El vapor de su mate se perdía en las alturas, próximo a los cielos de New York. Estaba aburrido, como era de costumbre.
Pero el sabor del amargor de su cultura jamás traicionaba, esto despertaba a cualquier muerto.

No había nada mejor para los días fríos. Uno de esos pocos placeres que había conservado desde hace tanto.
El vapor de su mate se perdía en las alturas, próximo a los cielos de New York. Estaba aburrido, como era de costumbre. Pero el sabor del amargor de su cultura jamás traicionaba, esto despertaba a cualquier muerto. No había nada mejor para los días fríos. Uno de esos pocos placeres que había conservado desde hace tanto.
Me gusta
Me encocora
Me enjaja
10
4 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados