• “𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐛𝐚𝐫 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐛𝐚, 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐞𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫, 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐞𝐥𝐨𝐝í𝐚𝐬 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐛𝐞𝐛𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐦á𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫.”

    Mientras la noche abrazaba la ciudad y los locales descansaban, el ambiente del bar permanecía inquieto, como si estuviera suspendido en el tiempo. Sentado en uno de los taburetes, Adam contemplaba el vaso de 𝘖𝘭𝘥 𝘍𝘢𝘴𝘩𝘪𝘰𝘯𝘦𝘥 frente a él. Entre sus dedos descansaba un cigarro negro, del cual apenas se desprendía un hilo de humo que ascendía como una sombra de sus pensamientos. Fragmentos de memorias, espectros silenciosos, irrumpían en su mente sin aviso, como un torrente imposible de detener.

    — Ugh... ¿Por qué? ¿Por qué sigo recordando todo? — gruñó, con una mezcla de enojo y nostalgia que nublaba sus pensamientos.

    Esta rutina se había convertido en su 𝚌𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘. No eran simples memorias las que lo acosaban, 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘳𝘢𝘴, 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢𝘴 y 𝘥𝘦𝘵𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘢𝘴, que se amontonaban en su mente como si buscaban aplastarlo bajo su peso, que lo asaltaban sin tregua. Sabía que aquello no era natural, que no se trataba de simples memorias sueltas. Era el precio de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢, el eco perpetuo de un ser que disfrutaba 𝙖𝙩𝙤𝙧𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙧𝙡𝙤. Marcado por su antigua 𝘢𝘷𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘢, Adam podía sentir la presencia de ese ser, aquel que lo había marcado, aquel que lo había condenado a pagar una deuda imposible de saldar.

    𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐕𝐢𝐝𝐚. 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨. 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐈𝐧𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐧𝐭𝐞. detalle de su existencia pasada se amontonaba en su cabeza, haciéndolo revivirlo todo en cuestión de segundos.

    Cerró los ojos con fuerza, tratando de ahogar el 𝘤𝘢𝘰𝘴 que habitaba en su mente, pero las imágenes no se detenían. Tomó un trago largo de su vaso, dejando que el ardor del alcohol intentara silenciar el 𝘦𝘤𝘰 constante de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢.

    Aclaró su garganta mientras una chispa de lucidez iluminaba brevemente sus ojos. Su mano tembló al sostener el cigarro, y por un instante, se quedó absorto observando el humo que danzaba en el aire, dejando un tenue aroma a trébol.

    Recordó entonces una promesa hecha hace incontables vidas: nunca se rendiría, nunca sería un hombre sin propósito. Pero ahora... solo podía reírse con amargura. Esa promesa no era más que una 𝗶𝗿𝗼𝗻𝗶𝗮 𝗰𝗿𝘂𝗲𝗹. Dio una última calada antes de apagar el cigarro en el cenicero, dejando que el eco de su risa llenara el vacío del lugar.

    Las cadenas estaban ahí. 𝗣𝗲𝘀𝗮𝗱𝗮𝘀, 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀, 𝗶𝗺𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀 de 𝙞𝙜𝙣𝙤𝙧𝙖𝙧. Lo 𝘢𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯, se enredaban en su ser como un recordatorio constante de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢. Y, sin embargo, 𝙚𝙧𝙖 𝙖𝙙𝙞𝙘𝙩𝙤 𝙖 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨, al peso, a la agonía de sentirlas, recordándole que por más que lo deseara, jamás sería 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲.

    Se levantó con pesadez, y justo en ese momento una nueva canción comenzó a sonar, una melodía desconocida llenó el aire. No recordaba haberla añadido a su lista, pero no le dio importancia. Sosteniendo el vaso de 𝘖𝘭𝘥 𝘍𝘢𝘴𝘩𝘪𝘰𝘯𝘦𝘥, lo contempló unos segundos antes de vaciarlo de un solo trago. Se ajustó los guantes y, al cruzar hacia el otro lado de la barra, su reflejo en un pequeño espejo lo atrapó. Por un momento, ese 𝘳𝘦𝘧𝘭𝘦𝘫𝘰 parecía 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖.

    — Ha~... Supongo que ir contra la 𝗹𝗲𝘆 de vez en cuando no es tan 𝙢𝙖𝙡𝙤.

    Una ventisca ligera recorrió el bar, como si respondiera a su pensamiento. Notó entonces que la señal en la puerta se había movido para mostrar "Abierto". Esbozó una leve sonrisa y murmuró al viento:

    — 𝙂𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖𝙨...

    Mientras lavaba el vaso, su mirada se perdió en el vacío.

    — Espero que no estén tan 𝘥𝘦𝘤𝘦𝘱𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰𝘴... Alcancé la 𝙥𝙖𝙯 que buscaba. Pero, a veces, siento que el 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼 fue demasiado 𝗮𝗹𝘁𝗼...

    Un suspiro escapó de sus labios, seguido de un murmullo apenas audible.

    — Ah... Estoy volviendo a hablar solo. — Resopló, resignado a lo inevitable. Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar, ni de recordar. Tal vez, reflexionaría más profundamente en otro momento.

    Su mano apretó el vaso que estaba limpiando, y pequeñas grietas comenzaron a formarse en el cristal. Los 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 lo arrastraban una y otra vez hacia el ser que lo había condenado, aquel que lo encadenó a una vida de 𝘳𝘦𝘦𝘯𝘤𝘢𝘳𝘯𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘣𝘭𝘦𝘴... 𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙡𝙤 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧𝙞𝙖 𝙞𝙧.

    𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫í𝐚 𝐚 𝐢𝐧𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐫𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐚𝐬.
    Aunque podía sentirlas en su ser, en la sangre que corría por sus venas, se negaba a usarlas. 𝙽𝚘 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛í𝚊 𝚊 𝚜𝚎𝚛 𝚊𝚚𝚞𝚎𝚕 𝚟𝚒𝚕𝚕𝚊𝚗𝚘, ese ser inmortalizado en incontables épocas como un símbolo de maldad. Y, sin embargo, en lo más profundo de su mente, la tentación seguía presente, susurrándole al oído, burlándose de su resolución.

    𝗔 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀, 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗯𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗳𝗿𝘂𝘁𝗮𝗯𝗮 𝘁𝗼𝗿𝘁𝘂𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼𝗹𝗼.

    Mientras no intentara nada… Adam se permitiría disfrutar de esta vida. Después de todo, 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗯𝗮 nada para 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 como él.

    El sonido de las puertas abriéndose lo devolvió al presente. La música cambió a un suave jazz, y los pasos que se acercaban rompieron el silencio del lugar. Adam levantó la vista, recordando de repente el juramento que había hecho. Todo esto... todo lo que había soportado, había sido por un único 𝘢𝘯𝘩𝘦𝘭𝘰: 𝗖𝗮𝗹𝗺𝗮.
    “𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐛𝐚𝐫 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐛𝐚, 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐞𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫, 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐞𝐥𝐨𝐝í𝐚𝐬 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐛𝐞𝐛𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐦á𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫.” Mientras la noche abrazaba la ciudad y los locales descansaban, el ambiente del bar permanecía inquieto, como si estuviera suspendido en el tiempo. Sentado en uno de los taburetes, Adam contemplaba el vaso de 𝘖𝘭𝘥 𝘍𝘢𝘴𝘩𝘪𝘰𝘯𝘦𝘥 frente a él. Entre sus dedos descansaba un cigarro negro, del cual apenas se desprendía un hilo de humo que ascendía como una sombra de sus pensamientos. Fragmentos de memorias, espectros silenciosos, irrumpían en su mente sin aviso, como un torrente imposible de detener. — Ugh... ¿Por qué? ¿Por qué sigo recordando todo? — gruñó, con una mezcla de enojo y nostalgia que nublaba sus pensamientos. Esta rutina se había convertido en su 𝚌𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘. No eran simples memorias las que lo acosaban, 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘳𝘢𝘴, 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢𝘴 y 𝘥𝘦𝘵𝘢𝘭𝘭𝘢𝘥𝘢𝘴, que se amontonaban en su mente como si buscaban aplastarlo bajo su peso, que lo asaltaban sin tregua. Sabía que aquello no era natural, que no se trataba de simples memorias sueltas. Era el precio de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢, el eco perpetuo de un ser que disfrutaba 𝙖𝙩𝙤𝙧𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙧𝙡𝙤. Marcado por su antigua 𝘢𝘷𝘢𝘳𝘪𝘤𝘪𝘢, Adam podía sentir la presencia de ese ser, aquel que lo había marcado, aquel que lo había condenado a pagar una deuda imposible de saldar. 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐕𝐢𝐝𝐚. 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨. 𝙲𝚊𝚍𝚊 𝐈𝐧𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐧𝐭𝐞. detalle de su existencia pasada se amontonaba en su cabeza, haciéndolo revivirlo todo en cuestión de segundos. Cerró los ojos con fuerza, tratando de ahogar el 𝘤𝘢𝘰𝘴 que habitaba en su mente, pero las imágenes no se detenían. Tomó un trago largo de su vaso, dejando que el ardor del alcohol intentara silenciar el 𝘦𝘤𝘰 constante de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢. Aclaró su garganta mientras una chispa de lucidez iluminaba brevemente sus ojos. Su mano tembló al sostener el cigarro, y por un instante, se quedó absorto observando el humo que danzaba en el aire, dejando un tenue aroma a trébol. Recordó entonces una promesa hecha hace incontables vidas: nunca se rendiría, nunca sería un hombre sin propósito. Pero ahora... solo podía reírse con amargura. Esa promesa no era más que una 𝗶𝗿𝗼𝗻𝗶𝗮 𝗰𝗿𝘂𝗲𝗹. Dio una última calada antes de apagar el cigarro en el cenicero, dejando que el eco de su risa llenara el vacío del lugar. Las cadenas estaban ahí. 𝗣𝗲𝘀𝗮𝗱𝗮𝘀, 𝗶𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀, 𝗶𝗺𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲𝘀 de 𝙞𝙜𝙣𝙤𝙧𝙖𝙧. Lo 𝘢𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯, se enredaban en su ser como un recordatorio constante de su 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢. Y, sin embargo, 𝙚𝙧𝙖 𝙖𝙙𝙞𝙘𝙩𝙤 𝙖 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨, al peso, a la agonía de sentirlas, recordándole que por más que lo deseara, jamás sería 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲. Se levantó con pesadez, y justo en ese momento una nueva canción comenzó a sonar, una melodía desconocida llenó el aire. No recordaba haberla añadido a su lista, pero no le dio importancia. Sosteniendo el vaso de 𝘖𝘭𝘥 𝘍𝘢𝘴𝘩𝘪𝘰𝘯𝘦𝘥, lo contempló unos segundos antes de vaciarlo de un solo trago. Se ajustó los guantes y, al cruzar hacia el otro lado de la barra, su reflejo en un pequeño espejo lo atrapó. Por un momento, ese 𝘳𝘦𝘧𝘭𝘦𝘫𝘰 parecía 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖. — Ha~... Supongo que ir contra la 𝗹𝗲𝘆 de vez en cuando no es tan 𝙢𝙖𝙡𝙤. Una ventisca ligera recorrió el bar, como si respondiera a su pensamiento. Notó entonces que la señal en la puerta se había movido para mostrar "Abierto". Esbozó una leve sonrisa y murmuró al viento: — 𝙂𝙧𝙖𝙘𝙞𝙖𝙨... Mientras lavaba el vaso, su mirada se perdió en el vacío. — Espero que no estén tan 𝘥𝘦𝘤𝘦𝘱𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰𝘴... Alcancé la 𝙥𝙖𝙯 que buscaba. Pero, a veces, siento que el 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝗼 fue demasiado 𝗮𝗹𝘁𝗼... Un suspiro escapó de sus labios, seguido de un murmullo apenas audible. — Ah... Estoy volviendo a hablar solo. — Resopló, resignado a lo inevitable. Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar, ni de recordar. Tal vez, reflexionaría más profundamente en otro momento. Su mano apretó el vaso que estaba limpiando, y pequeñas grietas comenzaron a formarse en el cristal. Los 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 lo arrastraban una y otra vez hacia el ser que lo había condenado, aquel que lo encadenó a una vida de 𝘳𝘦𝘦𝘯𝘤𝘢𝘳𝘯𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘣𝘭𝘦𝘴... 𝙮 𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙡𝙤 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧𝙞𝙖 𝙞𝙧. 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫í𝐚 𝐚 𝐢𝐧𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐫𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐚𝐬. Aunque podía sentirlas en su ser, en la sangre que corría por sus venas, se negaba a usarlas. 𝙽𝚘 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛í𝚊 𝚊 𝚜𝚎𝚛 𝚊𝚚𝚞𝚎𝚕 𝚟𝚒𝚕𝚕𝚊𝚗𝚘, ese ser inmortalizado en incontables épocas como un símbolo de maldad. Y, sin embargo, en lo más profundo de su mente, la tentación seguía presente, susurrándole al oído, burlándose de su resolución. 𝗔 𝘃𝗲𝗰𝗲𝘀, 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗯𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗳𝗿𝘂𝘁𝗮𝗯𝗮 𝘁𝗼𝗿𝘁𝘂𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼𝗹𝗼. Mientras no intentara nada… Adam se permitiría disfrutar de esta vida. Después de todo, 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗶𝗴𝗻𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗯𝗮 nada para 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 como él. El sonido de las puertas abriéndose lo devolvió al presente. La música cambió a un suave jazz, y los pasos que se acercaban rompieron el silencio del lugar. Adam levantó la vista, recordando de repente el juramento que había hecho. Todo esto... todo lo que había soportado, había sido por un único 𝘢𝘯𝘩𝘦𝘭𝘰: 𝗖𝗮𝗹𝗺𝗮.
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  • La sinfonía de los caminos que el día de hoy son recorridos, embriaga pero al mismo tiempo nos deja sordos a cualquier otro destino, por eso continuaba caminando como si el horizonte la llevara más allá de los rayos del sol, más allá de las sombras pletóricas de las grandes ciudades, como si la llevara de vuelta al Barrio Frances donde su vida comenzó, pero también es como si la empujara a cruzar el Atlántico, a no volver a donde guardaba tantos recuerdos tan buenos como tan malos, sus amados padres, su vida “adulta”, pero ahí estaba parada en medio de la nada recién había bebido una cantidad generosa de sangre, pensando tanto en el pasado como el futuro, en Nueva York como en Nueva Orleans, en todo lo que pudo ser y no fue, en todo lo que será y al mismo tiempo no.
    La sinfonía de los caminos que el día de hoy son recorridos, embriaga pero al mismo tiempo nos deja sordos a cualquier otro destino, por eso continuaba caminando como si el horizonte la llevara más allá de los rayos del sol, más allá de las sombras pletóricas de las grandes ciudades, como si la llevara de vuelta al Barrio Frances donde su vida comenzó, pero también es como si la empujara a cruzar el Atlántico, a no volver a donde guardaba tantos recuerdos tan buenos como tan malos, sus amados padres, su vida “adulta”, pero ahí estaba parada en medio de la nada recién había bebido una cantidad generosa de sangre, pensando tanto en el pasado como el futuro, en Nueva York como en Nueva Orleans, en todo lo que pudo ser y no fue, en todo lo que será y al mismo tiempo no.
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  • ──── Mh. Oye ¿Tú preparaste este Sandwich o en donde lo compraste? ¡Esta delicioso! Y si tienes más vendré más seguido. Vuelve a tu cama a dormir que lo terminaré y me iré. ──── Nuevamente acecha casa por casa pero en este caso asaltando refrigeradores y robando todo lo que contenga. [?]
    ──── Mh. Oye ¿Tú preparaste este Sandwich o en donde lo compraste? ¡Esta delicioso! Y si tienes más vendré más seguido. Vuelve a tu cama a dormir que lo terminaré y me iré. ──── Nuevamente acecha casa por casa pero en este caso asaltando refrigeradores y robando todo lo que contenga. [?]
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  • “ 𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚 ”







    Ryan, no era alguien con quién solía abrirse a nadie, un hombre que era sumamente reservado con su vida personal a excepción de sus dos mejores amigos, Rubí y Kiev. Pero de alguna manera, Vanya logró terminar con aquello, con un humor casi idéntico al suyo, lo hizo entrar en confianza, formando así una buena amistad que simplemente se fortaleció con el tiempo. Le contaba sus problemas, ideas jodidamente locas y de paso, también el hecho que había sido rechazado por una mujer que el había amado, una pelirroja que lo había hecho caer de nuevo.


    Era su amiga, su compinche, su compañera para quemar medio planeta, era como la hermana que simplemente deseo haber tenido. Por esa razón, le dolía demasiado verla tan destrozada por un ser que ni si quiera quería mencionar, un "hombre" que le habia jurado amor, y que al final, no fueron mas que patrañas, quien al parecer también tenía cierta relación con uno de sus amigos, el cual preferiría evitar mencionar. Si Kiev o Rubí se enteraban de esto, no imaginaria su tipo de reacción ante esto, ya que Vanya era alguien sumamente importante para ellos, claro, no pensaba contárselos, no lo haría. Trataría de evitar que este problema escale a algo terrible por el bien de las personas involucradas, especialmente por Vanya.

    " ¿Debería dejar de ser amigo de una persona que... " No terminó de escribir la pregunta en Google, estaba totalmente agotado y no sabía que hacer con aquello. Al final terminó por cambiar la pregunta a "¿Cómo ayudar a una amiga qué está totalmente destrozada por un imbécil que simplemente quería utilizarla? " Las respuestas a su búsqueda eran infinitas, pero ninguna le servía. Ya había intentado de todo, de sacarla de la habitación, de acompañarla y hablar. Pero ella parecía tan ida, como si de un muerto se tratará, no sabía que hacer, a este paso estaba tan frustrado, no solo por sus problemas mentales, si no también por los de su amiga, en algun momento su mente retorcida habia pensado en la simple solución de "dejar caer la toalla" un pensamiento surgido por la exactitud de no saber que hacer.

    Dejo su cabeza caer y miro el gran festival que se celebraba desde lejos, una festividad movida, en dónde se supone que habían hecho planes con la pelinegra para ver cierto artista que tocaba, en dónde todas las personas del hotel se hallaban, todos excepto ellos dos.

    Trataba de pensar en alguna idea, necesitaba arreglar aquello lo más rápido posible. ¿Y si ella intentaba algo? ¿Si se hacía daño? El amor puede cegar tanto, a una manera que simplemente puede destruir una persona. No quería eso para una amiga, mucho menos para alguien que lo había apoyado tanto.

    Al final y al cabo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran estruendo que escuchó en la habitación de alado, en la habitación de la pelinegra.

    — No, No, ¡No! ¡Vanya! ¡Abre la puerta! — Golpeó la puerta incontables veces, gritaba de forma brusca. Había perdido las veces que había golpeado desde que corrió hacia su habitación.— ¡No hagas nada estúpido, por favor! — Gritaba fuertemente.

    De la nada, simplemente no escuchó nada, su mente se desconecto un segundo, no fue más a juegos y abrió la puerta de una patada. Y ahí la vio, su cuerpo tirado en el piso.

    — No... ¡Vanya! — Corrió directamente hacia ella, tomo su rostro y le dió unos golpecitos en la mejilla tratando de despertarla. O al menos eso trataba, pero parecía sumamente inconsciente — Despierta, despierta.

    No sintió la presencia de varios hombres ahí, su concentración estaba dirigida hacia ella, hasta que escuchó algo metálico golpear el piso. Se quedó quieto y su mirada se dirigío hacia atrás para ver la presencia de cierto hombre.

    Un golpe fuerte en su cabeza fue suficiente para que él rubio cayera desmayado en el frío piso de la habitación.

    Varios hombres hicieron presencia y entre ellos uno que destacaba por su imponente figura. Tanto el cuerpo de Ryan y Vanya, fueron agarrados por unos grandulones, para llevárselos consigo fuera del hotel y posteriormente hacia unos autos de color negro.

    En algún momento se despertó con el nombre de su amiga en mente, la vio, pero amarrada
    y sin despertar. Cuando escuchó algo como motores de aviones, trato de moverse, buscar alguna forma de escapar de ahí, pero para su mala suerte, un hombre terminó drogandolo para hacerlo dormir, nuevamente esta s todo oscuro. Estaban jodidos.
    “ 𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚 ” Ryan, no era alguien con quién solía abrirse a nadie, un hombre que era sumamente reservado con su vida personal a excepción de sus dos mejores amigos, Rubí y Kiev. Pero de alguna manera, Vanya logró terminar con aquello, con un humor casi idéntico al suyo, lo hizo entrar en confianza, formando así una buena amistad que simplemente se fortaleció con el tiempo. Le contaba sus problemas, ideas jodidamente locas y de paso, también el hecho que había sido rechazado por una mujer que el había amado, una pelirroja que lo había hecho caer de nuevo. Era su amiga, su compinche, su compañera para quemar medio planeta, era como la hermana que simplemente deseo haber tenido. Por esa razón, le dolía demasiado verla tan destrozada por un ser que ni si quiera quería mencionar, un "hombre" que le habia jurado amor, y que al final, no fueron mas que patrañas, quien al parecer también tenía cierta relación con uno de sus amigos, el cual preferiría evitar mencionar. Si Kiev o Rubí se enteraban de esto, no imaginaria su tipo de reacción ante esto, ya que Vanya era alguien sumamente importante para ellos, claro, no pensaba contárselos, no lo haría. Trataría de evitar que este problema escale a algo terrible por el bien de las personas involucradas, especialmente por Vanya. " ¿Debería dejar de ser amigo de una persona que... " No terminó de escribir la pregunta en Google, estaba totalmente agotado y no sabía que hacer con aquello. Al final terminó por cambiar la pregunta a "¿Cómo ayudar a una amiga qué está totalmente destrozada por un imbécil que simplemente quería utilizarla? " Las respuestas a su búsqueda eran infinitas, pero ninguna le servía. Ya había intentado de todo, de sacarla de la habitación, de acompañarla y hablar. Pero ella parecía tan ida, como si de un muerto se tratará, no sabía que hacer, a este paso estaba tan frustrado, no solo por sus problemas mentales, si no también por los de su amiga, en algun momento su mente retorcida habia pensado en la simple solución de "dejar caer la toalla" un pensamiento surgido por la exactitud de no saber que hacer. Dejo su cabeza caer y miro el gran festival que se celebraba desde lejos, una festividad movida, en dónde se supone que habían hecho planes con la pelinegra para ver cierto artista que tocaba, en dónde todas las personas del hotel se hallaban, todos excepto ellos dos. Trataba de pensar en alguna idea, necesitaba arreglar aquello lo más rápido posible. ¿Y si ella intentaba algo? ¿Si se hacía daño? El amor puede cegar tanto, a una manera que simplemente puede destruir una persona. No quería eso para una amiga, mucho menos para alguien que lo había apoyado tanto. Al final y al cabo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran estruendo que escuchó en la habitación de alado, en la habitación de la pelinegra. — No, No, ¡No! ¡Vanya! ¡Abre la puerta! — Golpeó la puerta incontables veces, gritaba de forma brusca. Había perdido las veces que había golpeado desde que corrió hacia su habitación.— ¡No hagas nada estúpido, por favor! — Gritaba fuertemente. De la nada, simplemente no escuchó nada, su mente se desconecto un segundo, no fue más a juegos y abrió la puerta de una patada. Y ahí la vio, su cuerpo tirado en el piso. — No... ¡Vanya! — Corrió directamente hacia ella, tomo su rostro y le dió unos golpecitos en la mejilla tratando de despertarla. O al menos eso trataba, pero parecía sumamente inconsciente — Despierta, despierta. No sintió la presencia de varios hombres ahí, su concentración estaba dirigida hacia ella, hasta que escuchó algo metálico golpear el piso. Se quedó quieto y su mirada se dirigío hacia atrás para ver la presencia de cierto hombre. Un golpe fuerte en su cabeza fue suficiente para que él rubio cayera desmayado en el frío piso de la habitación. Varios hombres hicieron presencia y entre ellos uno que destacaba por su imponente figura. Tanto el cuerpo de Ryan y Vanya, fueron agarrados por unos grandulones, para llevárselos consigo fuera del hotel y posteriormente hacia unos autos de color negro. En algún momento se despertó con el nombre de su amiga en mente, la vio, pero amarrada y sin despertar. Cuando escuchó algo como motores de aviones, trato de moverse, buscar alguna forma de escapar de ahí, pero para su mala suerte, un hombre terminó drogandolo para hacerlo dormir, nuevamente esta s todo oscuro. Estaban jodidos.
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  • e-ejem... m-mucho gusto a u-ustedes personas.. o seres vivos(? que me estan saluando... esto... soy algo... nueva en esta en lugar! asi que... espero podamos hablar...! un gusto!
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  • Los ángeles, en su eterna y sombría misión, habían comenzado nuevamente su cacería, esa cacería sin causa ni justificación, en la que se encargan de perseguir a aquellos que llaman "malos", sin importar si se trata de niños inocentes o adolescentes perdidos en sus propios conflictos. Su mirada implacable no distingue, ni perdona, solo juzga con frialdad divina.

    Nada, absolutamente nada, podría irritar más profundamente a Knight que verse arrastrado a esta fatídica danza de justicia cegada. No era el oro, ni los favores que podría recibir en un futuro distante. Lo que le inquietaba, lo que realmente lo atormentaba, era una pregunta, una constante sombra en su mente: *¿cuánto tiempo más podría soportar su frágil avatar humano?*

    La delicadeza de su forma mortal, esa máscara débil y perecedera que se había impuesto como un disfraz para transitar entre los vivos, era cada vez más difícil de sostener. Sabía que en cualquier momento, en el silencio más profundo, podría liberarse la monstruosidad que latía en su interior. Porque, al fin y al cabo, no hay nada más incierto ni más terrible que lo que yace en la oscuridad de una idea. Nadie conoce, en su totalidad, la verdadera faz de un pensamiento, su poder, su forma monstruosa, capaz de arrasar con toda la esencia de un ser, revelándose solo en la más abismal de las profundidades.

    El monstruo estaba allí, esperando, como una sombra eterna que nunca se apaga, como una bestia que solo existe para devorar las almas de aquellos que intentan entenderla.
    Los ángeles, en su eterna y sombría misión, habían comenzado nuevamente su cacería, esa cacería sin causa ni justificación, en la que se encargan de perseguir a aquellos que llaman "malos", sin importar si se trata de niños inocentes o adolescentes perdidos en sus propios conflictos. Su mirada implacable no distingue, ni perdona, solo juzga con frialdad divina. Nada, absolutamente nada, podría irritar más profundamente a Knight que verse arrastrado a esta fatídica danza de justicia cegada. No era el oro, ni los favores que podría recibir en un futuro distante. Lo que le inquietaba, lo que realmente lo atormentaba, era una pregunta, una constante sombra en su mente: *¿cuánto tiempo más podría soportar su frágil avatar humano?* La delicadeza de su forma mortal, esa máscara débil y perecedera que se había impuesto como un disfraz para transitar entre los vivos, era cada vez más difícil de sostener. Sabía que en cualquier momento, en el silencio más profundo, podría liberarse la monstruosidad que latía en su interior. Porque, al fin y al cabo, no hay nada más incierto ni más terrible que lo que yace en la oscuridad de una idea. Nadie conoce, en su totalidad, la verdadera faz de un pensamiento, su poder, su forma monstruosa, capaz de arrasar con toda la esencia de un ser, revelándose solo en la más abismal de las profundidades. El monstruo estaba allí, esperando, como una sombra eterna que nunca se apaga, como una bestia que solo existe para devorar las almas de aquellos que intentan entenderla.
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  • No , lo soy ..... Si antes lo área Pero me di cuenta mientras , tenga mi hogar y gente que me dio nueva vida ....
    Seguiré dando lo mejor de mi sin miedo ¡Rugido de dragón del agua!
    No , lo soy ..... Si antes lo área Pero me di cuenta mientras , tenga mi hogar y gente que me dio nueva vida .... Seguiré dando lo mejor de mi sin miedo ¡Rugido de dragón del agua!
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Despues de 3 meses de muerte esta cuenta tendra una imagen nueva,por favor denle una bienvenida al increíble CHAINSAW MAN
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  • ♤ Until "oblivion" do us apart.
    Fandom Chainsaw Man
    Categoría Acción
    -| Desconocía cuanto tiempo había transcurrido desde que llego a ese sitio. Se lo cuestionaba, a pesar de que conoce muy bien la respuesta. Reconoce la naturaleza del mundo que ahora habita, aunque muy similar al suyo, "aquellos que la amaban" ya no existen. Y era irónico, aun estando rodeada de caras conocidas. Solo le importaba una cosa, y eso era su nueva oportunidad.

    Nunca espero encontrarse con la hibrida del arco. Tuvo un par de interacciones con ella ya, pero estas no terminaron plácidamente. Seguramente esta la odiase, o la consideraba la culpable de sus grandes males. Por supuesto... no muchas personas esperarían agradarle a alguien cuya cabeza cortaste alguna vez. Podía disculparse, pero eso no sería nada sincero.

    Pero, quizá lo pensó de más. Unas cuantas miradas de disgusto, muecas de asco, comentarios insultantes... pero nada más allá de eso. La hibrida se había adaptado por completo a su situación, ahora con un empleo en la "Nueva Seguridad Publica" perteneciente a la pelirroja. La había rechazado, y Makima asumió que era lista. Pero termino atrapándola de todos modos.

    Estaba desconcertada. La conocía desde hace ya mucho tiempo, sabía que tipo de persona era, y en el fondo guardaba hacía ella cierto respeto por todo lo que ella representaba. La hibrida cubrió la vacante de "guardaespaldas" cosa que acepto a regañadientes, pero acepto.

    La nueva líder de Seguridad Publica había recibido una misión recientemente, la primera desde que llego a ese mundo. "Oblivion Devil" o Demonio del Olvido, su concepto era claro, pero no recordaba haberse cruzado con un demonio similar en su otra vida. Era un "concepto nuevo" para ella.

    El sitio de la misión era un bosque, cerca de un pueblo, las personas de dicho lugar eran quienes habían hecho la petición, hartos de que las personas entren en el bosque y no regresen. Estaba muy lejos de la ciudad... por lo cual, viajaron en auto durante un largo rato, con la hibrida al volante. Iban vestidas de la misma forma, pero la bermeja había optado por quitarse su saco. |-

    < Desconocemos las habilidades del Demonio, bien podría ser algo peligroso. >

    -| Comenzó a jugar con sus propios dedos, hacía rectángulos, telarañas, y los movía de un lado a otro. |-

    < Por lo cual... ¿te parece bien ser tu quien lo asesine? ♡ >

    -| Decidió provocar a la hibrida, pues estaba aburrida. Y no habían conversado casi nada en todo el viaje. Pero su plan se vino abajo cuando, sin dedicarle ni una mirada, respondiera con un: "Esta bien", sereno y estoico. Makima se preguntaba si la hibrida era demasiado diligente... o demasiado aburrida.

    Una vez llegaron al sitio, hicieron contacto con las personas que residían por el lugar, pero todos parecían... distraídos, ocupados, ¿deslindados? Otros respondían con preguntas absurdas, como: "¿Conoces mi nombre?"

    Ella detectaba dos olores distintos, ambos eran demonios y ambos estaban en el bosque. Era claro que el "Demonio del Olvido" era uno de ellos, pero... no esperaba que hubiera otro cuyo concepto desconocía. Su ignorancia hacía que se frustrase, pero no se sentía nada intimidada. Ambas se internaron en el bosque, acercándose poco a poco al origen de aquel hedor.

    No tardaron mucho en encontrarlo, aunque si que fue de manera súbita. Habían dos demonios... parecían duendes. Tenían un aspecto verdoso, aunque portaban cuernos. Ambos estaban rodeados de cadáveres... y parecían entretenerse con uno más "fresco" que los otros. La líder asumió que ellos eran el origen del problema, y sin pronunciar palabra poso su mirada en su acompañante, expectante. |-

    •-------------«+»------------•
    —[Quanxi ➹ Hʏʙʀɪᴅ of Bᴏᴡ]—
    -| Desconocía cuanto tiempo había transcurrido desde que llego a ese sitio. Se lo cuestionaba, a pesar de que conoce muy bien la respuesta. Reconoce la naturaleza del mundo que ahora habita, aunque muy similar al suyo, "aquellos que la amaban" ya no existen. Y era irónico, aun estando rodeada de caras conocidas. Solo le importaba una cosa, y eso era su nueva oportunidad. Nunca espero encontrarse con la hibrida del arco. Tuvo un par de interacciones con ella ya, pero estas no terminaron plácidamente. Seguramente esta la odiase, o la consideraba la culpable de sus grandes males. Por supuesto... no muchas personas esperarían agradarle a alguien cuya cabeza cortaste alguna vez. Podía disculparse, pero eso no sería nada sincero. Pero, quizá lo pensó de más. Unas cuantas miradas de disgusto, muecas de asco, comentarios insultantes... pero nada más allá de eso. La hibrida se había adaptado por completo a su situación, ahora con un empleo en la "Nueva Seguridad Publica" perteneciente a la pelirroja. La había rechazado, y Makima asumió que era lista. Pero termino atrapándola de todos modos. Estaba desconcertada. La conocía desde hace ya mucho tiempo, sabía que tipo de persona era, y en el fondo guardaba hacía ella cierto respeto por todo lo que ella representaba. La hibrida cubrió la vacante de "guardaespaldas" cosa que acepto a regañadientes, pero acepto. La nueva líder de Seguridad Publica había recibido una misión recientemente, la primera desde que llego a ese mundo. "Oblivion Devil" o Demonio del Olvido, su concepto era claro, pero no recordaba haberse cruzado con un demonio similar en su otra vida. Era un "concepto nuevo" para ella. El sitio de la misión era un bosque, cerca de un pueblo, las personas de dicho lugar eran quienes habían hecho la petición, hartos de que las personas entren en el bosque y no regresen. Estaba muy lejos de la ciudad... por lo cual, viajaron en auto durante un largo rato, con la hibrida al volante. Iban vestidas de la misma forma, pero la bermeja había optado por quitarse su saco. |- < Desconocemos las habilidades del Demonio, bien podría ser algo peligroso. > -| Comenzó a jugar con sus propios dedos, hacía rectángulos, telarañas, y los movía de un lado a otro. |- < Por lo cual... ¿te parece bien ser tu quien lo asesine? ♡ > -| Decidió provocar a la hibrida, pues estaba aburrida. Y no habían conversado casi nada en todo el viaje. Pero su plan se vino abajo cuando, sin dedicarle ni una mirada, respondiera con un: "Esta bien", sereno y estoico. Makima se preguntaba si la hibrida era demasiado diligente... o demasiado aburrida. Una vez llegaron al sitio, hicieron contacto con las personas que residían por el lugar, pero todos parecían... distraídos, ocupados, ¿deslindados? Otros respondían con preguntas absurdas, como: "¿Conoces mi nombre?" Ella detectaba dos olores distintos, ambos eran demonios y ambos estaban en el bosque. Era claro que el "Demonio del Olvido" era uno de ellos, pero... no esperaba que hubiera otro cuyo concepto desconocía. Su ignorancia hacía que se frustrase, pero no se sentía nada intimidada. Ambas se internaron en el bosque, acercándose poco a poco al origen de aquel hedor. No tardaron mucho en encontrarlo, aunque si que fue de manera súbita. Habían dos demonios... parecían duendes. Tenían un aspecto verdoso, aunque portaban cuernos. Ambos estaban rodeados de cadáveres... y parecían entretenerse con uno más "fresco" que los otros. La líder asumió que ellos eran el origen del problema, y sin pronunciar palabra poso su mirada en su acompañante, expectante. |- •-------------«+»------------• —[[LesbianaTuerta1]]—
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    Individual
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    Cualquier línea
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    BUENOS DIAS NUEVAMENTE DAMAS Y CABALLEROS!!!
    aquí su servidor les trae música para que empiecen su día con una SONRISA !! Y está de más decir que nos visiten al gran y lujoso HASBIN HOTEL!! dónde su alma puede ser RE-DI-MI-DA HAHAHAHA sin más preámbulos
    DIsssfrutenn


    https://youtu.be/Di2DAmED0Zg?si=xTssDNoEoHiQXvcX
    🎙️BUENOS DIAS NUEVAMENTE DAMAS Y CABALLEROS!!!🎙️ 🎙️aquí su servidor les trae música para que empiecen su día con una SONRISA !!🎙️ Y está de más decir que nos visiten al gran y lujoso HASBIN HOTEL!! dónde su alma puede ser RE-DI-MI-DA HAHAHAHA sin más preámbulos DIsssfrutenn🎙️ https://youtu.be/Di2DAmED0Zg?si=xTssDNoEoHiQXvcX :STK-4:
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