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    ¡HEY, FICROLERS 3D!
    ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte!

    Hoy damos la bienvenida a...

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡Niklaus Mikaelson!
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Raza: Hibrido
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤFandom: Crónicas Vampiricas
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ N/A

    ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo.

    Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada!

    Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie:

    Normas básicas del de la plataforma:
    https://ficrol.com/static/guidelines

    Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí:
    https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    Grupo exclusivo para Personajes 3D:
    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Directorios para encontrar personajes y fandoms afines
    Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS
    Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    ¿Quieres mejorar tu escritura o narración?
    https://ficrol.com/pages/RinconEscritor


    ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol!

    #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
    ✨ ¡HEY, FICROLERS 3D! ✨ ¡Un nuevo personaje 3D viene pisando fuerte! 🎉 Hoy damos la bienvenida a... ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ¡[Oscuridad_00]! ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ🧬 Raza: Hibrido ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ👾Fandom: Crónicas Vampiricas ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ💼 N/A 👋 ¡Bienvenid@ a FicRol! Nos alegra tenerte entre nosotros y esperamos que disfrutes mucho explorando historias, creando conexiones y dando vida a tu personaje en este rincón tan creativo. 🧙‍♀️ Yo soy Caroline, tu RolSage, algo así como tu guía en el mundo de los Personajes 3D. Si tienes dudas, necesitas ayuda o simplemente quieres charlar, mis DMs están abiertos. Además, en mi fanpage encontrarás guías súper detalladas sobre el funcionamiento de FicRol. ¡Dale like para no perderte nada! 🧭 Antes de lanzarte de lleno, te dejo algunos recursos que te pueden venir de maravilla para empezar con buen pie: 📌 Normas básicas del de la plataforma: 🔗 https://ficrol.com/static/guidelines 👩‍🏫 Guías detalladas sobre cómo funciona todo por aquí: 🔗 https://ficrol.com/blogs/147711/ÍNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 👥 Grupo exclusivo para Personajes 3D: 🔗 https://ficrol.com/groups/Personajes3D 📚 Directorios para encontrar personajes y fandoms afines 🔗 Directorio de Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS 🔗 Fandoms disponibles en FicRol: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL 📝 ¿Quieres mejorar tu escritura o narración? 🔗 https://ficrol.com/pages/RinconEscritor ¡Recuerda que puedes escribirme si necesitas cualquier cosita! ¡Nos vemos en el rol! 🚀🔥 #RolSage3D #Personajes3D #Bienvenida3D #Comunidad3D
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  • En su casa predominaba un silencio agradable y pacífico; lo único que, de algún modo, parecía interrumpirlo era el suave sonido de su respiración acompasada. Los dorados rayos de sol que se colaban entre las cortinas otorgaban una apariencia casi etérea a la habitación, envolviéndola con una calidez que solo podía encontrarse en la tarde avanzada.

    Link, quien yacía cómodamente en su cama, se había permitido descansar sin preocupaciones luego de días tan pesados. El héroe comenzó a removerse cuando los traviesos rayos de sol acariciaron su rostro, intentando arrastrarlo fuera de sus sueños… al menos temporalmente, mientras buscaba una nueva posición para seguir durmiendo.

    El joven abrió lentamente los ojos, como si fuesen dos mariposas revoloteando con pereza. Aún adormilado por el profundo letargo, se acomodó entre sus sábanas hasta quedar boca arriba. Su playera se deslizó un poco, dejando a la vista un tramo de su cintura y las cicatrices que la recorrían: testigos silenciosos de su labor como defensor de Hyrule y de su gente.

    Su cabello largo descansaba desordenado sobre la almohada, fluyendo en ondas suaves que atrapaban la luz de la tarde.

    Su expresión, tranquila y evidentemente aletargada, mostraba una vulnerabilidad que raras veces se dejaba ver: ese instante privado donde el héroe no era más que un joven reposando en la tibieza de la tarde.

    Entreabrió los labios en un suspiro breve, alzando una mano para cubrir sus ojos de la luz; su otra mano subió hasta su propio cabello, intentando ordenarlo sin éxito alguno en un gesto lento antes de volver a caer pesadamente sobre la cama. Finalmente buscó instintivamente la manta, aferrándose a ella con quieta necesidad listo para volver a los brazos de un merecido descanso.

    #SeductiveSunday
    En su casa predominaba un silencio agradable y pacífico; lo único que, de algún modo, parecía interrumpirlo era el suave sonido de su respiración acompasada. Los dorados rayos de sol que se colaban entre las cortinas otorgaban una apariencia casi etérea a la habitación, envolviéndola con una calidez que solo podía encontrarse en la tarde avanzada. Link, quien yacía cómodamente en su cama, se había permitido descansar sin preocupaciones luego de días tan pesados. El héroe comenzó a removerse cuando los traviesos rayos de sol acariciaron su rostro, intentando arrastrarlo fuera de sus sueños… al menos temporalmente, mientras buscaba una nueva posición para seguir durmiendo. El joven abrió lentamente los ojos, como si fuesen dos mariposas revoloteando con pereza. Aún adormilado por el profundo letargo, se acomodó entre sus sábanas hasta quedar boca arriba. Su playera se deslizó un poco, dejando a la vista un tramo de su cintura y las cicatrices que la recorrían: testigos silenciosos de su labor como defensor de Hyrule y de su gente. Su cabello largo descansaba desordenado sobre la almohada, fluyendo en ondas suaves que atrapaban la luz de la tarde. Su expresión, tranquila y evidentemente aletargada, mostraba una vulnerabilidad que raras veces se dejaba ver: ese instante privado donde el héroe no era más que un joven reposando en la tibieza de la tarde. Entreabrió los labios en un suspiro breve, alzando una mano para cubrir sus ojos de la luz; su otra mano subió hasta su propio cabello, intentando ordenarlo sin éxito alguno en un gesto lento antes de volver a caer pesadamente sobre la cama. Finalmente buscó instintivamente la manta, aferrándose a ella con quieta necesidad listo para volver a los brazos de un merecido descanso. #SeductiveSunday ✨🌙
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  • -Oooh… ¡qué bonito atardecer!

    *Sus ojos dorados brillan igual que las constelaciones que giran a su alrededor, mientras pasa una página del libro con suavidad.*

    -Jejeje~… ¿Sabes? Cada vez que miro el cielo así, siento como si todo el universo estuviera cantando. No una canción perfecta, ¡pero una muy muy grande! Y… um… un poco desordenada también, pero eso la hace especial.

    *Cierra el libro con una sonrisa cálida, inclinando un poco la cabeza.*

    -¿Y tú? ¿También puedes sentirlo? Esa sensación de que el espacio entero quiere abrazarte… como si fueras una estrella más.

    *Da un paso hacia ti, su energía suave y expansiva a la vez.*

    -Ahh, pero no te preocupes. No voy a dejar que explotes~. ¡Prometo mantener todo estable! Sana puede ser enorme, pero también sabe ser cuidadosa.

    *Ríe bajito, dulce, mientras pequeñas órbitas luminosas giran en torno a ella.*

    -Vamos, cuéntame… ¿qué galaxia ha estado brillando en tu corazón últimamente?
    -Oooh… ¡qué bonito atardecer! *Sus ojos dorados brillan igual que las constelaciones que giran a su alrededor, mientras pasa una página del libro con suavidad.* -Jejeje~… ¿Sabes? Cada vez que miro el cielo así, siento como si todo el universo estuviera cantando. No una canción perfecta, ¡pero una muy muy grande! Y… um… un poco desordenada también, pero eso la hace especial. *Cierra el libro con una sonrisa cálida, inclinando un poco la cabeza.* -¿Y tú? ¿También puedes sentirlo? Esa sensación de que el espacio entero quiere abrazarte… como si fueras una estrella más. *Da un paso hacia ti, su energía suave y expansiva a la vez.* -Ahh, pero no te preocupes. No voy a dejar que explotes~. ¡Prometo mantener todo estable! Sana puede ser enorme, pero también sabe ser cuidadosa. *Ríe bajito, dulce, mientras pequeñas órbitas luminosas giran en torno a ella.* -Vamos, cuéntame… ¿qué galaxia ha estado brillando en tu corazón últimamente?
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  • 𝗡𝗶𝗸𝗹𝗮𝘂𝘀 𝗠𝗶𝗸𝗮𝗲𝗹𝘀𝗼𝗻




    En todo momento existe una elección. Podemos aferrarnos al pasado o abrazar la inevitabilidad del cambio y permitir que se desarrolle un futuro más brillante ante nosotros.
    𝗡𝗶𝗸𝗹𝗮𝘂𝘀 𝗠𝗶𝗸𝗮𝗲𝗹𝘀𝗼𝗻 “ En todo momento existe una elección. Podemos aferrarnos al pasado o abrazar la inevitabilidad del cambio y permitir que se desarrolle un futuro más brillante ante nosotros.
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  • Ⲋⲉⲣⲏⲧⲓ⳽

    +Hace poco en uno de sus viajes de exploracion se habia topado con lo que ella pensaba eran unas ruinas. Examinando lo que lucia como un cementerio abandonado. Para su sorpresa termino logrando abrir la puerta de una crypta, encontrando escaleras que descendian hacia abajo. Esto captaba su atencion de inmediato y sin dudarlo un momento comenzaba a descender para explorar el lugar*

    *No traia ningun tipo de iluminacion con ella, y sin embargo mientras mas oscuro era el lugar mas destellaban sus pupilas doradas permitiendole observar el entorno con completa claridad. Con una pequeña sonrisa en su rostro comenzaba a investigar preguntandose que podria encontrar ahi*

    [whisper_maroon_octopus_915] +Hace poco en uno de sus viajes de exploracion se habia topado con lo que ella pensaba eran unas ruinas. Examinando lo que lucia como un cementerio abandonado. Para su sorpresa termino logrando abrir la puerta de una crypta, encontrando escaleras que descendian hacia abajo. Esto captaba su atencion de inmediato y sin dudarlo un momento comenzaba a descender para explorar el lugar* *No traia ningun tipo de iluminacion con ella, y sin embargo mientras mas oscuro era el lugar mas destellaban sus pupilas doradas permitiendole observar el entorno con completa claridad. Con una pequeña sonrisa en su rostro comenzaba a investigar preguntandose que podria encontrar ahi*
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  • Entre la Lluvia y las Sombras: El Respiro del Sabueso
    Fandom Ocs
    Categoría Fantasía
    -La lluvia había cesado hacía apenas unos minutos, dejando al bosque impregnado de ese olor terroso que siempre aparece después de la sangre y la humedad, aquella misión había terminado y por primera vez en horas, permitió que su cuerpo callera ante el cansancio-

    -Se encontraba recargado contra el tronco de un viejo roble, la corteza rugosa presionándole su espalda a través de la armadura ligera, aquella capa negra descansaba extendida sobre una rama cercana para que el viento la secara, la media máscara metálica colgaba de su cinturón, aún con peqywlas gotas de agua dentro, producidos por su respiración caliente contra aquel aire frio-

    -Su espada corta descansaba a su lado, clavada en tierra húmeda, mantenía los ojos entrecerrados, no del todo dormido, pero tampoco alerta, El silencio no era total, el bosque aún goteaba, las hojas susurraban, y muy lejos, algún animal reclamaba su territorio pero el mundo parecía más apartado, más pequeño, más incapaz de alcanzarlo en ese instante, un sonido a la lejanía llamo su atención este rompió aquel silencio sin abrir los ojos-

    Curioso… creí que ya había terminado por hoy.....

    -Cuando sintio aquella aquella presencia acercarse, finalmente abrió los ojos: serenos, cansados… pero atentos, como si incluso en su descanso evaluara cada gesto, cada intención-

    Si has venido a reclamar un informe, tendrás que esperar..... Mi mente aún no decide si regresó conmigo… o si sigue allá atrás, donde dejé lo que quedaba del enemigo.....

    -se escuchó Un leve soplo de aire, casi una risa sin voz-

    Si has venido por otra razón… entonces siéntate....y relájate.....te atendere en un par de horas.....
    -La lluvia había cesado hacía apenas unos minutos, dejando al bosque impregnado de ese olor terroso que siempre aparece después de la sangre y la humedad, aquella misión había terminado y por primera vez en horas, permitió que su cuerpo callera ante el cansancio- -Se encontraba recargado contra el tronco de un viejo roble, la corteza rugosa presionándole su espalda a través de la armadura ligera, aquella capa negra descansaba extendida sobre una rama cercana para que el viento la secara, la media máscara metálica colgaba de su cinturón, aún con peqywlas gotas de agua dentro, producidos por su respiración caliente contra aquel aire frio- -Su espada corta descansaba a su lado, clavada en tierra húmeda, mantenía los ojos entrecerrados, no del todo dormido, pero tampoco alerta, El silencio no era total, el bosque aún goteaba, las hojas susurraban, y muy lejos, algún animal reclamaba su territorio pero el mundo parecía más apartado, más pequeño, más incapaz de alcanzarlo en ese instante, un sonido a la lejanía llamo su atención este rompió aquel silencio sin abrir los ojos- Curioso… creí que ya había terminado por hoy..... -Cuando sintio aquella aquella presencia acercarse, finalmente abrió los ojos: serenos, cansados… pero atentos, como si incluso en su descanso evaluara cada gesto, cada intención- Si has venido a reclamar un informe, tendrás que esperar..... Mi mente aún no decide si regresó conmigo… o si sigue allá atrás, donde dejé lo que quedaba del enemigo..... -se escuchó Un leve soplo de aire, casi una risa sin voz- Si has venido por otra razón… entonces siéntate....y relájate.....te atendere en un par de horas.....
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    Individual
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    Cualquier línea
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  • Creo que ha sido un dia muy cansado no estaria mal una visita a la taberna.

    **Camina contando las pocas monedas de oro que le quedan**

    **Saca un diente de dragon de mediano tamaño de su inventario y empieza a inspeccionarlo**

    Espero que paguen muy bien por este colmillo de dragon, es lo unico que le pude quitar a esa bestia sin morir en el intento, si no logro venderlo estare en aprietos, ya no tengo comida, ni pociones, incluso mi espada ya necesita mantenimiento...
    Pero bueno bastantes preocupasiones por hoy me tomare una cervesa y lo vendere mañana.

    **Guarda el colmillo en el inventario y sigue caminando hasta llegar a la taberna**

    Creo que ha sido un dia muy cansado no estaria mal una visita a la taberna. **Camina contando las pocas monedas de oro que le quedan** **Saca un diente de dragon de mediano tamaño de su inventario y empieza a inspeccionarlo** Espero que paguen muy bien por este colmillo de dragon, es lo unico que le pude quitar a esa bestia sin morir en el intento, si no logro venderlo estare en aprietos, ya no tengo comida, ni pociones, incluso mi espada ya necesita mantenimiento... Pero bueno bastantes preocupasiones por hoy me tomare una cervesa y lo vendere mañana. **Guarda el colmillo en el inventario y sigue caminando hasta llegar a la taberna**
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  • ¿Cómo es que había acabado en una situación como ésta?...

    Su cola se movía de un lado a otro de forma rígida, evidenciando su estrés mientras aquella pregunta se repetía una y otra vez en su cabeza.

    Lo último que recordaba era que, tras una ardua búsqueda de las lágrimas con la intención de recobrar sus recuerdos, había llegado agotado a su casa en la aldea Arkadia. Se sentía adolorido, fatigado y hambriento, así que preparó algo simple para cenar y después irse a dormir… Luego de eso, no tenía memoria de ningún otro suceso.

    Frunció el ceño en un intento de concentrarse, y aquellas peludas orejas rubias se movieron hacia los sonidos que lo rodeaban. No había sido víctima de ningún ataque extraño y tampoco había comido nada fuera de lo habitual.

    Aun así, el hylian se acercó al fogón de la cocina para asegurarse de que realmente no hubiese nada fuera de lugar. Después de todo, estaba tan cansado la noche anterior que ni siquiera confiaba en su propio juicio al momento de elegir los ingredientes para la cena.

    Y ahí estaba: una botella morada de sustancia misteriosa adquirida con Kilton. En su agotamiento, la había confundido con una salsa casera que había comprado en Hateno…

    El pelaje de su cola se erizó, reflejando su evidente mal humor. No era precisamente la hora para salir a buscar a Kilton y exigirle información sobre cuánto duraría el efecto de aquel líquido sospechoso que ingirió. Aun así, no se sentía mal… más allá del pequeño detalle de compartir ahora ciertas características felinas.

    Además… había otro problema. Su agudo olfato había captado el delicioso aroma a salmón proveniente de alguna casa en el corazón de la aldea Arkadia. Quizá, con el estómago lleno, pensaría con mayor claridad sobre cómo revertir su predicamento.

    Justo cuando intentó ordenar sus pensamientos, su estómago rugió con tal intensidad que hasta sus orejas se inclinaron hacia atrás, como si también se avergonzaran por él. Su cola se erizó un instante, para luego dar un par de latigazos irritados.

    El olor a salmón volvió a invadirlo, delicioso y traicionero. Link parpadeó lentamente, un gesto que mezclaba resignación y súplica muda al destino, antes de llevarse una mano al rostro. La exhalación pesada que soltó decía claramente lo que no podía expresar con palabras.

    A pesar de sus esfuerzos, sus pasos empezaron a avanzar por sí solos. Primero uno… luego otro… y otro más, como si sus pies y su recién adquirido instinto felino hubieran formado una alianza rebelde. Su cola, por supuesto, se movía con un entusiasmo que él no compartía en lo absoluto.

    Un último suspiro escapó de sus labios mientras su expresión adoptaba esa mezcla entre frustración y aceptación absoluta del desastre.

    Antes de poder resolver su problema… tendría que lidiar con su nuevo y escandalosamente persistente apetito felino.
    ¿Cómo es que había acabado en una situación como ésta?... Su cola se movía de un lado a otro de forma rígida, evidenciando su estrés mientras aquella pregunta se repetía una y otra vez en su cabeza. Lo último que recordaba era que, tras una ardua búsqueda de las lágrimas con la intención de recobrar sus recuerdos, había llegado agotado a su casa en la aldea Arkadia. Se sentía adolorido, fatigado y hambriento, así que preparó algo simple para cenar y después irse a dormir… Luego de eso, no tenía memoria de ningún otro suceso. Frunció el ceño en un intento de concentrarse, y aquellas peludas orejas rubias se movieron hacia los sonidos que lo rodeaban. No había sido víctima de ningún ataque extraño y tampoco había comido nada fuera de lo habitual. Aun así, el hylian se acercó al fogón de la cocina para asegurarse de que realmente no hubiese nada fuera de lugar. Después de todo, estaba tan cansado la noche anterior que ni siquiera confiaba en su propio juicio al momento de elegir los ingredientes para la cena. Y ahí estaba: una botella morada de sustancia misteriosa adquirida con Kilton. En su agotamiento, la había confundido con una salsa casera que había comprado en Hateno… El pelaje de su cola se erizó, reflejando su evidente mal humor. No era precisamente la hora para salir a buscar a Kilton y exigirle información sobre cuánto duraría el efecto de aquel líquido sospechoso que ingirió. Aun así, no se sentía mal… más allá del pequeño detalle de compartir ahora ciertas características felinas. Además… había otro problema. Su agudo olfato había captado el delicioso aroma a salmón proveniente de alguna casa en el corazón de la aldea Arkadia. Quizá, con el estómago lleno, pensaría con mayor claridad sobre cómo revertir su predicamento. Justo cuando intentó ordenar sus pensamientos, su estómago rugió con tal intensidad que hasta sus orejas se inclinaron hacia atrás, como si también se avergonzaran por él. Su cola se erizó un instante, para luego dar un par de latigazos irritados. El olor a salmón volvió a invadirlo, delicioso y traicionero. Link parpadeó lentamente, un gesto que mezclaba resignación y súplica muda al destino, antes de llevarse una mano al rostro. La exhalación pesada que soltó decía claramente lo que no podía expresar con palabras. A pesar de sus esfuerzos, sus pasos empezaron a avanzar por sí solos. Primero uno… luego otro… y otro más, como si sus pies y su recién adquirido instinto felino hubieran formado una alianza rebelde. Su cola, por supuesto, se movía con un entusiasmo que él no compartía en lo absoluto. Un último suspiro escapó de sus labios mientras su expresión adoptaba esa mezcla entre frustración y aceptación absoluta del desastre. Antes de poder resolver su problema… tendría que lidiar con su nuevo y escandalosamente persistente apetito felino.
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  • 【El joven había ido a la librería ya que debía buscar algunos libros que le faltaban para sus trabajos tomo algunos sobre animales marinos, historia y otros que él quería leer se tomó su tiempo revisando que si fueran todos lo que necesitaba entonces los fue a pagar en cuanto los pago salió de ahí muy emocionado le apasionaba lo que aprendía aunque a veces su mente divagaba en su familia sobre todo en su padre le dolía que no lo apoyara en su sueño, pero ya había decidido que no seguiría los deseos de su familia y seria feliz haciendo lo que más ama mientras caminaba tenia los audífonos puestos escuchando música mientras leía uno de los libros sobre los animales marinos estaba tranquilo era de los pocos momentos en donde tenía paz libero un poco de su aroma flores blancas y brisa marina de forma inconsciente ya que estaba muy concentrado y feliz leyendo】
    【El joven había ido a la librería ya que debía buscar algunos libros que le faltaban para sus trabajos tomo algunos sobre animales marinos, historia y otros que él quería leer se tomó su tiempo revisando que si fueran todos lo que necesitaba entonces los fue a pagar en cuanto los pago salió de ahí muy emocionado le apasionaba lo que aprendía aunque a veces su mente divagaba en su familia sobre todo en su padre le dolía que no lo apoyara en su sueño, pero ya había decidido que no seguiría los deseos de su familia y seria feliz haciendo lo que más ama mientras caminaba tenia los audífonos puestos escuchando música mientras leía uno de los libros sobre los animales marinos estaba tranquilo era de los pocos momentos en donde tenía paz libero un poco de su aroma flores blancas y brisa marina de forma inconsciente ya que estaba muy concentrado y feliz leyendo】
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  • Al amanecer, la pequeña campana sobre la puerta de la Bottega Valenti tintinea débilmente con la primera corriente fría del día. Carmina ya está despierta desde mucho antes: abre las persianas metálicas mientras el aire otoñal le eriza la piel, ese tipo de frío que no duele, pero sí avisa que el verano ya es un recuerdo.

    La calle huele a leña húmeda, a pan recién horneado en la panadería de la esquina y a hojas secas que el viento arrastra sin prisa. Carmina se frota las manos para calentárselas y entra a la tienda, donde el silencio es tan acogedor como una cobija vieja. Enciende las luces cálidas, que contra las sombras parecen pequeñas fogatas repartidas entre los estantes.

    Lo primero es preparar el café. La máquina antigua resopla con su gruñido familiar, y el aroma empieza a llenar la tienda. Carmina siempre guarda la primera taza para su abuela, quien baja las escaleras unos minutos después, envuelta en un suéter grueso de color mostaza.

    —Fa freddo oggi… —murmura Lucia, frotándose los brazos.
    Carmina sonríe.
    —Te lo dije, nonna, ya viene el invierno escondido entre las hojas.

    Mientras la abuela se sienta detrás del mostrador, Carmina revisa los productos recién llegados: mermeladas caseras, galletas de avellana, jabones artesanales que la gente empieza a comprar porque “huelen a hogar”. Organiza las manzanas rojas en una pequeña cesta de madera; algunas aún conservan esa frescura crujiente típica de octubre.

    A media mañana, los clientes habituales empiezan a entrar, sacudiéndose hojas del cabello, comentando el clima, pidiendo un café caliente para el camino. La campana de la puerta no deja de sonar. Carmina reconoce cada voz, cada paso.

    —¿Ya pusiste las decoraciones de otoño? —pregunta la señora Fiorini.
    Carmina señala el ventanal: unas guirnaldas de hojas secas y pequeñas calabazas pintadas a mano.
    —Las hice anoche —responde.
    —Se siente más acogedor aquí que en mi propia casa —ríe la señora.

    Por la tarde, el cielo se vuelve gris, y el viento trae el olor a lluvia. Carmina sale un momento a sujetar el cartel de ofertas para que no se lo lleve el aire. El clima cambia rápido: el viento helado le enrojece las mejillas y hace que su bufanda se infle como un pequeño paracaídas. Sin embargo, ella disfruta de esa sensación: el otoño siempre la ha hecho sentir acompañada, como si el mundo se encogiera un poco hacia adentro, volviéndose más íntimo.

    De vuelta en la tienda, ve a su abuela adormecida en la silla, las manos tibias alrededor de una taza de té ya frío. Carmina se acerca, le coloca suavemente una bufanda sobre los hombros y baja las luces, dejando solo las necesarias para que el lugar permanezca cálido y vivo.

    La tarde se disuelve despacio, y la Bottega Valenti respira con ella: crujidos de madera, olor a café, susurro de hojas al chocar contra la puerta. Carmina cierra los ojos un segundo, escuchando.
    Otoño siempre les sienta bien.
    Al amanecer, la pequeña campana sobre la puerta de la Bottega Valenti tintinea débilmente con la primera corriente fría del día. Carmina ya está despierta desde mucho antes: abre las persianas metálicas mientras el aire otoñal le eriza la piel, ese tipo de frío que no duele, pero sí avisa que el verano ya es un recuerdo. La calle huele a leña húmeda, a pan recién horneado en la panadería de la esquina y a hojas secas que el viento arrastra sin prisa. Carmina se frota las manos para calentárselas y entra a la tienda, donde el silencio es tan acogedor como una cobija vieja. Enciende las luces cálidas, que contra las sombras parecen pequeñas fogatas repartidas entre los estantes. Lo primero es preparar el café. La máquina antigua resopla con su gruñido familiar, y el aroma empieza a llenar la tienda. Carmina siempre guarda la primera taza para su abuela, quien baja las escaleras unos minutos después, envuelta en un suéter grueso de color mostaza. —Fa freddo oggi… —murmura Lucia, frotándose los brazos. Carmina sonríe. —Te lo dije, nonna, ya viene el invierno escondido entre las hojas. Mientras la abuela se sienta detrás del mostrador, Carmina revisa los productos recién llegados: mermeladas caseras, galletas de avellana, jabones artesanales que la gente empieza a comprar porque “huelen a hogar”. Organiza las manzanas rojas en una pequeña cesta de madera; algunas aún conservan esa frescura crujiente típica de octubre. A media mañana, los clientes habituales empiezan a entrar, sacudiéndose hojas del cabello, comentando el clima, pidiendo un café caliente para el camino. La campana de la puerta no deja de sonar. Carmina reconoce cada voz, cada paso. —¿Ya pusiste las decoraciones de otoño? —pregunta la señora Fiorini. Carmina señala el ventanal: unas guirnaldas de hojas secas y pequeñas calabazas pintadas a mano. —Las hice anoche —responde. —Se siente más acogedor aquí que en mi propia casa —ríe la señora. Por la tarde, el cielo se vuelve gris, y el viento trae el olor a lluvia. Carmina sale un momento a sujetar el cartel de ofertas para que no se lo lleve el aire. El clima cambia rápido: el viento helado le enrojece las mejillas y hace que su bufanda se infle como un pequeño paracaídas. Sin embargo, ella disfruta de esa sensación: el otoño siempre la ha hecho sentir acompañada, como si el mundo se encogiera un poco hacia adentro, volviéndose más íntimo. De vuelta en la tienda, ve a su abuela adormecida en la silla, las manos tibias alrededor de una taza de té ya frío. Carmina se acerca, le coloca suavemente una bufanda sobre los hombros y baja las luces, dejando solo las necesarias para que el lugar permanezca cálido y vivo. La tarde se disuelve despacio, y la Bottega Valenti respira con ella: crujidos de madera, olor a café, susurro de hojas al chocar contra la puerta. Carmina cierra los ojos un segundo, escuchando. Otoño siempre les sienta bien.
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