• (riddle un médico? Wao)
    A ver tengo que fijarme intente respirar normal
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  • Inseguridades:

    -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras-

    -Star y Luna Noxferis se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.-

    Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día.

    -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante-

    -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.-

    Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco.

    -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza-

    Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”.

    -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.-

    Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche?

    -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba-

    Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello.

    -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.-

    Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable!

    -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.-

    Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo!

    -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas-

    -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.-

    Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él.
    -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo-

    Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas.

    -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.-

    Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia.

    -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
    Inseguridades: -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras- -Star y [shadow_emerald_kangaroo_486] se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.- Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día. -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante- -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.- Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco. -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza- Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”. -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.- Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche? -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba- Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello. -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.- Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable! -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.- Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo! -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas- -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.- Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él. -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo- Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas. -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.- Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia. -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
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  • El día 14 del Inkfest comenzó con Jeff The Killer claramente irritado. Ticcy Toby había estado fastidiándolo sin parar sobre lo poco que leía, insinuando que ni siquiera sabía lo que era una biblioteca. Cansado de sus provocaciones, Jeff finalmente decidió probar su punto.

    Con desgana, se dirigió a una vieja biblioteca en Ficrol, un lugar polvoriento y olvidado por el tiempo. Mientras caminaba entre los estantes, sus ojos se fijaron en un libro peculiar con una portada grabada con un símbolo brillante. "¿Por qué no?", pensó, tomando el libro y abriéndolo sin más.

    En cuanto lo hizo, una ráfaga de viento frío recorrió el lugar, y de las páginas comenzaron a salir criaturas de todo tipo. Hombres armados con espadas, lobos gigantes y hasta un dragón emergieron de las letras impresas, como si cada palabra cobrara vida de repente.

    —¡Ah, genial! ¡Esto no puede estar pasando otra vez! —gruñó Jeff, esquivando a un caballero medieval que le lanzó un golpe con su espada.

    Las criaturas no dejaban de salir, llenando la biblioteca de fantasmas, guerreros y monstruos fantásticos. Todo aquello parecía un desfile de pesadillas salidas de los libros.

    —Definitivamente, esta es la última vez que toco un maldito libro —murmuró, corriendo hacia la salida mientras el caos seguía desatándose a su alrededor.

    #Inkfest DIA 14
    El día 14 del Inkfest comenzó con Jeff The Killer claramente irritado. Ticcy Toby había estado fastidiándolo sin parar sobre lo poco que leía, insinuando que ni siquiera sabía lo que era una biblioteca. Cansado de sus provocaciones, Jeff finalmente decidió probar su punto. Con desgana, se dirigió a una vieja biblioteca en Ficrol, un lugar polvoriento y olvidado por el tiempo. Mientras caminaba entre los estantes, sus ojos se fijaron en un libro peculiar con una portada grabada con un símbolo brillante. "¿Por qué no?", pensó, tomando el libro y abriéndolo sin más. En cuanto lo hizo, una ráfaga de viento frío recorrió el lugar, y de las páginas comenzaron a salir criaturas de todo tipo. Hombres armados con espadas, lobos gigantes y hasta un dragón emergieron de las letras impresas, como si cada palabra cobrara vida de repente. —¡Ah, genial! ¡Esto no puede estar pasando otra vez! —gruñó Jeff, esquivando a un caballero medieval que le lanzó un golpe con su espada. Las criaturas no dejaban de salir, llenando la biblioteca de fantasmas, guerreros y monstruos fantásticos. Todo aquello parecía un desfile de pesadillas salidas de los libros. —Definitivamente, esta es la última vez que toco un maldito libro —murmuró, corriendo hacia la salida mientras el caos seguía desatándose a su alrededor. #Inkfest DIA 14
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  • Luego de haberla visto aplaudió y las luces se apagaron y se fijaron en ellos dos el la rodeó abrazandola por la cintura para a acercarla a el y decirle

