⸻ A veces, me despierto con olor a café recién hecho y petricor en los labios... y sé que soñé contigo.
No te conozco, pero te echo de menos como si hubieras olvidado volver.
Sé cómo ríes, porque tu voz roza mi oído cuando cierro los ojos.
En mis sueños, me tomas la mano con la timidez de un ladrón, sabes que no será eterno, y aún así lo haces.
No sé tu nombre, la providencia lo guarda en el estribillo de una canción que aún no he escuchado.
Cuando llegue el día, cuando te mire y diga “ah, siempre fuiste tú”, prométeme que también recordarás este olvido que aún no ha sucedido ⸻.
No te conozco, pero te echo de menos como si hubieras olvidado volver.
Sé cómo ríes, porque tu voz roza mi oído cuando cierro los ojos.
En mis sueños, me tomas la mano con la timidez de un ladrón, sabes que no será eterno, y aún así lo haces.
No sé tu nombre, la providencia lo guarda en el estribillo de una canción que aún no he escuchado.
Cuando llegue el día, cuando te mire y diga “ah, siempre fuiste tú”, prométeme que también recordarás este olvido que aún no ha sucedido ⸻.
⸻ A veces, me despierto con olor a café recién hecho y petricor en los labios... y sé que soñé contigo.
No te conozco, pero te echo de menos como si hubieras olvidado volver.
Sé cómo ríes, porque tu voz roza mi oído cuando cierro los ojos.
En mis sueños, me tomas la mano con la timidez de un ladrón, sabes que no será eterno, y aún así lo haces.
No sé tu nombre, la providencia lo guarda en el estribillo de una canción que aún no he escuchado.
Cuando llegue el día, cuando te mire y diga “ah, siempre fuiste tú”, prométeme que también recordarás este olvido que aún no ha sucedido ⸻.

