El sueño de ser Humano. En lo más alto del monte Cáucaso, donde el viento corta como cuchillas y la soledad pesa como cadenas, Prometeo yacía encadenado a la roca, condenado por los dioses a un castigo eterno. Sí, aquel titán al que le devoraban el hígado y se regeneraba cada día.
Su cuerpo estaba roto, pero su espíritu seguía ardiendo con la misma...