Había cumplido su promesa, y aunque le había tomado más tiempo del que había previsto llegó al ensayo con el repertorio aprendido a la perfección.

Claro estaba que sus partituras solo le describían las melodías a través del patrón de notas inscriptas en ella ,quitando ese detalle , el inglés hasta ese momento había ignorado por completo lo que decía cada una de las letras de las canciones que habían convertido a su ex novia en una actual cantante famosa.

El británico no comentó nada al principio, quizás se lo estaba imaginando y nada de eso que contaba la rubia tenía que ver con él sin embargo su intuición le decía lo contrario.

Luther se dedicó a tocar impecablemente, al menos sus manos respondían correctamente porque lo que era su rostro era un poema a medida que más se metía en las líricas. Cuando llegó el break, el músico dejó el instrumento a resguardo dispuesto a encarar a la rubia.