—Todos los hombres mienten. Pero no lo hacen por maldad. Lo hacen por incompetencia... —mencionó, mientras examinaba sus uñas con desinterés— Ahh, si, prometen mundos que no pueden crear, futuros que no pueden garantizar, y amores que no pueden sostener —se encoge de hombros— No es que sean naturalmente mentirosos, ¡Es que son naturalmente in-com-pe-ten-tes~!
—Todos los hombres mienten. Pero no lo hacen por maldad. Lo hacen por incompetencia... —mencionó, mientras examinaba sus uñas con desinterés— Ahh, si, prometen mundos que no pueden crear, futuros que no pueden garantizar, y amores que no pueden sostener —se encoge de hombros— No es que sean naturalmente mentirosos, ¡Es que son naturalmente in-com-pe-ten-tes~!




