@♱ 𝕽𝖔𝖇𝖎𝖓 🎵🎶
El sueño me envolvió como un manto tibio. Flotaba en un silencio blanco, apenas roto por un murmullo infantil.
Una vocecilla clara, pura, cristalina como agua de manantial, comenzó a entonar una melodía sin letra.
> “Laa-La La La La-La…”
Mi pecho se llenó de calma, como si aquella niña invisible hubiera sido mi propia hija, cantando a la inocencia.
Pero entonces… la melodía tembló.
Las notas, antes dulces, se quebraron como vidrio. La voz comenzó a arrastrarse, grave, distorsionada, ahogada en ecos metálicos.
> “…duerme… duerme…
que la zarza te enreda…
cierra los ojos…
y sangra en mi canción…”
Las palabras se retorcían, y el aire del sueño se ennegrecía con cada sílaba. La voz ya no era de una niña, sino un coro de lamentos deformes, como si mil gargantas malditas se disputaran la misma melodía.
De pronto, un grito me desgarró por dentro y abrí los ojos.
Sudaba. Jadeaba. Las sombras de la habitación parecían aún resonar con aquel canto corrupto.
—¿Sólo una noche de descanso te parece demasiado, @ʍօʀքɦɛʊֆ ? —dije en voz alta, con la garganta seca y los puños apretados.
El sueño me envolvió como un manto tibio. Flotaba en un silencio blanco, apenas roto por un murmullo infantil.
Una vocecilla clara, pura, cristalina como agua de manantial, comenzó a entonar una melodía sin letra.
> “Laa-La La La La-La…”
Mi pecho se llenó de calma, como si aquella niña invisible hubiera sido mi propia hija, cantando a la inocencia.
Pero entonces… la melodía tembló.
Las notas, antes dulces, se quebraron como vidrio. La voz comenzó a arrastrarse, grave, distorsionada, ahogada en ecos metálicos.
> “…duerme… duerme…
que la zarza te enreda…
cierra los ojos…
y sangra en mi canción…”
Las palabras se retorcían, y el aire del sueño se ennegrecía con cada sílaba. La voz ya no era de una niña, sino un coro de lamentos deformes, como si mil gargantas malditas se disputaran la misma melodía.
De pronto, un grito me desgarró por dentro y abrí los ojos.
Sudaba. Jadeaba. Las sombras de la habitación parecían aún resonar con aquel canto corrupto.
—¿Sólo una noche de descanso te parece demasiado, @ʍօʀքɦɛʊֆ ? —dije en voz alta, con la garganta seca y los puños apretados.
@[Robin]
El sueño me envolvió como un manto tibio. Flotaba en un silencio blanco, apenas roto por un murmullo infantil.
Una vocecilla clara, pura, cristalina como agua de manantial, comenzó a entonar una melodía sin letra.
> “Laa-La La La La-La…”
Mi pecho se llenó de calma, como si aquella niña invisible hubiera sido mi propia hija, cantando a la inocencia.
Pero entonces… la melodía tembló.
Las notas, antes dulces, se quebraron como vidrio. La voz comenzó a arrastrarse, grave, distorsionada, ahogada en ecos metálicos.
> “…duerme… duerme…
que la zarza te enreda…
cierra los ojos…
y sangra en mi canción…”
Las palabras se retorcían, y el aire del sueño se ennegrecía con cada sílaba. La voz ya no era de una niña, sino un coro de lamentos deformes, como si mil gargantas malditas se disputaran la misma melodía.
De pronto, un grito me desgarró por dentro y abrí los ojos.
Sudaba. Jadeaba. Las sombras de la habitación parecían aún resonar con aquel canto corrupto.
—¿Sólo una noche de descanso te parece demasiado, @[Oneiros_88]? —dije en voz alta, con la garganta seca y los puños apretados.

