¿Tal vez .. estoy maldita? Toronto parecía más cálido ese otoño, como si el aire supiera que algo se estaba gestando. Las hojas caían en espirales doradas, las vitrinas se llenaban de vestidos de gala, y yo caminaba con una carpeta de proveedores bajo el brazo, soñando con flores blancas y mesas largas llenas de gente que me queria, y de gente que se volveria mi...