aun faltaba por concluir con su labor, y ya el conde se encontraba exhausto, aun falta, tu puedes, su mente le decía aquel hombrecito orgulloso que se encontraba recostado sobre el escritorio de estudio.

solo un poco más, un suspiro corrió por sus labios, manos extendió para tomar el plumón y escribir sobre la línea delgada de muchos texto que se encuentran escritos en la hoja.
aun faltaba por concluir con su labor, y ya el conde se encontraba exhausto, aun falta, tu puedes, su mente le decía aquel hombrecito orgulloso que se encontraba recostado sobre el escritorio de estudio. solo un poco más, un suspiro corrió por sus labios, manos extendió para tomar el plumón y escribir sobre la línea delgada de muchos texto que se encuentran escritos en la hoja.
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados