• Llega el momento del parto.

    Las contracciones me atraviesan como cuchillas antiguas. No es solo dolor: es una guerra interna. Siento cómo mis propios órganos parecen desplazarse, desgarrarse, pelear entre sí, como si el cuerpo tuviera que decidir quién vive y quién muere para que algo nuevo pueda nacer. Cada espasmo es una sentencia. Cada grito, un desgarro del mundo.

    Cuando llegamos al hospital, el dolor ya no es humano. Es tan agudo, tan absoluto, que los médicos se miran con terror. Hablan deprisa. Temen por mi vida. Deciden abrir, cortar antes de que mi cuerpo colapse del todo.

    Preparan el instrumental.

    Pero entonces…
    antes de que el bisturí toque mi piel, algo sale de mí.

    No carne.
    No sangre.

    Un espíritu de parto natural emerge entre mis piernas como una llamarada pálida, antigua, imposible. No llora. No respira. Simplemente es. La habitación se llena de un frío sobrenatural, y los humanos retroceden. Gritan. Algunos rezan. Otros huyen sin mirar atrás.

    Salen corriendo.

    El segundo nace inmediatamente después.
    El tercero lo sigue, arrastrado por la misma fuerza invisible.
    Tres presencias se manifiestan, idénticas entre sí y a mí, vibrando con una energía que no pertenece a este plano.

    Pero entonces… el tiempo se rompe.

    Los demás tardan.

    Mi cuerpo vuelve a reclamarme con violencia. El dolor regresa multiplicado, brutal. Ya no hay manos que ayuden, ni voces que guíen. Solo yo, el suelo frío, y aquello que aún se resiste a salir.

    Aprieto los dientes.
    Aferro el mundo con las uñas.
    Empujo con todo lo que me queda.

    Una vez.
    Otra.
    Otra más.

    Con un esfuerzo que me arranca el alma, consigo sacar cinco más.

    Caen pesados. Silenciosos.

    No se mueven.

    Una lágrima cae por mi mejilla.

    —Lo siento mi ama Naamah sólo he podido engendrar a tres...

    Los otros tres salen disparados por la ventana rompiéndola y desapareciendo. Listos para causar estragos... mientras el viento que entra por la ventana ondula mi cabello y seca mi lágrima.
    Llega el momento del parto. Las contracciones me atraviesan como cuchillas antiguas. No es solo dolor: es una guerra interna. Siento cómo mis propios órganos parecen desplazarse, desgarrarse, pelear entre sí, como si el cuerpo tuviera que decidir quién vive y quién muere para que algo nuevo pueda nacer. Cada espasmo es una sentencia. Cada grito, un desgarro del mundo. Cuando llegamos al hospital, el dolor ya no es humano. Es tan agudo, tan absoluto, que los médicos se miran con terror. Hablan deprisa. Temen por mi vida. Deciden abrir, cortar antes de que mi cuerpo colapse del todo. Preparan el instrumental. Pero entonces… antes de que el bisturí toque mi piel, algo sale de mí. No carne. No sangre. Un espíritu de parto natural emerge entre mis piernas como una llamarada pálida, antigua, imposible. No llora. No respira. Simplemente es. La habitación se llena de un frío sobrenatural, y los humanos retroceden. Gritan. Algunos rezan. Otros huyen sin mirar atrás. Salen corriendo. El segundo nace inmediatamente después. El tercero lo sigue, arrastrado por la misma fuerza invisible. Tres presencias se manifiestan, idénticas entre sí y a mí, vibrando con una energía que no pertenece a este plano. Pero entonces… el tiempo se rompe. Los demás tardan. Mi cuerpo vuelve a reclamarme con violencia. El dolor regresa multiplicado, brutal. Ya no hay manos que ayuden, ni voces que guíen. Solo yo, el suelo frío, y aquello que aún se resiste a salir. Aprieto los dientes. Aferro el mundo con las uñas. Empujo con todo lo que me queda. Una vez. Otra. Otra más. Con un esfuerzo que me arranca el alma, consigo sacar cinco más. Caen pesados. Silenciosos. No se mueven. Una lágrima cae por mi mejilla. —Lo siento mi ama [n.a.a.m.a.h] sólo he podido engendrar a tres... Los otros tres salen disparados por la ventana rompiéndola y desapareciendo. Listos para causar estragos... mientras el viento que entra por la ventana ondula mi cabello y seca mi lágrima.
    0 turnos 0 maullidos
  • Mi cara cuando la Size Queen insaciable que según me iba a dejar seco no aguanta ni cinco rounds antes de pedirme un descanso (no se lo voy a dar)
    Mi cara cuando la Size Queen insaciable que según me iba a dejar seco no aguanta ni cinco rounds antes de pedirme un descanso (no se lo voy a dar)
    Me gusta
    Me enjaja
    Me endiabla
    6
    0 turnos 0 maullidos
  • “Si no he vuelto en cinco minutos, espera un poco más”.
    “Si no he vuelto en cinco minutos, espera un poco más”.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • 𖹭.ᐟ

    El entrenamiento se había alargado más del tiempo habitual, y ella ya necesitaba un respiro cuando tomo asiento en el piso. Tenía las piernas tensas, las mejillas coloradas y aún así logro esbozar una sonrisa suave.

    —Hey...creo que ya nos pasamos.—dijo apenas, con una risa ligera.— Si seguimos así, mañana no podremos ni caminar.

    Tomo dos latas de la caja a su lado, e hizo un gesto con la cabeza invitandote a sentarte a su lado.

    —Ven, siéntate un segundo. Tomemos un descanso.

    Se acomodó, estirando las piernas con una mirada cansada ofreciéndote la otra lata en su mano.

    —Ya sabes, cinco minutos...o diez, y luego volvemos a la acción.
    𖹭.ᐟ🍮 El entrenamiento se había alargado más del tiempo habitual, y ella ya necesitaba un respiro cuando tomo asiento en el piso. Tenía las piernas tensas, las mejillas coloradas y aún así logro esbozar una sonrisa suave. —Hey...creo que ya nos pasamos.—dijo apenas, con una risa ligera.— Si seguimos así, mañana no podremos ni caminar. Tomo dos latas de la caja a su lado, e hizo un gesto con la cabeza invitandote a sentarte a su lado. —Ven, siéntate un segundo. Tomemos un descanso. Se acomodó, estirando las piernas con una mirada cansada ofreciéndote la otra lata en su mano. —Ya sabes, cinco minutos...o diez, y luego volvemos a la acción.
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • MIRROR ESOTÉRICA | OFERTA GLOBAL DE EMPLEO
    Asistente / Aprendiz de Curador Energético

    Mirror Esotérica abre una vacante en cada una de sus sedes internacionales para formar a nuevos Curadores bajo la guía del Director Jaejun Sanren y los maestros custodios del linaje Espejo.
    Si puedes sentir cuando un objeto respira…
    si reconoces la vibración antigua en un silencio…
    entonces quizá esta llamada es para ti.

    Vacantes disponibles (1 por sede):
    • Seúl — raíz y corazón del linaje.
    • Hong Kong — donde los secretos circulan como moneda.
    • Londres — enclave de eruditos, archivistas y ocultistas.
    • Los Ángeles — epicentro del misticismo moderno.
    • París — donde el arte despierta sin pedir permiso.

    🜂 Funciones principales
    Como Asistente/Aprendiz apoyarás a los Curadores en:
    Archivo y documentación
    — Registro físico y digital de objetos, rituales, visitas y energías detectadas.
    — Organización de manuscritos, grimorios, cartas antiguas y expedientes de procedencia.
    Contabilidad básica y control administrativo
    — Gestión de inventario, ingresos por piezas vendidas/adquiridas, y reportes mensuales.
    — Coordinación de presupuestos para restauraciones o adquisiciones.
    Custodia y mantenimiento de los objetos
    Mirror trabaja con cinco categorías esenciales:
    • Artefactos Resonantes — objetos que emiten vibraciones energéticas activas.
    • Reliquias Ancestrales — piezas heredadas de linajes o rituales antiguos.
    • Objetos Sellados — ítems que requieren vigilancia estricta y contención.
    • Talismanes Contemporáneos — piezas modernas con propósito energético.
    • Obras Vivo-Simbólicas — arte que reacciona a la presencia humana.
    Tu labor será preservarlos, limpiarlos, calibrarlos y asegurar que su energía permanezca estable.
    Montaje de exposiciones temporales
    — Selección de piezas.
    — Curaduría estética y energética del espacio.
    — Preparación de itinerarios guiados y notas interpretativas.
    Apoyo ritual y atención a coleccionistas
    — Asistir en rituales menores.
    — Guiar a visitantes serios y compradores especializados.

    🜁 Requisitos:
    Mayor de edad ( +18), Sensibilidad energética, discreción absoluta, disciplina, equilibrio emocional y deseo genuino de aprender el oficio del Curador Espejo.

    🜃 ¿Cómo aplicar?
    Comenta esta publicación indicando la sede a la que postulas y por qué sientes que Mirror Esotérica te está llamando.

    Mirror no contrata personal.
    Mirror busca a sus guardianes.
    MIRROR ESOTÉRICA | OFERTA GLOBAL DE EMPLEO ✨ Asistente / Aprendiz de Curador Energético ✨ Mirror Esotérica abre una vacante en cada una de sus sedes internacionales para formar a nuevos Curadores bajo la guía del Director Jaejun Sanren y los maestros custodios del linaje Espejo. Si puedes sentir cuando un objeto respira… si reconoces la vibración antigua en un silencio… entonces quizá esta llamada es para ti. 🌏 Vacantes disponibles (1 por sede): • Seúl — raíz y corazón del linaje. • Hong Kong — donde los secretos circulan como moneda. • Londres — enclave de eruditos, archivistas y ocultistas. • Los Ángeles — epicentro del misticismo moderno. • París — donde el arte despierta sin pedir permiso. 🜂 Funciones principales Como Asistente/Aprendiz apoyarás a los Curadores en: 🔹 Archivo y documentación — Registro físico y digital de objetos, rituales, visitas y energías detectadas. — Organización de manuscritos, grimorios, cartas antiguas y expedientes de procedencia. 🔹 Contabilidad básica y control administrativo — Gestión de inventario, ingresos por piezas vendidas/adquiridas, y reportes mensuales. — Coordinación de presupuestos para restauraciones o adquisiciones. 🔹 Custodia y mantenimiento de los objetos Mirror trabaja con cinco categorías esenciales: • Artefactos Resonantes — objetos que emiten vibraciones energéticas activas. • Reliquias Ancestrales — piezas heredadas de linajes o rituales antiguos. • Objetos Sellados — ítems que requieren vigilancia estricta y contención. • Talismanes Contemporáneos — piezas modernas con propósito energético. • Obras Vivo-Simbólicas — arte que reacciona a la presencia humana. Tu labor será preservarlos, limpiarlos, calibrarlos y asegurar que su energía permanezca estable. 🔹 Montaje de exposiciones temporales — Selección de piezas. — Curaduría estética y energética del espacio. — Preparación de itinerarios guiados y notas interpretativas. 🔹 Apoyo ritual y atención a coleccionistas — Asistir en rituales menores. — Guiar a visitantes serios y compradores especializados. 🜁 Requisitos: Mayor de edad ( +18), Sensibilidad energética, discreción absoluta, disciplina, equilibrio emocional y deseo genuino de aprender el oficio del Curador Espejo. 🜃 ¿Cómo aplicar? 👉 Comenta esta publicación indicando la sede a la que postulas y por qué sientes que Mirror Esotérica te está llamando. Mirror no contrata personal. Mirror busca a sus guardianes.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • –No estoy cansado, solo voy a cerrar un momento los párpados...– Cinco segundos después se queda dormido(?).
    –No estoy cansado, solo voy a cerrar un momento los párpados...– Cinco segundos después se queda dormido(?).
    Me gusta
    Me encocora
    4
    9 turnos 0 maullidos
  • -…Hngh… ¿ya es de día?
    Tch, incluso las segadoras necesitan cinco minutos más…”

