• The Lady of Harrentown.
    Fandom Game Of Thrones
    Categoría Romance
    Starter para Ser Jorah Mormont

    Las historias que se contaban de Harrentown habían cambiado desde la llegada de Lady Valenna Velaryon. Antes se la conocía como una villa común, asentada bajo la sombra ennegrecida de Harrenhal, donde las piedras aún olían a humo siglos después de que Aegon la incendiara. Ahora, en las Tierras de los Ríos, el nombre de Harrentown se pronunciaba con la misma cautela con que se pronuncia el de un fantasma.

    En pocos meses, Valenna había convertido la villa en su feudo. Gobernaba con puño de hierro, y su belleza era tan temida como sus órdenes. Quienes la servían lo hacían con devoción, pero no con amor, sino con ese fervor que nace del miedo. Sabían que bastaba una palabra mal dicha, una mirada mal dirigida, para acabar colgados en las murallas o arrojados vivos al lago. Algunos de esos castigos los ejecutaba ella misma, sin inmutarse, con la misma serenidad con la que otros nobles parten un trozo de pan en el desayuno.

    Nadie se atrevía a decirlo en voz alta, pero todos lo pensaban: la señora de Harrentown era tan hermosa como mortal.

    Aquella mañana había partido sola a caballo. Le gustaba cabalgar hasta Harrenhal, perderse entre sus ruinas y escuchar el eco hueco de un castillo maldito.

    Donde otros veían piedras quebradas, ella veía advertencias y oportunidades.
    Los muros derruidos le hablaban más que los maestres: le recordaban que incluso el poder más grande podía caer devorado por las llamas, y que solo quienes aprendían a sobrevivir entre cenizas merecían reinar sobre ellas.

    El aire olía a humedad y hierro oxidado. Las torres rotas parecían dedos ennegrecidos señalando al cielo. Valenna desmontó y dejó que su corcel bebiera en un charco estancado, mientras ella recorría la explanada con paso seguro, la capa ondeando tras de sí. Era extraño cómo incluso la quietud de Harrenhal parecía doblegarse a su presencia, como si las piedras mismas reconocieran en ella un espíritu afín.

    Y entonces lo vio, en la espesura del bosque.

    Un hombre. El caballo que lo acompañaba apenas se mantenía en pie, las costillas marcadas bajo la piel sucia. El propio hombre parecía más muerto que vivo: sucio, maltrecho, con la ropa hecha jirones. Un caballero despojado de todo salvo de la sombra de lo que había sido.

    Valenna no se movió de inmediato. Lo observó en silencio, con esa mirada calculadora que lo diseccionaba todo. No era compasión lo que encendía su curiosidad, sino la certeza de estar ante una pieza caída en el tablero. Un hombre a punto de perecer no era nada… a menos que alguien decidiera darle un propósito.

    Se acercó despacio, las botas aplastando la grava húmeda, hasta que la silueta del desconocido estuvo lo bastante cerca como para distinguir el peso de su armadura, el emblema apenas reconocible bajo la suciedad. El caballo relinchó con debilidad, y Valenna posó una mano sobre el cuello del animal, calmándolo. Después, sus ojos se alzaron hacia él.

    —Estáis muy lejos de vuestra casa... Vuestro caballo apenas se tiene en pie. Al igual que vos... —se paseó a su alrededor, rodeándolo, observándolo—. ¿Quién es el afortunado hombre al que voy a salvarle la vida?
    Starter para [cosmic_blue_lobster_850] Las historias que se contaban de Harrentown habían cambiado desde la llegada de Lady Valenna Velaryon. Antes se la conocía como una villa común, asentada bajo la sombra ennegrecida de Harrenhal, donde las piedras aún olían a humo siglos después de que Aegon la incendiara. Ahora, en las Tierras de los Ríos, el nombre de Harrentown se pronunciaba con la misma cautela con que se pronuncia el de un fantasma. En pocos meses, Valenna había convertido la villa en su feudo. Gobernaba con puño de hierro, y su belleza era tan temida como sus órdenes. Quienes la servían lo hacían con devoción, pero no con amor, sino con ese fervor que nace del miedo. Sabían que bastaba una palabra mal dicha, una mirada mal dirigida, para acabar colgados en las murallas o arrojados vivos al lago. Algunos de esos castigos los ejecutaba ella misma, sin inmutarse, con la misma serenidad con la que otros nobles parten un trozo de pan en el desayuno. Nadie se atrevía a decirlo en voz alta, pero todos lo pensaban: la señora de Harrentown era tan hermosa como mortal. Aquella mañana había partido sola a caballo. Le gustaba cabalgar hasta Harrenhal, perderse entre sus ruinas y escuchar el eco hueco de un castillo maldito. Donde otros veían piedras quebradas, ella veía advertencias y oportunidades. Los muros derruidos le hablaban más que los maestres: le recordaban que incluso el poder más grande podía caer devorado por las llamas, y que solo quienes aprendían a sobrevivir entre cenizas merecían reinar sobre ellas. El aire olía a humedad y hierro oxidado. Las torres rotas parecían dedos ennegrecidos señalando al cielo. Valenna desmontó y dejó que su corcel bebiera en un charco estancado, mientras ella recorría la explanada con paso seguro, la capa ondeando tras de sí. Era extraño cómo incluso la quietud de Harrenhal parecía doblegarse a su presencia, como si las piedras mismas reconocieran en ella un espíritu afín. Y entonces lo vio, en la espesura del bosque. Un hombre. El caballo que lo acompañaba apenas se mantenía en pie, las costillas marcadas bajo la piel sucia. El propio hombre parecía más muerto que vivo: sucio, maltrecho, con la ropa hecha jirones. Un caballero despojado de todo salvo de la sombra de lo que había sido. Valenna no se movió de inmediato. Lo observó en silencio, con esa mirada calculadora que lo diseccionaba todo. No era compasión lo que encendía su curiosidad, sino la certeza de estar ante una pieza caída en el tablero. Un hombre a punto de perecer no era nada… a menos que alguien decidiera darle un propósito. Se acercó despacio, las botas aplastando la grava húmeda, hasta que la silueta del desconocido estuvo lo bastante cerca como para distinguir el peso de su armadura, el emblema apenas reconocible bajo la suciedad. El caballo relinchó con debilidad, y Valenna posó una mano sobre el cuello del animal, calmándolo. Después, sus ojos se alzaron hacia él. —Estáis muy lejos de vuestra casa... Vuestro caballo apenas se tiene en pie. Al igual que vos... —se paseó a su alrededor, rodeándolo, observándolo—. ¿Quién es el afortunado hombre al que voy a salvarle la vida?
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  • Daemyra rezaba.

    La Princesa más joven era tan creyente de los Siete como su madre, Alicent Hightower.

    Ella rezaba por el bienestár de sus hermanos en batalla, por la esperanza de que el bando Negro se rinda y no se deba derramar más sangre. Pero Alicent, Alicent le decía que debía rezar porque el Aegon permaneza en el Trono de Hierro, porque el derecho de nacimiento de su hermano mayor no debía ser arrebatado.

    Y eso, a veces hacía que Daemyra se cuestionara muchas cosas.
    Daemyra rezaba. La Princesa más joven era tan creyente de los Siete como su madre, Alicent Hightower. Ella rezaba por el bienestár de sus hermanos en batalla, por la esperanza de que el bando Negro se rinda y no se deba derramar más sangre. Pero Alicent, Alicent le decía que debía rezar porque el Aegon permaneza en el Trono de Hierro, porque el derecho de nacimiento de su hermano mayor no debía ser arrebatado. Y eso, a veces hacía que Daemyra se cuestionara muchas cosas.
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  • — Madre. — Daemyra la llamó. Había estado viendo a Alicent desde la puerta durante un largo rato. — Necesito hablar contigo.

    Alicent se dió la vuelta. Su rostro serio cambió al instante de ver a su hija menor.

    ☆ — ¿Sí, cariño? — La Reina Verde miró a Daemyra con dulzura y tranquilidad. Sus manos estaban agarradas por delante de su vestido, su cabello cobrizo bien arreglado y su capa verde atada en su cuello.

    — ¿Por qué siempre tienes esa cara cuando ves a Aegon? Cómo si algo te disgustara, te molestara u odiaras. — Preguntó la joven princesa. — Conmigo no la tienes, y temo que quizá exista un favoritismo que genere odio en mi hermano.

    El mayor miedo de Daemyra era eso: ser odiada por su propia familia.
    Ella no podría soportar que su hermano más grande llegara a odiarla por culpa de las miradas de Alicent. Y mucho menos quería que el bando Verde se destruya a sí mismo.

    ☆ — No, linda. Él no te odiará. Solo lo miro así porque...bueno, sabes que él no tiene los mejores comportamientos. — Y ahí la Targaryen entendió: su madre no detestaba a su hermano, detestaba sus comportamientos mujeriegos y alcohólicos.
    — Madre. — Daemyra la llamó. Había estado viendo a Alicent desde la puerta durante un largo rato. — Necesito hablar contigo. Alicent se dió la vuelta. Su rostro serio cambió al instante de ver a su hija menor. ☆ — ¿Sí, cariño? — La Reina Verde miró a Daemyra con dulzura y tranquilidad. Sus manos estaban agarradas por delante de su vestido, su cabello cobrizo bien arreglado y su capa verde atada en su cuello. — ¿Por qué siempre tienes esa cara cuando ves a Aegon? Cómo si algo te disgustara, te molestara u odiaras. — Preguntó la joven princesa. — Conmigo no la tienes, y temo que quizá exista un favoritismo que genere odio en mi hermano. El mayor miedo de Daemyra era eso: ser odiada por su propia familia. Ella no podría soportar que su hermano más grande llegara a odiarla por culpa de las miradas de Alicent. Y mucho menos quería que el bando Verde se destruya a sí mismo. ☆ — No, linda. Él no te odiará. Solo lo miro así porque...bueno, sabes que él no tiene los mejores comportamientos. — Y ahí la Targaryen entendió: su madre no detestaba a su hermano, detestaba sus comportamientos mujeriegos y alcohólicos.
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  • Aegon había visto a Daemyra toda su vida como todo lo que debía ser.

    Amable ¿Con quién? Con quienes lo merecen.
    Respetada ¿Por quién? Por los nobles.
    Indomable ¿De quién? De nadie.
    Cuidada. ¿Por quién? Por la plebe.
    Amada. ¿Por quién? Por su familia.

    Aegon todas las noches se detenía en la puerta de la habitación de Daemyra a observarla en silencio. Eso, hasta que ella se daba cuenta y se veía obligado a seguir caminando.

    Pero aquella noche, Daemyra lo invitó a entrar.
    Se encerraron en su habitación, y de allí, solo se escuchaban murmuros y rosas.

