• — ¡Perfecto! Esa fue la última. Hemos terminado por hoy, gracias a todos por su arduo trabajo. Lev, si quieres puedes ir a descansar.

    Thanya era la más emocionada cuando las sesiones de fotografía eran rápidas, cuando las veces que debían detenerse para algo eran pocas y, sobretodo, cuando los demás del grupo eran tan comprensibles con su muchacho. La gran mayoría evitaba hablarle con cosas largas, preferían centrarse en el punto y hacer preguntas concretas que se pudieran responder con tres opciones: Sí, no o no lo sé. Quizás esa era una de las cualidades que Nikolay más apreciaba en ella, pero también era una de las que más aborrecía. No podía hablar, era claro a los ojos de todos, pero tampoco era tan idiota como para no saber escribir en su teléfono para emplear un traductor o mostrar la pantalla con la respuesta.

    Nikolay dio un sorbo a su bebida y levantó el pulgar de la otra mano para confirmarle a su manager que el trabajo había sido excelente. El sabor de la bebida no era malo, resultaba dulce y refrescante para su paladar, pero no era una bebida que pudiera recomendar ampliamente porque, en realidad, no le gustaban tanto las naranjas como Thanya pensaba. Si sacaba la cuenta, ese debía ser su quinto comercial con productos de esa fruta: Jugos, dulces, medicamentos y hasta velas aromáticas para relajarse. O a Thanya le gustaban hasta morir o se aseguraba de mantenerlo lleno de vitamina C.

    « Si ya terminamos por hoy, ¿puedo irme? Quedé con unos amigos de la secundaria que nos veríamos esta tarde. Al parecer vieron nuestro último anuncio y se volvieron locos. » Nikolay no lo entendía. Nunca había sido bueno con sus compañeros, tampoco con las chicas, siempre había odiado esas relaciones que lo fastidiaban por ser diferente y por creer, tontamente, que necesitaba de su lastima para sobrevivir la secundaria. Ante el asentir de Thanya, Nikolay dio un último sorbo a su bebida y le dejó el vaso de plástico en la mano a la mujer. « Por favor, ya no elijas más productos de este tipo. Comienzo a odiar las naranjas, busca otra fruta si quieres, pero ya me cansé de esta. ¿O estás esperando que mi piel tome esa tonalidad? »

    Thanya se rió, lo hizo de una manera escandalosa en la que captó la atención de los demás en el set, incluso de transeúntes que iban por allí al ser una sesión al aire libre.

    — No, sería incapaz de algo así. Pero deberíamos probar las fresas, ya sabes, pronto será San Valentin y habrá muchos anuncios románticos, quizá ganes más contratos si tienes la piel roja como el amor, así no gastarán en pintura corporal.

    « Te mataré si te atreves a aceptar algo así. Pero si son anuncios de chocolate, acepta todos. Me gustan los dulces gratis. » Thanya volvió a reír, Nikolay también lo hizo en ese ruido nasal que le era imposible ocultar. Podía ser que si garganta no emitiera sonidos agradables o entendibles, pero a nadie parecía importarle que se riera de una manera caótica o casi porcina. Al final, la lastima era más grande para reprenderlo por tan pésimos modales.
    — ¡Perfecto! Esa fue la última. Hemos terminado por hoy, gracias a todos por su arduo trabajo. Lev, si quieres puedes ir a descansar. Thanya era la más emocionada cuando las sesiones de fotografía eran rápidas, cuando las veces que debían detenerse para algo eran pocas y, sobretodo, cuando los demás del grupo eran tan comprensibles con su muchacho. La gran mayoría evitaba hablarle con cosas largas, preferían centrarse en el punto y hacer preguntas concretas que se pudieran responder con tres opciones: Sí, no o no lo sé. Quizás esa era una de las cualidades que Nikolay más apreciaba en ella, pero también era una de las que más aborrecía. No podía hablar, era claro a los ojos de todos, pero tampoco era tan idiota como para no saber escribir en su teléfono para emplear un traductor o mostrar la pantalla con la respuesta. Nikolay dio un sorbo a su bebida y levantó el pulgar de la otra mano para confirmarle a su manager que el trabajo había sido excelente. El sabor de la bebida no era malo, resultaba dulce y refrescante para su paladar, pero no era una bebida que pudiera recomendar ampliamente porque, en realidad, no le gustaban tanto las naranjas como Thanya pensaba. Si sacaba la cuenta, ese debía ser su quinto comercial con productos de esa fruta: Jugos, dulces, medicamentos y hasta velas aromáticas para relajarse. O a Thanya le gustaban hasta morir o se aseguraba de mantenerlo lleno de vitamina C. « Si ya terminamos por hoy, ¿puedo irme? Quedé con unos amigos de la secundaria que nos veríamos esta tarde. Al parecer vieron nuestro último anuncio y se volvieron locos. » Nikolay no lo entendía. Nunca había sido bueno con sus compañeros, tampoco con las chicas, siempre había odiado esas relaciones que lo fastidiaban por ser diferente y por creer, tontamente, que necesitaba de su lastima para sobrevivir la secundaria. Ante el asentir de Thanya, Nikolay dio un último sorbo a su bebida y le dejó el vaso de plástico en la mano a la mujer. « Por favor, ya no elijas más productos de este tipo. Comienzo a odiar las naranjas, busca otra fruta si quieres, pero ya me cansé de esta. ¿O estás esperando que mi piel tome esa tonalidad? » Thanya se rió, lo hizo de una manera escandalosa en la que captó la atención de los demás en el set, incluso de transeúntes que iban por allí al ser una sesión al aire libre. — No, sería incapaz de algo así. Pero deberíamos probar las fresas, ya sabes, pronto será San Valentin y habrá muchos anuncios románticos, quizá ganes más contratos si tienes la piel roja como el amor, así no gastarán en pintura corporal. « Te mataré si te atreves a aceptar algo así. Pero si son anuncios de chocolate, acepta todos. Me gustan los dulces gratis. » Thanya volvió a reír, Nikolay también lo hizo en ese ruido nasal que le era imposible ocultar. Podía ser que si garganta no emitiera sonidos agradables o entendibles, pero a nadie parecía importarle que se riera de una manera caótica o casi porcina. Al final, la lastima era más grande para reprenderlo por tan pésimos modales.
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  • Detrás de la fachada de Horangi, se escondía un alma divertida y juguetona. Su mirada seria era solo una cortina de humo para ocultar su verdadera personalidad: un niño grande que amaba hacer travesuras y sorprender a los demás con su sentido del humor. No se dejen engañar por su apariencia, no muerde (al menos no a los desconocidos).
    Detrás de la fachada de Horangi, se escondía un alma divertida y juguetona. Su mirada seria era solo una cortina de humo para ocultar su verdadera personalidad: un niño grande que amaba hacer travesuras y sorprender a los demás con su sentido del humor. No se dejen engañar por su apariencia, no muerde (al menos no a los desconocidos).
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  • Últimamente Nikolay se veía… Diferente. O al menos eso era lo que sus compañeros le señalaban en estas semanas. A veces parecía mirar un punto fijo en la nada mientras le contaban alguna historia o algún adelanto de su siguiente sesión de trabajo; en otras ocasiones simplemente se quedaba ensimismado entre sus propios pensamientos y, aunque poco usual, parecía desconectarse del mundo mientras una inmensa tristeza lo embargaba. Nunca había sido la clase de persona que conversara mucho sobre su vida, a menos que fuese algo relacionado a sus hermanas gemelas, pero tampoco era difícil verle el rostro en situaciones así. Nikolay estaba triste y claramente hacía su mayor esfuerzo por ocultarlo.

