Y mientras me veía obligada a escuchar un discurso vacío sobre los inexistentes valores de la institución educativa en la que mis diabólicos progenitores me habían forzado a asistir, algo entre esa vasta retahíla de palabros rimbombantes me permitió escapar brevemente de la hastiada realidad. Pensé en aquellos astronautas que casi mueren en el espacio en los 70.

Qué bello lugar para el descanso eterno.
Y mientras me veía obligada a escuchar un discurso vacío sobre los inexistentes valores de la institución educativa en la que mis diabólicos progenitores me habían forzado a asistir, algo entre esa vasta retahíla de palabros rimbombantes me permitió escapar brevemente de la hastiada realidad. Pensé en aquellos astronautas que casi mueren en el espacio en los 70. Qué bello lugar para el descanso eterno.
Me gusta
2
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados