Tu no has sido inconstante para nada... El que no la debe no la teme (?. Tu formas parte de esas personitas a quienes me dedicaré hoy y mañana 🫶 lo sabrás porque son a los que les voy a responder rol o enviar un mensaje off (?
#Off:
Tu no has sido inconstante para nada... El que no la debe no la teme (?. Tu formas parte de esas personitas a quienes me dedicaré hoy y mañana 🫶 lo sabrás porque son a los que les voy a responder rol o enviar un mensaje off (? 🤭
Tantas cosas que vivimos hasta hoy
Y las cosas que también faltan por vivir
Te agradezco por tanto amor
Que a mi vida le haces sentir.
Si en algún momento te llegué a fallar
Me disculpo por haberte hecho llorar
Tal vez pueda ser torpe, lo sé,
Pero siempre te entregaré todo mi amor
[Mercenary1x]
[ https://youtu.be/8TttlX5ca2A ]
Piden rol, se les da rol, no responden y lo dejan colgado o responden obligados y de mala gana. . .
Se les ofrece rol, aceptan rol y al final ni comienzan o lo dejan colgado con el tiempo. . .
¿Vengo a rolear o a esperar como creyente pidiendo a Dios? Si es así prefiero escribir libros y venderlos a Netflix (?)
Por cierto ya comienza mi día libre así que puedo dedicarme a esas personitas que se han mantenido constantes con el Rol a pesar de todo 🫶.
#Off:
Cosas que no debería decir:
Piden rol, se les da rol, no responden y lo dejan colgado o responden obligados y de mala gana. . .
Se les ofrece rol, aceptan rol y al final ni comienzan o lo dejan colgado con el tiempo. . .
¿Vengo a rolear o a esperar como creyente pidiendo a Dios? Si es así prefiero escribir libros y venderlos a Netflix (?) 🤣
Por cierto ya comienza mi día libre así que puedo dedicarme a esas personitas que se han mantenido constantes con el Rol a pesar de todo ❤️🫶.
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La luz tenue del atardecer se filtraba a través de las cortinas blancas de la habitación de Nica, llenándola de una sensación de calma que apenas conseguía tocar su alma. La mesa, llena de libros y notas de la clase de neurociencia, parecía estar allí más por costumbre que por utilidad. La memoria de su novio la acompañaba en cada rincón de la habitación. Su risa, su pasión por la vida, sus sueños compartidos... todo se había desvanecido tras su lucha incansable contra el cáncer.
Desde su partida, Nica no podía concentrarse en nada. Las neuronas, sus neuronas, se volvían líquidas en su mente, incapaces de procesar nada más allá de la desesperación. Había algo que no podía dejar ir, algo que la mantenía en pie: la idea de que su trabajo en neurociencia, su investigación sobre la mente humana y la conexión neuronal, tenía el poder de devolverle a su novio.
Fue entonces cuando sonó el teléfono.
—¿Nica? Soy Elena. Necesito que escuches lo que tengo para decirte.
La voz de su colega, Elena, la sacó de su trance. En la otra línea, se sentía una urgencia apenas contenida.
—Escucha, he encontrado algo. Una compañía que está haciendo experimentos con inteligencia artificial… no es ciencia ficción, Nica. Están intentando crear copias de la mente humana. Sé que lo que te estoy diciendo es... increíble, pero hay algo más: dicen que pueden traer a alguien de vuelta, aunque no sea "real". Si pudieras infiltrar la compañía, tal vez… tal vez puedas traerlo de vuelta. No de la forma en que tú lo recuerdas, pero sí lo suficiente para... hablar con él.
Nica, con el corazón palpitante, sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. La idea la tentaba, la volvía loca de angustia y esperanza al mismo tiempo. ¿Qué tan lejos estaría dispuesta a llegar?
—¿Y el dueño? —preguntó, su voz quebrada pero decidida—. ¿Quién es el dueño de la compañía?
—Apolo. Un hombre con una visión... peligrosa, y a la vez fascinante. Es un genio en inteligencia artificial, pero hay algo en él, Nica... no es fácil de tratar. Lo que están haciendo no es ético, pero… si quieres intentarlo… tendrás que entrar en su mundo.
Nica dejó que las palabras se asentaran en su mente como un veneno dulce. Su instinto de científica, de humana, sabía que era un riesgo monumental. Pero el amor por su novio, la necesidad de verlo una vez más, de escucharlo, pesaba más que cualquier advertencia. La tentación de ver su rostro, de escuchar su voz, aunque solo fuera una versión distorsionada de él, era un faro que la atraía.
—Voy a infiltrarme —dijo, y la decisión salió de su boca con una claridad que ni ella esperaba.
La llamada se cortó, y Nica miró el teléfono con una mezcla de temor y determinación. Sabía que lo que estaba a punto de hacer no solo pondría a prueba su ética profesional, sino también su humanidad. Pero el corazón de Nica, rota y determinada, no podía dar marcha atrás.
Apolo, el dueño de la compañía, la esperaba. Y ella haría lo que fuera necesario para lograr que su amor volviera a ella, aunque fuera solo una sombra de lo que alguna vez fue.
La luz tenue del atardecer se filtraba a través de las cortinas blancas de la habitación de Nica, llenándola de una sensación de calma que apenas conseguía tocar su alma. La mesa, llena de libros y notas de la clase de neurociencia, parecía estar allí más por costumbre que por utilidad. La memoria de su novio la acompañaba en cada rincón de la habitación. Su risa, su pasión por la vida, sus sueños compartidos... todo se había desvanecido tras su lucha incansable contra el cáncer.
Desde su partida, Nica no podía concentrarse en nada. Las neuronas, sus neuronas, se volvían líquidas en su mente, incapaces de procesar nada más allá de la desesperación. Había algo que no podía dejar ir, algo que la mantenía en pie: la idea de que su trabajo en neurociencia, su investigación sobre la mente humana y la conexión neuronal, tenía el poder de devolverle a su novio.
Fue entonces cuando sonó el teléfono.
—¿Nica? Soy Elena. Necesito que escuches lo que tengo para decirte.
La voz de su colega, Elena, la sacó de su trance. En la otra línea, se sentía una urgencia apenas contenida.
—Escucha, he encontrado algo. Una compañía que está haciendo experimentos con inteligencia artificial… no es ciencia ficción, Nica. Están intentando crear copias de la mente humana. Sé que lo que te estoy diciendo es... increíble, pero hay algo más: dicen que pueden traer a alguien de vuelta, aunque no sea "real". Si pudieras infiltrar la compañía, tal vez… tal vez puedas traerlo de vuelta. No de la forma en que tú lo recuerdas, pero sí lo suficiente para... hablar con él.
Nica, con el corazón palpitante, sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. La idea la tentaba, la volvía loca de angustia y esperanza al mismo tiempo. ¿Qué tan lejos estaría dispuesta a llegar?
—¿Y el dueño? —preguntó, su voz quebrada pero decidida—. ¿Quién es el dueño de la compañía?
—Apolo. Un hombre con una visión... peligrosa, y a la vez fascinante. Es un genio en inteligencia artificial, pero hay algo en él, Nica... no es fácil de tratar. Lo que están haciendo no es ético, pero… si quieres intentarlo… tendrás que entrar en su mundo.
Nica dejó que las palabras se asentaran en su mente como un veneno dulce. Su instinto de científica, de humana, sabía que era un riesgo monumental. Pero el amor por su novio, la necesidad de verlo una vez más, de escucharlo, pesaba más que cualquier advertencia. La tentación de ver su rostro, de escuchar su voz, aunque solo fuera una versión distorsionada de él, era un faro que la atraía.
—Voy a infiltrarme —dijo, y la decisión salió de su boca con una claridad que ni ella esperaba.
La llamada se cortó, y Nica miró el teléfono con una mezcla de temor y determinación. Sabía que lo que estaba a punto de hacer no solo pondría a prueba su ética profesional, sino también su humanidad. Pero el corazón de Nica, rota y determinada, no podía dar marcha atrás.
Apolo, el dueño de la compañía, la esperaba. Y ella haría lo que fuera necesario para lograr que su amor volviera a ella, aunque fuera solo una sombra de lo que alguna vez fue.
Por un momento sentí miedo de haber eliminado de mi lista de amigos a Santi y nerviosa lo busqué y nada, pero saber lo que realmente ha pasado. Hace que sienta disgusto. ¿Porqué? ¿Por qué los búhos de este sitio son tan cristales? Me hubiera gustado saber la felicidad y final feliz del rol que estaba teniendo con él. Pero tarde o temprano volverás, Santi. Tan solo espero que cuando pase, siga estando para saludarte la proxima vez...
Estado: líquido.
Por un momento sentí miedo de haber eliminado de mi lista de amigos a Santi y nerviosa lo busqué y nada, pero saber lo que realmente ha pasado. Hace que sienta disgusto. ¿Porqué? ¿Por qué los búhos de este sitio son tan cristales? Me hubiera gustado saber la felicidad y final feliz del rol que estaba teniendo con él. Pero tarde o temprano volverás, Santi. Tan solo espero que cuando pase, siga estando para saludarte la proxima vez...
Estado: líquido.
Gracias por no rendirte y incluso cuando la oscuridad trató de tragarte. Gracias por seguir caminando aún con los pies heridos. Gracias por no dejar que el daño que otros te hicieron te defina. Gracias por tener el coraje de seguir mostrando tu bondad y tu luz.
Gracias por no rendirte y incluso cuando la oscuridad trató de tragarte. Gracias por seguir caminando aún con los pies heridos. Gracias por no dejar que el daño que otros te hicieron te defina. Gracias por tener el coraje de seguir mostrando tu bondad y tu luz.