#Hospital
#Médico
#Mafia

Mafia surgery.


Pasaron las horas y la cirugía en la que varios médicos se encontraban y por la cual el hospital estaba vigilado por varios guardaespaldas había terminado. Se trataba de una persona herida de bala en estado de critico, suficiente para darle atención inmediata. Pero a ellos les ordenaron operarlo pronto y no dejar que muriera.

Algunos médicos con mayor experiencia sudaban en cada paso, en cada mínimo detalle. Incluso al extraer las balas no era de una manera limpia. Asher pensó que eso estaba mal y en medio de la cirugía, detuvo a su médico tutor con el que no se llavaba bien, se ofreció a hacerlo y éste un poco reacio le dió lugar.

Aunque habían más de cuatro médicos experimentados, le dejaron una cirugía importante a un novato y aún residente, pero nadie tenía que saberlo. Había observado esos procedimientos una y otra vez, había estudiado cada parte interna y externa del cuerpo humano, había memorizado lo que debía y no hacerse, incluso lo que no debía estudiar y era de otras áreas.

Su mano no tembló al sacar las balas, tampoco al limpiar las heridas por lo que se encontraba destrozado, ni al saturar. Incluso cuando estaba usando sus instrumentos médicos cerca del órgano vital; el corazón y lo miró palpitar abiertamente. En su lugar, fue completamente decidido y rápido. Como si éste paciente importante fuese como cualquier otro y así era, era un simple humano para él.

Después de las horas, la cirugía fue un rotundo éxito y en lugar de felicitarlo, felicitaron a su tutor por "sus buenas enseñanzas". Asher suspiró profundamente, tampoco buscaba el reconocimiento. Se limpió el sudor de la frente. Fue su primera operación. Sus manos estaban manchadas de sangre, incluyendo traje azul. Quería salir de la sala quirúrgica cuánto antes y darse un adecuado aseo físico. Los demás médicos se encargarían de darles la noticia al personal de ese paciente.

Tiró sus guantes en un basurero y se fue a cambiar a los vestidores, deshaciéndose también del traje.

Aunque no parecía, estaba feliz por haber obtenido éxito, aunque su expresión era neutral. Pero su corazón latía de emoción por la adrenalina anterior, fue una nueva experiencia para él y sin dudar volvería a repetirla.
#Hospital #Médico #Mafia Mafia surgery. Pasaron las horas y la cirugía en la que varios médicos se encontraban y por la cual el hospital estaba vigilado por varios guardaespaldas había terminado. Se trataba de una persona herida de bala en estado de critico, suficiente para darle atención inmediata. Pero a ellos les ordenaron operarlo pronto y no dejar que muriera. Algunos médicos con mayor experiencia sudaban en cada paso, en cada mínimo detalle. Incluso al extraer las balas no era de una manera limpia. Asher pensó que eso estaba mal y en medio de la cirugía, detuvo a su médico tutor con el que no se llavaba bien, se ofreció a hacerlo y éste un poco reacio le dió lugar. Aunque habían más de cuatro médicos experimentados, le dejaron una cirugía importante a un novato y aún residente, pero nadie tenía que saberlo. Había observado esos procedimientos una y otra vez, había estudiado cada parte interna y externa del cuerpo humano, había memorizado lo que debía y no hacerse, incluso lo que no debía estudiar y era de otras áreas. Su mano no tembló al sacar las balas, tampoco al limpiar las heridas por lo que se encontraba destrozado, ni al saturar. Incluso cuando estaba usando sus instrumentos médicos cerca del órgano vital; el corazón y lo miró palpitar abiertamente. En su lugar, fue completamente decidido y rápido. Como si éste paciente importante fuese como cualquier otro y así era, era un simple humano para él. Después de las horas, la cirugía fue un rotundo éxito y en lugar de felicitarlo, felicitaron a su tutor por "sus buenas enseñanzas". Asher suspiró profundamente, tampoco buscaba el reconocimiento. Se limpió el sudor de la frente. Fue su primera operación. Sus manos estaban manchadas de sangre, incluyendo traje azul. Quería salir de la sala quirúrgica cuánto antes y darse un adecuado aseo físico. Los demás médicos se encargarían de darles la noticia al personal de ese paciente. Tiró sus guantes en un basurero y se fue a cambiar a los vestidores, deshaciéndose también del traje. Aunque no parecía, estaba feliz por haber obtenido éxito, aunque su expresión era neutral. Pero su corazón latía de emoción por la adrenalina anterior, fue una nueva experiencia para él y sin dudar volvería a repetirla.
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