Epílogo del Silencio: El descanso de Hebe
El viento no traía palabras, solo un susurro tenue, como si la vida misma contuviera el aliento. En lo alto del monte olvidado, donde los cielos no pedían y la tierra no exigía, Hebe reposaba. No era sueño ni vigilia. Era el intervalo entre un alma rota y una que se prepara para despertar. Ya no lloraba. No porque no doliera -el amor aún ardía en...
Me gusta
Me encocora
Me shockea
5
0 comentarios 0 compartidos
Patrocinados
Patrocinados