La Gran Maestra se encontraba en el segundo piso de la sede de los caballeros, donde ya hacía tiempo había acondicionado una sala a un lugar para ejercitar.
La rutina del día constaba de estiramientos par mantener su flexibilidad por lo que era una rutina "tranquila" para ella, casi imposible para los caballeros promedio.
La rutina del día constaba de estiramientos par mantener su flexibilidad por lo que era una rutina "tranquila" para ella, casi imposible para los caballeros promedio.
La Gran Maestra se encontraba en el segundo piso de la sede de los caballeros, donde ya hacía tiempo había acondicionado una sala a un lugar para ejercitar.
La rutina del día constaba de estiramientos par mantener su flexibilidad por lo que era una rutina "tranquila" para ella, casi imposible para los caballeros promedio.