Primeros Encuentros

Desde que dejó a su cría en la orilla, Fiadh ya no nada igual. El mar, antes hogar, se le antoja inmenso y ajeno. Cada ola parece empujarla lejos, como si también él supiera lo que hizo. A veces se pregunta si hizo bien. Si debió aferrarse, buscar otra manera. Pero el hambre… la orca… la soledad.

Desde las rocas lo observa crecer: sano, risueño, con el cabello enredado por el viento y las mejillas color sol. Ella nunca tuvo eso. Tal vez por eso lo quiso para él. Aun así, duele.

Últimamente, el mar ya no la llama como antes. Se ha sorprendido durmiendo más tiempo sobre la arena, con la piel de foca bien doblada bajo un arbusto. Ha probado flores, ha imitado a las lavanderas humanas. No entiende su idioma, pero le gusta escucharlas.

Una noche, exhausta, se arrastró hasta un jardín iluminado por velas. Una mujer la miró sin miedo, la llamó “preciosa” y le ofreció agua en una taza de barro. Fiadh se quedó. No dijo nada. Solo se acomodó a sus pies, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que tal vez… podía quedarse un poco más.
Primeros Encuentros Desde que dejó a su cría en la orilla, Fiadh ya no nada igual. El mar, antes hogar, se le antoja inmenso y ajeno. Cada ola parece empujarla lejos, como si también él supiera lo que hizo. A veces se pregunta si hizo bien. Si debió aferrarse, buscar otra manera. Pero el hambre… la orca… la soledad. Desde las rocas lo observa crecer: sano, risueño, con el cabello enredado por el viento y las mejillas color sol. Ella nunca tuvo eso. Tal vez por eso lo quiso para él. Aun así, duele. Últimamente, el mar ya no la llama como antes. Se ha sorprendido durmiendo más tiempo sobre la arena, con la piel de foca bien doblada bajo un arbusto. Ha probado flores, ha imitado a las lavanderas humanas. No entiende su idioma, pero le gusta escucharlas. Una noche, exhausta, se arrastró hasta un jardín iluminado por velas. Una mujer la miró sin miedo, la llamó “preciosa” y le ofreció agua en una taza de barro. Fiadh se quedó. No dijo nada. Solo se acomodó a sus pies, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que tal vez… podía quedarse un poco más.
Me encocora
Me gusta
3
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados