Esta vez sintió que de tanto momento tan emotivo, debían relajarse, por lo que, por cuenta propia llevó a su amado a un bar tradicional dónde solían juntarse los trabajadores, un lugar bastante casual, nada elaborado, ahí, pidió una botella de sake y obligó a beber a [Lonesome_writer] Quería que realmente disfrutara, platicaran sin ningún tipo de tensiones y rieran mucho. — Kampai! Brindo por nosotros, porqué duremos muchísimos años juntos, de ser posible para siempre. Ya con una voz temblorosa y graciosa dijo la rubiecita ya con unos tragos de más, con sus mejillas enrojecidas y su escote ligeramente abajo, dejando mostrar sus bellos atributos que desbordaban sin querer.