—Se había levantado temprano en la mañana, y aunque durante la jornada se había ocupado de los niños, había ignorado deliberadamente a Angel Dust. Aunque también sabía que Maximilian se lo había estado llevando y paseando lo que no podía ser, para él, sino lo mejor.
Aunque también le agradaba ver a Angel alegre por las salidas que tenía.
Por su parte, se mantenía en el hotel cuidando de los pequeños y, últimamente, escabullendose por ahí, quién sabía dónde.
Ahora, todo lo que Angel recibió de él fue un mensaje de texto—
: "Lottie y Rummy están inquietos, necesito que vengas"
—Fue todo lo que envío. Sin más. Una orden disfrazada de petición.
Al entrar al hotel, se encontraba decorado, aunque de forma sutil. Algunos jarrones con flores y un pequeño rastro de pétalos que guiaba hasta el gran salón.
Allí estaba él, vestido con un elegante traje blanco y dorado. Sonriendo con mirada enamorada al verle. Maxi ayudándole al tener en brazos a los dos pequeños que también estaban elegantemente vestidos.
Una suave y delicada melodía se escuchaba de fondo, alguna vieja canción que en su tiempo en vida ambos bailaron alguna vez, que ahora removía viejos recuerdos cargados de muchos sentimientos pero, principalmente, amor.—
Benvenuto, amore mio. Ti stavo aspettando
—Pronunció con cariño, acercándose hasta la araña. Tomando una de sus manos y besando su dorso.
Un suave ronroneo que emergía de su garganta, incontrolable como le era habitual mientras levantaba su mirada para verlo. Aún sus ojos cargados de aquel cariño que solo la araña había sabido conseguir —
¿Me permitirías una pieza?
—Pidió mientras, aún tomando su mano con suavidad, comenzaba a arrastrarlo al medio del salón, comenzando a bailar al compás de aquella suave música. Guiándolo y disfrutando del momento —
¿Sabes, Ángel? He estado pensando lo irónico de nuestra vida
—Comentó riendo —
Honestamente, cuando me enteré que habías muerto, me derrumbé. Incluso en muerte no pude olvidarte. Ni siquiera esperaba volver a verte.
—Reprimió otra risa en una sonrisa entonces—
Nunca hubiera imaginado que estuvieras aquí. De todos los lugares, y a pesar de las malas decisiones, estaba seguro que te habías ganado el cielo. Te conocía lo suficiente para saber que no eras una mala persona... Siempre fuiste un Ángel para mi
—Confesó mientras le hacía girar, deteniéndose entonces al volverlo a mirar. Soltando su mano y apartándose un par de paso—
Tomé una decisión... Creo que la tomé en cuanto supimos quiénes éramos realmente; y es que me prometí a mi mismo jamás volver a perderte. No volvería a apartarme otra vez
—Con determinación, tras pronunciar aquellas palabras fue que se arrodilló frente a él, una pequeña caja en manos que sacó del interior de uno de los bolsillos de su saco. Al abrirla, revelaba un brillante anillo —
Es por eso que quería preguntarte, Anthony... ¿Te casarías conmigo?
—Preguntó con los nervios a flor de piel aunque se mantenía firme y con determinación.
Aquel era un obsequio que había decidido darle desde hacía mucho tiempo....—
// (Feliz aniversario de amistad bb(?) hoy un año desde que nos conocimos y nos hicimos amigas )
Aunque también le agradaba ver a Angel alegre por las salidas que tenía.
Por su parte, se mantenía en el hotel cuidando de los pequeños y, últimamente, escabullendose por ahí, quién sabía dónde.
Ahora, todo lo que Angel recibió de él fue un mensaje de texto—
: "Lottie y Rummy están inquietos, necesito que vengas"
—Fue todo lo que envío. Sin más. Una orden disfrazada de petición.
Al entrar al hotel, se encontraba decorado, aunque de forma sutil. Algunos jarrones con flores y un pequeño rastro de pétalos que guiaba hasta el gran salón.
Allí estaba él, vestido con un elegante traje blanco y dorado. Sonriendo con mirada enamorada al verle. Maxi ayudándole al tener en brazos a los dos pequeños que también estaban elegantemente vestidos.
Una suave y delicada melodía se escuchaba de fondo, alguna vieja canción que en su tiempo en vida ambos bailaron alguna vez, que ahora removía viejos recuerdos cargados de muchos sentimientos pero, principalmente, amor.—
Benvenuto, amore mio. Ti stavo aspettando
—Pronunció con cariño, acercándose hasta la araña. Tomando una de sus manos y besando su dorso.
Un suave ronroneo que emergía de su garganta, incontrolable como le era habitual mientras levantaba su mirada para verlo. Aún sus ojos cargados de aquel cariño que solo la araña había sabido conseguir —
¿Me permitirías una pieza?
—Pidió mientras, aún tomando su mano con suavidad, comenzaba a arrastrarlo al medio del salón, comenzando a bailar al compás de aquella suave música. Guiándolo y disfrutando del momento —
¿Sabes, Ángel? He estado pensando lo irónico de nuestra vida
—Comentó riendo —
Honestamente, cuando me enteré que habías muerto, me derrumbé. Incluso en muerte no pude olvidarte. Ni siquiera esperaba volver a verte.
—Reprimió otra risa en una sonrisa entonces—
Nunca hubiera imaginado que estuvieras aquí. De todos los lugares, y a pesar de las malas decisiones, estaba seguro que te habías ganado el cielo. Te conocía lo suficiente para saber que no eras una mala persona... Siempre fuiste un Ángel para mi
—Confesó mientras le hacía girar, deteniéndose entonces al volverlo a mirar. Soltando su mano y apartándose un par de paso—
Tomé una decisión... Creo que la tomé en cuanto supimos quiénes éramos realmente; y es que me prometí a mi mismo jamás volver a perderte. No volvería a apartarme otra vez
—Con determinación, tras pronunciar aquellas palabras fue que se arrodilló frente a él, una pequeña caja en manos que sacó del interior de uno de los bolsillos de su saco. Al abrirla, revelaba un brillante anillo —
Es por eso que quería preguntarte, Anthony... ¿Te casarías conmigo?
—Preguntó con los nervios a flor de piel aunque se mantenía firme y con determinación.
Aquel era un obsequio que había decidido darle desde hacía mucho tiempo....—
// (Feliz aniversario de amistad bb(?) hoy un año desde que nos conocimos y nos hicimos amigas )
—Se había levantado temprano en la mañana, y aunque durante la jornada se había ocupado de los niños, había ignorado deliberadamente a [Ange1Dust]. Aunque también sabía que [Maxi8] se lo había estado llevando y paseando lo que no podía ser, para él, sino lo mejor.
Aunque también le agradaba ver a Angel alegre por las salidas que tenía.
Por su parte, se mantenía en el hotel cuidando de los pequeños y, últimamente, escabullendose por ahí, quién sabía dónde.
Ahora, todo lo que Angel recibió de él fue un mensaje de texto—
📱: "Lottie y Rummy están inquietos, necesito que vengas"
—Fue todo lo que envío. Sin más. Una orden disfrazada de petición.
Al entrar al hotel, se encontraba decorado, aunque de forma sutil. Algunos jarrones con flores y un pequeño rastro de pétalos que guiaba hasta el gran salón.
Allí estaba él, vestido con un elegante traje blanco y dorado. Sonriendo con mirada enamorada al verle. Maxi ayudándole al tener en brazos a los dos pequeños que también estaban elegantemente vestidos.
Una suave y delicada melodía se escuchaba de fondo, alguna vieja canción que en su tiempo en vida ambos bailaron alguna vez, que ahora removía viejos recuerdos cargados de muchos sentimientos pero, principalmente, amor.—
Benvenuto, amore mio. Ti stavo aspettando
—Pronunció con cariño, acercándose hasta la araña. Tomando una de sus manos y besando su dorso.
Un suave ronroneo que emergía de su garganta, incontrolable como le era habitual mientras levantaba su mirada para verlo. Aún sus ojos cargados de aquel cariño que solo la araña había sabido conseguir —
¿Me permitirías una pieza?
—Pidió mientras, aún tomando su mano con suavidad, comenzaba a arrastrarlo al medio del salón, comenzando a bailar al compás de aquella suave música. Guiándolo y disfrutando del momento —
¿Sabes, Ángel? He estado pensando lo irónico de nuestra vida
—Comentó riendo —
Honestamente, cuando me enteré que habías muerto, me derrumbé. Incluso en muerte no pude olvidarte. Ni siquiera esperaba volver a verte.
—Reprimió otra risa en una sonrisa entonces—
Nunca hubiera imaginado que estuvieras aquí. De todos los lugares, y a pesar de las malas decisiones, estaba seguro que te habías ganado el cielo. Te conocía lo suficiente para saber que no eras una mala persona... Siempre fuiste un Ángel para mi
—Confesó mientras le hacía girar, deteniéndose entonces al volverlo a mirar. Soltando su mano y apartándose un par de paso—
Tomé una decisión... Creo que la tomé en cuanto supimos quiénes éramos realmente; y es que me prometí a mi mismo jamás volver a perderte. No volvería a apartarme otra vez
—Con determinación, tras pronunciar aquellas palabras fue que se arrodilló frente a él, una pequeña caja en manos que sacó del interior de uno de los bolsillos de su saco. Al abrirla, revelaba un brillante anillo —
Es por eso que quería preguntarte, Anthony... ¿Te casarías conmigo?
—Preguntó con los nervios a flor de piel aunque se mantenía firme y con determinación.
Aquel era un obsequio que había decidido darle desde hacía mucho tiempo....—
// (Feliz aniversario de amistad bb(?) hoy un año desde que nos conocimos y nos hicimos amigas ❤️)
