No le agrada tratar sus asuntos en publico, por ello, aunque el borde de la acera es un sitio tentador, va más allá. Camina, lento y sin prisa, esperando a que el brujo le alcance para avanzar lado a lado hasta el callejón ubicado tras el bar, encendiéndose un cigarro un momento antes de llegar.

— ¿Qué sentiste esta mañana cuando toqué tu rostro?
No le agrada tratar sus asuntos en publico, por ello, aunque el borde de la acera es un sitio tentador, va más allá. Camina, lento y sin prisa, esperando a que el brujo le alcance para avanzar lado a lado hasta el callejón ubicado tras el bar, encendiéndose un cigarro un momento antes de llegar. — ¿Qué sentiste esta mañana cuando toqué tu rostro?
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