• —En cuanto llego vio a Jacket sentado en el sofa mientras se mantenia en silencio, el solo se sento lejos de el mientras movia los pies ansioso—

    —Te ves mejor que la otra vez....

    —Jacket solo se encontraba alli callado, mientras giraba el bat que uso para romper la cabeza de todos los rusos que habian en el lugar—

    —Di algo carajo, no es una cita adolescente de mierda

    —(Jacket):Cierra la boca antes de que te la parta..
    —En cuanto llego vio a Jacket sentado en el sofa mientras se mantenia en silencio, el solo se sento lejos de el mientras movia los pies ansioso— —Te ves mejor que la otra vez.... —Jacket solo se encontraba alli callado, mientras giraba el bat que uso para romper la cabeza de todos los rusos que habian en el lugar— —Di algo carajo, no es una cita adolescente de mierda —(Jacket):Cierra la boca antes de que te la parta..
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  • ¿Por qué Jack tiene que ir por ahí contando a medio mundo que le hace pegging? Ugh.
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    JAJAJAJAJAJA No puedo con la animación de la leche JAJAJAJAJA EPICO EL BULLYING A JACK BOTTOM JAJAJAJA
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  • 𝔸𝕦𝕣𝕠𝕣𝕒 𝕃𝕏: 𝔸𝕝𝕘𝕠 𝕞𝕒𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕦𝕟𝕒 𝕤𝕚𝕞𝕡𝕝𝕖 𝕡𝕦𝕓𝕝𝕚𝕔𝕚𝕕𝕒𝕕.
    Fandom OC's
    Categoría Slice of Life
    : Lilian Carson
    :



    ━━━༻ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━

    La pantalla despierta con un parpadeo casi humano, como si inhalara antes de mostrar su primer destello. Un brillo rosado, líquido, acaricia el cristal continuo del dispositivo. Se desliza como una tinta viva, expandiéndose con una calma deliberada sobre el vidrio impecable que descansa en la superficie fría del mármol. El mármol tiene un veteado blanco-grisáceo que refleja el resplandor del dispositivo, haciéndolo parecer suspendido en un pequeño halo.

    No hay líneas. No hay marcos. La ilusión de un objeto sin principio ni final.

    El rosado respira.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (voz baja, elegante, con esa ironía sugerida que nunca termina de pronunciarse):
    Algunos teléfonos quieren llamar la atención.
    Este… Prefiere seducir.

    La cámara se desliza —casi flota— hacia el borde. El cuerpo metálico, rosa nacarado, parece tan delgado que invita a desconfiar de su solidez: es una lámina luminosa, un acorde suave entre metal y luz. Los reflejos del ambiente —la lámpara tenue, el ventanal con cielo nublado, una sombra que se mueve fuera de cuadro— bailan sobre el borde curvo. Por un instante, el móvil parece tomar vida, expandiendo y contrayendo ese brillo como si respirara.

    El reloj del fondo marca 4:00 PM exactas.
    En el silencio pulido del lugar, un icono surge. No vibra con estridencia, no interrumpe nada: apenas pulsa. Un destello se enciende en un extremo, viaja como un latido hasta el otro, desaparece, vuelve. Una llamada entrante hecha luz.

    Corte.

    Una mano entra en cuadro. No apresurada: segura, casi ceremoniosa.
    Los dedos se curvan; el dispositivo encaja tan bien que parece diseñado para ese preciso ángulo de agarre, para esa piel. La superficie se ilumina bajo el contacto, como si reconociera la presencia humana.

    Los íconos flotan apenas al desbloquearse. No aparecen: se despiertan.
    Se expanden, se encogen, se organizan según el movimiento imperceptible de la muñeca. Una interfaz maleable, casi viviente.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁:
    Presentamos el Aurora LX.
    El primer móvil que no solo sigue tus movimientos…
    Sino que los anticipa.

    En el aire, un simple gesto.
    La pantalla responde antes de ser tocada: una foto se abre con suavidad líquida. La cámara frontal —escondida bajo el cristal sin perforaciones, sin manchas, sin interrupciones— captura luz y la convierte en un color tan nítido que parece recién inventado. No hay marcas visibles. No hay tecnología evidente. Solo perfección invisible.

    Corte a un café minimalista.

    Líneas limpias, tonos neutros, la luz de la tarde entrando en diagonales suaves.
    Sobre la mesa de madera clara, el Aurora LX reposa, discreto. Una notificación aparece sin estallar: se proyecta con un resplandor cálido, un pastel suave que combina con su acabado rosado. Es un mensaje, pero parece más un susurro visual que un aviso.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (con una sonrisa que se escucha):
    En un mundo lleno de dispositivos ruidosos…
    Este eligió hablar en susurros.

    El teléfono gira sobre sí mismo en una toma lenta, envolvente. El rosa cambia: a blanco perla, vino, negro mate y azul marino.

    🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁:
    Aurora LX.
    No es tecnología.
    Es suavidad en estado puro.

    ━━━༻ⒻⒾⓃ ⒹⒺⓁ ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━

    Ezra apagó la televisión con un solo toque, casi como si quisiera borrar de la existencia el último fotograma de aquella publicidad desastrosa. El silencio que quedó en la oficina fue denso, incómodo, casi acusador. Se levantó del sofá con la mandíbula tensa, como si cada músculo estuviera protestando por lo que acababa de presenciar.

    Pasó una mano por su frente, arrastrándola luego por toda la cara en un gesto lento, cansado, desesperado por encontrar lógica donde no la había.

    Cinco millones de dólares.
    Cinco.
    Millones.
    Enterrados en esa basura.

    Un suspiro escapó de él, frío y afilado. Si había algo que sabía con absoluta claridad era que tendría que hablar con Jackson. Y que alguien —alguien muy específico, o varios— iba a perder la cabeza por esto. En su empresa, el desperdicio de dinero no solo era inaceptable… era imperdonable.

    Dejó el control remoto sobre la mesa ratona con un “clic” suave, casi elegante, pero cargado de ira contenida. Ajustó el saco de su traje azul marino con movimientos precisos, automáticos, como si las prendas pudieran armarle una coraza para lo que vendría.

    Luego salió de la oficina.

    Sus pasos resonaron por el pasillo con una firmeza que no dejaba lugar a dudas. Su secretaria levantó la cabeza de inmediato, dispuesta a anunciarle algo, pero apenas vio su expresión —el ceño marcado, la mirada filosa, ese silencio que gritaba problemas— bajó la vista a toda velocidad, fingiendo buscar un papel entre la pila que ya tenía ordenada.

    Ezra no dijo una palabra.

    No hacía falta.

    Su andar era una sentencia de muerte para alguien, y todos lo sabían.

    Con el paso firme, decidido, casi militar, continuó avanzando por el corredor de mármol pulido.

    Iba directo al área de marketing. Y cada persona que lo veía acercarse se enderezaba, tragaba saliva o disimulaba el temblor en las manos.

    El huracán Hamilton estaba oficialmente en camino.

    El empresario tocó el botón del ascensor con un movimiento seco, casi impaciente, y se quedó allí, con las manos en los bolsillos del traje, mientras el panel luminoso marcaba el descenso hacia su piso. El reflejo de su propio rostro en las puertas metálicas mostraba una calma engañosa, apenas sostenida por una línea dura en su mandíbula.

    Cuando el ascensor llegó, las puertas se abrieron con un ding demasiado suave para su humor. Salió al pasillo y sus ojos se clavaron en los empleados del área: algunos apresuraban el paso, otros desviaban la mirada como si hubieran visto a un depredador entrar en la oficina. Parecían correr despavoridos, intentando desaparecer antes de quedar atrapados en la tormenta que anunciaba su andar.

    Pasó una mano por su cabello, acomodándolo hacia atrás, en un gesto más de contención que de estilo.

    Y sin dudarlo un instante, empujó la puerta de la sala de juntas del área de marketing.

    Entró sin anunciarse.

    La conversación que había dentro murió al instante.

    —¿Se puede saber en qué mierda gastaron mi dinero? —soltó, su voz retumbando con una frialdad que caló hasta los huesos. Caminó hacia la mesa con paso lento, controlado, peligroso—. Porque esa publicidad horrenda no pudo costar cinco millones…

    Su mirada se clavó en Jackson, sostenida, filosa.

    —Espero una explicación.

    Y, para rematar, dejó que una sonrisa cínica, cortante como un bisturí, se dibujara en su rostro.

    —Nosotros… Nosotros estábamos hablando justo de eso, mira… Ezra… La verdad… —balbuceó Jackson, hundiéndose en su propia incomodidad, como si deseara desaparecer bajo la mesa.

    Ezra ladeó la cabeza, apenas, con una expresión casi divertida.

    —No tienen explicación lógica, vaya… Qué problema —comentó con una calma venenosa, cruzándose de brazos.

    Luego chasqueó los dedos una sola vez.

    Un gesto perfecto, autoritario, que no dejaba margen para la duda.

    Jackson se sobresaltó, empalideció y se levantó del asiento al instante, moviéndose hacia un costado para cederle el lugar en la cabecera de la mesa, como si el aire mismo le hubiera dado la orden.

    Ezra Hamilton tomó asiento con tranquilidad, apoyando un codo en el brazo del sillón. Sus ojos recorrieron, uno por uno, a todos los presentes.

    —Sus sueldos se verán reducidos un veinte por ciento si el producto no funciona —dijo sin levantar la voz, como quien anuncia el clima—. O mejor aún… Podría despedirlos, pagarles la indemnización y contratar a otro equipo de marketing desde ya.

    Nadie respiró.

    Giró la silla hacia la ventana, como si el destino laboral de esas veinte personas fuera un mero ruido de fondo comparado con la vista majestuosa de Nueva York extendiéndose bajo él. Los rascacielos, las luces, el tráfico que desde arriba parecía un cuadro en movimiento.

    —Escúcheme, señor Hamilton —intervino alguien, con la voz temblorosa pero firme, como quien decide apostar su vida a una sola carta—. El dinero no fue destinado a esa campaña.

    Ezra alzó una sola ceja.

    Muy despacio.

    Y giró de nuevo la silla para verlos a todos.

    Esta vez, apoyó ambas manos sobre la mesa, entrelazando los dedos. Su expresión ya no era de ira, sino de una curiosidad peligrosa… La clase de curiosidad que podía salvarlos o destruirlos.

    —¿Qué dijiste?

    —El dinero no fue destinado a ese comercial —repitió el hombre, tragando saliva—. Fue un lanzamiento piloto. El comercial se comenzará a grabar en dos semanas.

    El silencio que siguió fue un abismo.
    👤: [1HAPPYLULU1] 💽: ━━━༻ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━ La pantalla despierta con un parpadeo casi humano, como si inhalara antes de mostrar su primer destello. Un brillo rosado, líquido, acaricia el cristal continuo del dispositivo. Se desliza como una tinta viva, expandiéndose con una calma deliberada sobre el vidrio impecable que descansa en la superficie fría del mármol. El mármol tiene un veteado blanco-grisáceo que refleja el resplandor del dispositivo, haciéndolo parecer suspendido en un pequeño halo. No hay líneas. No hay marcos. La ilusión de un objeto sin principio ni final. El rosado respira. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (voz baja, elegante, con esa ironía sugerida que nunca termina de pronunciarse): Algunos teléfonos quieren llamar la atención. Este… Prefiere seducir. La cámara se desliza —casi flota— hacia el borde. El cuerpo metálico, rosa nacarado, parece tan delgado que invita a desconfiar de su solidez: es una lámina luminosa, un acorde suave entre metal y luz. Los reflejos del ambiente —la lámpara tenue, el ventanal con cielo nublado, una sombra que se mueve fuera de cuadro— bailan sobre el borde curvo. Por un instante, el móvil parece tomar vida, expandiendo y contrayendo ese brillo como si respirara. El reloj del fondo marca 4:00 PM exactas. En el silencio pulido del lugar, un icono surge. No vibra con estridencia, no interrumpe nada: apenas pulsa. Un destello se enciende en un extremo, viaja como un latido hasta el otro, desaparece, vuelve. Una llamada entrante hecha luz. Corte. Una mano entra en cuadro. No apresurada: segura, casi ceremoniosa. Los dedos se curvan; el dispositivo encaja tan bien que parece diseñado para ese preciso ángulo de agarre, para esa piel. La superficie se ilumina bajo el contacto, como si reconociera la presencia humana. Los íconos flotan apenas al desbloquearse. No aparecen: se despiertan. Se expanden, se encogen, se organizan según el movimiento imperceptible de la muñeca. Una interfaz maleable, casi viviente. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁: Presentamos el Aurora LX. El primer móvil que no solo sigue tus movimientos… Sino que los anticipa. En el aire, un simple gesto. La pantalla responde antes de ser tocada: una foto se abre con suavidad líquida. La cámara frontal —escondida bajo el cristal sin perforaciones, sin manchas, sin interrupciones— captura luz y la convierte en un color tan nítido que parece recién inventado. No hay marcas visibles. No hay tecnología evidente. Solo perfección invisible. Corte a un café minimalista. Líneas limpias, tonos neutros, la luz de la tarde entrando en diagonales suaves. Sobre la mesa de madera clara, el Aurora LX reposa, discreto. Una notificación aparece sin estallar: se proyecta con un resplandor cálido, un pastel suave que combina con su acabado rosado. Es un mensaje, pero parece más un susurro visual que un aviso. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁 (con una sonrisa que se escucha): En un mundo lleno de dispositivos ruidosos… Este eligió hablar en susurros. El teléfono gira sobre sí mismo en una toma lenta, envolvente. El rosa cambia: a blanco perla, vino, negro mate y azul marino. 🅽🅰🆁🆁🅰🅳🅾🆁: Aurora LX. No es tecnología. Es suavidad en estado puro. ━━━༻ⒻⒾⓃ ⒹⒺⓁ ⒺⓈⓅⒶⒸⒾⓄ ⓅⓊⒷⓁⒾⒸⒾⓉⒶⓇⒾⓄ༺━━━ Ezra apagó la televisión con un solo toque, casi como si quisiera borrar de la existencia el último fotograma de aquella publicidad desastrosa. El silencio que quedó en la oficina fue denso, incómodo, casi acusador. Se levantó del sofá con la mandíbula tensa, como si cada músculo estuviera protestando por lo que acababa de presenciar. Pasó una mano por su frente, arrastrándola luego por toda la cara en un gesto lento, cansado, desesperado por encontrar lógica donde no la había. Cinco millones de dólares. Cinco. Millones. Enterrados en esa basura. Un suspiro escapó de él, frío y afilado. Si había algo que sabía con absoluta claridad era que tendría que hablar con Jackson. Y que alguien —alguien muy específico, o varios— iba a perder la cabeza por esto. En su empresa, el desperdicio de dinero no solo era inaceptable… era imperdonable. Dejó el control remoto sobre la mesa ratona con un “clic” suave, casi elegante, pero cargado de ira contenida. Ajustó el saco de su traje azul marino con movimientos precisos, automáticos, como si las prendas pudieran armarle una coraza para lo que vendría. Luego salió de la oficina. Sus pasos resonaron por el pasillo con una firmeza que no dejaba lugar a dudas. Su secretaria levantó la cabeza de inmediato, dispuesta a anunciarle algo, pero apenas vio su expresión —el ceño marcado, la mirada filosa, ese silencio que gritaba problemas— bajó la vista a toda velocidad, fingiendo buscar un papel entre la pila que ya tenía ordenada. Ezra no dijo una palabra. No hacía falta. Su andar era una sentencia de muerte para alguien, y todos lo sabían. Con el paso firme, decidido, casi militar, continuó avanzando por el corredor de mármol pulido. Iba directo al área de marketing. Y cada persona que lo veía acercarse se enderezaba, tragaba saliva o disimulaba el temblor en las manos. El huracán Hamilton estaba oficialmente en camino. El empresario tocó el botón del ascensor con un movimiento seco, casi impaciente, y se quedó allí, con las manos en los bolsillos del traje, mientras el panel luminoso marcaba el descenso hacia su piso. El reflejo de su propio rostro en las puertas metálicas mostraba una calma engañosa, apenas sostenida por una línea dura en su mandíbula. Cuando el ascensor llegó, las puertas se abrieron con un ding demasiado suave para su humor. Salió al pasillo y sus ojos se clavaron en los empleados del área: algunos apresuraban el paso, otros desviaban la mirada como si hubieran visto a un depredador entrar en la oficina. Parecían correr despavoridos, intentando desaparecer antes de quedar atrapados en la tormenta que anunciaba su andar. Pasó una mano por su cabello, acomodándolo hacia atrás, en un gesto más de contención que de estilo. Y sin dudarlo un instante, empujó la puerta de la sala de juntas del área de marketing. Entró sin anunciarse. La conversación que había dentro murió al instante. —¿Se puede saber en qué mierda gastaron mi dinero? —soltó, su voz retumbando con una frialdad que caló hasta los huesos. Caminó hacia la mesa con paso lento, controlado, peligroso—. Porque esa publicidad horrenda no pudo costar cinco millones… Su mirada se clavó en Jackson, sostenida, filosa. —Espero una explicación. Y, para rematar, dejó que una sonrisa cínica, cortante como un bisturí, se dibujara en su rostro. —Nosotros… Nosotros estábamos hablando justo de eso, mira… Ezra… La verdad… —balbuceó Jackson, hundiéndose en su propia incomodidad, como si deseara desaparecer bajo la mesa. Ezra ladeó la cabeza, apenas, con una expresión casi divertida. —No tienen explicación lógica, vaya… Qué problema —comentó con una calma venenosa, cruzándose de brazos. Luego chasqueó los dedos una sola vez. Un gesto perfecto, autoritario, que no dejaba margen para la duda. Jackson se sobresaltó, empalideció y se levantó del asiento al instante, moviéndose hacia un costado para cederle el lugar en la cabecera de la mesa, como si el aire mismo le hubiera dado la orden. Ezra Hamilton tomó asiento con tranquilidad, apoyando un codo en el brazo del sillón. Sus ojos recorrieron, uno por uno, a todos los presentes. —Sus sueldos se verán reducidos un veinte por ciento si el producto no funciona —dijo sin levantar la voz, como quien anuncia el clima—. O mejor aún… Podría despedirlos, pagarles la indemnización y contratar a otro equipo de marketing desde ya. Nadie respiró. Giró la silla hacia la ventana, como si el destino laboral de esas veinte personas fuera un mero ruido de fondo comparado con la vista majestuosa de Nueva York extendiéndose bajo él. Los rascacielos, las luces, el tráfico que desde arriba parecía un cuadro en movimiento. —Escúcheme, señor Hamilton —intervino alguien, con la voz temblorosa pero firme, como quien decide apostar su vida a una sola carta—. El dinero no fue destinado a esa campaña. Ezra alzó una sola ceja. Muy despacio. Y giró de nuevo la silla para verlos a todos. Esta vez, apoyó ambas manos sobre la mesa, entrelazando los dedos. Su expresión ya no era de ira, sino de una curiosidad peligrosa… La clase de curiosidad que podía salvarlos o destruirlos. —¿Qué dijiste? —El dinero no fue destinado a ese comercial —repitió el hombre, tragando saliva—. Fue un lanzamiento piloto. El comercial se comenzará a grabar en dos semanas. El silencio que siguió fue un abismo.
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  • Habia llegado de madrugada después de un caso en la otra punta del país. Entró en el piso de Angie y se arrastró hasta la cama donde sabia que ella le esperaba. La parte buena de que la joven se encontrara de baja era que siempre estaba allí .

    Por la mañana, Jack se levantó, se duchó y preparó un desayuno digno de una reina. Y es que no se le habia olvidado aquel dia... El 23 de Noviembre estaba más que marcado en su calendario y su cerebro. No era Reid, pero lo cierto era que tenia una memoria envidiable. Para lo que queria y para lo que no también...

    Para cuando Angie Brooks despertó, él ya tenia preparado un desayuno completo en la mesa del salón. Una caja aguardaba por la rubia al lado de un ramo de rosas. ¿Puede que se hubiera pasado con el precio del colgante? Puede... No iba a negarlo. Pero cuando se trataba de Angie, Jack no era capaz de encontrar el limite. La queria y lo daba todo por ella sin pensar...

    -¡Feliz cumpleaños, preciosa! -exclamó Jack al verla aparecer por el pasillo.
    Habia llegado de madrugada después de un caso en la otra punta del país. Entró en el piso de Angie y se arrastró hasta la cama donde sabia que ella le esperaba. La parte buena de que la joven se encontrara de baja era que siempre estaba allí . Por la mañana, Jack se levantó, se duchó y preparó un desayuno digno de una reina. Y es que no se le habia olvidado aquel dia... El 23 de Noviembre estaba más que marcado en su calendario y su cerebro. No era Reid, pero lo cierto era que tenia una memoria envidiable. Para lo que queria y para lo que no también... Para cuando [AngieBrooks] despertó, él ya tenia preparado un desayuno completo en la mesa del salón. Una caja aguardaba por la rubia al lado de un ramo de rosas. ¿Puede que se hubiera pasado con el precio del colgante? Puede... No iba a negarlo. Pero cuando se trataba de Angie, Jack no era capaz de encontrar el limite. La queria y lo daba todo por ella sin pensar... -¡Feliz cumpleaños, preciosa! -exclamó Jack al verla aparecer por el pasillo.
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  • 14 a 26 líneas por Semana
    Fandom
    Percy Jackson
    Búsqueda de
    Personaje
    Estado
    Disponible
    Se busca un Thanatos adulto con el rostro de Julian Richings, interpretado desde una perspectiva fiel al mito y adaptado al tono del universo de Percy Jackson.

    Thanatos es uno de los dioses más antiguos, tan viejo que incluso los Olímpicos bajan la mirada cuando se acerca. No es un guerrero ni un tirano: es la presencia inevitable que ha visto el nacimiento y la caída de dioses, héroes y mortales. Habla poco, observa mucho y nunca necesita levantar la voz para imponerse. Su sabiduría intimida, su calma desarma y su paciencia parece no tener final.

    No se inclina ante Zeus. No se involucra en rencillas menores. No busca adoración. Su deber es eterno y lo cumple sin orgullo ni resentimiento: simplemente es.

    Sin embargo, existe un solo punto donde toda esa naturaleza cósmica parece quebrarse:
    su hija, Jordyn Abernathy, la única semidiosa nacida de él.

    Con ella, Thanatos roza lo humano. No pierde su solemnidad, pero se vuelve más cercano, más presente, casi protector. No es un padre cálido, pero sí constante. Jordyn es el único puente entre su eternidad y el mundo mortal.

    La búsqueda es para un rol adulto, serio, coherente y con libertad creativa mientras se respete la esencia del dios.
    Se busca un Thanatos adulto con el rostro de Julian Richings, interpretado desde una perspectiva fiel al mito y adaptado al tono del universo de Percy Jackson. Thanatos es uno de los dioses más antiguos, tan viejo que incluso los Olímpicos bajan la mirada cuando se acerca. No es un guerrero ni un tirano: es la presencia inevitable que ha visto el nacimiento y la caída de dioses, héroes y mortales. Habla poco, observa mucho y nunca necesita levantar la voz para imponerse. Su sabiduría intimida, su calma desarma y su paciencia parece no tener final. No se inclina ante Zeus. No se involucra en rencillas menores. No busca adoración. Su deber es eterno y lo cumple sin orgullo ni resentimiento: simplemente es. Sin embargo, existe un solo punto donde toda esa naturaleza cósmica parece quebrarse: su hija, Jordyn Abernathy, la única semidiosa nacida de él. Con ella, Thanatos roza lo humano. No pierde su solemnidad, pero se vuelve más cercano, más presente, casi protector. No es un padre cálido, pero sí constante. Jordyn es el único puente entre su eternidad y el mundo mortal. La búsqueda es para un rol adulto, serio, coherente y con libertad creativa mientras se respete la esencia del dios.
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  • 13 a 26 líneas por Semana
    Fandom
    Percy Jackson
    Búsqueda de
    Agrupación
    Estado
    Disponible
    Este espacio abre sus puertas para quienes deseen llevar hijos e hijas de los dioses del universo de Percy Jackson.
    Cada cabaña busca nuevas almas con personalidad propia, visión adulta del personaje y ganas de crear historias memorables.

    Cabañas disponibles:
    1 — Zeus
    2 — Hera (SIN HABITANTES)
    3 — Poseidón
    4 — Deméter
    5 — Ares
    6 — Atenea
    7 — Apolo
    8 — Artemisa (Solo CAZADORAS)
    9 — Hefesto
    10 — Afrodita
    11 — Hermes
    12 — Dionisio
    13 — Hades
    14 — Iris
    15 — Hypnos
    16 — Némesis
    17 — Hebe
    18 — Tyche
    19 — Eros
    20 — Hécate

    Cabaña 21 — Thanatos
    Sagrada, silenciosa, no disponible.
    Habitante única: Jordyn Abernathy.

    Si querés unirte, solo necesitás tu interpretación del personaje y ganas de escribir historias de caos divino, destino, mitología y mucha vibra semidiós.
    Este espacio abre sus puertas para quienes deseen llevar hijos e hijas de los dioses del universo de Percy Jackson. Cada cabaña busca nuevas almas con personalidad propia, visión adulta del personaje y ganas de crear historias memorables. Cabañas disponibles: 1 — Zeus 2 — Hera (SIN HABITANTES) 3 — Poseidón 4 — Deméter 5 — Ares 6 — Atenea 7 — Apolo 8 — Artemisa (Solo CAZADORAS) 9 — Hefesto 10 — Afrodita 11 — Hermes 12 — Dionisio 13 — Hades 14 — Iris 15 — Hypnos 16 — Némesis 17 — Hebe 18 — Tyche 19 — Eros 20 — Hécate Cabaña 21 — Thanatos Sagrada, silenciosa, no disponible. Habitante única: Jordyn Abernathy. Si querés unirte, solo necesitás tu interpretación del personaje y ganas de escribir historias de caos divino, destino, mitología y mucha vibra semidiós.
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  • 15 a 36 líneas por Semana
    Fandom
    Percy Jackson
    Búsqueda de
    Agrupación
    Estado
    Disponible
    Se buscan los Doce Dioses Olímpicos, así como también las deidades menores del universo de Percy Jackson. La idea es que cada jugador traiga su propia esencia, interpretación y perspectiva del personaje, sin importar si es más clásico, más moderno o más oscuro.

    También se aceptan quienes deseen llevar las versiones romanas de los dioses. En este universo, ambas facciones —griega y romana— coexisten, así que cualquier jugador que quiera interpretar cualquiera de las dos encarnaciones es totalmente bienvenido.

    La intención es crear un espacio donde cada dios, mayor o menor, pueda brillar con su identidad, su historia y su poder, manteniendo la esencia mitológica pero dejando libertad creativa para expandirla, profundizarla y volverla propia.
    Se buscan los Doce Dioses Olímpicos, así como también las deidades menores del universo de Percy Jackson. La idea es que cada jugador traiga su propia esencia, interpretación y perspectiva del personaje, sin importar si es más clásico, más moderno o más oscuro. También se aceptan quienes deseen llevar las versiones romanas de los dioses. En este universo, ambas facciones —griega y romana— coexisten, así que cualquier jugador que quiera interpretar cualquiera de las dos encarnaciones es totalmente bienvenido. La intención es crear un espacio donde cada dios, mayor o menor, pueda brillar con su identidad, su historia y su poder, manteniendo la esencia mitológica pero dejando libertad creativa para expandirla, profundizarla y volverla propia.
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  • Bueno ya se fueron los raros, ahora nos quedamos los enfermos (?)

    La dualidad del varón, el Jack vestido de conejo porque una mujer lo obligó es mas denigrante que el Jack que bebe leche. ¿O es igual de idiota en ambas situaciones?

    Respuesta: SI.
    Bueno ya se fueron los raros, ahora nos quedamos los enfermos (?) La dualidad del varón, el Jack vestido de conejo porque una mujer lo obligó es mas denigrante que el Jack que bebe leche. ¿O es igual de idiota en ambas situaciones? Respuesta: SI.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    POST ACLARACIÓN
    Jack esta para ser roleado como un joven adulto que aparenta 25 años.
    Es molestoso, grosero, irrespetuoso, expresivo, emocional, rebelde, idiota, sin empatia ni mucho menos cuidado de sus palabras.

    Si a nivel rol, estas interacciones no te gustan, escríbeme y con gusto le bajo al nivel del personaje.

    No se tomen personal si los llama "rancios" churpios" "viejos" "nadaqueverientos" "hambreado" etc... es su (mala) forma de hablar.
    Es solo un mocoso grosero que no tuvo afecto familiar que no sabe regular sus emociones.

    Solo eso, gracias, echen baño y me guardan el agua para hacer gárgaras, los tqm ♡
    POST ACLARACIÓN Jack esta para ser roleado como un joven adulto que aparenta 25 años. Es molestoso, grosero, irrespetuoso, expresivo, emocional, rebelde, idiota, sin empatia ni mucho menos cuidado de sus palabras. Si a nivel rol, estas interacciones no te gustan, escríbeme y con gusto le bajo al nivel del personaje. No se tomen personal si los llama "rancios" churpios" "viejos" "nadaqueverientos" "hambreado" etc... es su (mala) forma de hablar. Es solo un mocoso grosero que no tuvo afecto familiar que no sabe regular sus emociones. Solo eso, gracias, echen baño y me guardan el agua para hacer gárgaras, los tqm ♡
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