Tenlo en cuenta al responder.
A Morfeo se le impuso la prohibición de amar porque su afecto no sería como el de los mortales: breve, vulnerable y finito.
El suyo sería un amor que no caduca, que no olvida, que arrastra consigo cada instante y lo preserva intacto, incluso cuando el mundo entero lo ha dejado atrás.
Ese amor, eterno y absoluto, no permitiría que lo amado cambiara, ni que se marchitara, ni que encontrara descanso. Sería una jaula dorada, construida con devoción, pero jaula al fin.
Por eso, el Rey del Sueño debe permanecer distante. Porque si cayera en las redes del amor, no sabría dejar ir, y lo que para otros es un sentimiento, para él sería un reino… del que jamás liberaría a quien quedara dentro.
El suyo sería un amor que no caduca, que no olvida, que arrastra consigo cada instante y lo preserva intacto, incluso cuando el mundo entero lo ha dejado atrás.
Ese amor, eterno y absoluto, no permitiría que lo amado cambiara, ni que se marchitara, ni que encontrara descanso. Sería una jaula dorada, construida con devoción, pero jaula al fin.
Por eso, el Rey del Sueño debe permanecer distante. Porque si cayera en las redes del amor, no sabría dejar ir, y lo que para otros es un sentimiento, para él sería un reino… del que jamás liberaría a quien quedara dentro.
A Morfeo se le impuso la prohibición de amar porque su afecto no sería como el de los mortales: breve, vulnerable y finito.
El suyo sería un amor que no caduca, que no olvida, que arrastra consigo cada instante y lo preserva intacto, incluso cuando el mundo entero lo ha dejado atrás.
Ese amor, eterno y absoluto, no permitiría que lo amado cambiara, ni que se marchitara, ni que encontrara descanso. Sería una jaula dorada, construida con devoción, pero jaula al fin.
Por eso, el Rey del Sueño debe permanecer distante. Porque si cayera en las redes del amor, no sabría dejar ir, y lo que para otros es un sentimiento, para él sería un reino… del que jamás liberaría a quien quedara dentro.

