Дзiкае Паляванн (Cacería Salvaje)
La cacería salvaje es el nombre de una práctica pagana relacionada con la brujería del norte de Europa.
Un ejército de espíritus y criaturas es invocado por un o una líder con suficiente poder como para hacerles caer en trance para cometer actos determinados. Ya sea para atormentar a los vivos, para castigar a los injustos, para arruinar cosechas, para ejecutar maleficios, etc. Dependiendo del poder del señor o señora de la caza, el motivo puede variar.
Suele suceder que muchos brujos y brujas incautos, novatos o ignorantes de su naturaleza, se vean arrastrados en espíritu mientras duermen para ser forzados a formar parte del ejército en trance. Los más experimentados saben protegerse del secuestro y/o mantenerse conscientes para aceptar o negarse a participar, e incluso mientras son parte de la cacería.
Las víctimas de este ejército pueden variar según el propósito del o la guía, pero por lo general se componen de gente normal y corriente. Se les arrebata la cordura, se les maldice, se les lleva a experimentar alucinaciones colectivas, se les ofrece como alimento a demonios, se les condena a vagar como fantasmas, se les roba el alma para dejar un cuerpo muerto en vida vulnerable y sin voluntad. O simplemente se le unía en espíritu al ejército.
Pero también se organizaban cacerías salvajes para proteger pueblos enteros de la invasión demoníaca, para ahuyentar animales o criaturas salvajes, para bendecir las tierras o simplemente para celebrar en espíritu cuando las circunstancias no lo permitían en cuerpo, como cuando las nevadas impedían los viajes o la enfermedad oprimía las libertades.
El clan Chérnikov solía conducir cacerías salvajes con el propósito de rendir tributo al inframundo y así obtener mayor poder de parte de su dios patrono. Sus motivaciones variaban dependiendo de quien liderara la caza y podían ser tanto de muerte como de vida. Y fue a causa de esta misma tradición que el clan experimentó una de sus épocas más oscuras, cuando un brujo corrompido por su deseo de alcanzar la inmortalidad les fue secuestrando uno por uno, arrebatándoles en espíritu para cosechar sus dones, dejando atrás un despojo de ser humano frágil y enfermizo que pronto era consumido por la podredumbre... en vida.
La cacería salvaje es el nombre de una práctica pagana relacionada con la brujería del norte de Europa.
Un ejército de espíritus y criaturas es invocado por un o una líder con suficiente poder como para hacerles caer en trance para cometer actos determinados. Ya sea para atormentar a los vivos, para castigar a los injustos, para arruinar cosechas, para ejecutar maleficios, etc. Dependiendo del poder del señor o señora de la caza, el motivo puede variar.
Suele suceder que muchos brujos y brujas incautos, novatos o ignorantes de su naturaleza, se vean arrastrados en espíritu mientras duermen para ser forzados a formar parte del ejército en trance. Los más experimentados saben protegerse del secuestro y/o mantenerse conscientes para aceptar o negarse a participar, e incluso mientras son parte de la cacería.
Las víctimas de este ejército pueden variar según el propósito del o la guía, pero por lo general se componen de gente normal y corriente. Se les arrebata la cordura, se les maldice, se les lleva a experimentar alucinaciones colectivas, se les ofrece como alimento a demonios, se les condena a vagar como fantasmas, se les roba el alma para dejar un cuerpo muerto en vida vulnerable y sin voluntad. O simplemente se le unía en espíritu al ejército.
Pero también se organizaban cacerías salvajes para proteger pueblos enteros de la invasión demoníaca, para ahuyentar animales o criaturas salvajes, para bendecir las tierras o simplemente para celebrar en espíritu cuando las circunstancias no lo permitían en cuerpo, como cuando las nevadas impedían los viajes o la enfermedad oprimía las libertades.
El clan Chérnikov solía conducir cacerías salvajes con el propósito de rendir tributo al inframundo y así obtener mayor poder de parte de su dios patrono. Sus motivaciones variaban dependiendo de quien liderara la caza y podían ser tanto de muerte como de vida. Y fue a causa de esta misma tradición que el clan experimentó una de sus épocas más oscuras, cuando un brujo corrompido por su deseo de alcanzar la inmortalidad les fue secuestrando uno por uno, arrebatándoles en espíritu para cosechar sus dones, dejando atrás un despojo de ser humano frágil y enfermizo que pronto era consumido por la podredumbre... en vida.
Дзiкае Паляванн (Cacería Salvaje)
La cacería salvaje es el nombre de una práctica pagana relacionada con la brujería del norte de Europa.
Un ejército de espíritus y criaturas es invocado por un o una líder con suficiente poder como para hacerles caer en trance para cometer actos determinados. Ya sea para atormentar a los vivos, para castigar a los injustos, para arruinar cosechas, para ejecutar maleficios, etc. Dependiendo del poder del señor o señora de la caza, el motivo puede variar.
Suele suceder que muchos brujos y brujas incautos, novatos o ignorantes de su naturaleza, se vean arrastrados en espíritu mientras duermen para ser forzados a formar parte del ejército en trance. Los más experimentados saben protegerse del secuestro y/o mantenerse conscientes para aceptar o negarse a participar, e incluso mientras son parte de la cacería.
Las víctimas de este ejército pueden variar según el propósito del o la guía, pero por lo general se componen de gente normal y corriente. Se les arrebata la cordura, se les maldice, se les lleva a experimentar alucinaciones colectivas, se les ofrece como alimento a demonios, se les condena a vagar como fantasmas, se les roba el alma para dejar un cuerpo muerto en vida vulnerable y sin voluntad. O simplemente se le unía en espíritu al ejército.
Pero también se organizaban cacerías salvajes para proteger pueblos enteros de la invasión demoníaca, para ahuyentar animales o criaturas salvajes, para bendecir las tierras o simplemente para celebrar en espíritu cuando las circunstancias no lo permitían en cuerpo, como cuando las nevadas impedían los viajes o la enfermedad oprimía las libertades.
El clan Chérnikov solía conducir cacerías salvajes con el propósito de rendir tributo al inframundo y así obtener mayor poder de parte de su dios patrono. Sus motivaciones variaban dependiendo de quien liderara la caza y podían ser tanto de muerte como de vida. Y fue a causa de esta misma tradición que el clan experimentó una de sus épocas más oscuras, cuando un brujo corrompido por su deseo de alcanzar la inmortalidad les fue secuestrando uno por uno, arrebatándoles en espíritu para cosechar sus dones, dejando atrás un despojo de ser humano frágil y enfermizo que pronto era consumido por la podredumbre... en vida.