En la penumbra de la eternidad, donde las sombras susurran y la luz se disuelve en hálitos de olvido, una mirada perdida se alza hacia el firmamento. En las noches estrelladas, cuando el velo del cosmos se rasga y revela su insondable abismo, contempla el cielo con un conocimiento que no debiera poseer. Ve destellos y sombras que otros no perciben, vislumbres de mundos que jamás...