• Entre la búsqueda de apartamento y el nuevo proyectó que llevamos trabajando en el ya hace tres semanas, además también ahora le sumo las flores, bombones y hasta un horrible peluche de oso pequeño.
    Todos de mi admirador secreto, por supuesto todos han acabado en el cubo de la basura.
    No tengo ni remota idea de quién es, ya le he informado a Layla de que si viene otro repartidor con algún regalo de ese sujeto que no lo deje entrar.

    Ahora estamos ultimando los últimos detalles para el nuevo anuncio que tanto esfuerzo nos ha llevado acabo.
    En esta ocasión es para una cadena internacional de hoteles, el primero lo abrieron en 1830.

    Todos mis empleados se encuentran en la sala que usamos para las reuniones y ahora también para ver la proyección final de todos los anuncios que llevamos acabo.
    Veremos todos juntos la proyección, han trabajado muy duro y se merecen ver a la vez que disfrutar del resultado final.

    Una vez acabada la proyección todos incluida yo misma comenzamos a aplaudir, me situó en el medio observándolos.

    ⸻⸻Tranquilos no voy a dar un discurso profundo y tedioso.
    Solo quiero daros a todos las gracias, no han sido unas semanas fáciles debido a los cambios a última hora y muchos días os he pedido que hagáis horas extra.
    Os aseguro que a fin de mes os serán muy bien pagadas.

    ¡Somos un equipo y hemos vuelto a triunfar!

    La gran mayoría después del trabajo van celebrarlo, el proyecto ya ha sido enviado a nuestro cliente.
    Entre la búsqueda de apartamento y el nuevo proyectó que llevamos trabajando en el ya hace tres semanas, además también ahora le sumo las flores, bombones y hasta un horrible peluche de oso pequeño. Todos de mi admirador secreto, por supuesto todos han acabado en el cubo de la basura. No tengo ni remota idea de quién es, ya le he informado a Layla de que si viene otro repartidor con algún regalo de ese sujeto que no lo deje entrar. Ahora estamos ultimando los últimos detalles para el nuevo anuncio que tanto esfuerzo nos ha llevado acabo. En esta ocasión es para una cadena internacional de hoteles, el primero lo abrieron en 1830. Todos mis empleados se encuentran en la sala que usamos para las reuniones y ahora también para ver la proyección final de todos los anuncios que llevamos acabo. Veremos todos juntos la proyección, han trabajado muy duro y se merecen ver a la vez que disfrutar del resultado final. Una vez acabada la proyección todos incluida yo misma comenzamos a aplaudir, me situó en el medio observándolos. ⸻⸻Tranquilos no voy a dar un discurso profundo y tedioso. Solo quiero daros a todos las gracias, no han sido unas semanas fáciles debido a los cambios a última hora y muchos días os he pedido que hagáis horas extra. Os aseguro que a fin de mes os serán muy bien pagadas. ¡Somos un equipo y hemos vuelto a triunfar! La gran mayoría después del trabajo van celebrarlo, el proyecto ya ha sido enviado a nuestro cliente.
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  • - costado en el cesped atrapado en sus pensamientos , luego de un bromas y chistes en el Valhalla algunas cosas que pensan mientras esta alli .-
    - costado en el cesped atrapado en sus pensamientos , luego de un bromas y chistes en el Valhalla algunas cosas que pensan mientras esta alli .-
    Me entristece
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  • La puerta del apartamento se abre lentamente y este entra, arrastrando los pies. Su respiración es pesada, y cada paso deja claro que el peso de la misión ha sido extremo. Aún lleva parte del equipo táctico, el cual se desprende torpemente mientras se dirige directo al baño.

    Se apoya en el lavabo, observando su reflejo cansado en el espejo. Su piel está cubierta de sudor y polvo, los músculos tensos después de horas de combate. Sin embargo, apenas tiene fuerzas para mantenerse en pie.


    —…No puedo más… solo… necesito… descansar.

    Se da una ducha rápida, dejando que el agua tibia limpie la suciedad, pero no permanece mucho tiempo. Sus párpados pesan, y cada segundo bajo el agua lo adormece aún más.

    Al salir, ni siquiera se viste. Solo se envuelve en una toalla que deja caer al llegar al dormitorio. Se deja caer desnudo sobre la cama, el colchón recibiendo todo el peso de su cuerpo exhausto. El sol de la tarde entra por la ventana, iluminando su piel morena y marcada por cicatrices.

    Su respiración se calma lentamente. No hay pensamientos. Solo silencio. En cuestión de segundos, el hombre que siempre está alerta, siempre preparado para la batalla… queda completamente noqueado por el cansancio, profundamente dormido, en paz por primera vez en días.
    La puerta del apartamento se abre lentamente y este entra, arrastrando los pies. Su respiración es pesada, y cada paso deja claro que el peso de la misión ha sido extremo. Aún lleva parte del equipo táctico, el cual se desprende torpemente mientras se dirige directo al baño. Se apoya en el lavabo, observando su reflejo cansado en el espejo. Su piel está cubierta de sudor y polvo, los músculos tensos después de horas de combate. Sin embargo, apenas tiene fuerzas para mantenerse en pie. —…No puedo más… solo… necesito… descansar. Se da una ducha rápida, dejando que el agua tibia limpie la suciedad, pero no permanece mucho tiempo. Sus párpados pesan, y cada segundo bajo el agua lo adormece aún más. Al salir, ni siquiera se viste. Solo se envuelve en una toalla que deja caer al llegar al dormitorio. Se deja caer desnudo sobre la cama, el colchón recibiendo todo el peso de su cuerpo exhausto. El sol de la tarde entra por la ventana, iluminando su piel morena y marcada por cicatrices. Su respiración se calma lentamente. No hay pensamientos. Solo silencio. En cuestión de segundos, el hombre que siempre está alerta, siempre preparado para la batalla… queda completamente noqueado por el cansancio, profundamente dormido, en paz por primera vez en días.
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  • — No debí comprarte ese lápiz labial...

    — ¿Por qué? Me gusta, se me ve bien.

    — Prométeme que si nos besamos no dejarás sucio el cuello de mi camisa.

    — ¡No seas aguafiestas! ¡Es divertido! Seguro es por tu esposa, ¿Acaso no es divertido andar conmigo?

    — Sí, sabes que te adoro, que eres todo para mi... pero no quiero problemas con ella.

    — Está bien... pero, ¿Se me ve bien?

    — Eres una criatura hermosa.

    #Picasso.
    — No debí comprarte ese lápiz labial... — ¿Por qué? Me gusta, se me ve bien. — Prométeme que si nos besamos no dejarás sucio el cuello de mi camisa. — ¡No seas aguafiestas! ¡Es divertido! Seguro es por tu esposa, ¿Acaso no es divertido andar conmigo? — Sí, sabes que te adoro, que eres todo para mi... pero no quiero problemas con ella. — Está bien... pero, ¿Se me ve bien? — Eres una criatura hermosa. #Picasso.
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  • La Cámara del Primer Guardián: Terra, la Manipuladora de la Forma

    La puerta se cerró tras ellos con un estruendo sordo. La cámara era inmensa, con techos tan altos que se perdían en la penumbra. El aire olía a humedad, musgo y piedra antigua. El suelo vibraba con una energía latente, como si algo debajo estuviera vivo.

    En el centro, Terra se alzaba como una estatua animada, fusionada con la tierra misma. Su cuerpo era una amalgama de roca, raíces y minerales, y su voz resonaba como un terremoto:

    —“La tierra no solo sostiene… también aplasta. ¿Están listos para ser moldeados por ella?”

    Terra alzó sus brazos, y el campo de batalla cambió. El suelo se volvió viscoso, como barro endurecido, y la gravedad aumentó abruptamente. Yukine cayó de rodillas, jadeando. Lidica intentó moverse, pero cada paso era como arrastrar una tonelada.

    —“¡Nos está manipulando físicamente! ¡La densidad de nuestros cuerpos está cambiando!” —gritó Yukine.

    Yukine intentó lanzar un hechizo de reducción de masa, pero la magia se dispersaba como si la tierra la absorbiera. Terra se reía, provocando temblores con cada carcajada.

    Lidica, con los músculos tensos, usó su fuerza interna para canalizar su agilidad. Saltó hacia una columna, pero esta se transformó en una raíz que la atrapó por el tobillo. Con esfuerzo, cortó la raíz con una daga, pero cayó pesadamente al suelo.

    —“¡No podemos confiar en el terreno! ¡Todo está vivo aquí!” —exclamó.

    Terra golpeó el suelo con sus puños, y ondas de energía se propagaron. El entorno comenzó a cambiar: las paredes se movían, el techo descendía, y el suelo se elevaba en secciones aleatorias. Era como estar dentro de un cubo de Rubik en movimiento.

    Yukine cerró los ojos, tratando de concentrarse. Pero la magia de Terra comenzaba a afectar su mente. Sentía que sus pensamientos se volvían lentos, como si estuviera atrapado en lodo mental.

    —“Está manipulando nuestra percepción… no solo el cuerpo, también la mente.” —susurró.

    Lidica comenzó a ver duplicados de Terra, moviéndose en direcciones opuestas. Cada uno parecía real. Atacó a uno, pero su daga atravesó solo aire. El verdadero Terra apareció detrás, lanzando una ola de raíces que la empujó contra la pared.

    Yukine, con esfuerzo, invocó un hechizo de claridad mental, una técnica que rara vez usaba por su alto costo energético. Su frente sangraba por el esfuerzo, pero logró estabilizar su percepción.

    —“Lidica, sincroniza conmigo. No confíes en tus ojos, confía en mi señal mágica.”

    Yukine lanzó pulsos de energía que marcaban el verdadero Terra con una tenue luz azul. Lidica, guiada por esos pulsos, comenzó a atacar con precisión quirúrgica.

    Terra, herida, se fusionó con el suelo. Todo comenzó a temblar. Golems surgieron de las paredes, cada uno con fragmentos del núcleo de Terra. Para vencerla, debían destruir todos los fragmentos simultáneamente.

    —“¡Si no lo hacemos al mismo tiempo, se regenerará!” —advirtió Yukine.

    Ambos se dividieron. Yukine voló con levitación, lanzando hechizos de compresión sobre los golems. Cada hechizo drenaba su energía vital. Su piel comenzaba a agrietarse por el esfuerzo mágico.

    Lidica, con dagas encantadas, se movía como un rayo entre los golems, esquivando golpes que podrían partirla en dos. Su respiración era entrecortada, sus brazos temblaban, pero no se detenía.

    —“¡Ahora!” —gritó Yukine.

    Ambos atacaron los núcleos al mismo tiempo. Una explosión de luz verde llenó la cámara. Terra gritó, y su cuerpo se desmoronó en polvo y raíces.

    Yukine cayó al suelo, exhausto, con la magia casi agotada. Lidica se arrodilló a su lado, con cortes en los brazos y piernas. Ambos estaban al límite.

    —“No fue solo fuerza… fue voluntad.” —dijo Yukine, con voz débil.

    —“Y confianza.” —respondió Lidica, tomando su mano.

    La puerta al siguiente desafío se abrió lentamente, iluminada por runas de fuego.

    —“El próximo guardián… será aún más despiadado.” —murmuró Yukine.
    La Cámara del Primer Guardián: Terra, la Manipuladora de la Forma La puerta se cerró tras ellos con un estruendo sordo. La cámara era inmensa, con techos tan altos que se perdían en la penumbra. El aire olía a humedad, musgo y piedra antigua. El suelo vibraba con una energía latente, como si algo debajo estuviera vivo. En el centro, Terra se alzaba como una estatua animada, fusionada con la tierra misma. Su cuerpo era una amalgama de roca, raíces y minerales, y su voz resonaba como un terremoto: —“La tierra no solo sostiene… también aplasta. ¿Están listos para ser moldeados por ella?” Terra alzó sus brazos, y el campo de batalla cambió. El suelo se volvió viscoso, como barro endurecido, y la gravedad aumentó abruptamente. Yukine cayó de rodillas, jadeando. Lidica intentó moverse, pero cada paso era como arrastrar una tonelada. —“¡Nos está manipulando físicamente! ¡La densidad de nuestros cuerpos está cambiando!” —gritó Yukine. Yukine intentó lanzar un hechizo de reducción de masa, pero la magia se dispersaba como si la tierra la absorbiera. Terra se reía, provocando temblores con cada carcajada. Lidica, con los músculos tensos, usó su fuerza interna para canalizar su agilidad. Saltó hacia una columna, pero esta se transformó en una raíz que la atrapó por el tobillo. Con esfuerzo, cortó la raíz con una daga, pero cayó pesadamente al suelo. —“¡No podemos confiar en el terreno! ¡Todo está vivo aquí!” —exclamó. Terra golpeó el suelo con sus puños, y ondas de energía se propagaron. El entorno comenzó a cambiar: las paredes se movían, el techo descendía, y el suelo se elevaba en secciones aleatorias. Era como estar dentro de un cubo de Rubik en movimiento. Yukine cerró los ojos, tratando de concentrarse. Pero la magia de Terra comenzaba a afectar su mente. Sentía que sus pensamientos se volvían lentos, como si estuviera atrapado en lodo mental. —“Está manipulando nuestra percepción… no solo el cuerpo, también la mente.” —susurró. Lidica comenzó a ver duplicados de Terra, moviéndose en direcciones opuestas. Cada uno parecía real. Atacó a uno, pero su daga atravesó solo aire. El verdadero Terra apareció detrás, lanzando una ola de raíces que la empujó contra la pared. Yukine, con esfuerzo, invocó un hechizo de claridad mental, una técnica que rara vez usaba por su alto costo energético. Su frente sangraba por el esfuerzo, pero logró estabilizar su percepción. —“Lidica, sincroniza conmigo. No confíes en tus ojos, confía en mi señal mágica.” Yukine lanzó pulsos de energía que marcaban el verdadero Terra con una tenue luz azul. Lidica, guiada por esos pulsos, comenzó a atacar con precisión quirúrgica. Terra, herida, se fusionó con el suelo. Todo comenzó a temblar. Golems surgieron de las paredes, cada uno con fragmentos del núcleo de Terra. Para vencerla, debían destruir todos los fragmentos simultáneamente. —“¡Si no lo hacemos al mismo tiempo, se regenerará!” —advirtió Yukine. Ambos se dividieron. Yukine voló con levitación, lanzando hechizos de compresión sobre los golems. Cada hechizo drenaba su energía vital. Su piel comenzaba a agrietarse por el esfuerzo mágico. Lidica, con dagas encantadas, se movía como un rayo entre los golems, esquivando golpes que podrían partirla en dos. Su respiración era entrecortada, sus brazos temblaban, pero no se detenía. —“¡Ahora!” —gritó Yukine. Ambos atacaron los núcleos al mismo tiempo. Una explosión de luz verde llenó la cámara. Terra gritó, y su cuerpo se desmoronó en polvo y raíces. Yukine cayó al suelo, exhausto, con la magia casi agotada. Lidica se arrodilló a su lado, con cortes en los brazos y piernas. Ambos estaban al límite. —“No fue solo fuerza… fue voluntad.” —dijo Yukine, con voz débil. —“Y confianza.” —respondió Lidica, tomando su mano. La puerta al siguiente desafío se abrió lentamente, iluminada por runas de fuego. —“El próximo guardián… será aún más despiadado.” —murmuró Yukine.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Same aura XD
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  • Desafortunadamente nunca sabemos en qué posición estamos en la vida de las personas. A veces pensamos que somos prioridad, pero en realidad solamente somos una opción.
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  • Promesa
    Categoría Romance
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)-


    Pajarillo …
    ¿Sabias?

    -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo-

    Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano.

    He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos.

    Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio.

    Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca?
    No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra.

    Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti.

    -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"-

    Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer.....

    -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos-

    Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego.
    Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio.

    Pajarillo…
    ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia?
    ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria?
    ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo?

    Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina.
    Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor.

    Así que dime, pajarillo mío…
    ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena?
    ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo?

    Porque si tú dices que sí…
    Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo.
    Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)- Pajarillo … ¿Sabias? -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo- Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano. He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos. Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio. Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca? No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra. Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti. -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"- Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer..... -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos- Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego. Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio. Pajarillo… ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia? ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria? ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo? Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina. Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor. Así que dime, pajarillo mío… ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena? ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo? Porque si tú dices que sí… Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo. Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
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  • -miraba peligrosamente parado en el borde de la ventana el vergonzoso y extraño ritual de su padre color carbón con su padre pálido. Se sentó deja do sus diminutas plumas al borde de la ventana le asquea lo que está viendo pero a la vez está aprendiendo quizás cuando sea mayor aprender de esos cortejos le ayuden ?-
    -miraba peligrosamente parado en el borde de la ventana el vergonzoso y extraño ritual de su padre color carbón con su padre pálido. Se sentó deja do sus diminutas plumas al borde de la ventana le asquea lo que está viendo pero a la vez está aprendiendo quizás cuando sea mayor aprender de esos cortejos le ayuden ?-
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  • :(¿Que me oculta?..somos una pareja unida y fuerte,no entiendo que estoy haciendo mal,siento como si ella me estuviera ocultando algo importante,la siento mas nerviosa de lo habitual y ha estado teniendo algunas actitudes raras conmigo,¿sera que ya no le gusto?..)

    —Su cabeza se inundaba de pensamientos que lo angustiaban un poco,sin embargo,pese a que el estaba un poco decaido por la situación,la verdad estaba en los ojos de Mermid Daminet,una verdad que podia marcar un antes y un despues en su vida como ser humano y sellar su amor por ella eternamente—
    —💭:(¿Que me oculta?..somos una pareja unida y fuerte,no entiendo que estoy haciendo mal,siento como si ella me estuviera ocultando algo importante,la siento mas nerviosa de lo habitual y ha estado teniendo algunas actitudes raras conmigo,¿sera que ya no le gusto?..) —Su cabeza se inundaba de pensamientos que lo angustiaban un poco,sin embargo,pese a que el estaba un poco decaido por la situación,la verdad estaba en los ojos de [flash_navy_bat_117],una verdad que podia marcar un antes y un despues en su vida como ser humano y sellar su amor por ella eternamente—
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