    *Toma la taza, da un sorbo y suspira.*

    -Vale, vale… ya estoy viva otra vez.
    ¿Quién pensó que era buena idea despertar a una death rapper sin café?
    -…Hngh… ¿ya es de día? Tch, incluso las segadoras necesitan cinco minutos más…” *Toma la taza, da un sorbo y suspira.* -Vale, vale… ya estoy viva otra vez. ¿Quién pensó que era buena idea despertar a una death rapper sin café?
    Me gusta
    Me encocora
    8
    1 turno 0 maullidos
  • 𝚁𝙴𝚃𝚄𝚁𝙽 𝚃𝙾 𝚃𝙷𝙴 𝙷𝚄𝙽𝚃
    Fandom Supernatural
    Categoría Acción
    Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda.

    El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador.

    Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido.

    Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta.

    Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia.

    Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así.

    Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija.

    Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza.

    ──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello.

    ──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá...

    Eve Duvall
    Desperto en el cuarto de motel que compartía con el mayor de sus hijos, giró la cabeza sobre la almohada y miró en dirección a la segunda cama individual; Dean dormía profundamente con una mano metida debajo de la almohada y rocando por lo bajo, pero no por aparentar un sueño profundo significaba que no iba a despertarse de golpe ante el menor ruido en la habitación por lo que tenia que ser cuidadoso. Probablemente jamás lo admitiria en voz alta, pero estaba orgulloso de los excelentes cazadores que había formado, estaba orgulloso de Dean y de Sam; a pesar de estar molesto con este último por haberse marchado del nido, estaba orgulloso de ellos por todas las criaturas que habían eliminado sin su ayuda. El reloj en la mesa de noche marcaba poco más de las cinco de la mañana, no era de extrañarse que despertara por si solo en ese horario. Una costumbre arraigada, forjada durante sus años en el ejército y gracias a eso no era esclavo de ningún despertador. Se deslizó con cuidado sobre el colchón, tratando de no provocar ningún chirrido de los resortes. Se colgó el bolso al hombro, tomo las llaves de la camioneta, dejo las del impala sobre la mesa y garabateo una nota rápida que decía: "Dean, volvere en un par de días. Encargate de la cacería programada para los próximos días, llevate el impala, nos vemos pronto". Dejo la nota sobre la mesa de noche, observo a su hijo dormir por un par de segundos y se escabullo de la habitacion sin hacer ruido. Una vez fuera, empujo la camioneta un par de metros para no despertar a Dean con el sonido del motor. Afortunadamente acababa de llegar un camión con una exhausto conductor con intención de pasar la noche en ese lugar y John aprovecho el sonido de ese motor para encubrir el de su camioneta. Encendió la radio cuando tomo el desvío hacia la carretera, envío un último mensaje tanto para Bill como para su esposa Ellen; comunicandoles que iba en camino hacia su bar; Harvelle's Roadhouse. Un refugio y punto de encuentro para cazadores, allí solían intercambiar armas, debatir sobre criaturas sobrenaturales y hasta disputarse quien o quienes se encargaban de eliminar a tal o cual bestia. Condujo durante tres horas, solo para encontrarse con un clima lluvioso al estacionar en la entrada del bar. Bajo de la camioneta usando su chaqueta como paraguas, en ese breve trayecto se percató de que habían algunos coches que veía por primera y asumió que habían cazadores nuevos. No estaba en desacuerdo con incluir a más mientras fuesen competentes, las nueva camadas eran hijos o incluso nietos de otros cazadores; pero al menos se contentaba en saber que solo recibiría cumplidos para sus propios hijos, no le había comentado a nadie lo de Sam y esperaba manterlo así. Cruzó la puertas de entrada y lo primero que vio fue a Bill regañando a su hija Jo. El hombre extendía la mano de forma impaciente, aguardando a que la rubia le entragase algo, definitivamente a su amigo le faltaba tener algo de "mano dura" y educadar mejor a su hija. Por curiosidad, se sentó en una banqueta de la barra para contemplar discretamente la escena. En ese momento Ellen apareció y le sirvió una botella de cerveza. ──Otra vez trato de cazar por su cuenta. No importa lo que su padre le diga, quiere formar parte de esto, pero aún no esta lista... No todos tenemos la suerte de tener unos muchachos tan obedientes como los tuyos, John── Le comento divertida, el experto cazador tomó el cumplido aunque no alardeo sobre ello. ──Mis hijos también tuvieron su etapa de rebeldía en la que se saltaban mis reglas. Lo único que necesitas para enderezarlos es ser estricto pero también se requiere mucha paciencia. ── Vio como Jo dejaba de mala gana un cuchillo sobre la mano de su padre y se marchaba por la puerta de atrás del bar, en donde tenían su hogar y John acoto algo más. ──No sean duros con ella, ya aprenderá... [TREME.WITCH]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    1
    2 turnos 0 maullidos
  • ☕︎ 𝙏𝙚𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙮
    Fandom Crossover
    Categoría Acción
    Era casi media noche en cuidad gótica y Francis aun /seguía despierto aunque por una razón especial. Pasadas las doce comenzaría el día de cumpleaños de su novio quien se encontraba en el sótano perfeccionando alguno de sus inventos.

    Durante las horas previas, el mutante se mantuvo ocupado preparando un pequeño pastel sorpresa con la forma de una galera de mago a la que decoro con cartas de caramelo. Le echo un vistazo al reloj en la pared, tenía dos menos de cinco minutos para ir a la cocina y bajar al sótano para sorprender a Jervis.

    Corrió hasta la cocina, abrió el refrigerador y saco el pastel del escondite que había cubierto con verduras por si el curioso de su novio decidía que era un buen día para hacer un inventario de lo que tenían y lo que debían de comprar.

    Lo adorno con un par de velas que encendio antes de bajar. Batalló un poco para abrir la puerta y mientras pisaba con cuidado los escalones gastados de madera, entono la clásica canción de cumpleaños hasta que piso el último peldaño para por fin verle el rostro a su amado, lleno de ilusión.

    ──¡Felicidades bombón de chocolate! Feliz cumpleaños, Jer ── Lo felicito y le entrego la bandeja con el pastel. ──Anda, pide un deseo──

    𝐉𝐄𝐑𝐕𝐈𝐒 𝐓𝐄𝐓𝐂𝐇
    Era casi media noche en cuidad gótica y Francis aun /seguía despierto aunque por una razón especial. Pasadas las doce comenzaría el día de cumpleaños de su novio quien se encontraba en el sótano perfeccionando alguno de sus inventos. Durante las horas previas, el mutante se mantuvo ocupado preparando un pequeño pastel sorpresa con la forma de una galera de mago a la que decoro con cartas de caramelo. Le echo un vistazo al reloj en la pared, tenía dos menos de cinco minutos para ir a la cocina y bajar al sótano para sorprender a Jervis. Corrió hasta la cocina, abrió el refrigerador y saco el pastel del escondite que había cubierto con verduras por si el curioso de su novio decidía que era un buen día para hacer un inventario de lo que tenían y lo que debían de comprar. Lo adorno con un par de velas que encendio antes de bajar. Batalló un poco para abrir la puerta y mientras pisaba con cuidado los escalones gastados de madera, entono la clásica canción de cumpleaños hasta que piso el último peldaño para por fin verle el rostro a su amado, lleno de ilusión. ──¡Felicidades bombón de chocolate! Feliz cumpleaños, Jer ── Lo felicito y le entrego la bandeja con el pastel. ──Anda, pide un deseo── [MxdHatter]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • El departamento estaba en silencio, apenas iluminado por la lámpara del rincón. Sobre el sillón, el chico permanecía recostado, con el celular entre las manos, repasando las mismas ideas que venía masticando desde hacía días. Su franco estaban llegando a su fin, y a decir verdad… no habían sido gran cosa.

    No viajó.
    No salió demasiado.
    No llamó a su madre.

    Había pasado la mayor parte del tiempo así, como ahora: tirado en el sillón, dejando que el tiempo se escurriera sin hacer ruido.

    Suspiró, pasando el pulgar por la pantalla.

    —Es ridículo… —murmuró, medio riéndose de sí mismo.

    Su “idea” llevaba semanas dando vueltas. Una tontería, realmente. Solo quería ver si había alguien ahí afuera que quisiera salir con él, tomar un café, caminar un rato, lo que fuera. No buscaba un amor épico, solo… algo. Una conexión, aunque fuese pequeña.

    Pero publicar eso en redes siempre le había dado cierta vergüenza. ¿Y si nadie respondía? ¿Y si respondían por lástima? ¿Y si se veía desesperado?

    Su celular vibró con una notificación cualquiera, pero el sobresalto lo empujó a tomar una decisión.
    —Basta. Lo voy a hacer.

    Abrió la cámara frontal. El reflejo le devolvió una cara relajada, con una leve sonrisa tímida. Acomodó el brazo contra el sofá, respiró hondo y apretó el botón.

    *Click.*

    Una foto simple, natural, sin poses. Solo él descansando en su sala, con el gesto tranquilo que rara vez mostraba en público.

    La miró por un buen rato. Dudó. Siguió dudando.
    Y entonces, con un impulso casi valiente, casi temerario, escribió:

    > “Si alguien quiere salir a tomar algo esta semana… estoy disponible. Capaz es hora de hacer algo más que mirar series .”

    Volvió a dudar cinco segundos más.
    Luego presionó “Publicar”.

    Se quedó mirando la pantalla, el corazón un poco acelerado, la sonrisa creciendo sin permiso.

    Por primera vez en mucho tiempo, sintió que realmente había hecho *algo*.
    El departamento estaba en silencio, apenas iluminado por la lámpara del rincón. Sobre el sillón, el chico permanecía recostado, con el celular entre las manos, repasando las mismas ideas que venía masticando desde hacía días. Su franco estaban llegando a su fin, y a decir verdad… no habían sido gran cosa. No viajó. No salió demasiado. No llamó a su madre. Había pasado la mayor parte del tiempo así, como ahora: tirado en el sillón, dejando que el tiempo se escurriera sin hacer ruido. Suspiró, pasando el pulgar por la pantalla. —Es ridículo… —murmuró, medio riéndose de sí mismo. Su “idea” llevaba semanas dando vueltas. Una tontería, realmente. Solo quería ver si había alguien ahí afuera que quisiera salir con él, tomar un café, caminar un rato, lo que fuera. No buscaba un amor épico, solo… algo. Una conexión, aunque fuese pequeña. Pero publicar eso en redes siempre le había dado cierta vergüenza. ¿Y si nadie respondía? ¿Y si respondían por lástima? ¿Y si se veía desesperado? Su celular vibró con una notificación cualquiera, pero el sobresalto lo empujó a tomar una decisión. —Basta. Lo voy a hacer. Abrió la cámara frontal. El reflejo le devolvió una cara relajada, con una leve sonrisa tímida. Acomodó el brazo contra el sofá, respiró hondo y apretó el botón. *Click.* Una foto simple, natural, sin poses. Solo él descansando en su sala, con el gesto tranquilo que rara vez mostraba en público. La miró por un buen rato. Dudó. Siguió dudando. Y entonces, con un impulso casi valiente, casi temerario, escribió: > “Si alguien quiere salir a tomar algo esta semana… estoy disponible. Capaz es hora de hacer algo más que mirar series 😂.” Volvió a dudar cinco segundos más. Luego presionó “Publicar”. Se quedó mirando la pantalla, el corazón un poco acelerado, la sonrisa creciendo sin permiso. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que realmente había hecho *algo*.
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados