• — Es mi culpa por esperar cosas extraordinarias de gente tan... Ordinaria. ~ —
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  • ⟡ ݁₊ . ¿Qué eres tú? ⊹ ࣪ ˖
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    La habitación era sorprendentemente hermosa.
    Amplia, silenciosa, bañada por una luz blanca que no venía de ninguna fuente visible. No era cálida, ni fría. Solo... neutra. Suave, como si el aire estuviera cubierto por una manta de terciopelo. El suelo brillaba con una pulcritud absurda, casi ofensiva para alguien que vivía entre frascos ensangrentados y códices empapados en baba cósmica.

    Ephraim, sin embargo, se encontraba allí... en su rincón.
    Sentado de manera absurda, fetal, sobre una silla que seguramente no fue diseñada para eso. Las piernas contra el pecho, los brazos cruzados sobre las espinillas, y un grueso libro encajado entre las rodillas y el mentón. Desde fuera, parecía una figura arrancada de un cuadro surrealista; desde dentro, era simplemente funcional. Esa postura lo ayudaba a pensar. O, al menos, a ignorar lo demás.

    No era una biblioteca pensada por el soñador; eso estaba claro. Era suya. Su espacio. Porque en los sueños —y solo allí— podía existir, robarse un rincón del subconsciente de otro, podía pensar, meditar, sin que su usuario se enterara de que había un intruso entre los pliegues del subconsciente.

    Hoy no llevaba ni su máscara ni su gorro. Su rostro, pálido y manchado por delgados rastros secos de sangre ajena, estaba completamente expuesto. Su cabello caía sobre sus hombros, desordenado, pegado en algunos mechones por algún fluido que mejor no nombrar. Sus ojos, sin embargo, eran la parte más perturbadora: fijos, inmóviles, como si no parpadearan desde hacía horas. No miraban al frente, sino al interior del libro que sostenía.

    ❝ Ah, que molesto. . . ❞ susurró para sí, como si alguien más pudiera o debiera escuchar su desdén. ❝ Esto no es conocimiento, diarrea mental tal vez si. . . ❞

    Las páginas temblaban levemente bajo sus dedos, pero no por miedo.
    El texto no tenía lógica. Palabras truncadas, ideas que comenzaban y luego se disolvían, nombres que se repetían sin razón. Era como leer los pensamientos de un loco en medio de un ataque de fiebre.

    "Ebrietas dijo que este sería distinto..."

    Las palabras de su amada diosa resonaban aún en su cabeza. ❝ Este es el indicado. . . ❞ había dicho. Pero ¿indicado de qué?
    ¿Ascensión? ¿Trascendencia? ¿Una migaja más de verdad entre el vómito de los dormidos?

    —¿Cómo demonios puede esto ayudarme a ascender? —murmuró.
    Y al instante se arrepintió. No porque dudara —lo hacía constantemente—, sino porque dudar de Ebrietas era... sacrilegio.
    Un pecado que no se castiga con fuego, sino con silencio. Y el silencio de los Grandes era peor que la muerte.

    Así que siguió leyendo. Como un buen chico.

    Pasaron minutos. O tal vez siglos.
    La noción del tiempo se disolvía en los sueños, y Ephraim tenía la sensación de estar leyendo la misma línea desde hacía diez vidas. Pero no podía parar. No debía. Cada palabra era una escalinata, por más resbalosa y rota que fuera.

    Hasta que escuchó pasos.

    Eran reales, no imaginarios. No en su cabeza.
    Pasos que no deberían estar allí.

    Sus ojos se alzaron con desgano. El rostro no cambió. No se cubrió, no se tensó. No tenía por qué. Las pequeñas gotas de sangre seca en su mejilla izquierda, el rastro violáceo bajo sus uñas, el olor metálico de la violencia que solo habia pasado hace un par de horas... todo seguía allí. No había necesidad de disimular.

    ¿Quién era este soñador?
    No lo recordaba. No lo reconocía. No importaba.

    Pero su sonrisa —esa mueca torpe, que no sabía cómo doblar bien los músculos— apareció como una marioneta que intenta imitar la expresión humana sin haberla entendido jamás.
    Una sonrisa vacía.

    —¡Ah... al fin! A quien buscaba.

    Apoyó los codos sobre la mesa con un movimiento pesado, casi teatral, como si acabara de encontrar un respiro en medio de la desesperación.
    — Ven. Siéntate. Este libro es un sinsentido absoluto... y dudo que Ebrietas tolere otra noche de mis quejas.

