Si alguien le hubiera dicho que su vida en el infierno, de un día al otro, iba a sufrir un cambio tan drástico... Le habría partido una botella en la cabeza al imbécil que se hubiera atrevido a joderlo.
Sin embargo, allí estaba ahora. Antes amargado de la vida, lamentando sus penas en el alcohol y encontrando el amor en una botella... Y ahora, enamorado perdidamente de un imbécil coqueto y caliente pero que en realidad era la mejor persona, o alma, que en su vida y muerte pudo cruzarse.
Alguien que, incluso imitando gestos que hacía Alastor con él y le producían terror, hechos por él se volvían gestos cargados de ternura y amor. Gestos que lograban derretirle el corazón y ablandar ese malhumorado carácter que usualmente poseía.
Sin embargo, allí estaba ahora. Antes amargado de la vida, lamentando sus penas en el alcohol y encontrando el amor en una botella... Y ahora, enamorado perdidamente de un imbécil coqueto y caliente pero que en realidad era la mejor persona, o alma, que en su vida y muerte pudo cruzarse.
Alguien que, incluso imitando gestos que hacía Alastor con él y le producían terror, hechos por él se volvían gestos cargados de ternura y amor. Gestos que lograban derretirle el corazón y ablandar ese malhumorado carácter que usualmente poseía.
Si alguien le hubiera dicho que su vida en el infierno, de un día al otro, iba a sufrir un cambio tan drástico... Le habría partido una botella en la cabeza al imbécil que se hubiera atrevido a joderlo.
Sin embargo, allí estaba ahora. Antes amargado de la vida, lamentando sus penas en el alcohol y encontrando el amor en una botella... Y ahora, enamorado perdidamente de un imbécil coqueto y caliente pero que en realidad era la mejor persona, o alma, que en su vida y muerte pudo cruzarse.
Alguien que, incluso imitando gestos que hacía Alastor con él y le producían terror, hechos por él se volvían gestos cargados de ternura y amor. Gestos que lograban derretirle el corazón y ablandar ese malhumorado carácter que usualmente poseía.