En algún punto de la mañana, finalmente, había salido del baño. Encontrándose con Angel Dust y dejándole pasar a él mientras acababa de arreglarse.
En la habitación había dejado la corbata y , aunque prefería los moños, se había asegurado de dejarla perfecta.

Finalmente él estaba listo. Con su nuevo traje elegido con ayuda de sus hijos.
Se había visto al espejo, era raro verse de aquella forma pero también llenaba de forma cálida su pecho.
En su reflejo observó que solo un pequeño detalle le faltaba y una sonrisa leve se formó sobre sus labios al llegarle una idea.

— Piernitas ¿Crees poder ayudarme? — Al levantar la voz, llamó a su casi esposo mientras tomaba una pequeña florecilla que iría de decoración en el bolsillo de su pecho. — Necesito un poco de ayuda con la flor —

Explicó inmediatamente, constandole que el otro aún se preparaba y que todavía no se había puesto su ropa. Un vestido según tenía entendido, aunque Angel le había prohibido terminantemente verlo puesto con él antes de llegado el momento para evitar la mala suerte.
Cuando llegara donde él le entregaría la pequeña plantita, incluso levantando la cabeza con orgullo mientras un suave ronroneo brotaba desde su pecho. Estaba de buen humor, MUY buen humor y eso con Angel solo podía significar una cosa; podía ponerse juguetón.

Y así sucedió, pues ni bien le acabó por poner la flor, no le dio tiempo siquiera a apartar sus manos.
Una mano tras la espalda ajena y otra en su cintura mientras tiraba de él para medio recostarlo en lo que lo sostenía. Una pequeña risa que dejó escapar antes de unir sus labios en un beso.
En algún punto de la mañana, finalmente, había salido del baño. Encontrándose con [Ange1Dust] y dejándole pasar a él mientras acababa de arreglarse. En la habitación había dejado la corbata y , aunque prefería los moños, se había asegurado de dejarla perfecta. Finalmente él estaba listo. Con su nuevo traje elegido con ayuda de sus hijos. Se había visto al espejo, era raro verse de aquella forma pero también llenaba de forma cálida su pecho. En su reflejo observó que solo un pequeño detalle le faltaba y una sonrisa leve se formó sobre sus labios al llegarle una idea. — Piernitas ¿Crees poder ayudarme? — Al levantar la voz, llamó a su casi esposo mientras tomaba una pequeña florecilla que iría de decoración en el bolsillo de su pecho. — Necesito un poco de ayuda con la flor — Explicó inmediatamente, constandole que el otro aún se preparaba y que todavía no se había puesto su ropa. Un vestido según tenía entendido, aunque Angel le había prohibido terminantemente verlo puesto con él antes de llegado el momento para evitar la mala suerte. Cuando llegara donde él le entregaría la pequeña plantita, incluso levantando la cabeza con orgullo mientras un suave ronroneo brotaba desde su pecho. Estaba de buen humor, MUY buen humor y eso con Angel solo podía significar una cosa; podía ponerse juguetón. Y así sucedió, pues ni bien le acabó por poner la flor, no le dio tiempo siquiera a apartar sus manos. Una mano tras la espalda ajena y otra en su cintura mientras tiraba de él para medio recostarlo en lo que lo sostenía. Una pequeña risa que dejó escapar antes de unir sus labios en un beso.
Me encocora
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