Hay gente que muere por ser vista… pero no mueve un maldito dedo para lograrlo. Se plantan ahí, con la cara bonita y la autoestima inflada, esperando que el mundo les aplauda solo por existir. Spoiler: no funciona así. Se creen especiales porque alguien, alguna vez, les dijo que lo eran. Pero no tienen ideas, no tienen chispa, y cuando intentan acercarse a alguien, repiten el mismo guion barato que ya fracasó en otro lado. No es encanto, es copia. No es presencia, es ruido vacío. Dicen querer conexiones reales, pero no saben ni sostener una mirada sin fingir. Quieren ser inolvidables, pero no dejan nada que valga la pena recordar. Son como canciones sin letra: bonitas al principio, pero te olvidás de ellas en cinco minutos. Y claro, luego lloran porque nadie las ve. Pero… ¿qué quieren que vea uno? ¿La pose? ¿El filtro? No son invisibles por injusticia. Lo son porque no tienen nada que decir. Porque no queman, no muerden, no vibran. Y el mundo no gira para quien no late.

Para ti, que tratas de esconder tu falta de autoestima rodeándote de cuerpos vacíos y risas prestadas. Para ti, que crees que el sexo puede ser escudo, que finges seguridad con palabras vacías y caricias sin alma. Para esas mujeres tan insulsas como para acompañarte en la cama, y para esos hombres que sólo saben ofrecer cuerpo, como si eso bastara para llamar sabiduría. Por mucho que trates de fardar virilidad, o de usar tu sensualidad como moneda, lo único que haces es perder la dignidad en cada intento. Tu carne es ruido. Tu deseo, una fuga. Y tu mente… un eco de lo que no te atreves a construir. Te crees fuerte por seducir, pero solo eres débil disfrazado de deseo. Te crees libre por usar tu cuerpo, pero no eres más que esclavo de él. Desde aquí, donde los hilos me hablan la verdad, veo lo que intentas ocultar: la ausencia de pensamiento, la falta de esencia. Y créeme— ningún cuerpo puede reemplazar una mente que no existe. Así que baila, ríe, presume. Hazlo todo. Pero recuerda que hay ojos que no se dejan engañar. Y cuando el último hilo tiemble por la nada que lo sostiene… yo estaré lista. Tijeras en mano.

A Ysoria le costaba verse al espejo. Sí, a Ysoria, a aquella asesina tan elegante y segura de sí misma. No porque tenga baja autoestima, más bien, por las vergüenzas de su pasado. Espejo que veía, espejo que destrozaba, pues, ver su reflejo no la calmaba. Cuando pasaba por uno, lágrimas llegaban a brotar de sus ojos. Sabía que había vengado todo aquello que la había lastimado, sabía que se había redimido de aquello que solo ella consideraba que eran verdaderos errores. Pero no, aún no se iba a poder perdonar, no hasta acabar con todos aquellos que se le crucen en el camino. ¿Qué camino? Aquél en el que baja del pedestal a todo hombre que podía reflejar a su padrastro. Aquél que genera miedo en personas ricas. Aquél que de tan solo escuchar "Las Dagas Elegantes", sabía que debía esconderse. — Lo siento, madre.

La usuaria de la resonancia entró a la cafetería con paso seguro y la confianza de toda una reina. Estaba robando miradas y, seguramente, unos cuantos suspiros. Lo cual no era de extrañar: había elegido un outfit que resaltaba su figura de forma halagadora. Portaba una blusa floral de un delicado tono rosa, que combinaba a la perfección con unos pantalones de mezclilla que abrazaban su cintura. Y para balancear un poco su look, unas botas negras de tacón grueso bajo. La joven hechicera se acercó al mostrador con una sonrisa deslumbrante y una mirada que desbordaba seguridad. Acto seguido, procedió a ordenar. —Me gustaría un frappé de fresa, por favor. Tan dulce como yo.— Mencionó con una risa ligera, divertida por su propio comentario. Era exactamente algo que diría Satoru Gojo, lo cual le parecía gracioso. Al parecer, la actitud del mayor se le estaba pegando. Una vez entregada su bebida, la chica de cabellos cortos optó por sentarse en un punto estratégico. Tomó asiento junto a un ventanal grande, donde el sol iluminaba sus delicadas facciones. Tomó un pequeño sorbo de su bebida dulce y sonrió con suficiencia. Su autoestima aumentaba con cada reacción que provocaba, simplemente por premiar a todos con su presencia. ˚₊‧꒰ა 🔨 ໒꒱ ‧₊˚ Cᴀɴᴏɴ 𐙚 . ݁ ⁺₊ Fᴀɴᴅᴏᴍ: Jᴜᴊᴜᴛsᴜ Kᴀɪsᴇɴ ┊　　┊　　┊　　┊ ┊　　┊　　┊　　🎀 ┊　　┊　　🔨 　 ┊　　💄 🎀

Ánimo de domingo, 80% Autoestima: 0% Mejor me devuelvo a la cama.

Últimamente me e sentido así de bajo autoestima,triste sin ánimo de nada ..... Seguro que ya se me pasará no?

Oh darlings, cómo os corroe la envidia que vais de gente interesante y lo único que tenéis son unos celos y falta de autoestima que os carcomen por dentro como termitas a la madera podrida. Un consejito: superadlo ya. Dais mucha pena y mucha "pereza", como dirían algunas personas. ¿No es así la expresión?

+forma el hashtag superponiendo los dedos de las manos y susurra muy, muy bajo+ #Autoestima ; no me escucharás llegar.

"--- Este juego se llama #autoestima y se trata de decir algo bueno sobre ti mismo." — Vale, déjame pensar... —dice, y se toma un largo rato en pensar en ello—. He escapado tantas veces de la muerte, que empiezo a pensar que siempre fui inmortal y no lo sabía, hasta ahora. [Nathan]

--- Este juego se llama #autoestima y se trata de decir algo bueno sobre ti mismo. Empiezo yo; Jamás paso inadvertido~