El único sonido en el interior de la tienda era el tic-tac obsesivo del reloj de péndulo suizo del siglo XVIII, marcando los minutos de espera desde que colgó el teléfono. Raden no estaba restaurando, ni catalogando. Estaba aguardando una visita, y la paciencia nunca fue su virtud.

De pie frente al mostrador, sus dedos enguantados tamborileaban una melodía impaciente sobre la madera. Su mirada, se clavaba en la puerta una y otra vez. Sobre el mostrador, descansaba un único objeto: lo que parecía ser una figurilla con forma de dragón.

— Ah, ¿cuánto más tardará? —murmuró impaciente para si misma.

Shiori Novella
El único sonido en el interior de la tienda era el tic-tac obsesivo del reloj de péndulo suizo del siglo XVIII, marcando los minutos de espera desde que colgó el teléfono. Raden no estaba restaurando, ni catalogando. Estaba aguardando una visita, y la paciencia nunca fue su virtud. De pie frente al mostrador, sus dedos enguantados tamborileaban una melodía impaciente sobre la madera. Su mirada, se clavaba en la puerta una y otra vez. Sobre el mostrador, descansaba un único objeto: lo que parecía ser una figurilla con forma de dragón. — Ah, ¿cuánto más tardará? —murmuró impaciente para si misma. [specter_copper_horse_768]
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