Mi partida No pude ver lo que ocurrió, al salir de mi hogar las calles ya estaban en llamas.
Junto a varios vecinos ayudé a intentar detener el incendio, pero la hojarasca del otoño hizo que se expandiera rápidamente.
Los techos de paja ardieron enseguida y a las pocas horas estaba contemplando desde una colina como las llamas estaban reduciendo a cenizas todo el pueblo....