    Aegon había olvidado la envidia que tenía por ella, y se había centrado en pasar un buen momento con ella, con su hermana más pequeña.
    Daemyra había olvidado las peleas con él, y se había centrado en hacerlo reír.

    Fue, para ambos, el momento más hermoso que tuvieron antes de que la guerra comenzara.
    Aegon había visto a Daemyra toda su vida como todo lo que debía ser. Amable ¿Con quién? Con quienes lo merecen. Respetada ¿Por quién? Por los nobles. Indomable ¿De quién? De nadie. Cuidada. ¿Por quién? Por la plebe. Amada. ¿Por quién? Por su familia. Aegon todas las noches se detenía en la puerta de la habitación de Daemyra a observarla en silencio. Eso, hasta que ella se daba cuenta y se veía obligado a seguir caminando. Pero aquella noche, Daemyra lo invitó a entrar. Se encerraron en su habitación, y de allí, solo se escuchaban murmuros y rosas. Aegon había olvidado la envidia que tenía por ella, y se había centrado en pasar un buen momento con ella, con su hermana más pequeña. Daemyra había olvidado las peleas con él, y se había centrado en hacerlo reír. Fue, para ambos, el momento más hermoso que tuvieron antes de que la guerra comenzara.
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  • ¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ!

    ¡FICROLERS!
    ¡Hoy estamos de fiesta!

    Es un día muy especial porque celebramos el cumpleaños de alguien increíble (¡o de varios!).
    Que no falten las sonrisas, las sorpresas y los buenos momentos para hacer de este día algo inolvidable.

    ¡𝓣essa 𝓖ray!
    ¡𝐌𝐀𝐍𝐓𝐈𝐒 !
    ¡[SandCastlsQuccn1]!
    ¡𝘼𝙚𝙜𝙤𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙦𝙪𝙚𝙧𝙤𝙧!

    "Que este nuevo año esté lleno de alegrías, éxitos y mucha magia. ¡Gracias por ser parte de esta comunidad tan especial y por todo lo que aportan! Hoy es su día, ¡disfrútenlo al máximo!"

    ¡A llenar este espacio de buenos deseos y mensajes festivos!


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    🎵 ¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ! 🎶 ¡FICROLERS! 🎉 ¡Hoy estamos de fiesta! 🎂✨ Es un día muy especial porque celebramos el cumpleaños de alguien increíble (¡o de varios!). 🥳🎁 Que no falten las sonrisas, las sorpresas y los buenos momentos para hacer de este día algo inolvidable. ¡[clockwork4ngel]! ¡[MANT1S]! ¡[SandCastlsQuccn1]! ¡[1AegonTheConqueror]! 🌟 "Que este nuevo año esté lleno de alegrías, éxitos y mucha magia. ¡Gracias por ser parte de esta comunidad tan especial y por todo lo que aportan! Hoy es su día, ¡disfrútenlo al máximo!" 🎈 ¡A llenar este espacio de buenos deseos y mensajes festivos! 🎊 #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • 𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆.
    Fandom House Of The Drαgon (Modern AU)
    Categoría Drama
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado.

    A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer.

    Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra:

    ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞

    Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo.

    Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻

    ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado. A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer. Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra: ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞ Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo. Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻ ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
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  • ¡FICROLERS 3D!
    ¡DAMOS LA BIENVENIDA A DOS NUEVOS PERSONAJES 3D!

    Dad la bienvenida a:
    ¡𝘼𝙚𝙜𝙤𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙦𝙪𝙚𝙧𝙤𝙧, de Canción de Hielo y Fuego!
    ¡Carol Danvers!

    ¡Bienvenidos! ¡Estamos encantados de teneros en FicRol! ¡Esperamos haceros sentir como en casa y que convirtáis la plataforma en vuestro hogar aportando vuestro granito de arena roleplayer! ¡Estamos deseando conoceros y veros desarrollar vuestros personajes!

    Por favor, leed bien los lineamientos de la plataforma ya que su cumplimiento es necesario para el bienestar común y el vuestro propio: https://ficrol.com/static/guidelines

    Sabed que soy vuestra RolSage, una especie de guía y de ayuda en la plataforma para los personajes 3D. Si necesitáis cualquier cosa estoy siempre en DM y, de todos modos, en mi fanpage teneis una guías exhaustivas sobre como funciona ficrol, dadle me gusta para no perdernos nada:

    https://ficrol.com/pages/RolSage3D

    Tenemos un grupo de Personajes 3D para encontrar otros personajes que agregar, etc... ¡Solo presenta a tu personaje en una publicación! Si quieres, claro:

    https://ficrol.com/groups/Personajes3D

    Índice de guías:

    https://ficrol.com/blogs/147711/%C3%8DNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    En estos artículos podréis encontrar personajes 3D agrupados por fandom a los que poder seguir. Y tambien una lista de los fandoms existentes en la plataforma.

    ¡Encontrad fandoms y personajes canon y OCs!

    Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS

    Fandoms 3D: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    ¡FICROLERS 3D! ✨ ¡DAMOS LA BIENVENIDA A DOS NUEVOS PERSONAJES 3D! Dad la bienvenida a: ¡[1AegonTheConqueror], de Canción de Hielo y Fuego! ⚡ ¡[radiant_blue_snake_979]! ¡Bienvenidos! ¡Estamos encantados de teneros en FicRol! ¡Esperamos haceros sentir como en casa y que convirtáis la plataforma en vuestro hogar aportando vuestro granito de arena roleplayer! ¡Estamos deseando conoceros y veros desarrollar vuestros personajes! 📝 Por favor, leed bien los lineamientos de la plataforma ya que su cumplimiento es necesario para el bienestar común y el vuestro propio: https://ficrol.com/static/guidelines 🧙‍♂️ Sabed que soy vuestra RolSage, una especie de guía y de ayuda en la plataforma para los personajes 3D. Si necesitáis cualquier cosa estoy siempre en DM y, de todos modos, en mi fanpage teneis una guías exhaustivas sobre como funciona ficrol, dadle me gusta para no perdernos nada: ➤ https://ficrol.com/pages/RolSage3D 🌐 Tenemos un grupo de Personajes 3D para encontrar otros personajes que agregar, etc... ¡Solo presenta a tu personaje en una publicación! Si quieres, claro: https://ficrol.com/groups/Personajes3D ✏️ Índice de guías: ➤ https://ficrol.com/blogs/147711/%C3%8DNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS 📍 En estos artículos podréis encontrar personajes 3D agrupados por fandom a los que poder seguir. Y tambien una lista de los fandoms existentes en la plataforma. ¡Encontrad fandoms y personajes canon y OCs! Personajes 3D: https://ficrol.com/blogs/181793/DIRECTORIO-PERSONAJES-3D-Y-FANDOMS Fandoms 3D: https://ficrol.com/blogs/151304/FANDOMS-PERSONAJES-3D-EN-FICROL #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • - Skoriot issa vala ūndissa ābra ilōn lenton? - preguntó Missandei. Su voz sonó casi un susurro acompasado al crepitar de la hoguera que habían encendido en la chimenea que presidia la sala de la mesa de Aegon.

    Daenerys suspiró mientras sus ojos violáceos repasaban los marcadores de madera que llevaban esculpidos los emblemas de las casas Lannister, Stark y Targaryen.

    -Udrēnī, ēzi iksā… - respondio la Targaryen.

    Aquella respuesta hizo pensar a Missandei durante unos segundos.

    - Avy jorrāelan, jentys? - preguntó. La parte buena de la relacion entre Daenerys y su protegida Missandei era que la muchacha siempre podía dirigirse a Daenerys de un modo mucho más cercano que cualquiera de sus aliados. Era la única a la que le permitía tanta cercanía.

    -Skoroso jāpi? -preguntó Daenerys alzando su mirada desde los marcadores hasta su mejor amiga. Obviamente no esperaba que Missandei le diera una respuesta firme y cabal.


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    - Skoriot issa vala ūndissa ābra ilōn lenton? - preguntó Missandei. Su voz sonó casi un susurro acompasado al crepitar de la hoguera que habían encendido en la chimenea que presidia la sala de la mesa de Aegon. Daenerys suspiró mientras sus ojos violáceos repasaban los marcadores de madera que llevaban esculpidos los emblemas de las casas Lannister, Stark y Targaryen. -Udrēnī, ēzi iksā… - respondio la Targaryen. Aquella respuesta hizo pensar a Missandei durante unos segundos. - Avy jorrāelan, jentys? - preguntó. La parte buena de la relacion entre Daenerys y su protegida Missandei era que la muchacha siempre podía dirigirse a Daenerys de un modo mucho más cercano que cualquiera de sus aliados. Era la única a la que le permitía tanta cercanía. -Skoroso jāpi? -preguntó Daenerys alzando su mirada desde los marcadores hasta su mejor amiga. Obviamente no esperaba que Missandei le diera una respuesta firme y cabal. #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • 𝑬𝒍 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒏𝒆́𝒄𝒕𝒂𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒔𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒋𝒂𝒓 𝒕𝒖 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒆𝒔 𝒂 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒚𝒆
    Fandom 𝐻𝑜𝑢𝑠𝑒 𝑂𝑓 𝑇𝘩𝑒 𝐷𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛
    Categoría Drama
    ⸻ La tensión podía cortarse con un cuchillo y el ambiente se enturbió hasta el punto de ser incómodo para Aegon. Por eso no le gustaba celebrar su cumpleaños, si hubiese sido como los anteriores años estaría más que feliz. Rhaenyra siempre le compraba una tarta y se molestaba en pedir unas horas libres para acompañarlo en ese día. Debía haber sido así, pero fue todo lo contrario, por el simple hecho de que cumplía la mayoría de edad. Sus hermanos decidieron que era buena idea reservar en un restaurante para festejar. A priori todo apuntaba a una reunión familiar que sería amena, pues su madre no podía asistir por estar cuidando de su padre. Una fría videollamada y sonrisas cínicas, esa fue la intervención en su onomástico. El foco de mayor conflicto había desaparecido y por un momento el cumpleañero pensó que todo saldría a pedir de boca.

    Estaba plenamente equivocado. En esa mesa no estaban solo las figuras fraternales, se encontraban también 𝐬𝐮𝐬 𝐬𝐮𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 𝐡𝐢𝐣𝐨𝐬 𝐢𝐥𝐞𝐠𝐢́𝐭𝐢𝐦𝐨𝐬 ¿Por qué los habían traído? No le había informado en ningún momento a su esposa que le había sido infiel con Helaena y mucho menos, el fruto de esos adulterios. Mantenía la esperanza de que su hermana mayor no se percatara de ello, no obstante, las ilusiones son simples anhelos ficticios. De ahí la ominosa perturbación en la atmósfera.

    Se le hizo eterna la velada y luego de haber cenado, y abierto los regalos. Se despidieron y cada pareja se dirigió a su coche. La sonrisa que tenía la fémina durante toda la fiesta desapareció y no promulgó ni una sola onomatopeya. El nerviosismo en él era palpable y nada más tomar asiento en la limusina, inició su manía de mover los anillos en torno a sus dedos, provocando un choque metálico entre ellos. ⸻

    Fue divertida la cena ¿No crees? Por cierto, gracias por tomarte este día libre.

    ⸻ Necesitaba romper el silencio, si no lo hacía, tenía la ligera sospecha de que su corazón se saldría por la boca. Debido a las desbocadas palpitaciones que estaba realizando contra su pecho. ⸻
    ⸻ La tensión podía cortarse con un cuchillo y el ambiente se enturbió hasta el punto de ser incómodo para Aegon. Por eso no le gustaba celebrar su cumpleaños, si hubiese sido como los anteriores años estaría más que feliz. Rhaenyra siempre le compraba una tarta y se molestaba en pedir unas horas libres para acompañarlo en ese día. Debía haber sido así, pero fue todo lo contrario, por el simple hecho de que cumplía la mayoría de edad. Sus hermanos decidieron que era buena idea reservar en un restaurante para festejar. A priori todo apuntaba a una reunión familiar que sería amena, pues su madre no podía asistir por estar cuidando de su padre. Una fría videollamada y sonrisas cínicas, esa fue la intervención en su onomástico. El foco de mayor conflicto había desaparecido y por un momento el cumpleañero pensó que todo saldría a pedir de boca. Estaba plenamente equivocado. En esa mesa no estaban solo las figuras fraternales, se encontraban también 𝐬𝐮𝐬 𝐬𝐮𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 𝐡𝐢𝐣𝐨𝐬 𝐢𝐥𝐞𝐠𝐢́𝐭𝐢𝐦𝐨𝐬 ¿Por qué los habían traído? No le había informado en ningún momento a su esposa que le había sido infiel con Helaena y mucho menos, el fruto de esos adulterios. Mantenía la esperanza de que su hermana mayor no se percatara de ello, no obstante, las ilusiones son simples anhelos ficticios. De ahí la ominosa perturbación en la atmósfera. Se le hizo eterna la velada y luego de haber cenado, y abierto los regalos. Se despidieron y cada pareja se dirigió a su coche. La sonrisa que tenía la fémina durante toda la fiesta desapareció y no promulgó ni una sola onomatopeya. El nerviosismo en él era palpable y nada más tomar asiento en la limusina, inició su manía de mover los anillos en torno a sus dedos, provocando un choque metálico entre ellos. ⸻ Fue divertida la cena ¿No crees? Por cierto, gracias por tomarte este día libre. ⸻ Necesitaba romper el silencio, si no lo hacía, tenía la ligera sospecha de que su corazón se saldría por la boca. Debido a las desbocadas palpitaciones que estaba realizando contra su pecho. ⸻
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  • 𝘋𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦.
    Fandom HOUSE OF THE DRAGON.
    Categoría Drama
    Los nervios recorrían cada célula de su cuerpo mientras subía las escaleras hacia los aposentos de su tía, buscando hacer el menor ruido posible y evidentemente el no ser visto. Que el castillo pareciese tan tranquilo últimamente no lo relajaba, sino todo lo contrario.

    Una vez frente a la puerta, tocó la puerta tres veces, después de una breve pausa, otras dos y finalmente, una vez más. No sabía de cuánto tiempo dispondría antes de recibir una respuesta, así que trató de arreglarse apresuradamente el cabello.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    La ansiedad devoraba a Helaena con una tenacidad inexorable. Las dos copas de vino, previsoramente llenadas, reposaban en la mesita junto al diván, frente al hogar encendido. Entre los beneficios de pernoctar en aposentos distintos a los de su consorte, destacaba no solo la libertad de recibir visitas anheladas, sino también la preservación intacta de su propia reserva vinícola.

    Al percibir el golpeteo en clave convenida, se irguió con celeridad, ajustando su vestimenta y arreglando su cabello mientras se reflejaba en el espejo durante su precipitado avance hacia la puerta.

    Sin emitir palabra de bienvenida, sus manos se aferraron al príncipe, introduciéndolo bruscamente y cerrando la puerta de inmediato.

    —— ¿Alguien os ha divisado de camino?

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    Tal vez en alguna otra circunstancia se hubiese permitido bromear por las ansias ajenas, pero en su situación era inevitable temer a ser descubierto.

    — Nadie, está todo absolutamente vacío. ¿Acaso ocurría algo hoy que no se me haya comunicado?

    Una pequeña sonrisa hizo mella en su expresión solemne, ya que su mirada instintivamente había divagado por un momento, perdiéndose en la belleza de su amada.

    — ¿Cómo puede continuar tan hermosa y radiante a estas horas? —Gentilmente tomó la mano de la fémina y apoyó sus labios sobre el dorso de la misma durante unos instantes—. Le agradezco que haya decidido invitarme.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    Estaba a punto de manifestar su desconocimiento sobre el asunto, mencionando que desde la aurora la Fortaleza se encontraba sumida en una agitación inusitada. No obstante, sus palabras fueron truncadas por la adulación y el beso que depositó sobre el dorso de su mano. Bendita penumbra que ocultaba su rubor; las escasas velas no bastaban para desvelar tal reacción fisiológica.

    —— No merecéis menos que una apariencia presentable —— expresó, conteniendo el impulso de revelar que había dedicado al menos treinta minutos a su preparación, pues aquello disiparía el encanto del momento.

    Con delicadeza, entrelazó aquella mano con la suya.

    —— Estáis... tan apuesto como corresponde a un legítimo heredero al trono. Las cortesanas hablan frecuentemente de vos, mi príncipe. Incluso las ciervas no pueden evitar dirigir miradas anhelantes en vuestra dirección; las he sorprendido con esos ojillos que os observan de manera tan sugestiva.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    La ligera timidez escondida en las palabras ajenas le hizo sonreír, aunque esta vez fue su turno de enrojecer ante la imagen de sus manos entrelazadas, sumada a las palabras que recibió en respuesta. Para cualquier otra persona y su persona amada, eso no significaría gran cosa, desde luego, pero para ellos lo era todo.

    A duras penas logró contener la expresión de sorpresa que apareció en su rostro, pues él no era consciente de recibir tales miradas. No obstante, no solía prestar atención a otras damas que no fueran su madre o su amada, así que con motivo no se había percatado.

    — Sin embargo, todo cuánto yo me pregunto es: ¿Recibo esa misma mirada de la mujer de mis anhelos?

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    —— No... mi mirada difiere completamente de eso. —— No era lascivia ni un ansia de poder lo que la impulsaba. Su sobrino evocaba en ella un torrente de emociones inefables que la dejaban muda en los momentos más cruciales. Explicarle esto resultaba una tarea ardua. Helaena no era tímida, sino más bien... reservada, quizás.

    Avanzó un paso medido. Las yemas de sus dedos ascendieron para recorrer el rostro del príncipe, tratando de grabar el tacto en su memoria. Piel suave, facciones implacables, un mentón que primigeniamente anhelaba morder.

    —— ¿Rememoráis la noche en que os visité? —— Estaba ebrio, golpeado, colérico. La cena familiar había resultado en desastre. El corazón de la princesa se había contraído aquel día, pero nada la había disuadido de cumplir su propósito. —— Sólo un par de horas antes habíamos bailado.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    — Me alegra que no tengáis la menor duda de a quién me refiero con ese sobrenombre—. Comentó, aunque las acciones adversas no tardaron en acaparar toda su atención.

    Inevitablemente su piel parecía tornarse rojiza allá donde la rubia lo tocaba, haciéndole perder por completo las nociones del tiempo y del espacio. Su cuerpo parecía inclinarse ligeramente hacia ella de manera instintiva, aunque se detuvo ante el recuerdo de la escena. En ocasiones su conciencia todavía lo torturaba por sus acciones de aquel día.

    — Si le soy sincero, no creo que pudiese olvidarla bajo ninguna circunstancia.

    Se permitió llevar una de sus manos a la cintura ajena, siempre actuando con delicadeza y dándole tiempo a apartarse o a comunicarle si sentía cualquier tipo de incomodidad.

    — Sé que ahora no tenemos música, pero... ¿me concedería un baile?

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    En lo más recóndito de su ser, ella sabía que los cuidados excesivos de Jacaerys eran la fuerza motriz que la impulsaba a seguir adelante. Aguardaba con inquietud el momento en que su osadía pudiera estrellarse contra la fría realidad. ¿Podía considerarse delictivo el placer que sentía al tener su mano firme en la cintura? ¿Sería condenable el hecho de que sus propios brazos, en un gesto inconsciente, se enredaran alrededor de sus hombros para acercarse a su pecho?

    En última instancia, aquello que permanece en la penumbra del conocimiento ajeno no puede infligir dolor a nadie: ni a Aegon, ni a Baela.

    Halló una resolución tácita al aceptar la invitación iniciando los pasos por su propia cuenta. Como siempre que cruzaba el umbral de sus aposentos, se encontraba descalza, lo que le confería la licencia para posar sus pies delicadamente sobre las botas de su sobrino, sintiendo la sólida protección del cuero.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    En lo más profundo de su ser, Jacaerys esperaba que su sobreprotección no resultase excesiva o cargante. Sin embargo, en aquel santuario privado de sus aposentos, donde las normas y deberes parecían desvanecerse, se permitían explorar la delicada línea entre el deber y el deseo sin pensar en nada más allá de eso.

    Al ver aceptada su invitación, Jacaerys cruzó el umbral de lo correcto con la certeza silenciosa de que, entre susurros y gestos inadvertidos, podían ser ellos mismos. Helaena se encontraba descalza sobre sus botas, lo cual le confería una licencia implícita para acercarse más de lo que las formalidades permitían.

    Con cada roce de manos y cada mirada cómplice, la tensión entre ellos se intensificaba. El joven príncipe se sentía embriagado por la cercanía física entre ambos, por la sensación de que podía ser vulnerable y auténtico con Hela de una manera que nunca había experimentado antes.

    Solamente el ligero sonido de sus pasos unidos parecía romper el silencio de la sala, dejando que sus movimientos guiados por el corazón llenaran el espacio entre ellos. Sin palabras, encontraron un ritmo natural, como si sus almas estuvieran entrelazadas en una danza etérea que solo ellos podían comprender.

    El tiempo parecía detenerse mientras giraban juntos en la penumbra, cada movimiento hablando más que cualquier conversación. No obstante, en medio de la serenidad compartida, se escucharon pasos apresurados acercándose a la puerta. Jacaerys se separó de la fémina con rapidez, buscando recomponer su compostura a pesar de la mirada de culpabilidad que le dedicó por un instante.

    ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮

    En un escenario desprovisto de sonoridad, se entrelazan en una coreografía silenciosa. Sus cuerpos, en perfecta sincronía rítmica, ejecutan movimientos previamente interiorizados y ensayados durante toda la niñez. Tienen suficientes bailes encima como para saber moverse sin una banda de fondo. Los arcos plantares descalzos se alinean con los empeines de cuero en un equilibrio meticuloso, casi geométrico. La ausencia de sonido magnifica la armonía de sus ademanes y la complicidad que los entrelaza.
    —— Yo… —— hasta que es apartada abruptamente. No lo culpa; comprende y colabora en ejecutar un respingo que los mantiene a una distancia prudente de miradas extrañas.
    Los pasos se acercan, suenan demasiado seguros de sí mismos para creer que pasarán de largo. Está próximos. Tocan la puerta.

    —— A- Adelante. —— A los dioses ruega que no sea su madre, no tiene cómo justificar haber metido a un hombre a sus aposentos a esta hora. Pues no, es la criada número doscientos veinte (han pasado tantas que no recuerda los nombres).
    "𝘗𝘳𝘪𝘯𝘤𝘦𝘴𝘢" no pasa desapercibido el príncipe, y seguro tiene la directiva de informar una visita semejante a la progenitora. Tenue reverencia les dedica. "𝘗𝘳𝘪́𝘯𝘤𝘪𝘱𝘦. 𝘉𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦𝘴. 𝘗𝘢𝘴𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢𝘳 𝘴𝘪 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘶... 𝒕𝒐́𝒏𝒊𝒄𝒐 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘮𝘪𝘳".

    —— No. Estoy bien. Retírate, por favor…

    Los nervios recorrían cada célula de su cuerpo mientras subía las escaleras hacia los aposentos de su tía, buscando hacer el menor ruido posible y evidentemente el no ser visto. Que el castillo pareciese tan tranquilo últimamente no lo relajaba, sino todo lo contrario. Una vez frente a la puerta, tocó la puerta tres veces, después de una breve pausa, otras dos y finalmente, una vez más. No sabía de cuánto tiempo dispondría antes de recibir una respuesta, así que trató de arreglarse apresuradamente el cabello. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ La ansiedad devoraba a Helaena con una tenacidad inexorable. Las dos copas de vino, previsoramente llenadas, reposaban en la mesita junto al diván, frente al hogar encendido. Entre los beneficios de pernoctar en aposentos distintos a los de su consorte, destacaba no solo la libertad de recibir visitas anheladas, sino también la preservación intacta de su propia reserva vinícola. Al percibir el golpeteo en clave convenida, se irguió con celeridad, ajustando su vestimenta y arreglando su cabello mientras se reflejaba en el espejo durante su precipitado avance hacia la puerta. Sin emitir palabra de bienvenida, sus manos se aferraron al príncipe, introduciéndolo bruscamente y cerrando la puerta de inmediato. —— ¿Alguien os ha divisado de camino? ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ Tal vez en alguna otra circunstancia se hubiese permitido bromear por las ansias ajenas, pero en su situación era inevitable temer a ser descubierto. — Nadie, está todo absolutamente vacío. ¿Acaso ocurría algo hoy que no se me haya comunicado? Una pequeña sonrisa hizo mella en su expresión solemne, ya que su mirada instintivamente había divagado por un momento, perdiéndose en la belleza de su amada. — ¿Cómo puede continuar tan hermosa y radiante a estas horas? —Gentilmente tomó la mano de la fémina y apoyó sus labios sobre el dorso de la misma durante unos instantes—. Le agradezco que haya decidido invitarme. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ Estaba a punto de manifestar su desconocimiento sobre el asunto, mencionando que desde la aurora la Fortaleza se encontraba sumida en una agitación inusitada. No obstante, sus palabras fueron truncadas por la adulación y el beso que depositó sobre el dorso de su mano. Bendita penumbra que ocultaba su rubor; las escasas velas no bastaban para desvelar tal reacción fisiológica. —— No merecéis menos que una apariencia presentable —— expresó, conteniendo el impulso de revelar que había dedicado al menos treinta minutos a su preparación, pues aquello disiparía el encanto del momento. Con delicadeza, entrelazó aquella mano con la suya. —— Estáis... tan apuesto como corresponde a un legítimo heredero al trono. Las cortesanas hablan frecuentemente de vos, mi príncipe. Incluso las ciervas no pueden evitar dirigir miradas anhelantes en vuestra dirección; las he sorprendido con esos ojillos que os observan de manera tan sugestiva. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ La ligera timidez escondida en las palabras ajenas le hizo sonreír, aunque esta vez fue su turno de enrojecer ante la imagen de sus manos entrelazadas, sumada a las palabras que recibió en respuesta. Para cualquier otra persona y su persona amada, eso no significaría gran cosa, desde luego, pero para ellos lo era todo. A duras penas logró contener la expresión de sorpresa que apareció en su rostro, pues él no era consciente de recibir tales miradas. No obstante, no solía prestar atención a otras damas que no fueran su madre o su amada, así que con motivo no se había percatado. — Sin embargo, todo cuánto yo me pregunto es: ¿Recibo esa misma mirada de la mujer de mis anhelos? ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ —— No... mi mirada difiere completamente de eso. —— No era lascivia ni un ansia de poder lo que la impulsaba. Su sobrino evocaba en ella un torrente de emociones inefables que la dejaban muda en los momentos más cruciales. Explicarle esto resultaba una tarea ardua. Helaena no era tímida, sino más bien... reservada, quizás. Avanzó un paso medido. Las yemas de sus dedos ascendieron para recorrer el rostro del príncipe, tratando de grabar el tacto en su memoria. Piel suave, facciones implacables, un mentón que primigeniamente anhelaba morder. —— ¿Rememoráis la noche en que os visité? —— Estaba ebrio, golpeado, colérico. La cena familiar había resultado en desastre. El corazón de la princesa se había contraído aquel día, pero nada la había disuadido de cumplir su propósito. —— Sólo un par de horas antes habíamos bailado. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ — Me alegra que no tengáis la menor duda de a quién me refiero con ese sobrenombre—. Comentó, aunque las acciones adversas no tardaron en acaparar toda su atención. Inevitablemente su piel parecía tornarse rojiza allá donde la rubia lo tocaba, haciéndole perder por completo las nociones del tiempo y del espacio. Su cuerpo parecía inclinarse ligeramente hacia ella de manera instintiva, aunque se detuvo ante el recuerdo de la escena. En ocasiones su conciencia todavía lo torturaba por sus acciones de aquel día. — Si le soy sincero, no creo que pudiese olvidarla bajo ninguna circunstancia. Se permitió llevar una de sus manos a la cintura ajena, siempre actuando con delicadeza y dándole tiempo a apartarse o a comunicarle si sentía cualquier tipo de incomodidad. — Sé que ahora no tenemos música, pero... ¿me concedería un baile? ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ En lo más recóndito de su ser, ella sabía que los cuidados excesivos de Jacaerys eran la fuerza motriz que la impulsaba a seguir adelante. Aguardaba con inquietud el momento en que su osadía pudiera estrellarse contra la fría realidad. ¿Podía considerarse delictivo el placer que sentía al tener su mano firme en la cintura? ¿Sería condenable el hecho de que sus propios brazos, en un gesto inconsciente, se enredaran alrededor de sus hombros para acercarse a su pecho? En última instancia, aquello que permanece en la penumbra del conocimiento ajeno no puede infligir dolor a nadie: ni a Aegon, ni a Baela. Halló una resolución tácita al aceptar la invitación iniciando los pasos por su propia cuenta. Como siempre que cruzaba el umbral de sus aposentos, se encontraba descalza, lo que le confería la licencia para posar sus pies delicadamente sobre las botas de su sobrino, sintiendo la sólida protección del cuero. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ En lo más profundo de su ser, Jacaerys esperaba que su sobreprotección no resultase excesiva o cargante. Sin embargo, en aquel santuario privado de sus aposentos, donde las normas y deberes parecían desvanecerse, se permitían explorar la delicada línea entre el deber y el deseo sin pensar en nada más allá de eso. Al ver aceptada su invitación, Jacaerys cruzó el umbral de lo correcto con la certeza silenciosa de que, entre susurros y gestos inadvertidos, podían ser ellos mismos. Helaena se encontraba descalza sobre sus botas, lo cual le confería una licencia implícita para acercarse más de lo que las formalidades permitían. Con cada roce de manos y cada mirada cómplice, la tensión entre ellos se intensificaba. El joven príncipe se sentía embriagado por la cercanía física entre ambos, por la sensación de que podía ser vulnerable y auténtico con Hela de una manera que nunca había experimentado antes. Solamente el ligero sonido de sus pasos unidos parecía romper el silencio de la sala, dejando que sus movimientos guiados por el corazón llenaran el espacio entre ellos. Sin palabras, encontraron un ritmo natural, como si sus almas estuvieran entrelazadas en una danza etérea que solo ellos podían comprender. El tiempo parecía detenerse mientras giraban juntos en la penumbra, cada movimiento hablando más que cualquier conversación. No obstante, en medio de la serenidad compartida, se escucharon pasos apresurados acercándose a la puerta. Jacaerys se separó de la fémina con rapidez, buscando recomponer su compostura a pesar de la mirada de culpabilidad que le dedicó por un instante. ╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮╰⊱♥⊱╮ En un escenario desprovisto de sonoridad, se entrelazan en una coreografía silenciosa. Sus cuerpos, en perfecta sincronía rítmica, ejecutan movimientos previamente interiorizados y ensayados durante toda la niñez. Tienen suficientes bailes encima como para saber moverse sin una banda de fondo. Los arcos plantares descalzos se alinean con los empeines de cuero en un equilibrio meticuloso, casi geométrico. La ausencia de sonido magnifica la armonía de sus ademanes y la complicidad que los entrelaza. —— Yo… —— hasta que es apartada abruptamente. No lo culpa; comprende y colabora en ejecutar un respingo que los mantiene a una distancia prudente de miradas extrañas. Los pasos se acercan, suenan demasiado seguros de sí mismos para creer que pasarán de largo. Está próximos. Tocan la puerta. —— A- Adelante. —— A los dioses ruega que no sea su madre, no tiene cómo justificar haber metido a un hombre a sus aposentos a esta hora. Pues no, es la criada número doscientos veinte (han pasado tantas que no recuerda los nombres). "𝘗𝘳𝘪𝘯𝘤𝘦𝘴𝘢" no pasa desapercibido el príncipe, y seguro tiene la directiva de informar una visita semejante a la progenitora. Tenue reverencia les dedica. "𝘗𝘳𝘪́𝘯𝘤𝘪𝘱𝘦. 𝘉𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦𝘴. 𝘗𝘢𝘴𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢𝘳 𝘴𝘪 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘣𝘢 𝘴𝘶... 𝒕𝒐́𝒏𝒊𝒄𝒐 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘮𝘪𝘳". —— No. Estoy bien. Retírate, por favor…
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