-Desde la serenidad de la colina, con Ciudad Pentagrama a mis pies, contemplo el horizonte con una sonrisa cargada de recuerdos. Quién diría que aquel recién llegado llegaría tan lejos; atravesando un sendero de traiciones, descartando aliados que no supieron evolucionar y cortando hilos que ya no tejían nada útil. Pese a todo, logré erigir mi propio dominio, rodeado de aquellos que, aunque persiguen sus propios demonios, marchan al compás de mi misma ambición.
Con un matiz tétrico y una profundidad que hace vibrar el aire, mi voz se distorsiona hasta lo irreconocible:-
El tiempo del resurgimiento ha comenzado. Prepárense para el cambio, pecadores, porque el amanecer de mi nuevo mundo ya está aquí.
-Expandí mis brazos, dejando que el aire viciado llenara mis pulmones de pura euforia. -
Esta vez, mi estimada audiencia, me aseguraré de que las llamas de este abismo alcancen alturas inimaginables. Convertiré sus lamentos en la más exquisita de las sinfonías: un vals infernal que resonará por toda la eternidad.
-Deslicé mis dedos con una delicadeza casi burlona sobre mi vientre apenas marcado. Mi expresión se transformó en una máscara de satisfacción absoluta ante los nuevos cambios que se avecina.-
Con un matiz tétrico y una profundidad que hace vibrar el aire, mi voz se distorsiona hasta lo irreconocible:-
El tiempo del resurgimiento ha comenzado. Prepárense para el cambio, pecadores, porque el amanecer de mi nuevo mundo ya está aquí.
-Expandí mis brazos, dejando que el aire viciado llenara mis pulmones de pura euforia. -
Esta vez, mi estimada audiencia, me aseguraré de que las llamas de este abismo alcancen alturas inimaginables. Convertiré sus lamentos en la más exquisita de las sinfonías: un vals infernal que resonará por toda la eternidad.
-Deslicé mis dedos con una delicadeza casi burlona sobre mi vientre apenas marcado. Mi expresión se transformó en una máscara de satisfacción absoluta ante los nuevos cambios que se avecina.-
-Desde la serenidad de la colina, con Ciudad Pentagrama a mis pies, contemplo el horizonte con una sonrisa cargada de recuerdos. Quién diría que aquel recién llegado llegaría tan lejos; atravesando un sendero de traiciones, descartando aliados que no supieron evolucionar y cortando hilos que ya no tejían nada útil. Pese a todo, logré erigir mi propio dominio, rodeado de aquellos que, aunque persiguen sus propios demonios, marchan al compás de mi misma ambición.
Con un matiz tétrico y una profundidad que hace vibrar el aire, mi voz se distorsiona hasta lo irreconocible:-
El tiempo del resurgimiento ha comenzado. Prepárense para el cambio, pecadores, porque el amanecer de mi nuevo mundo ya está aquí.
-Expandí mis brazos, dejando que el aire viciado llenara mis pulmones de pura euforia. -
Esta vez, mi estimada audiencia, me aseguraré de que las llamas de este abismo alcancen alturas inimaginables. Convertiré sus lamentos en la más exquisita de las sinfonías: un vals infernal que resonará por toda la eternidad.
-Deslicé mis dedos con una delicadeza casi burlona sobre mi vientre apenas marcado. Mi expresión se transformó en una máscara de satisfacción absoluta ante los nuevos cambios que se avecina.-