    Lo observó, inclinando ligeramente la cabeza.
    Los ojos no parpadeaban.
    El tono era suave, casi dulce.

    —¿Qué eres tú? ¿Que tienes de especial que ha llamado la atencion de Ebrietas? —dio un golpecito con el dedo índice en el libro— ¿Una marca en el alma? ¿Cicatrices?

    La sonrisa no desapareció por ningún momento. —¡Ah! Tú no eres normal, claro que no.

    ⋆˚꩜。 𝐊𝐲𝐨
    La habitación era sorprendentemente hermosa. Amplia, silenciosa, bañada por una luz blanca que no venía de ninguna fuente visible. No era cálida, ni fría. Solo... neutra. Suave, como si el aire estuviera cubierto por una manta de terciopelo. El suelo brillaba con una pulcritud absurda, casi ofensiva para alguien que vivía entre frascos ensangrentados y códices empapados en baba cósmica. Ephraim, sin embargo, se encontraba allí... en su rincón. Sentado de manera absurda, fetal, sobre una silla que seguramente no fue diseñada para eso. Las piernas contra el pecho, los brazos cruzados sobre las espinillas, y un grueso libro encajado entre las rodillas y el mentón. Desde fuera, parecía una figura arrancada de un cuadro surrealista; desde dentro, era simplemente funcional. Esa postura lo ayudaba a pensar. O, al menos, a ignorar lo demás. No era una biblioteca pensada por el soñador; eso estaba claro. Era suya. Su espacio. Porque en los sueños —y solo allí— podía existir, robarse un rincón del subconsciente de otro, podía pensar, meditar, sin que su usuario se enterara de que había un intruso entre los pliegues del subconsciente. Hoy no llevaba ni su máscara ni su gorro. Su rostro, pálido y manchado por delgados rastros secos de sangre ajena, estaba completamente expuesto. Su cabello caía sobre sus hombros, desordenado, pegado en algunos mechones por algún fluido que mejor no nombrar. Sus ojos, sin embargo, eran la parte más perturbadora: fijos, inmóviles, como si no parpadearan desde hacía horas. No miraban al frente, sino al interior del libro que sostenía. ❝ Ah, que molesto. . . ❞ susurró para sí, como si alguien más pudiera o debiera escuchar su desdén. ❝ Esto no es conocimiento, diarrea mental tal vez si. . . ❞ Las páginas temblaban levemente bajo sus dedos, pero no por miedo. El texto no tenía lógica. Palabras truncadas, ideas que comenzaban y luego se disolvían, nombres que se repetían sin razón. Era como leer los pensamientos de un loco en medio de un ataque de fiebre. "Ebrietas dijo que este sería distinto..." Las palabras de su amada diosa resonaban aún en su cabeza. ❝ Este es el indicado. . . ❞ había dicho. Pero ¿indicado de qué? ¿Ascensión? ¿Trascendencia? ¿Una migaja más de verdad entre el vómito de los dormidos? —¿Cómo demonios puede esto ayudarme a ascender? —murmuró. Y al instante se arrepintió. No porque dudara —lo hacía constantemente—, sino porque dudar de Ebrietas era... sacrilegio. Un pecado que no se castiga con fuego, sino con silencio. Y el silencio de los Grandes era peor que la muerte. Así que siguió leyendo. Como un buen chico. Pasaron minutos. O tal vez siglos. La noción del tiempo se disolvía en los sueños, y Ephraim tenía la sensación de estar leyendo la misma línea desde hacía diez vidas. Pero no podía parar. No debía. Cada palabra era una escalinata, por más resbalosa y rota que fuera. Hasta que escuchó pasos. Eran reales, no imaginarios. No en su cabeza. Pasos que no deberían estar allí. Sus ojos se alzaron con desgano. El rostro no cambió. No se cubrió, no se tensó. No tenía por qué. Las pequeñas gotas de sangre seca en su mejilla izquierda, el rastro violáceo bajo sus uñas, el olor metálico de la violencia que solo habia pasado hace un par de horas... todo seguía allí. No había necesidad de disimular. ¿Quién era este soñador? No lo recordaba. No lo reconocía. No importaba. Pero su sonrisa —esa mueca torpe, que no sabía cómo doblar bien los músculos— apareció como una marioneta que intenta imitar la expresión humana sin haberla entendido jamás. Una sonrisa vacía. —¡Ah... al fin! A quien buscaba. Apoyó los codos sobre la mesa con un movimiento pesado, casi teatral, como si acabara de encontrar un respiro en medio de la desesperación. — Ven. Siéntate. Este libro es un sinsentido absoluto... y dudo que Ebrietas tolere otra noche de mis quejas. Lo observó, inclinando ligeramente la cabeza. Los ojos no parpadeaban. El tono era suave, casi dulce. —¿Qué eres tú? ¿Que tienes de especial que ha llamado la atencion de Ebrietas? —dio un golpecito con el dedo índice en el libro— ¿Una marca en el alma? ¿Cicatrices? La sonrisa no desapareció por ningún momento. —¡Ah! Tú no eres normal, claro que no. ⋆˚꩜。 [Heaven.01]
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  • ♦ forzosamente había tenido que ir a la ciudad ese fin de semana, había estado evitando bastante bien el ir fuera del horario de clases, dirigiendose rápidamente a la casa de su familia en la costa, era un viaje largo, pero así se mantenía lejos.
    Ese día habían llamado a elecciones extraordinarias en su universidad, por lo que debió concurrir de manera obligatoria, el trámite fue en la mañana, por lo que para medio día ya se encontraba fuera y su madre le había pedido que comprara unas cosas. Sin más remedio se dirigió al centro, paseándose por las tiendas en busca de aquel dichoso medicamento que debía comprar y casualmente, ninguna farmacia tenía.

    Pasó por en frente de una universidad y rápidamente un pensamiento cruzó su mente "Jae está estudiando aquí ahora"
    Rápidamente sacudió la cabeza, no podía tener tan mala suerte, pero si, la tuvo.
    Justo al pasar por en frente lo vió salir, salía solo, quizá fuera de turno por las malditas elecciones y se veía radiante, nada parecido al chico enfermo que había dejado atrás hace unos meses. Se derrumbó, imposible de cruzar de acera debido al semáforo en rojo o de pasar frente al edificio corriendo como un lunático, se sentó en una esquina, sobre la escalera, cubriendo su rostro y esperando que no lo viera. ♦

    [lifexsoul_20]
    ♦ forzosamente había tenido que ir a la ciudad ese fin de semana, había estado evitando bastante bien el ir fuera del horario de clases, dirigiendose rápidamente a la casa de su familia en la costa, era un viaje largo, pero así se mantenía lejos. Ese día habían llamado a elecciones extraordinarias en su universidad, por lo que debió concurrir de manera obligatoria, el trámite fue en la mañana, por lo que para medio día ya se encontraba fuera y su madre le había pedido que comprara unas cosas. Sin más remedio se dirigió al centro, paseándose por las tiendas en busca de aquel dichoso medicamento que debía comprar y casualmente, ninguna farmacia tenía. Pasó por en frente de una universidad y rápidamente un pensamiento cruzó su mente "Jae está estudiando aquí ahora" Rápidamente sacudió la cabeza, no podía tener tan mala suerte, pero si, la tuvo. Justo al pasar por en frente lo vió salir, salía solo, quizá fuera de turno por las malditas elecciones y se veía radiante, nada parecido al chico enfermo que había dejado atrás hace unos meses. Se derrumbó, imposible de cruzar de acera debido al semáforo en rojo o de pasar frente al edificio corriendo como un lunático, se sentó en una esquina, sobre la escalera, cubriendo su rostro y esperando que no lo viera. ♦ [lifexsoul_20]
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  • —¿Asistir a una reunión con mis antiguos compañeros de escuela? ¿Por qué no? Sin dudas eramos un curso muy unido. Todos fueron extraordinarios, amables y comprensivos conmigo. No pienso faltar.

    El día más casual de Mark en la secundaria:
    —¿Asistir a una reunión con mis antiguos compañeros de escuela? ¿Por qué no? Sin dudas eramos un curso muy unido. Todos fueron extraordinarios, amables y comprensivos conmigo. No pienso faltar. El día más casual de Mark en la secundaria:
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  • Dios.. Que ordinaria eres..

    —Lilith solía no tener un filtro para decir lo que pensaba sin embargo nunca cruzaba a ser grosera.—
    Dios.. Que ordinaria eres.. —Lilith solía no tener un filtro para decir lo que pensaba sin embargo nunca cruzaba a ser grosera.—
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  • ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡Robert !

    Con una mirada serena y un temple firme, Robert es de esos profesores que dejan huella. Su presencia impone respeto, no por el miedo, sino por la autoridad natural que otorga el conocimiento y la pasión por compartirlo. Humano hasta la médula, se mueve con calma entre pizarras, libros y generaciones de estudiantes que han aprendido más que teoría con él: han aprendido a pensar.

    Reservado, observador y de pocas palabras, Robert no necesita discursos largos para hacerse entender. Enseña con el ejemplo, y aunque su carácter pueda parecer distante al principio, quienes se ganan su confianza descubren en él a un mentor leal, justo y profundamente humano.

    Ya sea en una clase universitaria, en un instituto exigente o en un mundo más allá del ordinario… si Robert está enseñando, sabes que estás en buenas manos.



    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[spark_red_dolphin_143]! Con una mirada serena y un temple firme, Robert es de esos profesores que dejan huella. Su presencia impone respeto, no por el miedo, sino por la autoridad natural que otorga el conocimiento y la pasión por compartirlo. Humano hasta la médula, se mueve con calma entre pizarras, libros y generaciones de estudiantes que han aprendido más que teoría con él: han aprendido a pensar. Reservado, observador y de pocas palabras, Robert no necesita discursos largos para hacerse entender. Enseña con el ejemplo, y aunque su carácter pueda parecer distante al principio, quienes se ganan su confianza descubren en él a un mentor leal, justo y profundamente humano. Ya sea en una clase universitaria, en un instituto exigente o en un mundo más allá del ordinario… si Robert está enseñando, sabes que estás en buenas manos. 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • 𝓔𝓵 𝓬𝓲𝓼𝓷𝓮 𝓭𝓮𝓵 𝓕𝓮𝔂𝔀𝓲𝓵𝓭
    Fandom OCS
    Categoría Romance
    Las noches en el Velvet Hollow nunca eran iguales, pero cada tercera luna, el aire cambiaba, y todo el Feywild latía bajo las tablas de un mismo escenario.

    Porque esa noche... el cisne del Crepúsculo se presentaba.

    El escenario no era cualquiera, era una cama elevada, rodeada de cortinas translúcidas perfumadas de miel y durazno. Detrás, un dosel en forma de corazón con detalles dorados.

    Cada show, era para él, un ritual de adoración, y ahí estaba él. Cassiel.

    Sus pasos eran lentos, su cuerpo estaba envuelto en telas brillantes y cortas, siempre dejando piel expuesta en los lugares correctos.
    Su cabello era una cascada dorada que jamás llevaba trenzada, y todos sabían lo que eso significaba.

    Entre los elfos, trenzar el cabello era un gesto reservado a los amantes, entregar una cadena para sujetarlo, una propuesta de cortejo.

    Y él... jamás aceptaba cadenas. Pero aceptaba todo lo demás: perfumes, dulces raros, cartas, joyas.

    Sonreía. Saludaba con la mano, a veces tomaba un regalo, a veces no. A veces se detenía solo para mirar a alguien, y luego marcharse.

    La taberna entera estaba contenida. Nadie quería perderse el momento en que Cassiel elegiría a alguien para su número final. Porque era costumbre: cada show, una persona era invitada a sentarse sobre el escenario.
    Y con suerte, Cassiel cantaba... solo para esa persona. Mujer. Hombre. Fae. No importaba.

    Justo antes de llegar a su trono imaginario entre las cortinas, el elfo se detuvo. Había algo que no esperaba ver, un rostro no habitual, con una espléndida caja adornada entre terciopelo rojo.

    — ... Qué interesante —murmuró, no estaba claro si se refería al regalo o a quien lo sostenía— No sé si me intrigas tú... o tu elección de empaque. Pero algo aquí merece que me detenga.

    Dio un paso más cerca, no le importaba invadir el espacio de los demás, deberían incluso estar agradecidos.

    — No suelo quedarme con intrigas por mucho tiempo. — agregó con una sonrisa. — ¿Cuál es tu nombre?
    Las noches en el Velvet Hollow nunca eran iguales, pero cada tercera luna, el aire cambiaba, y todo el Feywild latía bajo las tablas de un mismo escenario. Porque esa noche... el cisne del Crepúsculo se presentaba. El escenario no era cualquiera, era una cama elevada, rodeada de cortinas translúcidas perfumadas de miel y durazno. Detrás, un dosel en forma de corazón con detalles dorados. Cada show, era para él, un ritual de adoración, y ahí estaba él. Cassiel. Sus pasos eran lentos, su cuerpo estaba envuelto en telas brillantes y cortas, siempre dejando piel expuesta en los lugares correctos. Su cabello era una cascada dorada que jamás llevaba trenzada, y todos sabían lo que eso significaba. Entre los elfos, trenzar el cabello era un gesto reservado a los amantes, entregar una cadena para sujetarlo, una propuesta de cortejo. Y él... jamás aceptaba cadenas. Pero aceptaba todo lo demás: perfumes, dulces raros, cartas, joyas. Sonreía. Saludaba con la mano, a veces tomaba un regalo, a veces no. A veces se detenía solo para mirar a alguien, y luego marcharse. La taberna entera estaba contenida. Nadie quería perderse el momento en que Cassiel elegiría a alguien para su número final. Porque era costumbre: cada show, una persona era invitada a sentarse sobre el escenario. Y con suerte, Cassiel cantaba... solo para esa persona. Mujer. Hombre. Fae. No importaba. Justo antes de llegar a su trono imaginario entre las cortinas, el elfo se detuvo. Había algo que no esperaba ver, un rostro no habitual, con una espléndida caja adornada entre terciopelo rojo. — ... Qué interesante —murmuró, no estaba claro si se refería al regalo o a quien lo sostenía— No sé si me intrigas tú... o tu elección de empaque. Pero algo aquí merece que me detenga. Dio un paso más cerca, no le importaba invadir el espacio de los demás, deberían incluso estar agradecidos. — No suelo quedarme con intrigas por mucho tiempo. — agregó con una sonrisa. — ¿Cuál es tu nombre?
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  • La magia consiste en hacer de lo sencillo algo extraordinario, como un postre preparado con amor y ambición .
    La magia consiste en hacer de lo sencillo algo extraordinario, como un postre preparado con amor y ambición .
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  • *Dentro de la maquinaria la cual era mi base siendo un reloj de bolsillo gigante con patas de araña mecanizadas, sujetando con la mano derecha el marco de una fotografía pequeña, observando el retrato familiar que había en su interior y como una lagrima había caído sobre este deslizándose por el cristal, recordando aquellos momentos donde aún era feliz pudiendo estar con mi amada esposa y mis queridos hijos*

    - Galanthe… mis pequeños… juro que buscare la manera de volver con vosotros… solo tened paciencia… papá estará de vuelta pronto.
    *Dentro de la maquinaria la cual era mi base siendo un reloj de bolsillo gigante con patas de araña mecanizadas, sujetando con la mano derecha el marco de una fotografía pequeña, observando el retrato familiar que había en su interior y como una lagrima había caído sobre este deslizándose por el cristal, recordando aquellos momentos donde aún era feliz pudiendo estar con mi amada esposa y mis queridos hijos* - Galanthe… mis pequeños… juro que buscare la manera de volver con vosotros… solo tened paciencia… papá estará de vuelta pronto.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Tentación en blanco y sombra

    Sirius Ishtar: Fuerza, mística y estilo vanguardista en una sola presencia.
    Sirius Ishtar no es solo una modelo: es una declaración visual. Con su melena blanca como la luna y unos cuernos de ébano que evocan un linaje ancestral, fusiona la estética de lo etéreo con la fuerza contemporánea del streetwear. Su presencia imponente y expresiva en cámara es capaz de transformar cualquier look en una narrativa visual poderosa.

    Desde editoriales de alta moda hasta campañas disruptivas, Sirius encarna el equilibrio perfecto entre elegancia y audacia. Su pose —brazos elevados, mirada firme— transmite poder, confianza y control absoluto de la imagen. Ideal para proyectos que buscan trascender lo ordinario y explorar una belleza fuera de este mundo.

    "Entre cuernos y seda, nace la tentación." - Sirius Ishtar
    Tentación en blanco y sombra Sirius Ishtar: Fuerza, mística y estilo vanguardista en una sola presencia. Sirius Ishtar no es solo una modelo: es una declaración visual. Con su melena blanca como la luna y unos cuernos de ébano que evocan un linaje ancestral, fusiona la estética de lo etéreo con la fuerza contemporánea del streetwear. Su presencia imponente y expresiva en cámara es capaz de transformar cualquier look en una narrativa visual poderosa. Desde editoriales de alta moda hasta campañas disruptivas, Sirius encarna el equilibrio perfecto entre elegancia y audacia. Su pose —brazos elevados, mirada firme— transmite poder, confianza y control absoluto de la imagen. Ideal para proyectos que buscan trascender lo ordinario y explorar una belleza fuera de este mundo. "Entre cuernos y seda, nace la tentación." - Sirius Ishtar
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