Tenlo en cuenta al responder.
- Diario de Akane –
9 de agosto 2025
No sé si estoy pensando o solo dejando que el ruido me atraviese. Todo se siente torcido. Las palabras ya no significan nada. La comprensión se ha ido, como si alguien la hubiera arrancado de raíz. Solo quedan frases sin sentido, frustración que se pudre en mi pecho.
Hoy no me interesa la vida. No en el sentido dramático. Solo… no me importa. Los sueños que alguna vez tuve parecen espejos rotos. Brillan, pero cortan.
Mi mente está seca. Como un campo después del fuego. Vacía, asquerosa, podrida. Y aún así, aquí estoy, escribiendo. ¿Por qué?
Estoy cansada. No físicamente. Cansada de existir sin saber cómo hacerlo bien. Cansada de fingir que entiendo lo que siento.
A veces creo que estamos malditos. Mi linaje, mi sangre, mis recuerdos. Fríos, oscuros, desquiciados. ¿Y si todo esto es solo una herencia de errores?
No sé cómo demostrar que estoy viva. No sé si quiero hacerlo. La ambigüedad me envuelve como cadenas. No aprietan, pero no me dejan moverme.
La felicidad parece una broma cruel. La soledad se ha vuelto mi terapeuta. Me escucha sin juzgar, pero nunca responde.
El amor… No lo entiendo. Me congela. Me borra. Me deja en pausa.
¿Y si pudiera reír contigo? ¿Contigo, quien sea que seas? Tal vez no estaría tan rota. Tal vez no repetiría los mismos errores.
Caminaría hacia el futuro. Aunque no sepa si hay amanecer. Aunque el camino esté lleno de espejos rotos.
Reencarnación. No como mito. Como posibilidad. Como una forma de limpiar los arrepentimientos que me persiguen.
Estoy luchando. Estoy expuesta. Y aún así… sigo. No por valentía. Sino porque detenerme sería aceptar que nunca fui real.
9 de agosto 2025
No sé si estoy pensando o solo dejando que el ruido me atraviese. Todo se siente torcido. Las palabras ya no significan nada. La comprensión se ha ido, como si alguien la hubiera arrancado de raíz. Solo quedan frases sin sentido, frustración que se pudre en mi pecho.
Hoy no me interesa la vida. No en el sentido dramático. Solo… no me importa. Los sueños que alguna vez tuve parecen espejos rotos. Brillan, pero cortan.
Mi mente está seca. Como un campo después del fuego. Vacía, asquerosa, podrida. Y aún así, aquí estoy, escribiendo. ¿Por qué?
Estoy cansada. No físicamente. Cansada de existir sin saber cómo hacerlo bien. Cansada de fingir que entiendo lo que siento.
A veces creo que estamos malditos. Mi linaje, mi sangre, mis recuerdos. Fríos, oscuros, desquiciados. ¿Y si todo esto es solo una herencia de errores?
No sé cómo demostrar que estoy viva. No sé si quiero hacerlo. La ambigüedad me envuelve como cadenas. No aprietan, pero no me dejan moverme.
La felicidad parece una broma cruel. La soledad se ha vuelto mi terapeuta. Me escucha sin juzgar, pero nunca responde.
El amor… No lo entiendo. Me congela. Me borra. Me deja en pausa.
¿Y si pudiera reír contigo? ¿Contigo, quien sea que seas? Tal vez no estaría tan rota. Tal vez no repetiría los mismos errores.
Caminaría hacia el futuro. Aunque no sepa si hay amanecer. Aunque el camino esté lleno de espejos rotos.
Reencarnación. No como mito. Como posibilidad. Como una forma de limpiar los arrepentimientos que me persiguen.
Estoy luchando. Estoy expuesta. Y aún así… sigo. No por valentía. Sino porque detenerme sería aceptar que nunca fui real.
- Diario de Akane –
9 de agosto 2025
No sé si estoy pensando o solo dejando que el ruido me atraviese. Todo se siente torcido. Las palabras ya no significan nada. La comprensión se ha ido, como si alguien la hubiera arrancado de raíz. Solo quedan frases sin sentido, frustración que se pudre en mi pecho.
Hoy no me interesa la vida. No en el sentido dramático. Solo… no me importa. Los sueños que alguna vez tuve parecen espejos rotos. Brillan, pero cortan.
Mi mente está seca. Como un campo después del fuego. Vacía, asquerosa, podrida. Y aún así, aquí estoy, escribiendo. ¿Por qué?
Estoy cansada. No físicamente. Cansada de existir sin saber cómo hacerlo bien. Cansada de fingir que entiendo lo que siento.
A veces creo que estamos malditos. Mi linaje, mi sangre, mis recuerdos. Fríos, oscuros, desquiciados. ¿Y si todo esto es solo una herencia de errores?
No sé cómo demostrar que estoy viva. No sé si quiero hacerlo. La ambigüedad me envuelve como cadenas. No aprietan, pero no me dejan moverme.
La felicidad parece una broma cruel. La soledad se ha vuelto mi terapeuta. Me escucha sin juzgar, pero nunca responde.
El amor… No lo entiendo. Me congela. Me borra. Me deja en pausa.
¿Y si pudiera reír contigo? ¿Contigo, quien sea que seas? Tal vez no estaría tan rota. Tal vez no repetiría los mismos errores.
Caminaría hacia el futuro. Aunque no sepa si hay amanecer. Aunque el camino esté lleno de espejos rotos.
Reencarnación. No como mito. Como posibilidad. Como una forma de limpiar los arrepentimientos que me persiguen.
Estoy luchando. Estoy expuesta. Y aún así… sigo. No por valentía. Sino porque detenerme sería aceptar que nunca fui real.

