Enfermedad misteriosa en el barrio rojo #2

♧ Maomao se pasó varias noches en vela, estudiando la libreta que le había proporcionado Viktor.

Tras horas de análisis, llegó a una única conclusión: la enfermedad era demasiado perfecta para ser natural. Había algo inquietante en su diseño, como si alguien la hubiese creado con un propósito concreo. Le recordaba a aquellos venenos experimentales que ella misma había fabricado alguna vez: silenciosos, volátiles, y sumamente mortíferos.

Solo afecta a los más pobres, casi imperceptible, con una mortalidad elevada, acelera la descomposición...

Recordó las palabras de su maestro: "Cuando demasiadas coincidencias convergen, no es azar. Hay una causa detrás"

Nunca había visto nada semejante. De hecho dudaba de lo que sospechaba fuera posible, pero los indicios apuntaban a algo parecido a un arma biológica.

Aún así, solo era una conjetura, una hipótesis que no podía compartir antes de reunir más información.

Así que una mañana se puso en marcha hacia la dirección que le había ofrecido Viktor.

El trayecto le llevó hasta una puerta de madera vieja pero robusta. En el centro, grabado en el metal de la aldaba, reducía el mismo símbolo que tenía dibujada la libreta.

Maomao respiró hondo, ajustó el agarre de la bolsa que llevaba en su hombro y, sin dudar, llamó a la puerta.

*Toc* *Toc* ♧
Enfermedad misteriosa en el barrio rojo #2 ♧ Maomao se pasó varias noches en vela, estudiando la libreta que le había proporcionado Viktor. Tras horas de análisis, llegó a una única conclusión: la enfermedad era demasiado perfecta para ser natural. Había algo inquietante en su diseño, como si alguien la hubiese creado con un propósito concreo. Le recordaba a aquellos venenos experimentales que ella misma había fabricado alguna vez: silenciosos, volátiles, y sumamente mortíferos. Solo afecta a los más pobres, casi imperceptible, con una mortalidad elevada, acelera la descomposición... Recordó las palabras de su maestro: "Cuando demasiadas coincidencias convergen, no es azar. Hay una causa detrás" Nunca había visto nada semejante. De hecho dudaba de lo que sospechaba fuera posible, pero los indicios apuntaban a algo parecido a un arma biológica. Aún así, solo era una conjetura, una hipótesis que no podía compartir antes de reunir más información. Así que una mañana se puso en marcha hacia la dirección que le había ofrecido Viktor. El trayecto le llevó hasta una puerta de madera vieja pero robusta. En el centro, grabado en el metal de la aldaba, reducía el mismo símbolo que tenía dibujada la libreta. Maomao respiró hondo, ajustó el agarre de la bolsa que llevaba en su hombro y, sin dudar, llamó a la puerta. *Toc* *Toc* ♧
Me gusta
Me encocora
4
7 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados