Maximilian Velvette
No sería difícil de localizar, a fin de cuentas; no es como si fuera muy común ver ese tipo de criaturas en el infierno. Un rugido metálico bastaba para saber que se estaba jodido. A fin de cuentas aquella criatura no hacía ruido con sus pasos, pues sus patas estaban acolchadas, en el interior de su cuerpo al igual que los tiburones tenían protuberancias hechas para captar la electricidad del ambiente, incluyendo en este caso las almas a su alrededor y para colmo, aquel rugido metálico no era una técnica para intimidar y que las posibles presas huyeran, no... Era un jodido sonar. Para acabar de localizar lo que fuera que tenía en las narices. Por lo que si ll escuchabas cerca, se acabó.
Y así fue para un desdichado imp que estaba en el lugar equivocado en el momento adecuado. La cosa que ahora era Vox tenía hambre. Demasiado tiempo sin la medicación y sin que nadie supiera su fórmula había hecho avanzar su enfermedad hasta que la mutación completa regresó. Casi surgido de la nada, como una pesadilla cuyo medio de transporte fue la propia corriente eléctrica, la bestia apareció delante del acorralado imp y lo deboró sin piedad comenzando por la cabeza. Era una mala noche en el distrito canival.
No sería difícil de localizar, a fin de cuentas; no es como si fuera muy común ver ese tipo de criaturas en el infierno. Un rugido metálico bastaba para saber que se estaba jodido. A fin de cuentas aquella criatura no hacía ruido con sus pasos, pues sus patas estaban acolchadas, en el interior de su cuerpo al igual que los tiburones tenían protuberancias hechas para captar la electricidad del ambiente, incluyendo en este caso las almas a su alrededor y para colmo, aquel rugido metálico no era una técnica para intimidar y que las posibles presas huyeran, no... Era un jodido sonar. Para acabar de localizar lo que fuera que tenía en las narices. Por lo que si ll escuchabas cerca, se acabó.
Y así fue para un desdichado imp que estaba en el lugar equivocado en el momento adecuado. La cosa que ahora era Vox tenía hambre. Demasiado tiempo sin la medicación y sin que nadie supiera su fórmula había hecho avanzar su enfermedad hasta que la mutación completa regresó. Casi surgido de la nada, como una pesadilla cuyo medio de transporte fue la propia corriente eléctrica, la bestia apareció delante del acorralado imp y lo deboró sin piedad comenzando por la cabeza. Era una mala noche en el distrito canival.
[Maxi8] [VELVE77E]
No sería difícil de localizar, a fin de cuentas; no es como si fuera muy común ver ese tipo de criaturas en el infierno. Un rugido metálico bastaba para saber que se estaba jodido. A fin de cuentas aquella criatura no hacía ruido con sus pasos, pues sus patas estaban acolchadas, en el interior de su cuerpo al igual que los tiburones tenían protuberancias hechas para captar la electricidad del ambiente, incluyendo en este caso las almas a su alrededor y para colmo, aquel rugido metálico no era una técnica para intimidar y que las posibles presas huyeran, no... Era un jodido sonar. Para acabar de localizar lo que fuera que tenía en las narices. Por lo que si ll escuchabas cerca, se acabó.
Y así fue para un desdichado imp que estaba en el lugar equivocado en el momento adecuado. La cosa que ahora era Vox tenía hambre. Demasiado tiempo sin la medicación y sin que nadie supiera su fórmula había hecho avanzar su enfermedad hasta que la mutación completa regresó. Casi surgido de la nada, como una pesadilla cuyo medio de transporte fue la propia corriente eléctrica, la bestia apareció delante del acorralado imp y lo deboró sin piedad comenzando por la cabeza. Era una mala noche en el distrito canival.