

    -La criatura volvió a hablar dentro de su cabeza, cada palabra como garras arañando su conciencia-

    (Hazlo sufrir!!, Hazlo entender, Hazlo recordar quién eres!!))

    -Solo sentía como algo caliente trepaba por su garganta, adrenalina, odio… o algo peor, un impulso primitivo lo empujó hacia adelante, lo tomó del cabello y acercó su rostro al del asesino-

    El cazador, Eras tú, un hombre que se jactaba de ser fuerte y más listo que sus presas pero sabes que cuando un cazador mira al vacío demasiado tiempo aveces…el vacío termina mirándolo de vuelta

    -una sonrisa sombria se dibujo en su rostro, aquella criatura que rasco entre sus entrañas y recuerdos parecía rugir más fuerte dentro de su mente-

    (¡Abre!, ¡Rasga!, ¡Devora!)

    -Bondrewd lo empujó contra un árbol, el impacto reventó su labio y su nariz, el asesino intentó hablar, balbucear algo como un perdón, pero el colocó una mano en la garganta parecía que había ya escuchado suficiente y después de tantos años dejaría de tratar de entender los, apreto con una precisión quirúrgica y un salvajismo desatado-

    No me tienes que rogar a mi!

    -dijo, mientras lo miraba con aquellos ojos que ya no parecían completamente humanos—.

    Es a ella, a esos pequeños.....a todos con los que te divertiste cazando!.....y ellos vinieron a pedir a ayuda a la cosa que tienes enfrente, al monstruo que despertaste cuando decidiste esconderte en mi bosque!

    -La criatura dentro de él respondió con un pulso violento, como si celebrara cada respiración robada al hombre atrapado entre sus manos, Bondrewd apretó, El aire se volvió espeso, el bosque, silencioso, el asesino, apenas un hilo de vida-

    La presa eres tu!

    -La criatura rugió una última vez-

    (¡Acábalo!)

    -Bondrewd levantó al hombre por el cuello, dejándolo suspendido en un espasmo final, ambas manos apretando ese cuello con frialdad, esa mirada tan sádica como aquella sonrisa, sentía sus músculos tan tensos como rocas, la sensación de esos dedos clavándose en esa piel casi desgarrando la con fuerza bruta parecía motivarlo a apretar cada vez más fuerte-
    -El asesino intentó arrastrarse entre el lodo, los brazos temblando como ramas quebradas, Bondrewd lo observaba desde arriba, respirando lento, profundo demasiado sereno para alguien cubierto de sangre, su sombra lo engullía por completo y el sonido de esas pesadas botas golpeando aquel mojado suelo resonaba con más fuerza, parecía que formaba ecos que se escuchaban por el bosque- Pensaste que podías huir......Que eras un depredador!? -Lo tomó del pie y lo arrastró hacia él, el cuerpo raspando la tierra húmeda mientras el hombre gritaba y dejaba un rastro oscuro detrás, Bondrewd se inclinó, obligándolo a verlo- Mírame! -aquella voz que siempre parecía ser tranquila y serena se había vuelto grave, más alta como la de un general dando órdenes, al escucharlo aquel asesino obedeció, mientras miraba aquellas mejillas mojadas por el llanto....Fue entonces cuando algo dentro de Bondrewd se movió, Una pulsación profunda, como un latido que no pertenecía a un cuerpo humano, Algo que se abría paso desde dentro de sus huesos, reptando por su columna, aferrándose a sus nervios- -La criatura, Bondrewd apretó los dientes, después de años ya no estaba solo en su piel, Una voz áspera, hecha de hambre y furia retumbó en su mente- (Más, No basta, No así, !!Rómpelo!!) -Su respiración cambió, más pesada, más animal. El asesino lo notó, retrocedió como pudo, pero aquel detective lo atrapó del pecho con una sola mano y lo levantó del suelo. Sus dedos se hundieron entre sus huesos y carne- Tú tomaste vidas sin mirar.....como un mero cobarde....pero sabes que..Yo no lo haré así -El hombre gritó cuando el agarre se cerró aún más, costillas cediendo con un crujido brutal, después lo dejó caer solo para clavarle la rodilla en el estómago con una fuerza que lo dejó sin aire- -La criatura volvió a hablar dentro de su cabeza, cada palabra como garras arañando su conciencia- (Hazlo sufrir!!, Hazlo entender, Hazlo recordar quién eres!!)) -Solo sentía como algo caliente trepaba por su garganta, adrenalina, odio… o algo peor, un impulso primitivo lo empujó hacia adelante, lo tomó del cabello y acercó su rostro al del asesino- El cazador, Eras tú, un hombre que se jactaba de ser fuerte y más listo que sus presas pero sabes que cuando un cazador mira al vacío demasiado tiempo aveces…el vacío termina mirándolo de vuelta -una sonrisa sombria se dibujo en su rostro, aquella criatura que rasco entre sus entrañas y recuerdos parecía rugir más fuerte dentro de su mente- (¡Abre!, ¡Rasga!, ¡Devora!) -Bondrewd lo empujó contra un árbol, el impacto reventó su labio y su nariz, el asesino intentó hablar, balbucear algo como un perdón, pero el colocó una mano en la garganta parecía que había ya escuchado suficiente y después de tantos años dejaría de tratar de entender los, apreto con una precisión quirúrgica y un salvajismo desatado- No me tienes que rogar a mi! -dijo, mientras lo miraba con aquellos ojos que ya no parecían completamente humanos—. Es a ella, a esos pequeños.....a todos con los que te divertiste cazando!.....y ellos vinieron a pedir a ayuda a la cosa que tienes enfrente, al monstruo que despertaste cuando decidiste esconderte en mi bosque! -La criatura dentro de él respondió con un pulso violento, como si celebrara cada respiración robada al hombre atrapado entre sus manos, Bondrewd apretó, El aire se volvió espeso, el bosque, silencioso, el asesino, apenas un hilo de vida- La presa eres tu! -La criatura rugió una última vez- (¡Acábalo!) -Bondrewd levantó al hombre por el cuello, dejándolo suspendido en un espasmo final, ambas manos apretando ese cuello con frialdad, esa mirada tan sádica como aquella sonrisa, sentía sus músculos tan tensos como rocas, la sensación de esos dedos clavándose en esa piel casi desgarrando la con fuerza bruta parecía motivarlo a apretar cada vez más fuerte-
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La Cacería de la Sombra — Noche Dos

    La luna menguante apenas traza un arco enfermo sobre Suburbia.
    Las luces parpadean. Las ratas huyen.
    Y cuando el mundo duerme…

    …la Sombra despierta.

    Se desliza fuera del cuerpo de Lili con la suavidad de un velo mojado, dejando atrás la cama caliente y la respiración inocente que no le pertenece.
    La ciudad la llama.
    El miedo… la guía.

    Suburbia es un jardín perfecto para ella:
    olor a alquitrán, techos rotos, pecados fermentados entre basura y oscuridad.

    Allí lo siente.

    Un aura sucia.
    Un brillo aceitoso que no es luz ni sombra: es deseo podrido.

    Un hombre observa a los niños jugar en la esquina.
    Sus ojos no miran…
    devoran.
    Pero él no ve a la Sombra.
    Nadie la ve.

    Ella lo sigue, silenciosa como la noche enferma que la engendró.

    Más adelante, una niña corre hacia un callejón estrecho y húmedo, riendo con esa risa que solo los niños rotos pueden sostener.
    El hombre acelera el paso.

    La Sombra también.

    Pero cuando dobla la esquina…

    No hay niña.
    Hay Lili.
    La figura de Lili, parada en mitad del callejón, con la misma ropa, la misma respiración, la misma inocencia congelada como un eco.

    El caparazón.

    La máscara perfecta.

    La presa cae de rodillas sin entender qué es lo que ve.

    La Sombra se separa del reflejo de Lili como un humo espeso.
    Se forma.
    Se recompone.
    Se erige como un monstruo nacido del miedo y de la luna que agoniza.

    El hombre retrocede.
    La Sombra no.

    Nadie escuchará sus gritos.
    Nadie encontrará su cuerpo entero.
    Nadie sabrá que, esa noche, no fue una criatura del bosque, ni un demonio, ni un asesino:

    Fue la decisión equivocada.
    La última que tomó en su vida.

    Y en el jardín de sombras, muy lejos del callejón ensangrentado,
    Lili se abraza las piernas,
    temblando,
    mientras sombras que no tienen nombre la observan…

    como un enjambre de testigos silenciosos.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 La Cacería de la Sombra — Noche Dos La luna menguante apenas traza un arco enfermo sobre Suburbia. Las luces parpadean. Las ratas huyen. Y cuando el mundo duerme… …la Sombra despierta. Se desliza fuera del cuerpo de Lili con la suavidad de un velo mojado, dejando atrás la cama caliente y la respiración inocente que no le pertenece. La ciudad la llama. El miedo… la guía. Suburbia es un jardín perfecto para ella: olor a alquitrán, techos rotos, pecados fermentados entre basura y oscuridad. Allí lo siente. Un aura sucia. Un brillo aceitoso que no es luz ni sombra: es deseo podrido. Un hombre observa a los niños jugar en la esquina. Sus ojos no miran… devoran. Pero él no ve a la Sombra. Nadie la ve. Ella lo sigue, silenciosa como la noche enferma que la engendró. Más adelante, una niña corre hacia un callejón estrecho y húmedo, riendo con esa risa que solo los niños rotos pueden sostener. El hombre acelera el paso. La Sombra también. Pero cuando dobla la esquina… No hay niña. Hay Lili. La figura de Lili, parada en mitad del callejón, con la misma ropa, la misma respiración, la misma inocencia congelada como un eco. El caparazón. La máscara perfecta. La presa cae de rodillas sin entender qué es lo que ve. La Sombra se separa del reflejo de Lili como un humo espeso. Se forma. Se recompone. Se erige como un monstruo nacido del miedo y de la luna que agoniza. El hombre retrocede. La Sombra no. Nadie escuchará sus gritos. Nadie encontrará su cuerpo entero. Nadie sabrá que, esa noche, no fue una criatura del bosque, ni un demonio, ni un asesino: Fue la decisión equivocada. La última que tomó en su vida. Y en el jardín de sombras, muy lejos del callejón ensangrentado, Lili se abraza las piernas, temblando, mientras sombras que no tienen nombre la observan… como un enjambre de testigos silenciosos.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La Cacería de la Sombra — Noche Dos

    La luna menguante apenas traza un arco enfermo sobre Suburbia.
    Las luces parpadean. Las ratas huyen.
    Y cuando el mundo duerme…

    …la Sombra despierta.

    Se desliza fuera del cuerpo de Lili con la suavidad de un velo mojado, dejando atrás la cama caliente y la respiración inocente que no le pertenece.
    La ciudad la llama.
    El miedo… la guía.

    Suburbia es un jardín perfecto para ella:
    olor a alquitrán, techos rotos, pecados fermentados entre basura y oscuridad.

    Allí lo siente.

    Un aura sucia.
    Un brillo aceitoso que no es luz ni sombra: es deseo podrido.

    Un hombre observa a los niños jugar en la esquina.
    Sus ojos no miran…
    devoran.
    Pero él no ve a la Sombra.
    Nadie la ve.

    Ella lo sigue, silenciosa como la noche enferma que la engendró.

    Más adelante, una niña corre hacia un callejón estrecho y húmedo, riendo con esa risa que solo los niños rotos pueden sostener.
    El hombre acelera el paso.

    La Sombra también.

    Pero cuando dobla la esquina…

    No hay niña.
    Hay Lili.
    La figura de Lili, parada en mitad del callejón, con la misma ropa, la misma respiración, la misma inocencia congelada como un eco.

    El caparazón.

    La máscara perfecta.

    La presa cae de rodillas sin entender qué es lo que ve.

    La Sombra se separa del reflejo de Lili como un humo espeso.
    Se forma.
    Se recompone.
    Se erige como un monstruo nacido del miedo y de la luna que agoniza.

    El hombre retrocede.
    La Sombra no.

    Nadie escuchará sus gritos.
    Nadie encontrará su cuerpo entero.
    Nadie sabrá que, esa noche, no fue una criatura del bosque, ni un demonio, ni un asesino:

    Fue la decisión equivocada.
    La última que tomó en su vida.

    Y en el jardín de sombras, muy lejos del callejón ensangrentado,
    Lili se abraza las piernas,
    temblando,
    mientras sombras que no tienen nombre la observan…

    como un enjambre de testigos silenciosos.
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La Cacería de la Sombra — Noche Dos

    La luna menguante apenas traza un arco enfermo sobre Suburbia.
    Las luces parpadean. Las ratas huyen.
    Y cuando el mundo duerme…

    …la Sombra despierta.

    Se desliza fuera del cuerpo de Lili con la suavidad de un velo mojado, dejando atrás la cama caliente y la respiración inocente que no le pertenece.
    La ciudad la llama.
    El miedo… la guía.

    Suburbia es un jardín perfecto para ella:
    olor a alquitrán, techos rotos, pecados fermentados entre basura y oscuridad.

    Allí lo siente.

    Un aura sucia.
    Un brillo aceitoso que no es luz ni sombra: es deseo podrido.

    Un hombre observa a los niños jugar en la esquina.
    Sus ojos no miran…
    devoran.
    Pero él no ve a la Sombra.
    Nadie la ve.

    Ella lo sigue, silenciosa como la noche enferma que la engendró.

    Más adelante, una niña corre hacia un callejón estrecho y húmedo, riendo con esa risa que solo los niños rotos pueden sostener.
    El hombre acelera el paso.

    La Sombra también.

    Pero cuando dobla la esquina…

    No hay niña.
    Hay Lili.
    La figura de Lili, parada en mitad del callejón, con la misma ropa, la misma respiración, la misma inocencia congelada como un eco.

    El caparazón.

    La máscara perfecta.

    La presa cae de rodillas sin entender qué es lo que ve.

    La Sombra se separa del reflejo de Lili como un humo espeso.
    Se forma.
    Se recompone.
    Se erige como un monstruo nacido del miedo y de la luna que agoniza.

    El hombre retrocede.
    La Sombra no.

    Nadie escuchará sus gritos.
    Nadie encontrará su cuerpo entero.
    Nadie sabrá que, esa noche, no fue una criatura del bosque, ni un demonio, ni un asesino:

    Fue la decisión equivocada.
    La última que tomó en su vida.

    Y en el jardín de sombras, muy lejos del callejón ensangrentado,
    Lili se abraza las piernas,
    temblando,
    mientras sombras que no tienen nombre la observan…

    como un enjambre de testigos silenciosos.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 La Cacería de la Sombra — Noche Dos La luna menguante apenas traza un arco enfermo sobre Suburbia. Las luces parpadean. Las ratas huyen. Y cuando el mundo duerme… …la Sombra despierta. Se desliza fuera del cuerpo de Lili con la suavidad de un velo mojado, dejando atrás la cama caliente y la respiración inocente que no le pertenece. La ciudad la llama. El miedo… la guía. Suburbia es un jardín perfecto para ella: olor a alquitrán, techos rotos, pecados fermentados entre basura y oscuridad. Allí lo siente. Un aura sucia. Un brillo aceitoso que no es luz ni sombra: es deseo podrido. Un hombre observa a los niños jugar en la esquina. Sus ojos no miran… devoran. Pero él no ve a la Sombra. Nadie la ve. Ella lo sigue, silenciosa como la noche enferma que la engendró. Más adelante, una niña corre hacia un callejón estrecho y húmedo, riendo con esa risa que solo los niños rotos pueden sostener. El hombre acelera el paso. La Sombra también. Pero cuando dobla la esquina… No hay niña. Hay Lili. La figura de Lili, parada en mitad del callejón, con la misma ropa, la misma respiración, la misma inocencia congelada como un eco. El caparazón. La máscara perfecta. La presa cae de rodillas sin entender qué es lo que ve. La Sombra se separa del reflejo de Lili como un humo espeso. Se forma. Se recompone. Se erige como un monstruo nacido del miedo y de la luna que agoniza. El hombre retrocede. La Sombra no. Nadie escuchará sus gritos. Nadie encontrará su cuerpo entero. Nadie sabrá que, esa noche, no fue una criatura del bosque, ni un demonio, ni un asesino: Fue la decisión equivocada. La última que tomó en su vida. Y en el jardín de sombras, muy lejos del callejón ensangrentado, Lili se abraza las piernas, temblando, mientras sombras que no tienen nombre la observan… como un enjambre de testigos silenciosos.
    1 comentario 1 compartido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Primer día de la Sombra — “El edificio que gritaba”

    La mañana amanece demasiado tranquila.
    Yo… no siento nada.
    Solo un hueco extraño dentro del pecho, como si me hubieran arrancado un pensamiento que no consigo recordar.

    Desayuno con Ayane.
    Sonrío.
    Finjo normalidad.

    Pero en cuanto salgo de casa, pierdo el control.

    Y entonces ella despierta.

    La Sombra.


    ---

    La posesión silenciosa

    No me desmayo.
    No caigo al suelo.
    No grito.

    Simplemente… cedo.
    Mi cuerpo se detiene un instante.
    Mi mirada se nubla.

    Y la Sombra camina.

    Su andar no se parece al mío.
    Es más suave, más afilado, casi elegante.
    Como un depredador que todavía no ha decidido a quién devorar.

    Yo observo desde algún rincón oscuro de mi propia mente, atrapada dentro de mí misma.

    No puedo hacer nada.


    ---

    La ciudad

    La Sombra me lleva por callejones que nunca había pisado.
    No sé qué busca, hasta que se detiene frente a un edificio apretado entre otros, de esos que parecen sostenerse por milagro.

    Huele a polvo viejo, a aceite, a vidas cansadas.

    A Caos.

    La Sombra sonríe.
    Yo siento un nudo en el estómago.

    Entra sin vacilar, sube escaleras, abre puertas sin pedir permiso.
    Y entonces lo encuentra:

    Un mechero.

    Una chispa.

    Una idea.

    El fuego sube como una criatura liberada.
    Muerde paredes, traga muebles, se arrastra por el techo como si tuviera hambre de cielo.

    Y ahí, en medio de un pasillo en llamas…

    yo despierto.


    ---

    El instante

    Es solo un segundo, pero lo recuerdo nítido.

    Soy yo.
    SOY yo.

    Me digo:

    —¿Dónde…? ¿Qué…? No… no…

    El calor me corta la respiración.
    El humo me hace arder los ojos.
    Quiero huir, correr, saltar por una ventana.

    Pero no puedo.

    Porque ella vuelve.

    La Sombra me arrastra hacia atrás, como si me tomara del cabello y me tirara al vacío.

    Y el mundo en llamas desaparece.


    ---

    El Jardín de Sombras

    Caigo de rodillas.

    Otra vez aquí.

    El Jardín es igual de aterrador que la primera vez:
    la tierra es negra y húmeda como sangre vieja,
    las flores respiran,
    las ramas se mueven sin viento.

    No estoy sola.
    Las otras sombras me rodean, quietas, expectantes.
    No hablan, pero siento su hambre: no quieren mi cuerpo, ni mi alma.

    Quieren mi miedo.

    Y yo… estoy llena de él.

    Empiezo a llorar.
    Mis manos tiemblan.
    Me abrazo a mí misma.

    —¿Por qué…? ¿Por qué otra vez…? ¿Por qué no puedo despertar…?

    Pero nadie responde.

    Solo un murmullo que vibra en el aire, como una risa escondida:

    “Hoy no eres tú la que camina.”


    ---

    Mientras tanto…

    Siento todo, incluso cuando no lo veo.

    Siento a los bomberos acercarse al edificio.
    Siento su miedo antes de que la Sombra los toque.
    Siento cómo sus almas se apagan.

    La Sombra se alimenta.
    Ella vive.
    Yo… observo impotente.

    El miedo de los demás la fortalece.
    Mi llanto no le importa.
    Mis gritos tampoco.

    Y cuando termina…

    ella vuelve a caminar.

    Yo me quedo encerrada en el Jardín, sola, temblando, sabiendo que mañana será peor.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Primer día de la Sombra — “El edificio que gritaba” La mañana amanece demasiado tranquila. Yo… no siento nada. Solo un hueco extraño dentro del pecho, como si me hubieran arrancado un pensamiento que no consigo recordar. Desayuno con Ayane. Sonrío. Finjo normalidad. Pero en cuanto salgo de casa, pierdo el control. Y entonces ella despierta. La Sombra. --- La posesión silenciosa No me desmayo. No caigo al suelo. No grito. Simplemente… cedo. Mi cuerpo se detiene un instante. Mi mirada se nubla. Y la Sombra camina. Su andar no se parece al mío. Es más suave, más afilado, casi elegante. Como un depredador que todavía no ha decidido a quién devorar. Yo observo desde algún rincón oscuro de mi propia mente, atrapada dentro de mí misma. No puedo hacer nada. --- La ciudad La Sombra me lleva por callejones que nunca había pisado. No sé qué busca, hasta que se detiene frente a un edificio apretado entre otros, de esos que parecen sostenerse por milagro. Huele a polvo viejo, a aceite, a vidas cansadas. A Caos. La Sombra sonríe. Yo siento un nudo en el estómago. Entra sin vacilar, sube escaleras, abre puertas sin pedir permiso. Y entonces lo encuentra: Un mechero. Una chispa. Una idea. El fuego sube como una criatura liberada. Muerde paredes, traga muebles, se arrastra por el techo como si tuviera hambre de cielo. Y ahí, en medio de un pasillo en llamas… yo despierto. --- El instante Es solo un segundo, pero lo recuerdo nítido. Soy yo. SOY yo. Me digo: —¿Dónde…? ¿Qué…? No… no… El calor me corta la respiración. El humo me hace arder los ojos. Quiero huir, correr, saltar por una ventana. Pero no puedo. Porque ella vuelve. La Sombra me arrastra hacia atrás, como si me tomara del cabello y me tirara al vacío. Y el mundo en llamas desaparece. --- El Jardín de Sombras Caigo de rodillas. Otra vez aquí. El Jardín es igual de aterrador que la primera vez: la tierra es negra y húmeda como sangre vieja, las flores respiran, las ramas se mueven sin viento. No estoy sola. Las otras sombras me rodean, quietas, expectantes. No hablan, pero siento su hambre: no quieren mi cuerpo, ni mi alma. Quieren mi miedo. Y yo… estoy llena de él. Empiezo a llorar. Mis manos tiemblan. Me abrazo a mí misma. —¿Por qué…? ¿Por qué otra vez…? ¿Por qué no puedo despertar…? Pero nadie responde. Solo un murmullo que vibra en el aire, como una risa escondida: “Hoy no eres tú la que camina.” --- Mientras tanto… Siento todo, incluso cuando no lo veo. Siento a los bomberos acercarse al edificio. Siento su miedo antes de que la Sombra los toque. Siento cómo sus almas se apagan. La Sombra se alimenta. Ella vive. Yo… observo impotente. El miedo de los demás la fortalece. Mi llanto no le importa. Mis gritos tampoco. Y cuando termina… ella vuelve a caminar. Yo me quedo encerrada en el Jardín, sola, temblando, sabiendo que mañana será peor.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Primer día de la Sombra — “El edificio que gritaba”

    La mañana amanece demasiado tranquila.
    Yo… no siento nada.
    Solo un hueco extraño dentro del pecho, como si me hubieran arrancado un pensamiento que no consigo recordar.

    Desayuno con Ayane.
    Sonrío.
    Finjo normalidad.

    Pero en cuanto salgo de casa, pierdo el control.

    Y entonces ella despierta.

    La Sombra.


    ---

    La posesión silenciosa

    No me desmayo.
    No caigo al suelo.
    No grito.

    Simplemente… cedo.
    Mi cuerpo se detiene un instante.
    Mi mirada se nubla.

    Y la Sombra camina.

    Su andar no se parece al mío.
    Es más suave, más afilado, casi elegante.
    Como un depredador que todavía no ha decidido a quién devorar.

    Yo observo desde algún rincón oscuro de mi propia mente, atrapada dentro de mí misma.

    No puedo hacer nada.


    ---

    La ciudad

    La Sombra me lleva por callejones que nunca había pisado.
    No sé qué busca, hasta que se detiene frente a un edificio apretado entre otros, de esos que parecen sostenerse por milagro.

    Huele a polvo viejo, a aceite, a vidas cansadas.

    A Caos.

    La Sombra sonríe.
    Yo siento un nudo en el estómago.

    Entra sin vacilar, sube escaleras, abre puertas sin pedir permiso.
    Y entonces lo encuentra:

    Un mechero.

    Una chispa.

    Una idea.

    El fuego sube como una criatura liberada.
    Muerde paredes, traga muebles, se arrastra por el techo como si tuviera hambre de cielo.

    Y ahí, en medio de un pasillo en llamas…

    yo despierto.


    ---

    El instante

    Es solo un segundo, pero lo recuerdo nítido.

    Soy yo.
    SOY yo.

    Me digo:

    —¿Dónde…? ¿Qué…? No… no…

    El calor me corta la respiración.
    El humo me hace arder los ojos.
    Quiero huir, correr, saltar por una ventana.

    Pero no puedo.

    Porque ella vuelve.

    La Sombra me arrastra hacia atrás, como si me tomara del cabello y me tirara al vacío.

    Y el mundo en llamas desaparece.


    ---

    El Jardín de Sombras

    Caigo de rodillas.

    Otra vez aquí.

    El Jardín es igual de aterrador que la primera vez:
    la tierra es negra y húmeda como sangre vieja,
    las flores respiran,
    las ramas se mueven sin viento.

    No estoy sola.
    Las otras sombras me rodean, quietas, expectantes.
    No hablan, pero siento su hambre: no quieren mi cuerpo, ni mi alma.

    Quieren mi miedo.

    Y yo… estoy llena de él.

    Empiezo a llorar.
    Mis manos tiemblan.
    Me abrazo a mí misma.

    —¿Por qué…? ¿Por qué otra vez…? ¿Por qué no puedo despertar…?

    Pero nadie responde.

    Solo un murmullo que vibra en el aire, como una risa escondida:

    “Hoy no eres tú la que camina.”


    ---

    Mientras tanto…

    Siento todo, incluso cuando no lo veo.

    Siento a los bomberos acercarse al edificio.
    Siento su miedo antes de que la Sombra los toque.
    Siento cómo sus almas se apagan.

    La Sombra se alimenta.
    Ella vive.
    Yo… observo impotente.

    El miedo de los demás la fortalece.
    Mi llanto no le importa.
    Mis gritos tampoco.

    Y cuando termina…

    ella vuelve a caminar.

    Yo me quedo encerrada en el Jardín, sola, temblando, sabiendo que mañana será peor.
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Primer día de la Sombra — “El edificio que gritaba”

    La mañana amanece demasiado tranquila.
    Yo… no siento nada.
    Solo un hueco extraño dentro del pecho, como si me hubieran arrancado un pensamiento que no consigo recordar.

    Desayuno con Ayane.
    Sonrío.
    Finjo normalidad.

    Pero en cuanto salgo de casa, pierdo el control.

    Y entonces ella despierta.

    La Sombra.


    ---

    La posesión silenciosa

    No me desmayo.
    No caigo al suelo.
    No grito.

    Simplemente… cedo.
    Mi cuerpo se detiene un instante.
    Mi mirada se nubla.

    Y la Sombra camina.

    Su andar no se parece al mío.
    Es más suave, más afilado, casi elegante.
    Como un depredador que todavía no ha decidido a quién devorar.

    Yo observo desde algún rincón oscuro de mi propia mente, atrapada dentro de mí misma.

    No puedo hacer nada.


    ---

    La ciudad

    La Sombra me lleva por callejones que nunca había pisado.
    No sé qué busca, hasta que se detiene frente a un edificio apretado entre otros, de esos que parecen sostenerse por milagro.

    Huele a polvo viejo, a aceite, a vidas cansadas.

    A Caos.

    La Sombra sonríe.
    Yo siento un nudo en el estómago.

    Entra sin vacilar, sube escaleras, abre puertas sin pedir permiso.
    Y entonces lo encuentra:

    Un mechero.

    Una chispa.

    Una idea.

    El fuego sube como una criatura liberada.
    Muerde paredes, traga muebles, se arrastra por el techo como si tuviera hambre de cielo.

    Y ahí, en medio de un pasillo en llamas…

    yo despierto.


    ---

    El instante

    Es solo un segundo, pero lo recuerdo nítido.

    Soy yo.
    SOY yo.

    Me digo:

    —¿Dónde…? ¿Qué…? No… no…

    El calor me corta la respiración.
    El humo me hace arder los ojos.
    Quiero huir, correr, saltar por una ventana.

    Pero no puedo.

    Porque ella vuelve.

    La Sombra me arrastra hacia atrás, como si me tomara del cabello y me tirara al vacío.

    Y el mundo en llamas desaparece.


    ---

    El Jardín de Sombras

    Caigo de rodillas.

    Otra vez aquí.

    El Jardín es igual de aterrador que la primera vez:
    la tierra es negra y húmeda como sangre vieja,
    las flores respiran,
    las ramas se mueven sin viento.

    No estoy sola.
    Las otras sombras me rodean, quietas, expectantes.
    No hablan, pero siento su hambre: no quieren mi cuerpo, ni mi alma.

    Quieren mi miedo.

    Y yo… estoy llena de él.

    Empiezo a llorar.
    Mis manos tiemblan.
    Me abrazo a mí misma.

    —¿Por qué…? ¿Por qué otra vez…? ¿Por qué no puedo despertar…?

    Pero nadie responde.

    Solo un murmullo que vibra en el aire, como una risa escondida:

    “Hoy no eres tú la que camina.”


    ---

    Mientras tanto…

    Siento todo, incluso cuando no lo veo.

    Siento a los bomberos acercarse al edificio.
    Siento su miedo antes de que la Sombra los toque.
    Siento cómo sus almas se apagan.

    La Sombra se alimenta.
    Ella vive.
    Yo… observo impotente.

    El miedo de los demás la fortalece.
    Mi llanto no le importa.
    Mis gritos tampoco.

    Y cuando termina…

    ella vuelve a caminar.

    Yo me quedo encerrada en el Jardín, sola, temblando, sabiendo que mañana será peor.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Primer día de la Sombra — “El edificio que gritaba” La mañana amanece demasiado tranquila. Yo… no siento nada. Solo un hueco extraño dentro del pecho, como si me hubieran arrancado un pensamiento que no consigo recordar. Desayuno con Ayane. Sonrío. Finjo normalidad. Pero en cuanto salgo de casa, pierdo el control. Y entonces ella despierta. La Sombra. --- La posesión silenciosa No me desmayo. No caigo al suelo. No grito. Simplemente… cedo. Mi cuerpo se detiene un instante. Mi mirada se nubla. Y la Sombra camina. Su andar no se parece al mío. Es más suave, más afilado, casi elegante. Como un depredador que todavía no ha decidido a quién devorar. Yo observo desde algún rincón oscuro de mi propia mente, atrapada dentro de mí misma. No puedo hacer nada. --- La ciudad La Sombra me lleva por callejones que nunca había pisado. No sé qué busca, hasta que se detiene frente a un edificio apretado entre otros, de esos que parecen sostenerse por milagro. Huele a polvo viejo, a aceite, a vidas cansadas. A Caos. La Sombra sonríe. Yo siento un nudo en el estómago. Entra sin vacilar, sube escaleras, abre puertas sin pedir permiso. Y entonces lo encuentra: Un mechero. Una chispa. Una idea. El fuego sube como una criatura liberada. Muerde paredes, traga muebles, se arrastra por el techo como si tuviera hambre de cielo. Y ahí, en medio de un pasillo en llamas… yo despierto. --- El instante Es solo un segundo, pero lo recuerdo nítido. Soy yo. SOY yo. Me digo: —¿Dónde…? ¿Qué…? No… no… El calor me corta la respiración. El humo me hace arder los ojos. Quiero huir, correr, saltar por una ventana. Pero no puedo. Porque ella vuelve. La Sombra me arrastra hacia atrás, como si me tomara del cabello y me tirara al vacío. Y el mundo en llamas desaparece. --- El Jardín de Sombras Caigo de rodillas. Otra vez aquí. El Jardín es igual de aterrador que la primera vez: la tierra es negra y húmeda como sangre vieja, las flores respiran, las ramas se mueven sin viento. No estoy sola. Las otras sombras me rodean, quietas, expectantes. No hablan, pero siento su hambre: no quieren mi cuerpo, ni mi alma. Quieren mi miedo. Y yo… estoy llena de él. Empiezo a llorar. Mis manos tiemblan. Me abrazo a mí misma. —¿Por qué…? ¿Por qué otra vez…? ¿Por qué no puedo despertar…? Pero nadie responde. Solo un murmullo que vibra en el aire, como una risa escondida: “Hoy no eres tú la que camina.” --- Mientras tanto… Siento todo, incluso cuando no lo veo. Siento a los bomberos acercarse al edificio. Siento su miedo antes de que la Sombra los toque. Siento cómo sus almas se apagan. La Sombra se alimenta. Ella vive. Yo… observo impotente. El miedo de los demás la fortalece. Mi llanto no le importa. Mis gritos tampoco. Y cuando termina… ella vuelve a caminar. Yo me quedo encerrada en el Jardín, sola, temblando, sabiendo que mañana será peor.
    Me entristece
    1
    1 comentario 1 compartido
  • Ojo por ojo, sangre por sangre
    Muerte con muerte

    -inclina los hombros como si lo que estuviera diciendo fuera lo más común de todo el mundo. Rie a carcajadas saliendo de un callejón oscuro no saben cuánto le complace ver qué Rey Del Inframundo Lucifer no a sanado como de costumbre, al parecer su teoría a sido cierta... Tenía que herir a los pecados para debilitar al culpable de sus desgracias.

    Se inclino mirando al diminuto e insignificante rey, luego a la perra que nunca se aleja de su amo Lilith Magne -

    Solo me interesa el pequeñín , tu puedes ir a limpiarle las bolas a Adán y de paso dile que más le vale estar muerto está puta se canso de el

    -Distorciono la voz gritando -

    De todos !!!
    Ojo por ojo, sangre por sangre Muerte con muerte -inclina los hombros como si lo que estuviera diciendo fuera lo más común de todo el mundo. Rie a carcajadas saliendo de un callejón oscuro no saben cuánto le complace ver qué [eclipse_opal_hare_543] no a sanado como de costumbre, al parecer su teoría a sido cierta... Tenía que herir a los pecados para debilitar al culpable de sus desgracias. Se inclino mirando al diminuto e insignificante rey, luego a la perra que nunca se aleja de su amo [He11greatestmom] - Solo me interesa el pequeñín , tu puedes ir a limpiarle las bolas a Adán y de paso dile que más le vale estar muerto está puta se canso de el -Distorciono la voz gritando - De todos !!!
    3 turnos 0 maullidos
  • ──── 𝘐𝘭 𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘴𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘷𝘦𝘥𝘦𝘳𝘵𝘪, 𝘤𝘢𝘳𝘰 𝘢𝘮𝘪𝘤𝘰. ──── 𝑃𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡 𝐷𝑎𝑦 | 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟏𝟐]

    [] 𝑅𝑜𝑚𝑎, 𝐼𝑡𝑎𝑙𝑖𝑎 — 𝟾:𝟶𝟶 𝑃.𝑀.

    El vuelo privado despegaba de Le Bourget bajo una lluvia fina que parecía querer lavar París de la sangre que Santiago había dejado apenas la noche anterior.

    En la cabina del Gulfstream, el argentino se recostaba en el sillón de cuero blanco, las piernas cruzadas, una copa de Malbec mendocino en la mano derecha y el pasaporte diplomático italiano (Falsificado con la perfección que solo él sabía conseguir) sobre la mesa de caoba.

    El ministro francés ya no era problema, fue noticia mundial y él se percató de esto observando a un par de personas hablando del asesinato del ministro al ver sus teléfonos móviles; sin percatarse que tenían al asesino a unos dos asientos de distancia.

    Nadie vio nada. Nadie
    vería nada jamás.

    Santiago sonrió mirando por la ventanilla cómo las luces de París se hacían pequeñas. En menos de dos horas estaría en Ciampino, y de ahí directo al Palazzo Chigi. Porque el actual presidente del Consiglio no olvidara nunca quién lo había puesto allí.

    Recordaba perfectamente la noche en la villa de Frascati: el candidato rival saliendo al jardín a fumarse un toscano, creyéndose a salvo.

    Dos balas silenciadas en la nuca, luego el cuerpo arrastrado hasta la piscina y hundido con pesas de gimnasio. A la mañana siguiente los periódicos hablaban de “trágico suicidio”.

    Dos meses después, su cliente juraba como presidente.

    Y cada vez que Santiago aparecía, siempre sin avisar, siempre entrando por puertas que nadie sabía que existían, donde el hombre más poderoso de Italia se ponía pálido y empezaba a sudar.

    ──── 𝘎𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳á𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘢𝘪𝘳𝘦, 𝘕𝘪𝘤𝘤𝘰𝘭ó. ────

    Le diría esta noche, usando el nombre de pila solo para recordarle que podía acabar con ella cuando quisiera.

    ──── 𝘎𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘔𝘦𝘳𝘤𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘣𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢𝘥𝘰, 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘶𝘢𝘳𝘥𝘢𝘦𝘴𝘱𝘢𝘭𝘥𝘢𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘷𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘌𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰… 𝘠 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰, 𝘨𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰. ────

    Apuró el vino, dejó la copa vacía y se ajustó el traje negro hecho en Buenos Aires, corte perfecto, tela que no arruga ni con sangre.
    Roma lo esperaba.

    Y el presidente sabía que, cuando Santiago llegaba, alguien más tenía que irse.

    ──── 𝘝𝘪𝘯𝘦 𝘢 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘳 𝘤ó𝘮𝘰 𝘷𝘢𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘲𝘶í. 𝘕𝘰 𝘩𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘕𝘪𝘤𝘤𝘰𝘭ò. ¿𝘠𝘢 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘳𝘢𝘴𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴? ────

    El presidente italiano se puso pálido, sabía perfectamente quién era él y que habia perpetrado el crimen de una forma perfecta.

    ──── 𝘔á𝘴 𝘷𝘢𝘭𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯𝘢 𝘪𝘥𝘪𝘰𝘵𝘦𝘻 𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘧𝘳𝘢𝘯𝘤é𝘴. 𝘗𝘦𝘳𝘰, 𝘴é 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘳á𝘴. . . ¿𝘖 𝘴í? ────

    Extendió su mano con sl fin de estrechar la de Niccoló. Solo quería asegurarse y ver cuán leal le era aquel hombre donde sus ojos carmesí lo estudiaban detenidamente.

    ──── 𝘐𝘭 𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘴𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘷𝘦𝘥𝘦𝘳𝘵𝘪, 𝘤𝘢𝘳𝘰 𝘢𝘮𝘪𝘤𝘰. ──── 𝑃𝑟𝑒𝑠𝑒𝑛𝑡 𝐷𝑎𝑦 | 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 [𝟏𝟐] [🇮🇹] 𝑅𝑜𝑚𝑎, 𝐼𝑡𝑎𝑙𝑖𝑎 — 𝟾:𝟶𝟶 𝑃.𝑀. El vuelo privado despegaba de Le Bourget bajo una lluvia fina que parecía querer lavar París de la sangre que Santiago había dejado apenas la noche anterior. En la cabina del Gulfstream, el argentino se recostaba en el sillón de cuero blanco, las piernas cruzadas, una copa de Malbec mendocino en la mano derecha y el pasaporte diplomático italiano (Falsificado con la perfección que solo él sabía conseguir) sobre la mesa de caoba. El ministro francés ya no era problema, fue noticia mundial y él se percató de esto observando a un par de personas hablando del asesinato del ministro al ver sus teléfonos móviles; sin percatarse que tenían al asesino a unos dos asientos de distancia. Nadie vio nada. Nadie vería nada jamás. Santiago sonrió mirando por la ventanilla cómo las luces de París se hacían pequeñas. En menos de dos horas estaría en Ciampino, y de ahí directo al Palazzo Chigi. Porque el actual presidente del Consiglio no olvidara nunca quién lo había puesto allí. Recordaba perfectamente la noche en la villa de Frascati: el candidato rival saliendo al jardín a fumarse un toscano, creyéndose a salvo. Dos balas silenciadas en la nuca, luego el cuerpo arrastrado hasta la piscina y hundido con pesas de gimnasio. A la mañana siguiente los periódicos hablaban de “trágico suicidio”. Dos meses después, su cliente juraba como presidente. Y cada vez que Santiago aparecía, siempre sin avisar, siempre entrando por puertas que nadie sabía que existían, donde el hombre más poderoso de Italia se ponía pálido y empezaba a sudar. ──── 𝘎𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳á𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘢𝘪𝘳𝘦, 𝘕𝘪𝘤𝘤𝘰𝘭ó. ──── Le diría esta noche, usando el nombre de pila solo para recordarle que podía acabar con ella cuando quisiera. ──── 𝘎𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘦𝘭 𝘔𝘦𝘳𝘤𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘣𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢𝘥𝘰, 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘶𝘢𝘳𝘥𝘢𝘦𝘴𝘱𝘢𝘭𝘥𝘢𝘴, 𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘷𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘌𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰… 𝘠 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰, 𝘨𝘳𝘢𝘻𝘪𝘦 𝘢 𝘮í 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰. ──── Apuró el vino, dejó la copa vacía y se ajustó el traje negro hecho en Buenos Aires, corte perfecto, tela que no arruga ni con sangre. Roma lo esperaba. Y el presidente sabía que, cuando Santiago llegaba, alguien más tenía que irse. ──── 𝘝𝘪𝘯𝘦 𝘢 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘳 𝘤ó𝘮𝘰 𝘷𝘢𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘲𝘶í. 𝘕𝘰 𝘩𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘕𝘪𝘤𝘤𝘰𝘭ò. ¿𝘠𝘢 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘳𝘢𝘴𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘵𝘪𝘤𝘪𝘢𝘴? ──── El presidente italiano se puso pálido, sabía perfectamente quién era él y que habia perpetrado el crimen de una forma perfecta. ──── 𝘔á𝘴 𝘷𝘢𝘭𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘶𝘯𝘢 𝘪𝘥𝘪𝘰𝘵𝘦𝘻 𝘴𝘪 𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘢𝘤𝘢𝘣𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘧𝘳𝘢𝘯𝘤é𝘴. 𝘗𝘦𝘳𝘰, 𝘴é 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘳á𝘴. . . ¿𝘖 𝘴í? ──── Extendió su mano con sl fin de estrechar la de Niccoló. Solo quería asegurarse y ver cuán leal le era aquel hombre donde sus ojos carmesí lo estudiaban detenidamente.
    Me gusta
    Me encocora
    Me shockea
    13
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ✦⥈ 𝕴𝖘𝖍𝖙𝖆𝖗’𝖘 𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖈 𝕯è𝖊𝖘𝖘𝖊 𝕴𝖓𝖋𝖊𝖗𝖓𝖆𝖑 𝕲𝖑𝖆𝖒𝖔𝖚𝖗 ⥈✦

    ✧ 𝑵𝑶𝑻𝑨 𝑶𝑭𝑰𝑪𝑰𝑨𝑳 – 𝑬𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏 𝑬𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝑫𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 ✧
    Modelos Estelares:
    ✦ 𝕳𝖊𝖓𝖗𝖞 𝕲𝖗𝖎𝖒𝖒𝖙𝖆𝖊𝖑 𝕵𝖆𝖊𝖌𝖊𝖗𝖏𝖆𝖖𝖚𝖊𝖟 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐 — Lord of the Night
    ✦ 𝕾𝖆𝖘𝖍𝖆 𝕴𝖘𝖍𝖙𝖆𝖗 — Siren of the Shadows

    ✦❖ ✦ 𝑷𝒐𝒓𝒕𝒂𝒅𝒂: 𝑰𝒔𝒉𝒕𝒂𝒓 𝑳𝒊𝒏𝒆𝒂𝒈𝒆 – 𝑫𝒖𝒂𝒍 𝑶𝒇 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 & 𝑭𝒍𝒂𝒎𝒆𝒔 ✦❖ ✦

    Bajo la luz carmesí y la energía arcana que caracteriza al linaje Ishtar, nuestros dos emblemas visuales protagonizan una portada que trasciende lo estético para convertirse en mitología viva.

    La unión de Henry, soberano nocturno de aura indomable, y Sasha, sirena de sombras y deseo abisal, enciende la temática central de esta edición:
    𝘦𝘭 𝘷𝘪𝘯𝘤𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘴𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘦𝘭 𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘐𝘴𝘩𝘵𝘢𝘳.

    🜂 Detalles Destacados de la Edición
    ✦ ❝Crimson Pact: A Love Born in Fire❞
    Una mirada candente al pacto simbólico entre las dos entidades más poderosas del linaje.

    ✦ ❝Amiythyst Embrace – Secrets of the Bloodline❞
    Un reportaje profundo sobre los secretos y la herencia mística de su unión.

    ✦ Entrevista Exclusiva: ❝Hearts Unlensed❞
    Una conversación íntima donde ambos revelan emociones, historia y lo que significa amar en la penumbra.

    𝑨𝒆𝒔𝒕𝒉𝒆𝒕𝒊𝒄 & 𝑽𝒊𝒔𝒖𝒂𝒍 𝑻𝒉𝒆𝒎𝒆
    ✦ Gótico aristocrático con trazos infernales.
    ✦ Iluminación ritual carmesí.
    ✦ Oscuridad elegante coronada por destellos mágicos.
    ✦ La química entre ambos es la protagonista absoluta.

    🜁 𝑹𝒆𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑨𝒈𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂
    La agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour expresa su orgullo absoluto por esta portada que redefine la estética infernal y proyecta el linaje Ishtar a nuevas alturas.

    Henry Black y Sasha Ishtar consolidan una vez más su supremacía visual como los reyes del glamour abisal.

    🜸 “𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒏𝒂𝒋𝒆 𝑰𝒔𝒉𝒕𝒂𝒓 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂… 𝒔𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒔𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒆, 𝒔𝒆 𝒂𝒅𝒎𝒊𝒓𝒂.” 🜸

    — Monarcas de Sangre y Sombra”
    ✦⥈ 𝕴𝖘𝖍𝖙𝖆𝖗’𝖘 𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖈 𝕯è𝖊𝖘𝖘𝖊 𝕴𝖓𝖋𝖊𝖗𝖓𝖆𝖑 𝕲𝖑𝖆𝖒𝖔𝖚𝖗 ⥈✦ ✧ 𝑵𝑶𝑻𝑨 𝑶𝑭𝑰𝑪𝑰𝑨𝑳 – 𝑬𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏 𝑬𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝑫𝒊𝒄𝒊𝒆𝒎𝒃𝒓𝒆 ✧ ⭐ Modelos Estelares: ✦ 𝕳𝖊𝖓𝖗𝖞 𝕲𝖗𝖎𝖒𝖒𝖙𝖆𝖊𝖑 𝕵𝖆𝖊𝖌𝖊𝖗𝖏𝖆𝖖𝖚𝖊𝖟 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐 — Lord of the Night ✦ 𝕾𝖆𝖘𝖍𝖆 𝕴𝖘𝖍𝖙𝖆𝖗 — Siren of the Shadows ✦❖ ✦ 𝑷𝒐𝒓𝒕𝒂𝒅𝒂: 𝑰𝒔𝒉𝒕𝒂𝒓 𝑳𝒊𝒏𝒆𝒂𝒈𝒆 – 𝑫𝒖𝒂𝒍 𝑶𝒇 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 & 𝑭𝒍𝒂𝒎𝒆𝒔 ✦❖ ✦ Bajo la luz carmesí y la energía arcana que caracteriza al linaje Ishtar, nuestros dos emblemas visuales protagonizan una portada que trasciende lo estético para convertirse en mitología viva. La unión de Henry, soberano nocturno de aura indomable, y Sasha, sirena de sombras y deseo abisal, enciende la temática central de esta edición: 𝘦𝘭 𝘷𝘪𝘯𝘤𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘴𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘦𝘭 𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘐𝘴𝘩𝘵𝘢𝘳. 🜂 Detalles Destacados de la Edición ✦ ❝Crimson Pact: A Love Born in Fire❞ Una mirada candente al pacto simbólico entre las dos entidades más poderosas del linaje. ✦ ❝Amiythyst Embrace – Secrets of the Bloodline❞ Un reportaje profundo sobre los secretos y la herencia mística de su unión. ✦ Entrevista Exclusiva: ❝Hearts Unlensed❞ Una conversación íntima donde ambos revelan emociones, historia y lo que significa amar en la penumbra. 🔱 𝑨𝒆𝒔𝒕𝒉𝒆𝒕𝒊𝒄 & 𝑽𝒊𝒔𝒖𝒂𝒍 𝑻𝒉𝒆𝒎𝒆 ✦ Gótico aristocrático con trazos infernales. ✦ Iluminación ritual carmesí. ✦ Oscuridad elegante coronada por destellos mágicos. ✦ La química entre ambos es la protagonista absoluta. 🜁 𝑹𝒆𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑨𝒈𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 La agencia Ishtar’s Demonic Dèesse Infernal Glamour expresa su orgullo absoluto por esta portada que redefine la estética infernal y proyecta el linaje Ishtar a nuevas alturas. Henry Black y Sasha Ishtar consolidan una vez más su supremacía visual como los reyes del glamour abisal. 🜸 “𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒏𝒂𝒋𝒆 𝑰𝒔𝒉𝒕𝒂𝒓 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂… 𝒔𝒆 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒔𝒆 𝒕𝒆𝒎𝒆, 𝒔𝒆 𝒂𝒅𝒎𝒊𝒓𝒂.” 🜸 — Monarcas de Sangre y Sombra”
    Me encocora
    1
    2 comentarios 1 compartido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Busco a Hugo Vlad personaje de ZZZ, para historias de amor-odio
    Con lemon incluido.
    A este vampiro si le doy mi sangre.
    Busco a Hugo Vlad personaje de ZZZ, para historias de amor-odio Con lemon incluido. A este vampiro si le doy mi sangre.
    0 comentarios 0 compartidos
  • Ya veran , cuando tenga todo el ejersito de seres del otros mundo ..... ni los 7 pecados capitales y los jinetes de la profesia me detendran , cuando tenga su sangre en mis manos .
    Ya veran , cuando tenga todo el ejersito de seres del otros mundo ..... ni los 7 pecados capitales y los jinetes de la profesia me detendran , cuando tenga su sangre en mis manos .
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados