Aún seguía en el mundo del hombre, de vacaciones. Y mientras estaba sentado sobre una banca en algún parque, observaba a todos correr, tropezar, y quejarse del tráfico, soltó un suspiro divertido y en su mente habló consigo mismo:
Los humanos viven tan agotados que hasta a mí me dan ganas de dormir…
Los humanos viven tan agotados que hasta a mí me dan ganas de dormir…
Aún seguía en el mundo del hombre, de vacaciones. Y mientras estaba sentado sobre una banca en algún parque, observaba a todos correr, tropezar, y quejarse del tráfico, soltó un suspiro divertido y en su mente habló consigo mismo:
Los humanos viven tan agotados que hasta a mí me dan ganas de dormir…