    — en la coronación te dije que te enseñaria a bailar... Y ya no se pudo.. Pero... Ahora... Te lo compensare—

    Adriana Salvatore

    // en la siguiente publi subo la canción
    Luego de haberla visto aplaudió y las luces se apagaron y se fijaron en ellos dos el la rodeó abrazandola por la cintura para a acercarla a el y decirle — en la coronación te dije que te enseñaria a bailar... Y ya no se pudo.. Pero... Ahora... Te lo compensare— [spark_violet_giraffe_485] // en la siguiente publi subo la canción
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  • Entre Flores y Sombras.

    Nikolai caminaba por las calles vacías de la ciudad, con las primeras luces del amanecer filtrándose entre los edificios. El familiar malestar comenzó a instalarse en su cuerpo; no quedaba mucho tiempo antes de que el sol ascendiera por completo. "Maldición...". El lugar más cercano era una pequeña tienda de flores, cuyo letrero gastado apenas se distinguía: Lepus Bloom.

    Sin pensar demasiado, empujó la puerta, que cedió con un tintineo suave. El aroma de flores y hierbas lo envolvió de inmediato, un contraste inusual para alguien que solía evitar lugares tan... vivos. Detrás del mostrador, una figura femenina con cabello blanco como la luna y una mirada imperturbable lo observaba. Sus ojos turquesa se fijaron en él, curiosos, pero sin sorpresa, como si hubiera estado esperando su llegada.

    "Necesito... un lugar donde el sol no me alcance," murmuró Nikolai, casi sin aliento. Sabía que había cometido un error al subestimar la noche, pero ahora no tenía tiempo para arrepentimientos.

    La mujer —Dahlia, según un pequeño cartel— inclinó ligeramente la cabeza, con un aire de serena comprensión. Sin decir una palabra, señaló la puerta trasera de la tienda, una habitación oculta entre las sombras. Parecía un simple trastero, pero para Nikolai, era el único refugio antes de que el día comenzara.

    "Te debes a alguien, ¿verdad?" dijo ella, con una voz suave pero llena de misterio. "Un vampiro nunca llega por accidente."

    Nikolai la miró de reojo, sorprendido por la precisión de sus palabras, pero no tenía tiempo para preguntas. Se adentró en la penumbra, agradecido de que, por una vez, el azar lo hubiera llevado a un lugar seguro... aunque se preguntaba quién, o qué, era realmente esa extraña florista.

    Dahlia
    Entre Flores y Sombras. Nikolai caminaba por las calles vacías de la ciudad, con las primeras luces del amanecer filtrándose entre los edificios. El familiar malestar comenzó a instalarse en su cuerpo; no quedaba mucho tiempo antes de que el sol ascendiera por completo. "Maldición...". El lugar más cercano era una pequeña tienda de flores, cuyo letrero gastado apenas se distinguía: Lepus Bloom. Sin pensar demasiado, empujó la puerta, que cedió con un tintineo suave. El aroma de flores y hierbas lo envolvió de inmediato, un contraste inusual para alguien que solía evitar lugares tan... vivos. Detrás del mostrador, una figura femenina con cabello blanco como la luna y una mirada imperturbable lo observaba. Sus ojos turquesa se fijaron en él, curiosos, pero sin sorpresa, como si hubiera estado esperando su llegada. "Necesito... un lugar donde el sol no me alcance," murmuró Nikolai, casi sin aliento. Sabía que había cometido un error al subestimar la noche, pero ahora no tenía tiempo para arrepentimientos. La mujer —Dahlia, según un pequeño cartel— inclinó ligeramente la cabeza, con un aire de serena comprensión. Sin decir una palabra, señaló la puerta trasera de la tienda, una habitación oculta entre las sombras. Parecía un simple trastero, pero para Nikolai, era el único refugio antes de que el día comenzara. "Te debes a alguien, ¿verdad?" dijo ella, con una voz suave pero llena de misterio. "Un vampiro nunca llega por accidente." Nikolai la miró de reojo, sorprendido por la precisión de sus palabras, pero no tenía tiempo para preguntas. Se adentró en la penumbra, agradecido de que, por una vez, el azar lo hubiera llevado a un lugar seguro... aunque se preguntaba quién, o qué, era realmente esa extraña florista. [Lepus_Constellation]
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  • ⸻⸻𝕿𝖍𝖊 𝕷𝖆𝖘𝖙 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉⸻⸻


    ➤𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 Final

    El momento había llegado. Gazú extrajo el poder latente del corazón mágico, moldeándolo en una armadura dorada y resplandeciente que irradiaba una fuerza incomparable. Ahora, envuelto en su nueva y poderosa vestimenta, estaba preparado para enfrentarse al temido Dios Máquina.

    La leyenda relataba que el Dios Máquina se ocultaba entre las arenas doradas y bajo el sol abrasador del desierto en Chipre, una enigmática isla donde los templarios, en tiempos antiguos, habían escondido esta arma de inmenso poder.

    Gazú avanzaba como una serpiente sobre las abrasadoras arenas del desierto. Cada movimiento era calculado, consciente de que en cualquier instante podría enfrentarse a la temible bestia del Dios Máquina. El sol, en su furia inclemente, abrazaba el paisaje, inundándolo con un calor sofocante.

    Repentinamente, la tierra comenzó a temblar de manera brusca y fuerte. Gazú, desenvainó su poderosa espada, pues, sabía que el momento había llegado.

    El Dios Máquina lo esperaba, y él estaba listo para el enfrentamiento final.

    Gazú, con espada en mano, avanzó hacia el epicentro del temblor. Las arenas del desierto se arremolinaban a su alrededor, como si el mismo suelo huyera de la inminente batalla.

    De las profundidades emergió el Dios Máquina, su colosal figura era tan perceptible aún en las lejanias, un Titan escondido bajo la arena. Su cuerpo colosal estaba forjado de un acero oscuro y antiguo, cubierto de óxido y cicatrices de batallas antiguas. Los ojos del titán se fijaron en Gazú, y un bramido mecánico resonó, sacudiendo el aire.


    ⟁Las máquinas nunca hayan descanso... Pero el momento de dormir ha llegado𓂀 Dijo Gazú con un aire de valentía y coraje.


    El Dios Máquina respondió con un estruendo metálico, sus múltiples brazos mecánicos se movían de manera violenta desde su espalda, cada uno armado con herramientas y armas de destrucción antiguas.

    Cada paso del titán hacía temblar la tierra, pero Gazú no retrocedió. Con un movimiento ágil, esquivó el primer ataque pesado y colosal de uno de los brazos mecánicos.

    Pero entonces Gazú contraataco dejando caer su poderosa espada sobre el brazo de aquella máquina. El choque de metal contra metal resonó como un trueno envuelto en chispas. Gazú sabía que debía llegar al núcleo del Dios Máquina, esa fuente de energía pura que latía con un ritmo mecánico.

    La batalla era feroz, y el calor del desierto se mezclaba con el calor de la lucha, creando una atmósfera sofocante.

    Con cada golpe del titán, Gazú lo esquivaba o a veces lo contraatacaba, excepto una vez cuando la máquina intento aplastarlo con su pesado pie cubierto de engranajes. Pero gracias a la poderosa armadura de Gazú, podía resistir la caótica fuerza de su enemigo

    Pero no por mucho tiempo...

    Con el pasar del tiempo la armadura de Gazú comenzaba a perder su brillo y su poder. Había recibido tantos golpes colosales que estaba sucumbiendo en el desecho. Choques electricos y corriente recorrían el cuerpo de Gazú causando un dolor muy agudo en el.

    Como pudo creo varios clones sombras que corrían en toda dirección como si fueran hormigas huyendo de un ser gigante. El titan confundido dejo caer sus multiples brazos sobre cada clon de Gazú

    Finalmente, en un momento de sigilo. Gazú, quien había escalado al titan en silencio, encontró una apertura en el pecho y dirigió su espada directamente al corazón del Dios Máquina. La hoja penetró las capas de metal y magia, alcanzando el núcleo. Un destello de luz cegadora llenó el aire, y el rugido del titán se transformó en un gemido de derrota.

    El Dios Máquina se tambaleó, sus engranajes y circuitos fallando. Gazú retiró su espada, cayó sobre la arena y observó cómo el coloso caía, derrotado. Las arenas del desierto se asentaron, y un silencio profundo llenó el aire.

    Sin embargo Gazú yacía inmovilizado...

    La armadura explotó en un torrente eléctrico que acabo por abatir a Gazú...

    El coloso yacía muerto y Gazú... Aún vivo...


    #Monorol
    ◢✥𝐆azú✥◣
    ⸻⸻𝕿𝖍𝖊 𝕷𝖆𝖘𝖙 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉⸻⸻ ➤𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 Final El momento había llegado. Gazú extrajo el poder latente del corazón mágico, moldeándolo en una armadura dorada y resplandeciente que irradiaba una fuerza incomparable. Ahora, envuelto en su nueva y poderosa vestimenta, estaba preparado para enfrentarse al temido Dios Máquina. La leyenda relataba que el Dios Máquina se ocultaba entre las arenas doradas y bajo el sol abrasador del desierto en Chipre, una enigmática isla donde los templarios, en tiempos antiguos, habían escondido esta arma de inmenso poder. Gazú avanzaba como una serpiente sobre las abrasadoras arenas del desierto. Cada movimiento era calculado, consciente de que en cualquier instante podría enfrentarse a la temible bestia del Dios Máquina. El sol, en su furia inclemente, abrazaba el paisaje, inundándolo con un calor sofocante. Repentinamente, la tierra comenzó a temblar de manera brusca y fuerte. Gazú, desenvainó su poderosa espada, pues, sabía que el momento había llegado. El Dios Máquina lo esperaba, y él estaba listo para el enfrentamiento final. Gazú, con espada en mano, avanzó hacia el epicentro del temblor. Las arenas del desierto se arremolinaban a su alrededor, como si el mismo suelo huyera de la inminente batalla. De las profundidades emergió el Dios Máquina, su colosal figura era tan perceptible aún en las lejanias, un Titan escondido bajo la arena. Su cuerpo colosal estaba forjado de un acero oscuro y antiguo, cubierto de óxido y cicatrices de batallas antiguas. Los ojos del titán se fijaron en Gazú, y un bramido mecánico resonó, sacudiendo el aire. ⟁Las máquinas nunca hayan descanso... Pero el momento de dormir ha llegado𓂀 Dijo Gazú con un aire de valentía y coraje. El Dios Máquina respondió con un estruendo metálico, sus múltiples brazos mecánicos se movían de manera violenta desde su espalda, cada uno armado con herramientas y armas de destrucción antiguas. Cada paso del titán hacía temblar la tierra, pero Gazú no retrocedió. Con un movimiento ágil, esquivó el primer ataque pesado y colosal de uno de los brazos mecánicos. Pero entonces Gazú contraataco dejando caer su poderosa espada sobre el brazo de aquella máquina. El choque de metal contra metal resonó como un trueno envuelto en chispas. Gazú sabía que debía llegar al núcleo del Dios Máquina, esa fuente de energía pura que latía con un ritmo mecánico. La batalla era feroz, y el calor del desierto se mezclaba con el calor de la lucha, creando una atmósfera sofocante. Con cada golpe del titán, Gazú lo esquivaba o a veces lo contraatacaba, excepto una vez cuando la máquina intento aplastarlo con su pesado pie cubierto de engranajes. Pero gracias a la poderosa armadura de Gazú, podía resistir la caótica fuerza de su enemigo Pero no por mucho tiempo... Con el pasar del tiempo la armadura de Gazú comenzaba a perder su brillo y su poder. Había recibido tantos golpes colosales que estaba sucumbiendo en el desecho. Choques electricos y corriente recorrían el cuerpo de Gazú causando un dolor muy agudo en el. Como pudo creo varios clones sombras que corrían en toda dirección como si fueran hormigas huyendo de un ser gigante. El titan confundido dejo caer sus multiples brazos sobre cada clon de Gazú Finalmente, en un momento de sigilo. Gazú, quien había escalado al titan en silencio, encontró una apertura en el pecho y dirigió su espada directamente al corazón del Dios Máquina. La hoja penetró las capas de metal y magia, alcanzando el núcleo. Un destello de luz cegadora llenó el aire, y el rugido del titán se transformó en un gemido de derrota. El Dios Máquina se tambaleó, sus engranajes y circuitos fallando. Gazú retiró su espada, cayó sobre la arena y observó cómo el coloso caía, derrotado. Las arenas del desierto se asentaron, y un silencio profundo llenó el aire. Sin embargo Gazú yacía inmovilizado... La armadura explotó en un torrente eléctrico que acabo por abatir a Gazú... El coloso yacía muerto y Gazú... Aún vivo... #Monorol ◢✥𝐆azú✥◣
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  • En las profundidades del abismo, donde la oscuridad reina y el eco de los gritos nunca se apaga, algo antinatural despertó.

    Nacida de la angustia y moldeada por el sufrimiento, esta criatura no tenía nombre ni forma definida al principio.

    Solo era un amasijo de odio, una masa informe que deseaba una cosa: destruir todo lo que la había condenado a su existencia sin vida.
    Pero con el tiempo, empezó a observar. Desde las sombras, sus ojos deformes y múltiples, ocultos en pliegues retorcidos de carne viscosa, se fijaron en los humanos. Observó su andar, sus gestos, sus expresiones.

    Y aprendió.

    Al principio, fue torpe. Caminaba entre ellos imitando sus movimientos con espasmos grotescos, sus labios imprecisos intentaban formar palabras que salían como jadeos y gruñidos. Pero la criatura persistió.
    Sus miembros deformes se alargaron, se moldearon. Su piel se estiró, cambiando de textura y color hasta que adquirió una apariencia suave, pálida, casi humana. Sus ojos, una vez pozos oscuros sin vida, adoptaron un brillo cristalino, aunque hueco. Una vez que perfeccionó su fachada, ya no era solo una burla grotesca de lo humano, sino que ahora parecía pertenecer a ellos, como si nunca hubiera sido otra cosa.

    Pero por dentro, seguía siendo una pesadilla. Las cosas que yacían bajo esa piel falsa eran una amalgama de tejidos abominables. Tentáculos retorcidos se enredaban en torno a órganos inservibles; filamentos negros, como raíces podridas, pulsaban con un ritmo que imitaba el latido de un corazón. No había sangre en sus venas, sino una sustancia espesa y oscura, más parecida a la bilis que a cualquier cosa que dé vida. Su boca, oculta bajo dientes perfectos, estaba llena de lenguas divididas y mandíbulas que podían abrirse de formas imposibles, preparadas para desgarrar la carne de sus víctimas.

    El hambre de la criatura era insaciable, no solo un deseo de devorar carne humana, sino un impulso primitivo de absorber su esencia, de sentir sus miedos, de saborear el terror en el último aliento de cada víctima.
    En las profundidades del abismo, donde la oscuridad reina y el eco de los gritos nunca se apaga, algo antinatural despertó. Nacida de la angustia y moldeada por el sufrimiento, esta criatura no tenía nombre ni forma definida al principio. Solo era un amasijo de odio, una masa informe que deseaba una cosa: destruir todo lo que la había condenado a su existencia sin vida. Pero con el tiempo, empezó a observar. Desde las sombras, sus ojos deformes y múltiples, ocultos en pliegues retorcidos de carne viscosa, se fijaron en los humanos. Observó su andar, sus gestos, sus expresiones. Y aprendió. Al principio, fue torpe. Caminaba entre ellos imitando sus movimientos con espasmos grotescos, sus labios imprecisos intentaban formar palabras que salían como jadeos y gruñidos. Pero la criatura persistió. Sus miembros deformes se alargaron, se moldearon. Su piel se estiró, cambiando de textura y color hasta que adquirió una apariencia suave, pálida, casi humana. Sus ojos, una vez pozos oscuros sin vida, adoptaron un brillo cristalino, aunque hueco. Una vez que perfeccionó su fachada, ya no era solo una burla grotesca de lo humano, sino que ahora parecía pertenecer a ellos, como si nunca hubiera sido otra cosa. Pero por dentro, seguía siendo una pesadilla. Las cosas que yacían bajo esa piel falsa eran una amalgama de tejidos abominables. Tentáculos retorcidos se enredaban en torno a órganos inservibles; filamentos negros, como raíces podridas, pulsaban con un ritmo que imitaba el latido de un corazón. No había sangre en sus venas, sino una sustancia espesa y oscura, más parecida a la bilis que a cualquier cosa que dé vida. Su boca, oculta bajo dientes perfectos, estaba llena de lenguas divididas y mandíbulas que podían abrirse de formas imposibles, preparadas para desgarrar la carne de sus víctimas. El hambre de la criatura era insaciable, no solo un deseo de devorar carne humana, sino un impulso primitivo de absorber su esencia, de sentir sus miedos, de saborear el terror en el último aliento de cada víctima.
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  • **Visita la biblioteca y camina entre estanterías llenas de libros sin fijarse en los letreros, dejando todo al azar.**

    —Quizás encuentre algo interesante...
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  • -La demonio caminaba con paso ligero por el sendero de madera, dejando que el viento otoñal acariciara su rostro y despeinara levemente su cabello corto. El susurro del viento se mezclaba con el crujido de las hojas bajo sus botas, mientras pequeños remolinos de colores revoloteaban a su alrededor. Cada hoja caída era un recordatorio de la estación de cambios, de finales y nuevos comienzos.-

    "Qué bosque tan bonito y tranquilo…"

    -murmuró para sí misma, su voz suave apenas audible entre el murmullo del viento-

    "Tuve que viajar al menos dos horas lejos de la ciudad, pero valió totalmente la pena."

    - Los cuernos verdes que adornaban su cabeza brillaban con destellos de luz al contacto con los suaves rayos del sol, que se colaban entre las ramas de los árboles. Su cola, se balanceaba de un lado a otro con un ritmo despreocupado, reflejando su tranquilidad. Mientras avanzaba, el entorno natural parecía recibirla con una calidez reconfortante, un contraste radical con el ajetreo y caos de su vida cotidiana.
    Al llegar al otro extremo del puente, Star detuvo su marcha, tomando una pausa. Sus ojos se fijaron en el río que fluía con suavidad bajo sus pies. El sonido del agua, claro y constante, le proporcionaba una paz que pocas veces encontraba en la ciudad.-

    "Este lugar es tan tranquilo que incluso me hizo olvidar lo problemática que era la ciudad"

    -Comentó en voz baja, casi como si le hablara al río mismo, su mente vagando entre recuerdos recientes y antiguos-

    "¿Por qué no me vine a vivir a un lugar lejos de lo urbano?"

    -Se giró lentamente hacia el barandal del puente, apoyando ambos brazos sobre la madera ligeramente gastada, dejando caer su peso con un suspiro relajado. Sus dedos tamborileaban suavemente sobre la superficie, mientras su mirada se perdía en la corriente del río. Observaba cómo los peces nadaban contra el flujo del agua, pequeños destellos plateados que brillaban bajo el reflejo del sol.-

    "Aunque… si no hubiese llegado hasta allí, no hubiese conocido a la gente que quiero"

    -susurró para sí misma, su tono más suave ahora, casi melancólico-

    "Quizás por algo llegué ahí, ¿no?"

    -Una sonrisa ligera y casi imperceptible se dibujó en sus labios. Aunque la ciudad y todo lo que implicaba había sido un torbellino de problemas y desafíos, también le había dado conexiones importantes. Personas a las que ahora valoraba y amaba profundamente-

    //Me dio un leve subidon de inspiración, banda. YIPPIE!
    -La demonio caminaba con paso ligero por el sendero de madera, dejando que el viento otoñal acariciara su rostro y despeinara levemente su cabello corto. El susurro del viento se mezclaba con el crujido de las hojas bajo sus botas, mientras pequeños remolinos de colores revoloteaban a su alrededor. Cada hoja caída era un recordatorio de la estación de cambios, de finales y nuevos comienzos.- "Qué bosque tan bonito y tranquilo…" -murmuró para sí misma, su voz suave apenas audible entre el murmullo del viento- "Tuve que viajar al menos dos horas lejos de la ciudad, pero valió totalmente la pena." - Los cuernos verdes que adornaban su cabeza brillaban con destellos de luz al contacto con los suaves rayos del sol, que se colaban entre las ramas de los árboles. Su cola, se balanceaba de un lado a otro con un ritmo despreocupado, reflejando su tranquilidad. Mientras avanzaba, el entorno natural parecía recibirla con una calidez reconfortante, un contraste radical con el ajetreo y caos de su vida cotidiana. Al llegar al otro extremo del puente, Star detuvo su marcha, tomando una pausa. Sus ojos se fijaron en el río que fluía con suavidad bajo sus pies. El sonido del agua, claro y constante, le proporcionaba una paz que pocas veces encontraba en la ciudad.- "Este lugar es tan tranquilo que incluso me hizo olvidar lo problemática que era la ciudad" -Comentó en voz baja, casi como si le hablara al río mismo, su mente vagando entre recuerdos recientes y antiguos- "¿Por qué no me vine a vivir a un lugar lejos de lo urbano?" -Se giró lentamente hacia el barandal del puente, apoyando ambos brazos sobre la madera ligeramente gastada, dejando caer su peso con un suspiro relajado. Sus dedos tamborileaban suavemente sobre la superficie, mientras su mirada se perdía en la corriente del río. Observaba cómo los peces nadaban contra el flujo del agua, pequeños destellos plateados que brillaban bajo el reflejo del sol.- "Aunque… si no hubiese llegado hasta allí, no hubiese conocido a la gente que quiero" -susurró para sí misma, su tono más suave ahora, casi melancólico- "Quizás por algo llegué ahí, ¿no?" -Una sonrisa ligera y casi imperceptible se dibujó en sus labios. Aunque la ciudad y todo lo que implicaba había sido un torbellino de problemas y desafíos, también le había dado conexiones importantes. Personas a las que ahora valoraba y amaba profundamente- //Me dio un leve subidon de inspiración, banda. YIPPIE!
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  • Vaya , caía deberías fijarte no ese barranco era algo bajo por suerte pero ¿Por qué corrías? , ¿Por qué te seguían esos caballos sacros?

    - quedó viendo a chic@ que se abia despertado del golpe a verla -

    No debería meterme es esos asuntos.
    Vaya , caía deberías fijarte no ese barranco era algo bajo por suerte pero ¿Por qué corrías? , ¿Por qué te seguían esos caballos sacros? - quedó viendo a chic@ que se abia despertado del golpe a verla - No debería meterme es esos asuntos.
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