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Tal y como habían prometido aquel día los dos enamorado, se habían ido de viaje, con todo lo que eso implicaba, estaba sorprendida de lo rápido que Kagehiro había podido gestionar el viaje, los permisos de su trabajo, etc. Por su parte ella tuvo que pedir permiso en el suyo y pedir a algunas compañeras la cubrieran, ya que al ser una de las mejores vendedoras de la marca hasta el momento iba a ser difícil suplirla. En fin, todo transcurrió con calma, aunque se notaba tan emocionada, era la primera vez que salía del país, ver lo inmenso del aeropuerto, subirse en un avión, le dio muchos nervios y algo de miedo, especialmente que por el clima actual habían ocurrido varias turbulencias, pero su amado Kagehiro constantemente le daba seguridad y la calmaba, ya sea tomando su mano, dándole besitos o diciéndole que no ocurriría nada malo. También la hermosa jovencita rubia tomaría en el camino varias fotografías, de la vista del avión a su llegada a Italia, así como selfies con el que pasa sus adentros llamaría 'esposito'.
En uno de sus tantos recorridos, decidieron visitar un lugar llamado los jardines de Bóboli, en Florencia, el lugar era hermoso, tanto que ellos decidieron tomar un lindo picnic ahí, además combinaron sus atuendos y llevaron varios refrigerios en una canasta, ambos disfrutaban de la hermosa vista y la naturaleza, repentinamente su amado le besó su mejilla y ella volteó a verlo, primero sorprendida y después con una sonrisa llena de felicidad, suspirando a la vez, mientras lo observaba a el y después al cielo, entonces este se reflejaba en sus ojos color miel
— ¿Sabes? Jamás en mi vida imagine poder viajar en avión, conocer otro país y lo más importante, tener un novio que me amara tanto, siento que estoy en un sueño, creo que la vida nos está al fin recompensando de todas las cosas tan tristes que vivimos. . . Te amo mi amor, gracias por esto, por estar en mi vida, por elegirme a mi. —
Le rodeó con sus brazos y besó sus labios con lentitud, para después hacer un camino por sus mejilla y su frente y por última quedar recargada en el hombro de el, mientras sostenía la sombrilla que los cubría del sol.
Tal y como habían prometido aquel día los dos enamorado, se habían ido de viaje, con todo lo que eso implicaba, estaba sorprendida de lo rápido que Kagehiro había podido gestionar el viaje, los permisos de su trabajo, etc. Por su parte ella tuvo que pedir permiso en el suyo y pedir a algunas compañeras la cubrieran, ya que al ser una de las mejores vendedoras de la marca hasta el momento iba a ser difícil suplirla. En fin, todo transcurrió con calma, aunque se notaba tan emocionada, era la primera vez que salía del país, ver lo inmenso del aeropuerto, subirse en un avión, le dio muchos nervios y algo de miedo, especialmente que por el clima actual habían ocurrido varias turbulencias, pero su amado Kagehiro constantemente le daba seguridad y la calmaba, ya sea tomando su mano, dándole besitos o diciéndole que no ocurriría nada malo. También la hermosa jovencita rubia tomaría en el camino varias fotografías, de la vista del avión a su llegada a Italia, así como selfies con el que pasa sus adentros llamaría 'esposito'.
En uno de sus tantos recorridos, decidieron visitar un lugar llamado los jardines de Bóboli, en Florencia, el lugar era hermoso, tanto que ellos decidieron tomar un lindo picnic ahí, además combinaron sus atuendos y llevaron varios refrigerios en una canasta, ambos disfrutaban de la hermosa vista y la naturaleza, repentinamente su amado le besó su mejilla y ella volteó a verlo, primero sorprendida y después con una sonrisa llena de felicidad, suspirando a la vez, mientras lo observaba a el y después al cielo, entonces este se reflejaba en sus ojos color miel
— ¿Sabes? Jamás en mi vida imagine poder viajar en avión, conocer otro país y lo más importante, tener un novio que me amara tanto, siento que estoy en un sueño, creo que la vida nos está al fin recompensando de todas las cosas tan tristes que vivimos. . . Te amo mi amor, gracias por esto, por estar en mi vida, por elegirme a mi. —
Le rodeó con sus brazos y besó sus labios con lentitud, para después hacer un camino por sus mejilla y su frente y por última quedar recargada en el hombro de el, mientras sostenía la sombrilla que los cubría del sol.
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Tal y como habían prometido aquel día los dos enamorado, se habían ido de viaje, con todo lo que eso implicaba, estaba sorprendida de lo rápido que Kagehiro había podido gestionar el viaje, los permisos de su trabajo, etc. Por su parte ella tuvo que pedir permiso en el suyo y pedir a algunas compañeras la cubrieran, ya que al ser una de las mejores vendedoras de la marca hasta el momento iba a ser difícil suplirla. En fin, todo transcurrió con calma, aunque se notaba tan emocionada, era la primera vez que salía del país, ver lo inmenso del aeropuerto, subirse en un avión, le dio muchos nervios y algo de miedo, especialmente que por el clima actual habían ocurrido varias turbulencias, pero su amado Kagehiro constantemente le daba seguridad y la calmaba, ya sea tomando su mano, dándole besitos o diciéndole que no ocurriría nada malo. También la hermosa jovencita rubia tomaría en el camino varias fotografías, de la vista del avión a su llegada a Italia, así como selfies con el que pasa sus adentros llamaría 'esposito'.
En uno de sus tantos recorridos, decidieron visitar un lugar llamado los jardines de Bóboli, en Florencia, el lugar era hermoso, tanto que ellos decidieron tomar un lindo picnic ahí, además combinaron sus atuendos y llevaron varios refrigerios en una canasta, ambos disfrutaban de la hermosa vista y la naturaleza, repentinamente su amado le besó su mejilla y ella volteó a verlo, primero sorprendida y después con una sonrisa llena de felicidad, suspirando a la vez, mientras lo observaba a el y después al cielo, entonces este se reflejaba en sus ojos color miel
— ¿Sabes? Jamás en mi vida imagine poder viajar en avión, conocer otro país y lo más importante, tener un novio que me amara tanto, siento que estoy en un sueño, creo que la vida nos está al fin recompensando de todas las cosas tan tristes que vivimos. . . Te amo mi amor, gracias por esto, por estar en mi vida, por elegirme a mi. —
Le rodeó con sus brazos y besó sus labios con lentitud, para después hacer un camino por sus mejilla y su frente y por última quedar recargada en el hombro de el, mientras sostenía la sombrilla que los cubría del sol.
