Una competencia ¿Qué podía salir mal? Más aún cuando se trataba de una amistosa.
Ocasionalmente, en Silvergrove, se organizaba una serie de juegos competitivos donde, la gran mayoría, participaba en algunos o todos los juegos. Y él no era la excepción.
Pese a no ser el más atlético o deportivo, sin duda disfrutaba de un buen día de juegos amistosos entre amigos y conocidos del pueblo. Eso y que Tiadrin no lo dejaría tranquilo si no lo acompañaba en esa jornada.
Aunque esta vez era particularmente distinta a las demás. Se habían asegurado, Tiadrin y él, de invitar a Lain y Runaan a ir con ellos.
En su mano un arco y colgado en uno de sus hombros un carcaj cargados de flechas que, esta vez, él mismo había creado. De sus primeras armas finalmente creadas.
Aunque las espadas y lanzas, entre otras armas, eran de las más difícil de crear, había decidido empezar con algo relativamente más sencillo. Flechas y pequeños cuchillos. Aunque, claro, aún faltaba probar su eficacia y ¿Quién mejor que su propio creador?
— Runaan, ¿Vas a participar esta vez? — Preguntó distraídamente mientras analizaba la punta de una de sus flechas que tenía entre sus manos antes de guardarla junto con el resto.
Lain pareció haber estado con el oído parado, pues enseguida que lo escuchó decidió que era divertido comenzar a pinchar a Runaan a participar. Incluso abrazándolo con un brazo por el cuello.
Ocasionalmente, en Silvergrove, se organizaba una serie de juegos competitivos donde, la gran mayoría, participaba en algunos o todos los juegos. Y él no era la excepción.
Pese a no ser el más atlético o deportivo, sin duda disfrutaba de un buen día de juegos amistosos entre amigos y conocidos del pueblo. Eso y que Tiadrin no lo dejaría tranquilo si no lo acompañaba en esa jornada.
Aunque esta vez era particularmente distinta a las demás. Se habían asegurado, Tiadrin y él, de invitar a Lain y Runaan a ir con ellos.
En su mano un arco y colgado en uno de sus hombros un carcaj cargados de flechas que, esta vez, él mismo había creado. De sus primeras armas finalmente creadas.
Aunque las espadas y lanzas, entre otras armas, eran de las más difícil de crear, había decidido empezar con algo relativamente más sencillo. Flechas y pequeños cuchillos. Aunque, claro, aún faltaba probar su eficacia y ¿Quién mejor que su propio creador?
— Runaan, ¿Vas a participar esta vez? — Preguntó distraídamente mientras analizaba la punta de una de sus flechas que tenía entre sus manos antes de guardarla junto con el resto.
Lain pareció haber estado con el oído parado, pues enseguida que lo escuchó decidió que era divertido comenzar a pinchar a Runaan a participar. Incluso abrazándolo con un brazo por el cuello.
Una competencia ¿Qué podía salir mal? Más aún cuando se trataba de una amistosa.
Ocasionalmente, en Silvergrove, se organizaba una serie de juegos competitivos donde, la gran mayoría, participaba en algunos o todos los juegos. Y él no era la excepción.
Pese a no ser el más atlético o deportivo, sin duda disfrutaba de un buen día de juegos amistosos entre amigos y conocidos del pueblo. Eso y que Tiadrin no lo dejaría tranquilo si no lo acompañaba en esa jornada.
Aunque esta vez era particularmente distinta a las demás. Se habían asegurado, Tiadrin y él, de invitar a Lain y [Silvae_Lunaris_Run] a ir con ellos.
En su mano un arco y colgado en uno de sus hombros un carcaj cargados de flechas que, esta vez, él mismo había creado. De sus primeras armas finalmente creadas.
Aunque las espadas y lanzas, entre otras armas, eran de las más difícil de crear, había decidido empezar con algo relativamente más sencillo. Flechas y pequeños cuchillos. Aunque, claro, aún faltaba probar su eficacia y ¿Quién mejor que su propio creador?
— Runaan, ¿Vas a participar esta vez? — Preguntó distraídamente mientras analizaba la punta de una de sus flechas que tenía entre sus manos antes de guardarla junto con el resto.
Lain pareció haber estado con el oído parado, pues enseguida que lo escuchó decidió que era divertido comenzar a pinchar a Runaan a participar. Incluso abrazándolo con un brazo por el cuello.
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