Los momentos de paz no son la norma. Son tan sutiles como la brisa del viento y tan breves como un parpadeo, pero de llegar el siempre disfruta hacer cosas simple. En este caso decidió prepararse un café y mientras lo bebía meditaria un poco, tal vez de continuar dicha paz de pondría a leer un libro.
Los momentos de paz no son la norma. Son tan sutiles como la brisa del viento y tan breves como un parpadeo, pero de llegar el siempre disfruta hacer cosas simple. En este caso decidió prepararse un café y mientras lo bebía meditaria un poco, tal vez de continuar dicha paz de pondría a leer un libro.