Para [Thomas]//

Es viernes, ese día tan especial, tan ansiado. Casi tanto como las respuestas que necesita obtener desde hace un par de días. Ha esperado con paciencia, mucha paciencia, paciencia digna de un brujo.

Tolek ha citado a Thomas al lobby del hotel. No se ha sentido bien últimamente desde la batalla con el Balrog del otro día y, aunque la fiebre no debería ser problema para alguien como él, sus quemaduras no están para nada felices de tener que soportar una temperatura que les recuerda la razón por la que existen. Y eso incluye su pierna, por tanto, prefiere sentarse a esperar por la llegada de su amante en lugar de ir a buscarle, así se evita una caminata.

— Adelante, Lester. Puedes entrar. Nadie te dirá nada —murmura, sin levantar la vista del celular que tiene apoyado sobre la barra.

Así, el cuervo aparece desde cualquier sombra cercana para aterrizar sobre el hombro del brujo, quien le dedica una mirada de reproche por el rabillo del ojo.

— ¿Podrías ser más considerado? Estás gordo y me sacudes cuando aterrizas así. ¿Qué te pasa? ¿De pronto estás hecho de plomo? —Protesta.

— El amo se ha vuelto débil desde lo de la bestia de fuego —responde el ave.

Tolek deja escapar un gruñido sardónico antes de responder.

— Ya quisiera verte a ti enfrentándote a... —se interrumpe, pues acaba de recordar algo importante—. ¿Por qué no estabas conmigo en ese momento? Te llamé y no respondiste. Podría hacerte pollo frito si quisiera y estaría en todo mi derecho —amenaza, aunque está claro que tal cosa no sucederá.

#ParaNadaNormal #ElBrujoCojo
Para [Thomas]// Es viernes, ese día tan especial, tan ansiado. Casi tanto como las respuestas que necesita obtener desde hace un par de días. Ha esperado con paciencia, mucha paciencia, paciencia digna de un brujo. Tolek ha citado a Thomas al lobby del hotel. No se ha sentido bien últimamente desde la batalla con el Balrog del otro día y, aunque la fiebre no debería ser problema para alguien como él, sus quemaduras no están para nada felices de tener que soportar una temperatura que les recuerda la razón por la que existen. Y eso incluye su pierna, por tanto, prefiere sentarse a esperar por la llegada de su amante en lugar de ir a buscarle, así se evita una caminata. — Adelante, Lester. Puedes entrar. Nadie te dirá nada —murmura, sin levantar la vista del celular que tiene apoyado sobre la barra. Así, el cuervo aparece desde cualquier sombra cercana para aterrizar sobre el hombro del brujo, quien le dedica una mirada de reproche por el rabillo del ojo. — ¿Podrías ser más considerado? Estás gordo y me sacudes cuando aterrizas así. ¿Qué te pasa? ¿De pronto estás hecho de plomo? —Protesta. — El amo se ha vuelto débil desde lo de la bestia de fuego —responde el ave. Tolek deja escapar un gruñido sardónico antes de responder. — Ya quisiera verte a ti enfrentándote a... —se interrumpe, pues acaba de recordar algo importante—. ¿Por qué no estabas conmigo en ese momento? Te llamé y no respondiste. Podría hacerte pollo frito si quisiera y estaría en todo mi derecho —amenaza, aunque está claro que tal cosa no sucederá. #ParaNadaNormal #ElBrujoCojo
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