    “¿Es porque no te gustan los días fríos? ¿No te gusta estar tan ocupado? ¿Te preocupan los exámenes de las próximas semanas?” Las preguntas siempre eran las mismas, y la respuesta también: Una sutil sonrisa de medio labio y negar con la cabeza. Las preocupaciones en la cabeza de Nikolay, si se observaban con detenimiento, no eran un enigma sino un reflejo de sus verdaderas emociones: Extrañaba a Sasha. A pesar de los años, no lograba quitarse la imagen de su hermano muerto de la cabeza, la terapia no le había ayudado con los años, porque seguía aferrándose a cosas que debía soltar y que, aún, no se sentía listo para hacerlo. No le aterraba mirar a Sasha, tampoco le aterraba la sangre ni el supuesto trauma que su ausencia le dejara, pero sentía que él ya era una parte tan propia de su vida que el hecho de perderlo lo haría sentirse extraño.

     

    Otra vez lloverá. Pensó. Lo hizo mientras que echaba la cabeza hacia atrás para mirar el cielo. Las nubes oscuras comenzaban a cubrir lentamente la ciudad, las personas se apresuraban en regresar a casa con las primeras gotas de la llovizna. Pero Nikolay seguía inmóvil sobre la acera, con las manos en los bolsillos de su chaqueta, como si estuviera esperando una revelación o que la lluvia se extendiera pronto. Fuese cual fuese, no parecía importarle. Incluso no prestaba demasiada atención a los gritos de Thanya, su manager, esa mujer que le sacaba unos cuantos años y sabía lidiar con su carácter pesado, sin duda la compadecía por esforzarse cada día en lograr entender el idioma de las señas.

    “Niko. Niko te estoy hablando. ¿Está todo bien?” Preguntó. Lo hizo con calma después de acercarse a él para tocarle el hombro con la esperanza, de que ese tacto, le hiciera volver en sí por unos instantes. Cuando lo logró, Thanya le sonrió con emoción maternal. “Te vas a mojar, sube al auto, te llevaré a la agencia para que revisemos juntos el contrato.” A pesar de que los ojos de la mujer se notaba la emoción, en los de Nikolay se percibía el vacío, uno que parecía tragarse todo a su paso y hacía un contraste adorable con la sonrisa en su boca. Era fingida, pero, ¿qué clase de modelo sería si no lograba expresar cualquier emoción aun sin sentirla?  

    « Está bien.» Respondió Nikolay con sus manos, haciendo las señales correspondientes para tranquilizarla, incluso le hizo quitar la mano de su hombro y, sin mediar más palabra, le besó la mejilla derecha en señal de despedida. Era el gesto que habían logrado crear por la buena sinergia de los últimos dos años trabajando, luego de zanjar sus diferencias y acoplarse a sus personalidades de gato negro y golden retriever. Fue allí que, al alejarse, sacó su teléfono para escribir un mensaje que envió a su teléfono. Thanya lo sacó de inmediato y revisó: “Hay un lugar que me gustaría visitar antes. Puedes adelantarte, te veré allí en una o dos horas. Mañana es el aniversario de Sasha y no tendré tiempo de ir a verlo.”

    De nuevo, el corazón de Thanya se estrujó por la emoción, por el dolor y la melancolía que sintió. Para la mujer, fue imposible esconder su compasión por él y, sin pensárselo mucho, le entregó el paraguas retráctil que tenía guardado en su bolso. ¿Cómo iba a dejarlo que se mojara en la lluvia y se expusiera a un resfriado? Primero muerta. Entendía que, a veces, Lev necesitaba su espacio y persuadirlo solo haría que las tentaciones fuesen más fuertes para él así que, al final, no quedaba más que dejarlo ir.

    “Si necesitas algo llámame. Te estaré esperando”. Fue el último mensaje que se recibió en la conversación del móvil. Thanya se alejó, después de despedirse con un sutil movimiento de sus manos. Entonces, sin ánimos, Nikolay suspiró en el momento que abrió el paraguas para observar el curioso patrón con el nombre de la agencia bordado en el exterior, esa mujer era una adicta al trabajo que no perdía cualquier oportunidad de promocionarse.

    — ¿Sabes? En estos días cuando más te extraño, Sasha. ¿Por qué tenías que ser tú?
    Ese día, debí ser yo. —Murmuró, lo hizo con la esperanza, casi, de que sus lamentos se los llevara el viento. De que su propia voz no fuese olvidada y, tontamente, para quitarse un peso de encima.
    Últimamente Nikolay se veía… Diferente. O al menos eso era lo que sus compañeros le señalaban en estas semanas. A veces parecía mirar un punto fijo en la nada mientras le contaban alguna historia o algún adelanto de su siguiente sesión de trabajo; en otras ocasiones simplemente se quedaba ensimismado entre sus propios pensamientos y, aunque poco usual, parecía desconectarse del mundo mientras una inmensa tristeza lo embargaba. Nunca había sido la clase de persona que conversara mucho sobre su vida, a menos que fuese algo relacionado a sus hermanas gemelas, pero tampoco era difícil verle el rostro en situaciones así. Nikolay estaba triste y claramente hacía su mayor esfuerzo por ocultarlo. “¿Es porque no te gustan los días fríos? ¿No te gusta estar tan ocupado? ¿Te preocupan los exámenes de las próximas semanas?” Las preguntas siempre eran las mismas, y la respuesta también: Una sutil sonrisa de medio labio y negar con la cabeza. Las preocupaciones en la cabeza de Nikolay, si se observaban con detenimiento, no eran un enigma sino un reflejo de sus verdaderas emociones: Extrañaba a Sasha. A pesar de los años, no lograba quitarse la imagen de su hermano muerto de la cabeza, la terapia no le había ayudado con los años, porque seguía aferrándose a cosas que debía soltar y que, aún, no se sentía listo para hacerlo. No le aterraba mirar a Sasha, tampoco le aterraba la sangre ni el supuesto trauma que su ausencia le dejara, pero sentía que él ya era una parte tan propia de su vida que el hecho de perderlo lo haría sentirse extraño.   Otra vez lloverá. Pensó. Lo hizo mientras que echaba la cabeza hacia atrás para mirar el cielo. Las nubes oscuras comenzaban a cubrir lentamente la ciudad, las personas se apresuraban en regresar a casa con las primeras gotas de la llovizna. Pero Nikolay seguía inmóvil sobre la acera, con las manos en los bolsillos de su chaqueta, como si estuviera esperando una revelación o que la lluvia se extendiera pronto. Fuese cual fuese, no parecía importarle. Incluso no prestaba demasiada atención a los gritos de Thanya, su manager, esa mujer que le sacaba unos cuantos años y sabía lidiar con su carácter pesado, sin duda la compadecía por esforzarse cada día en lograr entender el idioma de las señas. “Niko. Niko te estoy hablando. ¿Está todo bien?” Preguntó. Lo hizo con calma después de acercarse a él para tocarle el hombro con la esperanza, de que ese tacto, le hiciera volver en sí por unos instantes. Cuando lo logró, Thanya le sonrió con emoción maternal. “Te vas a mojar, sube al auto, te llevaré a la agencia para que revisemos juntos el contrato.” A pesar de que los ojos de la mujer se notaba la emoción, en los de Nikolay se percibía el vacío, uno que parecía tragarse todo a su paso y hacía un contraste adorable con la sonrisa en su boca. Era fingida, pero, ¿qué clase de modelo sería si no lograba expresar cualquier emoción aun sin sentirla?   « Está bien.» Respondió Nikolay con sus manos, haciendo las señales correspondientes para tranquilizarla, incluso le hizo quitar la mano de su hombro y, sin mediar más palabra, le besó la mejilla derecha en señal de despedida. Era el gesto que habían logrado crear por la buena sinergia de los últimos dos años trabajando, luego de zanjar sus diferencias y acoplarse a sus personalidades de gato negro y golden retriever. Fue allí que, al alejarse, sacó su teléfono para escribir un mensaje que envió a su teléfono. Thanya lo sacó de inmediato y revisó: “Hay un lugar que me gustaría visitar antes. Puedes adelantarte, te veré allí en una o dos horas. Mañana es el aniversario de Sasha y no tendré tiempo de ir a verlo.” De nuevo, el corazón de Thanya se estrujó por la emoción, por el dolor y la melancolía que sintió. Para la mujer, fue imposible esconder su compasión por él y, sin pensárselo mucho, le entregó el paraguas retráctil que tenía guardado en su bolso. ¿Cómo iba a dejarlo que se mojara en la lluvia y se expusiera a un resfriado? Primero muerta. Entendía que, a veces, Lev necesitaba su espacio y persuadirlo solo haría que las tentaciones fuesen más fuertes para él así que, al final, no quedaba más que dejarlo ir. “Si necesitas algo llámame. Te estaré esperando”. Fue el último mensaje que se recibió en la conversación del móvil. Thanya se alejó, después de despedirse con un sutil movimiento de sus manos. Entonces, sin ánimos, Nikolay suspiró en el momento que abrió el paraguas para observar el curioso patrón con el nombre de la agencia bordado en el exterior, esa mujer era una adicta al trabajo que no perdía cualquier oportunidad de promocionarse. — ¿Sabes? En estos días cuando más te extraño, Sasha. ¿Por qué tenías que ser tú? Ese día, debí ser yo. —Murmuró, lo hizo con la esperanza, casi, de que sus lamentos se los llevara el viento. De que su propia voz no fuese olvidada y, tontamente, para quitarse un peso de encima.
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  • Encuentro en la Penumbra
    Fandom Ninguno
    Categoría Fantasía
    El mes dictado ya había transcurrido, y tal como le prometió a su contraria el estaba ahora caminando por aquella zona donde fue avistada con anterioridad. Sus pasos eran firmes y audibles, no tenía intención alguna de ocultar su presencia. El ambiente nocturno tenía un dulce aroma a humedad, además de que el viento soplaba con cautela apenas perturbando a las hojas de los alrededores, la visibilidad estaba reducida por una bruma algo pronunciada ya que recientes lluvias asolaron el lugar. Mientras más avanzaba, aquel joven meditaba sobre lo que acontecería esa nueva noche ¿Encontraría a la mujer? ¿Fue buena desición darle 1 mes?, trato de calmar su mente logra visualizar un pequeño riachuelo a el cual avanza sin dudar. Luego de eso mira su reflejo, y ahora mira hacia el cielo nocturno.


    ⸻(Tal vez ya se haya ido, ya que estado así por 30 minutos.....bueno, es positivo que encontrara lo que buscaba y no he tenido reportes de ataque alguno en el lugar)



    Móiril Valas
    El mes dictado ya había transcurrido, y tal como le prometió a su contraria el estaba ahora caminando por aquella zona donde fue avistada con anterioridad. Sus pasos eran firmes y audibles, no tenía intención alguna de ocultar su presencia. El ambiente nocturno tenía un dulce aroma a humedad, además de que el viento soplaba con cautela apenas perturbando a las hojas de los alrededores, la visibilidad estaba reducida por una bruma algo pronunciada ya que recientes lluvias asolaron el lugar. Mientras más avanzaba, aquel joven meditaba sobre lo que acontecería esa nueva noche ¿Encontraría a la mujer? ¿Fue buena desición darle 1 mes?, trato de calmar su mente logra visualizar un pequeño riachuelo a el cual avanza sin dudar. Luego de eso mira su reflejo, y ahora mira hacia el cielo nocturno. ⸻(Tal vez ya se haya ido, ya que estado así por 30 minutos.....bueno, es positivo que encontrara lo que buscaba y no he tenido reportes de ataque alguno en el lugar) [Th3Fragm3ntedGu4rdi4n]
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    Cualquier línea
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  • Lleva un par de minutos en la puerta de Arian, no sabe que hacer, no sabe lo que va a decir. Recién se enteró que la caravana en la que iba Dolly fue atacado por un grupo de onis y quedó mal herida.

    No, no piensa ocultarlo, ni tampoco mentir, iba a hablar con ella al respecto, sobre que iría a verla, pero no encontraba las palabras para hacerlo, temía que hubiera malos entendidos, que pensará que había un sentimiento más allá de la fraternidad.

