#FreeRol
Las escaleras crujen bajo sus pies. El aire es denso. El hospital abandonado huele a polvo y humedad. Y óxido.
La luz de la luna se cuela por las ventanas rotas, dibujando sombras alargadas en las paredes descascaradas. La del monstruo danza y se retuerce tras de él, como con vida propia.
Y el monstruo avanza, lento, un paso por vez, disfrutando el momento.
Su voz, melódica y espeluznante, risueña y burlona, resuena en el pasillo vacío:
"𝐔𝐧𝐨, 𝐝𝐨𝐬… 𝐲𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐚𝐪𝐮í… ♪ ♫"
"𝐓𝐫𝐞𝐬, 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨… 𝐬𝐮𝐛𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢… ♪"
Monster sonríe, dientes afilados en su espectral figura.
"𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨, 𝐬𝐞𝐢𝐬… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞 𝐬𝐢 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬… ♫ ♪ ♫"
Acelera el paso. En un parpadeo, avanza cinco metros. Y cinco más; El sonido de pies descalzos tambaleándose le arranca una carcajada.
"𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞, 𝐨𝐜𝐡𝐨… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐲𝐚 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬… ♫ ♪"
Un portazo. Jadeos. Desesperación. Monster se detiene frente a la puerta clausurada, su sombra se desliza por la rendija.
"𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚 𝐝𝐞 𝐦í~ ♪ ♫ ♪ ♫"
Y, con un golpe seco, abre la puerta.
Las escaleras crujen bajo sus pies. El aire es denso. El hospital abandonado huele a polvo y humedad. Y óxido.
La luz de la luna se cuela por las ventanas rotas, dibujando sombras alargadas en las paredes descascaradas. La del monstruo danza y se retuerce tras de él, como con vida propia.
Y el monstruo avanza, lento, un paso por vez, disfrutando el momento.
Su voz, melódica y espeluznante, risueña y burlona, resuena en el pasillo vacío:
"𝐔𝐧𝐨, 𝐝𝐨𝐬… 𝐲𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐚𝐪𝐮í… ♪ ♫"
"𝐓𝐫𝐞𝐬, 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨… 𝐬𝐮𝐛𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢… ♪"
Monster sonríe, dientes afilados en su espectral figura.
"𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨, 𝐬𝐞𝐢𝐬… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞 𝐬𝐢 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬… ♫ ♪ ♫"
Acelera el paso. En un parpadeo, avanza cinco metros. Y cinco más; El sonido de pies descalzos tambaleándose le arranca una carcajada.
"𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞, 𝐨𝐜𝐡𝐨… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐲𝐚 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬… ♫ ♪"
Un portazo. Jadeos. Desesperación. Monster se detiene frente a la puerta clausurada, su sombra se desliza por la rendija.
"𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚 𝐝𝐞 𝐦í~ ♪ ♫ ♪ ♫"
Y, con un golpe seco, abre la puerta.
#FreeRol
Las escaleras crujen bajo sus pies. El aire es denso. El hospital abandonado huele a polvo y humedad. Y óxido.
La luz de la luna se cuela por las ventanas rotas, dibujando sombras alargadas en las paredes descascaradas. La del monstruo danza y se retuerce tras de él, como con vida propia.
Y el monstruo avanza, lento, un paso por vez, disfrutando el momento.
Su voz, melódica y espeluznante, risueña y burlona, resuena en el pasillo vacío:
"𝐔𝐧𝐨, 𝐝𝐨𝐬… 𝐲𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐚𝐪𝐮í… ♪ ♫"
"𝐓𝐫𝐞𝐬, 𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨… 𝐬𝐮𝐛𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢… ♪"
Monster sonríe, dientes afilados en su espectral figura.
"𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨, 𝐬𝐞𝐢𝐬… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞 𝐬𝐢 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬… ♫ ♪ ♫"
Acelera el paso. En un parpadeo, avanza cinco metros. Y cinco más; El sonido de pies descalzos tambaleándose le arranca una carcajada.
"𝐒𝐢𝐞𝐭𝐞, 𝐨𝐜𝐡𝐨… 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐞𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐲𝐚 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐬… ♫ ♪"
Un portazo. Jadeos. Desesperación. Monster se detiene frente a la puerta clausurada, su sombra se desliza por la rendija.
"𝐍𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚 𝐝𝐞 𝐦í~ ♪ ♫ ♪ ♫"
Y, con un golpe seco, abre la puerta.
