No sabía a que hora vendría a cumplir lo dicho en el mensaje de ayer, por tanto comenzó su día como cualquier otro.
Se detiene un momento para descansar junto a su ventana y de entre los pilares frente a su hogar aparece la cabellera roja y eterna brillando bajo el sol.
Había llegado a verla. Al fin.
Se detiene un momento para descansar junto a su ventana y de entre los pilares frente a su hogar aparece la cabellera roja y eterna brillando bajo el sol.
Había llegado a verla. Al fin.
No sabía a que hora vendría a cumplir lo dicho en el mensaje de ayer, por tanto comenzó su día como cualquier otro.
Se detiene un momento para descansar junto a su ventana y de entre los pilares frente a su hogar aparece la cabellera roja y eterna brillando bajo el sol.
Había llegado a verla. Al fin.