    Suspiró y alcanzó el picaporte con la mano, amaba a Arian y quería dejar las cosas lo más claras posibles.
    Lleva un par de minutos en la puerta de Arian, no sabe que hacer, no sabe lo que va a decir. Recién se enteró que la caravana en la que iba Dolly fue atacado por un grupo de onis y quedó mal herida. No, no piensa ocultarlo, ni tampoco mentir, iba a hablar con ella al respecto, sobre que iría a verla, pero no encontraba las palabras para hacerlo, temía que hubiera malos entendidos, que pensará que había un sentimiento más allá de la fraternidad. Suspiró y alcanzó el picaporte con la mano, amaba a Arian y quería dejar las cosas lo más claras posibles.
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  • ㅤㅤㅤㅤ— Maldición... No me rendiré, no importa que te detendré. No puedes esconder y ocultarte por siempre, en algún momento te atraparé.

    [ Necesito de una trama con un demonio utilizando el disfraz de humano psicópata/asesino serial, es más me conformo con un asesino al cual molestar/acosar.(?) ]ㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ— Maldición... No me rendiré, no importa que te detendré. No puedes esconder y ocultarte por siempre, en algún momento te atraparé. [ Necesito de una trama con un demonio utilizando el disfraz de humano psicópata/asesino serial, es más me conformo con un asesino al cual molestar/acosar.(?) ]ㅤ
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  • Prefiero ocultar mis emociones, por cierto motivos es mejor así .
    Prefiero ocultar mis emociones, por cierto motivos es mejor así .
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  • Que se traen ustedes dos?

    -dijo la joven diosa a ver a su abuelo Loki , con una pequeña mirada sería Pero aunque intentaba ocultar ese extraño sentimiento que tenía hacia buddha.-

    Ya que no me importa, además .....
    ¿Que tanto cuchicheo?
    Que se traen ustedes dos? -dijo la joven diosa a ver a su abuelo Loki , con una pequeña mirada sería Pero aunque intentaba ocultar ese extraño sentimiento que tenía hacia buddha.- Ya que no me importa, además ..... ¿Que tanto cuchicheo?
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  • Cómo ese tipo se atrevió a hacer tal atrevimiento aaaaahhhh encerio que si lo vuelvo a ver juro que lo mato no me inporta si no muere

    Haciendo un muñeco y le pongo un talismán con el nombre de Vergil clavándole en la pared mientras le tiro unas dagas reiteradas veces tratando de sacar mi enojo y frustración entre mis movimientos veo mi muñeca algo lesionado deteniendome y busco unas vendas para ocultarlo -
    Si que es frustrante ese tipo
    Cómo ese tipo se atrevió a hacer tal atrevimiento aaaaahhhh encerio que si lo vuelvo a ver juro que lo mato no me inporta si no muere Haciendo un muñeco y le pongo un talismán con el nombre de Vergil clavándole en la pared mientras le tiro unas dagas reiteradas veces tratando de sacar mi enojo y frustración entre mis movimientos veo mi muñeca algo lesionado deteniendome y busco unas vendas para ocultarlo - Si que es frustrante ese tipo
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  • "La vida sin arrepentimientos" se dice todo durante un ataque de ira. La vida sería tan aburrida si no hubiera arrepentimientos. He estado pensando que el no poder estar con tu amada es algo que es peor la muerte. Pero estaba equivocado. En realidad, lo más incómodo es el momento en el que tienes que irte, solo entonces te das cuenta de que el destino que has estado esperando aparece en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Sólo se puede decir algo de amor, algunos arrepentimientos sólo se pueden ocultar dentro del corazón.
    "La vida sin arrepentimientos" se dice todo durante un ataque de ira. La vida sería tan aburrida si no hubiera arrepentimientos. He estado pensando que el no poder estar con tu amada es algo que es peor la muerte. Pero estaba equivocado. En realidad, lo más incómodo es el momento en el que tienes que irte, solo entonces te das cuenta de que el destino que has estado esperando aparece en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Sólo se puede decir algo de amor, algunos arrepentimientos sólo se pueden ocultar dentro del corazón.
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