Después de varios días en su oficina Jean al fin había tocado cama. Casi a empujones Amber la sacó de su oficina y la llevó hasta su casa, la Gran Maestra a penas tocó su suave cama de inmediato su colchón se amoldó a su cuerpo, extendió su brazo y fue ahí donde quedó tendida con una sonrisa de comodidad en su rostro no supo de nada del exterior ni de ella quedando profundamente dormida.
Después de varios días en su oficina Jean al fin había tocado cama. Casi a empujones Amber la sacó de su oficina y la llevó hasta su casa, la Gran Maestra a penas tocó su suave cama de inmediato su colchón se amoldó a su cuerpo, extendió su brazo y fue ahí donde quedó tendida con una sonrisa de comodidad en su rostro no supo de nada del exterior ni de ella quedando profundamente dormida.

