Cerca al lugar donde vive, hay un restaurante el cual ya estaba decorado con globos en forma de corazón y un arco hecho con rosas rojas en la entrada. Cada vez que pasaba por allí, uno de los meseros, que curiosamente vive en el edificio que ella también ocupa, comienza a burlarse de que está sola y que no pasará con nadie el día de San Valentín; para rematar le lanzó unos pétalos de rosa echados a perder una vez que caminaba por allí y que por poco arruina la bolsa con víveres que llevaba.
Se levantó de la cama temprano decidida a vengarse, no solo del muchacho, si no también de la dueña del restaurante que no la defendió, si no que se burló en su cara diciendo que era una bromita inocente. Se vistió con pantalones, camiseta de mangas largas y zapatos negros. Sobre ella también se colocó un abrigo, cubrebocas , pañuelo para la cabeza y una gorra. Agarra de la mesa una lata de pintura en spray saliendo sigilosa por la puesta de atrás para caminar hacia el restaurante.
Para su fortuna, las cámaras de seguridad de la calle no funcionaban, se fue a una pared del restaurante donde estaba más o menos decorada con un dibujo de corazones. Sonríe de manera traviesa, a pesar de que no se le ve por el tapabocas; empieza a agitar la lata de pintura empezando a hacer un simple grafiti, luego va hacia la entrada para pintarrajear el arco de rosas; para luego irse hacia donde vive.
Luego de una ducha rápida, se cambia de ropa y pasa por el restaurante con disimulo mirando como todos los empleados del lugar están alborotados mientras remueven el arco de rosas estropeado. El chico que la molestó grita de horror al ver la pared pintarrajeada para luego irse de allí con una sonrisa triunfante en el rostro.
#Picasso
Se levantó de la cama temprano decidida a vengarse, no solo del muchacho, si no también de la dueña del restaurante que no la defendió, si no que se burló en su cara diciendo que era una bromita inocente. Se vistió con pantalones, camiseta de mangas largas y zapatos negros. Sobre ella también se colocó un abrigo, cubrebocas , pañuelo para la cabeza y una gorra. Agarra de la mesa una lata de pintura en spray saliendo sigilosa por la puesta de atrás para caminar hacia el restaurante.
Para su fortuna, las cámaras de seguridad de la calle no funcionaban, se fue a una pared del restaurante donde estaba más o menos decorada con un dibujo de corazones. Sonríe de manera traviesa, a pesar de que no se le ve por el tapabocas; empieza a agitar la lata de pintura empezando a hacer un simple grafiti, luego va hacia la entrada para pintarrajear el arco de rosas; para luego irse hacia donde vive.
Luego de una ducha rápida, se cambia de ropa y pasa por el restaurante con disimulo mirando como todos los empleados del lugar están alborotados mientras remueven el arco de rosas estropeado. El chico que la molestó grita de horror al ver la pared pintarrajeada para luego irse de allí con una sonrisa triunfante en el rostro.
#Picasso
Cerca al lugar donde vive, hay un restaurante el cual ya estaba decorado con globos en forma de corazón y un arco hecho con rosas rojas en la entrada. Cada vez que pasaba por allí, uno de los meseros, que curiosamente vive en el edificio que ella también ocupa, comienza a burlarse de que está sola y que no pasará con nadie el día de San Valentín; para rematar le lanzó unos pétalos de rosa echados a perder una vez que caminaba por allí y que por poco arruina la bolsa con víveres que llevaba.
Se levantó de la cama temprano decidida a vengarse, no solo del muchacho, si no también de la dueña del restaurante que no la defendió, si no que se burló en su cara diciendo que era una bromita inocente. Se vistió con pantalones, camiseta de mangas largas y zapatos negros. Sobre ella también se colocó un abrigo, cubrebocas , pañuelo para la cabeza y una gorra. Agarra de la mesa una lata de pintura en spray saliendo sigilosa por la puesta de atrás para caminar hacia el restaurante.
Para su fortuna, las cámaras de seguridad de la calle no funcionaban, se fue a una pared del restaurante donde estaba más o menos decorada con un dibujo de corazones. Sonríe de manera traviesa, a pesar de que no se le ve por el tapabocas; empieza a agitar la lata de pintura empezando a hacer un simple grafiti, luego va hacia la entrada para pintarrajear el arco de rosas; para luego irse hacia donde vive.
Luego de una ducha rápida, se cambia de ropa y pasa por el restaurante con disimulo mirando como todos los empleados del lugar están alborotados mientras remueven el arco de rosas estropeado. El chico que la molestó grita de horror al ver la pared pintarrajeada para luego irse de allí con una sonrisa triunfante en el rostro.
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